Bueno como les prometí, viene la parte dos del relato, este no es tan extenso como el anterior, pero quiero que se entienda que la parte anterior comprendía los relatos editados del autor original así como un aporte mio (desde la instalación de multiples cámaras hasta el final, es mio, el autor original solo compra una), esta parte es enteramente mía y el relato ya no tiene ningún elemento del original, como sea espero que lo disfruten, tengo algunas ideas más pero necesito desarrollarlas, espero escribir más proximamente. Saludos a todos.
Pasaron un par de días, pude constatar que mi mujer evitaba a toda costa quedarse a solas con su sobrino, sin embargo el acoso no se detenía, mi sobrino aprovechaba cualquier oportunidad para insunarsele a mi mujer o para manosearla o exhibir su bulto ante ella. Yo sentía cada vez más morbo, pero al mismo tiempo una punzada de celos. Uno de esos días tuve que salir temprano a mi trabajo, había muchos pendientes y debía empezar temprano, además de que saldría un poco tarde. De modo que siendo muy temprano salí de la casa dejando a mi mujer aún dormida. Mientras me preparaba para salir, la puerta de la habitación de mi sobrino se abrió, saliendo este aun con cara de sueño y una erección mañanera, buen día tío, dijo mientras entraba al baño y echaba una meada, que se escuchaba como si fuera una especie de manguera a presión. Luego de esto sale y me ve preparándome para irme y pregunta, ¿sales temprano hoy? A lo que respondo sí, hay muchos pendientes y regresare hasta la noche, pude notar como mi sobrino sonreía un poco y luego me decía, descuida tío yo te cuido el fuerte, lo cual no me dio nada de confianza y me arrepentí de no ser más cuidadoso, luego de esto salí rumbo al trabajo y procure no pensar en nada de esto, aunque lo cierto era que tenía un muy mal presentimiento.
Esa noche al llegar a mi casa, mi mujer estaba sentada en la sala, según me dijo mi sobrino estaba durmiendo en su habitación, cenamos y aunque apenas eran las nueve de la noche, mi mujer alegó estar cansada y se retiró a dormir, mientras revisaba algunos documentos, mi sobrino entró en la cocino tomó algo de jugo y preguntó por su tía, le dije que estaba cansada y se había ido a dormir temprano, sí, dijo mi sobrino, tuvo un día muy pesado la pobre, yo también estoy algo cansado, hice algo de ejercicio hoy, me voy a dormir, nos vemos mañana tío. Esta conversación hizo saltar todas mis alarmas. Por lo que procedí a revisar las cámaras. Poco después de que sali rumbo al trabajo, pude ver como mi sobrino salia de su habitación de nuevo, se asomaba por la ventana como asegurándose de que me hubiera ido, luego entraba a mi habitación, la cámara de la sala no mostraba nada más por un buen rato. En la cámara de mi habitación, se podía observar como mi sobrino entraba y miraba como mi esposa aun dormía, cerraba la puerta y le podía seguro. Luego, con mucho cuidado, levantaba las sabanas y se acostaba junto a ella, mi esposa le daba la espalda y dormía tranquilamente. De modo muy natural como si no fuera la primera vez que lo hacía, mi sobrino se fue acercando hasta quedar completamente pegado a mi mujer, la rodeo con uno de sus brazos y de modo muy casual empezó a acariciarla. La acariciaba muy lentamente, primero sus hombros, luego acerca sus labios a su cuello y empieza a besarla, puedo notar como su cadera se mueve bajo las sabanas, empujando su verga al culo de su tía. Mi mujer entre sueños siente todo esto y echa su culo para atrás sintiendo a su sobrino. Para este momento mi sobrino ya esta amasando las tetas de mi mujer quien mueve la cabeza y busca la boca se su sobrino, se besan por un buen rato, puedo notar como una de las manos de mi sobrino baja y se mete en las partes intimas de mi esposa. De repente mi esposa abre los ojos y se da cuenta de lo que esta pasando, Carlos, le