http://www.poringa.net/posts/relatos/2819605/De-vacaciones-I---Rio.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2822438/De-vacaciones-II---Jeri.html
Finalmente...
Llegamos al aeropuerto de Panamá, allí nos estaban esperando para llevarnos hasta la isla, hasta Playa Bluff, donde Olivier tenía el lodge y donde nos hospedaríamos el mes entero a cambio de un poco de laburo y unos pesos extra hasta que él llegara.
Rubén, así se llamaba el asistente que tenía Olivier en Panamá y que sería nuestro nexo con los proveedores y demás, nos puso al tanto de que era lo que faltaba, que operarios tenían que ir a trabajar y que días. Cuando llegamos al hotel, no llevo directo a lo que sería nuestra casa, nos enseñó el funcionamiento del motor, la electricidad y algunas cosas más, mientras nos agradecía ya que con nosotros ahí él iba a poder estar con su familia, estaba esperando su segundo hijo y no quería dejar sola a su esposa.
Volvimos al comedor y allí nos dijo cómo funcionaba el televisor, el teléfono satelital y todo el panel de luces y seguridad, la llave de la lancha y la guardería de jetsky y tablas. Cumplidas todas estas formalidades, nos despedimos de Rubén, lo acompañamos hasta el muelle, esperamos que se alejara y dimos la vuelta para volver al hotel. No llegue vestida.
Esos primeros tres días todo fue coger y coger más y coger acostados, sentados, parados, en la arena, el mar o la mesa de comedor. Mucha paja y manoseo, leche jugos, besos y más manoseo y franela caliente; despertarlo con un pete despertarme con una paja, - todo menos la cola gordo – le dije cuando sentí que me metía un dedo – la última vez me dolió mucho – unos dedos gorda, no seas mala, sabes cómo me pone ese asterisco hermoso – le sacudí el culito por la cara para que saque los dedos y le dije que no por ahora y seguí con el fenomenal 69 que estábamos haciendo, que interrumpió el teléfono.
Llegamos al pueblo, obvio estaba húmeda porque aunque me haga la que no, me encanta eso de ir sin ropa interior por ahí y que nadie lo sepa y ver que él la tenía medio despierta abajo del short también me calentaba. Dimos unas vueltas recorriendo el lugar, que en ese momento era más una villa de pescadores que otra cosa, pero con mucha onda. Tomamos un jugo, caminamos un rato más, miramos unos negocios hasta que me dijo al oído que había traído uno de esos plug joya y quería ponérmelo ahí mientras mandaba mano por debajo del short – mmm ya estas mojaditaaaa, que hermosa – me moví un poco – te dije que por ahora no, si queres te lo pongo a vos; no dijo nada y seguimos caminando. Un rato después insistió esta vez ya dedeando el hoyo – basta! Usalo vos – no quería usarlo, la última vez que me había cogido el hoyo me había dolido y aunque me gustaba quería esperar, igual se lo iba a entregar. No hablamos más por un buen rato, él estaba como enojado y yo también.
Ya en la lancha seguíamos sin hablarnos hasta que él mando un – sabes que me gusta cogerte el hoyo y no nos vamos a ir de acá sin hacerlo un par de veces – mira tarado – le conteste – te dije que por ahora no, no que nunca más lo vamos a hacer, entendes la diferencia - asintió medio ofendido y de un tirón me acerco a él para comerme la boca de un beso mientras me mandaba mano a la pocha – ay pero que mojadita estas putita – dedeandome el clítoris, no me quede atrás y me apure a arrodillarme para mamarlo ahí, en la lancha. Le baje el short y con las manos apoyayas en las cachas le busque la verga con la boca, le di un par de besos en el ojo de pez y le mande lengua como a un helado hasta la base, segui con los huevo, me los trague de a uno jugueteando con la lengua sentía como se iban hinchando, otra vez le busque la cabeza de la verga y la volví a besar, la lamí y me la mande hasta la garganta, estaba al palo dura y venosa, no la agarre con las manos solo me la trague fuerte y hasta el fondo, como muerta de hambre; los huevos se le hinchaban cada vez más igual que la verga en mi boca, apenas podía concentrase en manejar la lancha, entre gemidos y algún jadeo me pidió que apure porque estábamos cerca, no le dí bola, yo estaba prendida fuego también, no me daban las manos para masturbarme mientras lo peteaba. Con un movimiento brusco, me la saco de la boca y dijo – está el carpintero esperando – me limpie la boca y me senté, estaba en llamas, quería acabar y no había podido y ahora tenía que esperar a que el tipo se alejara.
