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Compendio II
Miércoles 😤
Me levanto y me miro al espejo…
“¡Hoy sí puedo! ¡Soy fuerte, determinada y me puedo aguantar!” me digo, para subirme los ánimos y mentalizarme…
Dan las 4 y media de la tarde…
“¡Marisol, estoy todo transpirado! ¿Te metes a la ducha conmigo?”
😩 😖 😩 😖
¿Cómo puede chuparme así de rico?
A veces, pienso que es como injusto.
😕
O sea, yo antes lo veía hablar, cuando me hacía clases y me imaginaba lo rico que él debía besar, pero nunca pensé que sería tan rico comiendo mi conchita…
Y es que no me gusta dársela tanto, tanto para que me la coma, porque me da miedo que me envicie.
😓
Es que de partida, mi esposo es un chico tremendamente empeñoso…
Y para él, no es tanto problema pasar una o 2 horas, metido entre mis piernas.
O sea, es rico y te sientes súper relajada…
Pero pasa la segunda, la tercera vez que te corres y él no para de chupar para nada.
😅
Y lo otro que tiene es que mi marido tiene una lengua gordita y bien golosa.
De esas que te exploran demasiado bien por dentro y que se te mete hasta donde los pensamientos no te salen.
Y más encima, estás con todo el chorro de la ducha, el vaporcito rico y el olorcito a jabón y él lamiéndote sin darte un descanso, apegándote toda la espalda a la mojada pared.
¡Te come, te come y no te para de comer ni de dedear!
😵 😲 😵 😲
Y el único rato que te para de lamer, te encaja los 3 dedos en la conchita, de una manera sensacional, para después, darte besitos en el vientre y meterte la lengua en el ombligo.
Y ahí, cuando no puedo parar de correrme una y otra y otra vez, sintiendo que hasta los ovarios me duelen de tanto acabar y haciendo que me pregunte si querrá metérmela también por el ombligo (lo que sé que es loco e imposible, pero es por la manera detallada que él me lame), se me clava una sola imagen en la cabeza…
😫 😫 😫
Pene.
Un pene gordito, jugoso y suculento.
Uno largo y tremendo, que te rellene entera y te ensanche increíble.
Que te encaje con una tremenda fuerza y que esté dispuesto y vigoroso, para desbordarte de leche por dentro y te haga acabar bien, bien, hasta morir.
Lo necesito con urgencia o siento que me volveré loca…
😖 😖 😖
Y ahí, cuando sabe que ya no puedo más y que lo amo terriblemente, sube y me besa, de esa forma que te saca todo el aire y la lengua te explora hasta las amígdalas…
😘 😙 😚 😍
De esos besitos que pasan de ser cariñosos como de un pololo, pero terminan sedientos por comerte la boca…
Y que más encima, te dejan con ese gustito amargo, pero rico, del sabor que lleva tu conchita…
Un besito de esos.
XD
Y entonces, cuando te aprieta más a la pared, te abraza por la cintura y te sigue dando más y más lengua en la boca, la sientes hinchada, parada y lista…
😋 😵 😍 😊
¡Justito lo que estabas pensando!
Y entonces, me lo como a besos, casi clavándomelo yo solita…
¡Que me agarre de mis pechugas, del trasero, de lo que sea, pero que por favor, me la encaje de una buena vez!
😖 😩 😭 😫
Y le aprieto desesperada su trasero tan durito, firmecito y rico y pienso en el pedazo de hombrón que tengo como esposo…
😫 😫 😫
Y la clava, la clava y la sigue clavando y doy gracias al cielo por el mejor amigo que me dio…
Porque todavía, en la vez chorrocienta y mil, me hace sentir como una virgen, y se me empieza a menear todo…
😫 😖 😫 😖
Yo lo amo.
De verdad, que yo amo a mi esposo tremendamente.
Me encanta que sea un excelente papá, un ejemplo de marido y mi mejor amigo para todo.
En todo eso, yo lo adoro.
Pero en esos momentos, soy una esclava de su pene.
😕
Es más fuerte que mí y me encanta la manera que me la entierra y va jugando conmigo.
Eso, que te dé sus agarrones, sus chupetones y sus besos locos, son fenomenales…
Pero más espectaculares todavía, cuando me encaja tan bien un pene como el suyo.
Yo por eso, fui fiel cuando estuvo trabajando lejos y es por eso que también, me chorreo bastante, al pensar cuando se mete con otras mujeres.
😆
Porque quieren algo que es completamente mío y que puedo usar todos los días.
Y que él sea tan ocurrente, desesperado y animal, pero que también, sepa hacerte gozar como una loca, me encanta de mi esposo.
😫 😖 😫 😖
Y ahí, cuando me aprieta a la pared y por fin entiendo por qué estaba tan obsesionado por lavarme la espalda con jabón, siento que me desborda del amor del pecho y lo beso cada vez más ansiosa.
Ese sentimiento apresurado, que te la encaja hasta el fondo, pero tan sensual y tan potente, que te llega a levantar por la pared, no tiene ningún precio…
😆
Y te hace pensar, por nonagésima vez, lo rico que sería que él me preñara de nuevo y que llevara otra vez sus hijitos (porque por tanta leche que bota, todavía tengo fe que tendremos más gemelos XD) en el vientre.
Y empieza un furibundo mete y saca, donde me levanta entera.
Me agarra de las pechugas y juega con ellas, haciéndome volar, porque para más remate, aprendió a sacarme orgasmos por mis pechos…
Y cuando me agarra una pechuga y me la empieza a chupar más hambriento que una guagua, pienso que sí o sí, me tiene que volver a embarazar…
😫 😖 😫 😖
Porque no aguanto las ganas de volver a darle leche al mamón que más quiero…
Y de tanto meneo, de tanto meneo, que él finalmente acaba y me desborda por dentro hasta morir…
💦 💦 💦 💦
Ahí, sí que quedo lona y no puedo más, al menos por un rato.
Son las 6 y media y él, papá de 24 horas, igual preocupado porque las peques se van a despertar, me pide que me recupere, por mientras se lava y se viste.
😑 😞 😓
Salgo de mala gana, como muerto viviente, todavía sintiendo cómo su leche baja y sale por mi conchita y con el cuerpo relajado, de los hombros para abajo y la más tonta de las sonrisas…
Tomo la toalla, me seco la cara, el pelo, me envuelvo yyyy…
😳 😓 😅
¡Se le vuelve a parar!
XD
¡Se le pone tan, pero tan rica, que parece un caramelo bien gordito y rosadito! Y yo pienso que he sido una niña muy, pero muy buena y me merezco otro buen dulcecito…
😊 😆
Así que se la agarro, lo siento en la taza del baño, me pongo de rodillas y me como su tremendo bocadillo, porque total, tenemos tiempo hasta que el monitor haga ruido…
😉
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2 comentarios - Cuando él vuelve del trabajo… (II)
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