dice adormilada, ¿que estas haciendo? Sueltame, mi sobrino simplemente la calla besandola. Mi mujer trata de salir de la cama, pero lo único que provoca es que las sabanas caigan. Mi sobrino tiene la verga completamente dura y fuera del boxer, las tetas de mi mujer están al aire y su pataleta esta a medio bajar y se nota la humedad. Suéltame Carlos, dice mi mujer ya bien despierta, nada de eso Tita, hoy sí te voy a dar lo tuyo, como se lo dí a tu amiga el otro día. Esto pareció herir a mi mujer en su amor propio, pude notar en su cara la decepción o quizas su envidia. Nuevamente mi sobrino besó a mi mujer, esta vez mi mujer empezó a responder el beso, al sentir esto mi sobrino la soltó de un brazo y empezó a acariciar a mi esposa, primero su cara como si fuera un acto de dos novios que se besan, luego su mano bajó por su cuello hasta sus pechos, ahí empezó a pellizcar sus pezones, primero muy suavemente y luego un poco más fuerte hasta que parecía hacerle un poco de daño. Ante todo esto mi mujer sencillamente se retorcía, pero ya no resistiéndose, sino más bien estaba desesperadamente caliente. Mi sobrino pasó de besar la boca de mi esposa a su cuello, mi esposa echaba la cabeza para atrás y se limitaba a decir, no, no, por favor sobrinito, no. Para este punto mi sobrino rompió la blusa con la que mi esposa dormía liberando completamente sus enormes tetas, los pezones estaban completamente duros por toda la situación y mi sobrino empezó a comerle las tetas a su tía. Mientras se dedicaba a disfrutar de los pechos de su tía, mi sobrino metió su mano en la vagina de mi esposa y empezó a masturbarla, las piernas de mi esposa se abrieron por completo y lo dejaron pasar, estaba completamente entregada, aunque seguía diciendo, no, por favor, Carlitos, soy tu tía Mariel, no esta bien que hagamos esto, todo intercalado con gemidos, mientras su espalda se arquea durante los espasmos que mi sobrino le provocaba con sus hábiles dedos. Mientras miraba todo esto, no podía dejar de sentir una mezcla de rabia y morbo enormes, quería ir y partirle la cara a mi sobrino y reclamar a mi mujer, pero al mismo tiempo no podía dejar de mirar y mi verga estaba dura como nunca, estaba tan choqueado que aun cuando estaba excitado no podía masturbarme. Al poco rato mi mujer lanzó un grito y empezó a correrse como nunca antes había visto, Ay, cabron, me voy a correr! gritó y un chorro de liquido brotó de su vagina mientras se corría sin control, al tiempo que apretaba a su sobrino contra su pecho y cerraba sus piernas violentamente atrapando la mano de su sobrino en su panocha. Después de la corrida de mi esposa, mi sobrino no perdió el tiempo, abrió las piernas de mi mujer, rompió su pantaleta y tomandola por los muslos la jaló hacía él y mientras mi esposa le rogaba que no lo hiciera, sin ninguna convicción, mi sobrino la penetró. Con un firme golpe de cadera, la verga o más bien la cabeza de la verga de mi sobrino entró en su tía, uff tía, al fin te estoy cogiendo, dijo Carlos, estas bien apretadita, mmm tienes la puchita de una adolescente, pero no te preocupes tu sobrinito se va a encargar de dejar esta panochita bien abierta, decía el cabrón de mi sobrino, mientras mi mujer se limitaba a gemir. Te gusta como te coge tu sobrino, tita Mariel? Te gusta la vergota del hijo de tu hermano? Decía mi sobrino mientras empujaba sus caderas contra las de mi mujer y para mi sorpresa mi mujer empezó a decir: siiiii, sobrinito hermoso, me encanta como me coges, cogete a la puta de tu tía, luego de lo cual desesperada empezó a besar a su sobrino. Ya sabía yo que tarde o temprano te iba a tener así, tía Mariel, ahora dime quien te esta cogiendo? Mmmm ahhh, mi mujer gemía antes de responder, mi sobrino Carlos. Y quien te coge mejor, tu esposo o yo? El corazón me dio un vuelco al escuchar a mi mujer decir, tuuu, mi