Lo deje a Rafa al palo hablando con el tipo mientras yo entraba al salón sacándome la ropa para pajearme tranquila y acabar. No llegue, un segundo después lo tenía a Rafa encima, con la respiración agitada, me subió a la mesa me abrió las piernas y las puso sobre sus hombros y así como estaba me la guardo hasta el fondo de la pocha – que puta caliente sos, como estas así de mojada, entró sola mmmmm – el bombeo era frenético, mis tetas se bamboleaban al compás del bombeo – me mata tenerte adentro forro, cogemehhhhhhh, lléname la pocha de lechehhhhh – él me amasaba las tetas se acercó hasta metérselas en la boca y mordisquear los pezones que estaban a punto caramelo y yo le agarraba los brazos como empujándolo para que entrar más profundo; acabe dos veces seguidas cuando sentí que él acababa adentro, chorros calientes y abundantes – dale puto, déjamela toda adentrohhhhh – con la respiración entrecortada el bombeo aumento, en cada embestida dejaba un chorro hasta que se calmó, pero no la saco, se había vaciado pero todavía estaba un poco dura – mmmahhh te la voy a dejar adentro, hasta que salga sola – bombeaba despacio y en redondo mientras amasaba mis tetas con una mano y con la otra me dedeaba el clítoris hasta que volví a acabar. Por fin se salió, media gomosa como le había quedado y tirándosela despacio se sentó frente a mí – déjame ver cómo te sale la leche, después nos bañamos. Me quede sentada con la pocha al borde de la mesa, al toque sentí que algo salía, me pare y empecé a caminar para el baño, él vino atrás mío.
Mientras no enjabonábamos (me re calienta bañarme con él, ese cuerpazo me prende fuego mal, pero aguante) lo mire fijo – gordo tranqui, sabes que te lo entrego sin problema y me gusta tenerte adentro pero la última vez me dolió y quiero esperar unos días más – me agarro de los pezones y me comió la boca – me pongo ansioso y hacerte el hoyo es lo que más me gusta, es eso – lo volví a mirar fijo – vos me podría entregar el tuyo no? – le pase las manos por las cachas abriéndolas. Mientras me pasaba los dedos enjabonados sobre el hoyo – vamos a ver – dijo, me chirleo despacito – pizza, hoy se come pizza y después…- me paso un dedo por la boca, me lo metí en la boca y le pase la lengua – y después – volvió a decir y salió.
Continuará...
http://www.poringa.net/posts/relatos/2822438/De-vacaciones-II---Jeri.html
Finalmente...
Llegamos al aeropuerto de Panamá, allí nos estaban esperando para llevarnos hasta la isla, hasta Playa Bluff, donde Olivier tenía el lodge y donde nos hospedaríamos el mes entero a cambio de un poco de laburo y unos pesos extra hasta que él llegara.
Rubén, así se llamaba el asistente que tenía Olivier en Panamá y que sería nuestro nexo con los proveedores y demás, nos puso al tanto de que era lo que faltaba, que operarios tenían que ir a trabajar y que días. Cuando llegamos al hotel, no llevo directo a lo que sería nuestra casa, nos enseñó el funcionamiento del motor, la electricidad y algunas cosas más, mientras nos agradecía ya que con nosotros ahí él iba a poder estar con su familia, estaba esperando su segundo hijo y no quería dejar sola a su esposa.
Volvimos al comedor y allí nos dijo cómo funcionaba el televisor, el teléfono satelital y todo el panel de luces y seguridad, la llave de la lancha y la guardería de jetsky y tablas. Cumplidas todas estas formalidades, nos despedimos de Rubén, lo acompañamos hasta el muelle, esperamos que se alejara y dimos la vuelta para volver al hotel. No llegue vestida.
Esos primeros tres días todo fue coger y coger más y coger acostados, sentados, parados, en la arena, el mar o la mesa de comedor. Mucha paja y manoseo, leche jugos, besos y más manoseo y franela caliente; despertarlo con un pete despertarme con una paja, - todo menos la cola gordo – le dije cuando sentí que me metía un dedo – la última vez me dolió mucho – unos dedos gorda, no seas mala, sabes cómo me pone ese asterisco hermoso – le sacudí el culito por la cara para que saque los dedos y le dije que no por ahora y seguí con el fenomenal 69 que estábamos haciendo, que interrumpió el teléfono.