sobrinito Carlos es el hombre que mejor me ha cogido en la vida! Como si esto fuera una señal mi sobrino empezó a mover violentamente sus caderas en un mete y saca brutal, logrando que mi mujer se volviera a venir entre gritos y gemidos, luego dijo: ahora te voy a llenar de leche tita puta y con un empujón fuerte le clavo su enorme verga hasta el fondo a mi mujer mientras la besaba y mi mujer cruzaba sus piernas al rededor de las caderas de mi sobrino al tiempo que levantaba las suyas lista para recibir toda su leche dentro de ella, ayyy Carlos, mi vida, así, así decía mi mujer completamente fuera de si. Luego de esto se abrazaron y se besaron como dos enamorados y durmieron juntos por una hora más o menos, como si fueran una pareja de recién casados. Adelanté un poco el video, luego de un rato se veía como mi sobrino despertaba y completamente desnudo se levantaba y salía de la habitación, luego de un rato mi mujer con las piernas aun temblando se levantaba y al ponerse de pie chorros de semen le empezaban a caer de su vagina, que se notaba irritada y abierta como no creí posible. Así desnuda y escurriendo la leche de otro, de su nuevo marido, de su sobrino, salió de nuestra habitación. Lo que pasó después fue que mi sobrino había entrado al baño y se daba una ducha y en eso estaba cuando mi mujer entró y sin mediar palabras se metió con el a la regadera y sin que su sobrino le dijera nada, empezó a darle una mamada, de rodillas, con más amor y dedicación del que me hubiera demostrado nunca. Luego de ponerle la verga a tono a su sobrino mi mujer se puso en cuatro patas ante él y sin decir nada agachó la cabeza en total sumisión, mi sobrino entendio el mensaje perfectamente: ahora eres miá, verdad Mariel? Dijo mientras la penetraba lentamente, a lo que mi mujer respondió: Sí, papito, soy toda tuya. Mi sobrino empezó a tomar un ritmo lento pero firme, metía un poco de su verga, la sacaba y metía un poco más, cada vez más adentro, cada vez más profundo. Mi mujer solo gemía y decía: así, toda, así toda, mi amor, mi vida, cogete a tu tía Mariel, así mi Carlitos. Mientras hacía esto, las manos de mi sobrino recorrian el firme trasero de mi esposa y con sus pulgares empezaba a jugar con el ano de mi mujer. Nuevamente sentí envidia, aunque mi mujer disfrutaba, según yo del sexo conmigo, jamas me había permitido tocar su ano, decía que le parecía sucio o que dolía, pero ahí estaba ahora, completamente sumisa y entregada su sobrino, quien había empezado a meter sus dedos dentro de su culo. Dime tita putita, ¿ya te la han metido por el culo? Nooo, dijo mi mujer entre gemidos, nunca lo he hecho por el culito. Ahh mira que bien, le guardaste tu virginidad a tu sobrino favorito, ¿verdad? Dijo mi sobrino ya con dos dedos entrando y saliendo del culito de mi esposa. Mmmm, Carlitos, no sé, la tienes muy grande, mi amor, me vas a lastimar. Para nada putita, no seras el primer culo que desvirgo. ¿Seguro? Claro tía, entregame tu culito, dijo mientras su verga se alojaba en las profundidades de la puchita de mi esposa. Mmmm esta bien sobrinito, rompele el culo a tu tía Mariel. Mi sobrino sacó de golpe su verga de la vagina de mi esposa, haciendo un sonido como el de una botella al destaparse, empezó a golpear con su tolete las nalgas de mi esposa como para dejarla sentir lo que le iba a meter en el culo. La vista era impresionante, la enorme verga de mi sobrino se asomaba entre las nalgas de su tía. Mi sobrino colocó la cabeza de su verga en la entrada del culo de mi esposa y poco a poco empezó a empujar, ayyyy se quejó mi mujer, despacio mi amor, me lastimas papacito. Como respuesta mi mujer recibió dos sonoras nalgadas, ayyy, no chiquito, me lastimas. Callate puta, dijo mi sobrino, ahora eres miá, con un firme empujon le alojó la mitad de su vergon en el culo a su tía. AYYYYYY! Cabrón, me partes, hijo de puta, dos nalgadas más y nalgas de mi mujer empezaban a ponerse rojas. Ayy! Carlos, por favor... dijo mi esposa, una mano de mi sobrino bajó a la humeda vulva de mi esposa, estas toda mojada tía, eres igual que todas, dijo al tiempo que empezaba a masturbarla, movia sus caderas penetrando más profundo su culo y le soltaba nalgadas con su mano libre. Vas por ahí con tu cuerpo de puta y tu actitud amable, provocando hombres, pero ante la primer verga de verdad que se te cruza pasas de esposa fiel a puta. No es cierto, replicó mi esposa, mientras su sobrino clavaba más y más profundo su verga, mmmmm así, así, mi esposa empezaba a disfrutar. Te gusta, ¿verdad? Siiii, me llenas toda, así, así, que rico me la metes por el cuulo, decía mi esposa fuera de si. Que culito tan apretadito tía, gracias por guardarlo para tu sobrino. Siii, gracias a ti sobrinito lindo por tener una vergota tan maravillosa y hacerme sentir tan bien, soy toda tuya mi amor, eres mi macho. Mi sobrino ya tenía toda su verga en el culo de mi esposa, no había dejado de darle nalgadas ni de masturbarla y ahora empezaba a meterla y sacarla con mayor libertad, el culo de mi mujer había cedido y aceptado a su nuevo dueño. Ayyy, mi amor, me la metes toda, me la metes todaaaa, se te va toda bien rico, Carlos, hasta dentro mi amor, más, más, a tu tía le encanta como le partes la cola mi vida. Mi sobrino movía las caderas como un pistón y los gritos y gemidos de mi mujer eran tan fuertes que seguramente alguien llegó a escucharlos, mi mujer estaba como loca, nunca la había visto así, tan caliente y tan entregada. Me voy a venir otra vez, mi amor, me vengo por mi culo, dijo de pronto mi esposa, a lo que mi sobrino la tomó fuertemente de su cabello y se lo jaló para atrás y con otra mano le apretó la garganta con firmeza, correte puta, correte como la perra que eres, ¿dime de quien es este culo? TUYO!! Solamente tuyo mi amor, soy toda tuya, de mi sobrino Carlos, Ahhhhh! Gritó al tiempo que el orgasmo más fuerte que vi en mi vida sacudió su cuerpo. Luego de lo cual mi sobrino le sacó la verga del culo, tenía un poco de mierda y sangre, y mi sobrino, procedió a lavarla en el chorro de la regadera, cuando estuvo limpia, dio una sonora nalgada a mi esposa y le dijo me ensuciaste la verga, tía, ven y chupamela para que quede limpia. Sí, mi amor, dijo mi esposa, y dándose vuelta le chupó la verga a su sobrino, metiendosela lo más que pudo, que nunca pasando de la mitad. Luego de un rato mi sobrino empezó a hacer jadear y a gemir, y le dijo a mi esposa, ya viene tu premio por haber sido tan buena tía, mi mujer empezó a mamar más rápido y mi sobrino tomándola de la nuca y empujandole la verga lo más que pudo, se corrió en la garganta de mi esposa, fue una corrida tan grande que parte de la leche de mi sobrino escapó y corrió por los labios de mi mujer hasta manchar gran parte de sus pechos. Estuviste genial, tía, dijo mi sobrino besando a mi esposa, sin importarle que su semen le corría aun por los labios, ahora tengo que salir, que le dije a mi novia que la visitaría hoy, además tienes que preparar la cena y limpiar la casa, no queremos que mi tío se moleste o sospeche nada. Sí mi amor, yo me encargó, pasa un lindo día. Mi sobrino salió de la casa y mi mujer pasó el día como si nada hubiera pasado. Después de lo que vi, note me había corrido sin tocarme y tenía una mancha enorme en los pantalones, apague todo, coloqué nuevamente las cámaras en su lugar, me bañe y me dormí sabiendo que mi esposa le pertenecía a otro.