Llegamos al pueblo, obvio estaba húmeda porque aunque me haga la que no, me encanta eso de ir sin ropa interior por ahí y que nadie lo sepa y ver que él la tenía medio despierta abajo del short también me calentaba. Dimos unas vueltas recorriendo el lugar, que en ese momento era más una villa de pescadores que otra cosa, pero con mucha onda. Tomamos un jugo, caminamos un rato más, miramos unos negocios hasta que me dijo al oído que había traído uno de esos plug joya y quería ponérmelo ahí mientras mandaba mano por debajo del short – mmm ya estas mojaditaaaa, que hermosa – me moví un poco – te dije que por ahora no, si queres te lo pongo a vos; no dijo nada y seguimos caminando. Un rato después insistió esta vez ya dedeando el hoyo – basta! Usalo vos – no quería usarlo, la última vez que me había cogido el hoyo me había dolido y aunque me gustaba quería esperar, igual se lo iba a entregar. No hablamos más por un buen rato, él estaba como enojado y yo también.
Ya en la lancha seguíamos sin hablarnos hasta que él mando un – sabes que me gusta cogerte el hoyo y no nos vamos a ir de acá sin hacerlo un par de veces – mira tarado – le conteste – te dije que por ahora no, no que nunca más lo vamos a hacer, entendes la diferencia - asintió medio ofendido y de un tirón me acerco a él para comerme la boca de un beso mientras me mandaba mano a la pocha – ay pero que mojadita estas putita – dedeandome el clítoris, no me quede atrás y me apure a arrodillarme para mamarlo ahí, en la lancha. Le baje el short y con las manos apoyayas en las cachas le busque la verga con la boca, le di un par de besos en el ojo de pez y le mande lengua como a un helado hasta la base, segui con los huevo, me los trague de a uno jugueteando con la lengua sentía como se iban hinchando, otra vez le busque la cabeza de la verga y la volví a besar, la lamí y me la mande hasta la garganta, estaba al palo dura y venosa, no la agarre con las manos solo me la trague fuerte y hasta el fondo, como muerta de hambre; los huevos se le hinchaban cada vez más igual que la verga en mi boca, apenas podía concentrase en manejar la lancha, entre gemidos y algún jadeo me pidió que apure porque estábamos cerca, no le dí bola, yo estaba prendida fuego también, no me daban las manos para masturbarme mientras lo peteaba. Con un movimiento brusco, me la saco de la boca y dijo – está el carpintero esperando – me limpie la boca y me senté, estaba en llamas, quería acabar y no había podido y ahora tenía que esperar a que el tipo se alejara.
Lo deje a Rafa al palo hablando con el tipo mientras yo entraba al salón sacándome la ropa para pajearme tranquila y acabar. No llegue, un segundo después lo tenía a Rafa encima, con la respiración agitada, me subió a la mesa me abrió las piernas y las puso sobre sus hombros y así como estaba me la guardo hasta el fondo de la pocha – que puta caliente sos, como estas así de mojada, entró sola mmmmm – el bombeo era frenético, mis tetas se bamboleaban al compás del bombeo – me mata tenerte adentro forro, cogemehhhhhhh, lléname la pocha de lechehhhhh – él me amasaba las tetas se acercó hasta metérselas en la boca y mordisquear los pezones que estaban a punto caramelo y yo le agarraba los brazos como empujándolo para que entrar más profundo; acabe dos veces seguidas cuando sentí que él acababa adentro, chorros calientes y abundantes – dale puto, déjamela toda adentrohhhhh – con la respiración entrecortada el bombeo aumento, en cada embestida dejaba un chorro hasta que se calmó, pero no la saco, se había vaciado pero todavía estaba un poco dura – mmmahhh te la voy a dejar adentro, hasta que salga sola – bombeaba despacio y en redondo mientras amasaba mis tetas con una mano y con la otra me dedeaba el clítoris hasta que volví a acabar. Por fin se salió, media gomosa como le había quedado y tirándosela despacio se sentó frente a mí – déjame ver cómo te sale la leche, después nos bañamos. Me quede sentada con la pocha al borde de la mesa, al toque sentí que algo salía, me pare y empecé a caminar para el baño, él vino atrás mío.
Mientras no enjabonábamos (me re calienta bañarme con él, ese cuerpazo me prende fuego mal, pero aguante) lo mire fijo – gordo tranqui, sabes que te lo entrego sin problema y me gusta tenerte adentro pero la última vez me dolió y quiero esperar unos días más – me agarro de los pezones y me comió la boca – me pongo ansioso y hacerte el hoyo es lo que más me gusta, es eso – lo volví a mirar fijo – vos me podría entregar el tuyo no? – le pase las manos por las cachas abriéndolas. Mientras me pasaba los dedos enjabonados sobre el hoyo – vamos a ver – dijo, me chirleo despacito – pizza, hoy se come pizza y después…- me paso un dedo por la boca, me lo metí en la boca y le pase la lengua – y después – volvió a decir y salió.
Continuará...
4 comentarios - De vacaciones (III) Bocas del Toro
Por ahora solo he leído los relatos de las vacaciones, y me han encantado. Dejaré las preguntas para cuando los lea todos.
Perfecta ortografía