Pasaron un par de días, pude constatar que mi mujer evitaba a toda costa quedarse a solas con su sobrino, sin embargo el acoso no se detenía, mi sobrino aprovechaba cualquier oportunidad para insunarsele a mi mujer o para manosearla o exhibir su bulto ante ella. Yo sentía cada vez más morbo, pero al mismo tiempo una punzada de celos. Uno de esos días tuve que salir temprano a mi trabajo, había muchos pendientes y debía empezar temprano, además de que saldría un poco tarde. De modo que siendo muy temprano salí de la casa dejando a mi mujer aún dormida. Mientras me preparaba para salir, la puerta de la habitación de mi sobrino se abrió, saliendo este aun con cara de sueño y una erección mañanera, buen día tío, dijo mientras entraba al baño y echaba una meada, que se escuchaba como si fuera una especie de manguera a presión. Luego de esto sale y me ve preparándome para irme y pregunta, ¿sales temprano hoy? A lo que respondo sí, hay muchos pendientes y regresare hasta la noche, pude notar como mi sobrino sonreía un poco y luego me decía, descuida tío yo te cuido el fuerte, lo cual no me dio nada de confianza y me arrepentí de no ser más cuidadoso, luego de esto salí rumbo al trabajo y procure no pensar en nada de esto, aunque lo cierto era que tenía un muy mal presentimiento.
Esa noche al llegar a mi casa, mi mujer estaba sentada en la sala, según me dijo mi sobrino estaba durmiendo en su habitación, cenamos y aunque apenas eran las nueve de la noche, mi mujer alegó estar cansada y se retiró a dormir, mientras revisaba algunos documentos, mi sobrino entró en la cocino tomó algo de jugo y preguntó por su tía, le dije que estaba cansada y se había ido a dormir temprano, sí, dijo mi sobrino, tuvo un día muy pesado la pobre, yo también estoy algo cansado, hice algo de ejercicio hoy, me voy a dormir, nos vemos mañana tío. Esta conversación hizo saltar todas mis alarmas. Por lo que procedí a revisar las cámaras. Poco después de que sali rumbo al trabajo, pude ver como mi sobrino salia de su habitación de nuevo, se asomaba por la ventana como asegurándose de que me hubiera ido, luego entraba a mi habitación, la cámara de la sala no mostraba nada más por un buen rato. En la cámara de mi habitación, se podía observar como mi sobrino entraba y miraba como mi esposa aun dormía, cerraba la puerta y le podía seguro. Luego, con mucho cuidado, levantaba las sabanas y se acostaba junto a ella, mi esposa le daba la espalda y dormía tranquilamente. De modo muy natural como si no fuera la primera vez que lo hacía, mi sobrino se fue acercando hasta quedar completamente pegado a mi mujer, la rodeo con uno de sus brazos y de modo muy casual empezó a acariciarla. La acariciaba muy lentamente, primero sus hombros, luego acerca sus labios a su cuello y empieza a besarla, puedo notar como su cadera se mueve bajo las sabanas, empujando su verga al culo de su tía. Mi mujer entre sueños siente todo esto y echa su culo para atrás sintiendo a su sobrino. Para este momento mi sobrino ya esta amasando las tetas de mi mujer quien mueve la cabeza y busca la boca se su sobrino, se besan por un buen rato, puedo notar como una de las manos de mi sobrino baja y se mete en las partes intimas de mi esposa. De repente mi esposa abre los ojos y se da cuenta de lo que esta pasando, Carlos, le dice adormilada, ¿que estas haciendo? Sueltame, mi sobrino simplemente la calla besandola. Mi mujer trata de salir de la cama, pero lo único que provoca es que las sabanas caigan. Mi sobrino tiene la verga completamente dura y fuera del boxer, las tetas de mi mujer están al aire y su pataleta esta a medio bajar y se nota la humedad. Suéltame Carlos, dice mi mujer ya bien despierta, nada de eso Tita, hoy sí te voy a dar lo tuyo, como se lo dí a tu amiga el otro día. Esto pareció herir a mi mujer en su amor propio, pude notar en su cara la decepción o quizas su envidia. Nuevamente mi sobrino besó a mi mujer, esta vez mi mujer empezó a responder el beso, al sentir esto mi sobrino la soltó de un brazo y empezó a acariciar a mi esposa, primero su cara como si fuera un acto de dos novios que se besan, luego su mano bajó por su cuello hasta sus pechos, ahí empezó a pellizcar sus pezones, primero muy suavemente y luego un poco más fuerte hasta que parecía hacerle un poco de daño. Ante todo esto mi mujer sencillamente se retorcía, pero ya no resistiéndose, sino más bien estaba desesperadamente caliente. Mi sobrino pasó de besar la boca de mi esposa a su cuello, mi esposa echaba la cabeza para atrás y se limitaba a decir, no, no, por favor sobrinito, no. Para este punto mi sobrino rompió la blusa con la que mi esposa dormía liberando completamente sus enormes tetas, los pezones estaban completamente duros por toda la situación y mi sobrino empezó a comerle las tetas a su tía. Mientras se dedicaba a disfrutar de los pechos de su tía, mi sobrino metió su mano en la vagina de mi esposa y empezó a masturbarla, las piernas de mi esposa se abrieron por completo y lo dejaron pasar, estaba completamente entregada, aunque seguía diciendo, no, por favor, Carlitos, soy tu tía Mariel, no esta bien que hagamos esto, todo intercalado con gemidos, mientras su espalda se arquea durante los espasmos que mi sobrino le provocaba con sus hábiles dedos. Mientras miraba todo esto, no podía dejar de sentir una mezcla de rabia y morbo enormes, quería ir y partirle la cara a mi sobrino y reclamar a mi mujer, pero al mismo tiempo no podía dejar de mirar y mi verga estaba dura como nunca, estaba tan choqueado que aun cuando estaba excitado no podía masturbarme. Al poco rato mi mujer lanzó un grito y empezó a correrse como nunca antes había visto, Ay, cabron, me voy a correr! gritó y un chorro de liquido brotó de su vagina mientras se corría sin control, al tiempo que apretaba a su sobrino contra su pecho y cerraba sus piernas violentamente atrapando la mano de su sobrino en su panocha. Después de la corrida de mi esposa, mi sobrino no perdió el tiempo, abrió las piernas de mi mujer, rompió su pantaleta y tomandola por los muslos la jaló hacía él y mientras mi esposa le rogaba que no lo hiciera, sin ninguna convicción, mi sobrino la penetró. Con un firme golpe de cadera, la verga o más bien la cabeza de la verga de mi sobrino entró en su tía, uff tía, al fin te estoy cogiendo, dijo Carlos, estas bien apretadita, mmm tienes la puchita de una adolescente, pero no te preocupes tu sobrinito se va a encargar de dejar esta panochita bien abierta, decía el cabrón de mi sobrino, mientras mi mujer se limitaba a gemir. Te gusta como te coge tu sobrino, tita Mariel? Te gusta la vergota del hijo de tu hermano? Decía mi sobrino mientras empujaba sus caderas contra las de mi mujer y para mi sorpresa mi mujer empezó a decir: siiiii, sobrinito hermoso, me encanta como me coges, cogete a la puta de tu tía, luego de lo cual desesperada empezó a besar a su sobrino. Ya sabía yo que tarde o temprano te iba a tener así, tía Mariel, ahora dime quien te esta cogiendo? Mmmm ahhh, mi mujer gemía antes de responder, mi sobrino Carlos. Y quien te coge mejor, tu esposo o yo? El corazón me dio un vuelco al escuchar a mi mujer decir, tuuu, mi sobrinito Carlos es el hombre que mejor me ha cogido en la vida! Como si esto fuera una señal mi sobrino empezó a mover violentamente sus caderas en un mete y saca brutal, logrando que mi mujer se volviera a venir entre gritos y gemidos, luego dijo: ahora te voy a llenar de leche tita puta y con un empujón fuerte le clavo su enorme verga hasta el fondo a mi mujer mientras la besaba y mi mujer cruzaba sus piernas al rededor de las caderas de mi sobrino al tiempo que levantaba las suyas lista para recibir toda su leche dentro de ella, ayyy Carlos, mi vida, así, así decía mi mujer completamente fuera de si. Luego de esto se abrazaron y se besaron como dos enamorados y durmieron juntos por una hora más o menos, como si fueran una pareja de recién casados. Adelanté un poco el video, luego de un rato se veía como mi sobrino despertaba y completamente desnudo se levantaba y salía de la habitación, luego de un rato mi mujer con las piernas aun temblando se levantaba y al ponerse de pie chorros de semen le empezaban a caer de su vagina, que se notaba irritada y abierta como no creí posible. Así desnuda y escurriendo la leche de otro, de su nuevo marido, de su sobrino, salió de nuestra habitación. Lo que pasó después fue que mi sobrino había entrado al baño y se daba una ducha y en eso estaba cuando mi mujer entró y sin mediar palabras se metió con el a la regadera y sin que su sobrino le dijera nada, empezó a darle una mamada, de rodillas, con más amor y dedicación del que me hubiera demostrado nunca. Luego de ponerle la verga a tono a su sobrino mi mujer se puso en cuatro patas ante él y sin decir nada agachó la cabeza en total sumisión, mi sobrino entendio el mensaje perfectamente: ahora eres miá, verdad Mariel? Dijo mientras la penetraba lentamente, a lo que mi mujer respondió: Sí, papito, soy toda tuya. Mi sobrino empezó a tomar un ritmo lento pero firme, metía un poco de su verga, la sacaba y metía un poco más, cada vez más adentro, cada vez más profundo. Mi mujer solo gemía y decía: así, toda, así toda, mi amor, mi vida, cogete a tu tía Mariel, así mi Carlitos. Mientras hacía esto, las manos de mi sobrino recorrian el firme trasero de mi esposa y con sus pulgares empezaba a jugar con el ano de mi mujer. Nuevamente sentí envidia, aunque mi mujer disfrutaba, según yo del sexo conmigo, jamas me había permitido tocar su ano, decía que le parecía sucio o que dolía, pero ahí estaba ahora, completamente sumisa y entregada su sobrino, quien había empezado a meter sus dedos dentro de su culo. Dime tita putita, ¿ya te la han metido por el culo? Nooo, dijo mi mujer entre gemidos, nunca lo he hecho por el culito. Ahh mira que bien, le guardaste tu virginidad a tu sobrino favorito, ¿verdad? Dijo mi sobrino ya con dos dedos entrando y saliendo del culito de mi esposa. Mmmm, Carlitos, no sé, la tienes muy grande, mi amor, me vas a lastimar. Para nada putita, no seras el primer culo que desvirgo. ¿Seguro? Claro tía, entregame tu culito, dijo mientras su verga se alojaba en las profundidades de la puchita de mi esposa. Mmmm esta bien sobrinito, rompele el culo a tu tía Mariel. Mi sobrino sacó de golpe su verga de la vagina de mi esposa, haciendo un sonido como el de una botella al destaparse, empezó a golpear con su tolete las nalgas de mi esposa como para dejarla sentir lo que le iba a meter en el culo. La vista era impresionante, la enorme verga de mi sobrino se asomaba entre las nalgas de su tía. Mi sobrino colocó la cabeza de su verga en la entrada del culo de mi esposa y poco a poco empezó a empujar, ayyyy se quejó mi mujer, despacio mi amor, me lastimas papacito. Como respuesta mi mujer recibió dos sonoras nalgadas, ayyy, no chiquito, me lastimas. Callate puta, dijo mi sobrino, ahora eres miá, con un firme empujon le alojó la mitad de su vergon en el culo a su tía. AYYYYYY! Cabrón, me partes, hijo de puta, dos nalgadas más y nalgas de mi mujer empezaban a ponerse rojas. Ayy! Carlos, por favor... dijo mi esposa, una mano de mi sobrino bajó a la humeda vulva de mi esposa, estas toda mojada tía, eres igual que todas, dijo al tiempo que empezaba a masturbarla, movia sus caderas penetrando más profundo su culo y le soltaba nalgadas con su mano libre. Vas por ahí con tu cuerpo de puta y tu actitud amable, provocando hombres, pero ante la primer verga de verdad que se te cruza pasas de esposa fiel a puta. No es cierto, replicó mi esposa, mientras su sobrino clavaba más y más profundo su verga, mmmmm así, así, mi esposa empezaba a disfrutar. Te gusta, ¿verdad? Siiii, me llenas toda, así, así, que rico me la metes por el cuulo, decía mi esposa fuera de si. Que culito tan apretadito tía, gracias por guardarlo para tu sobrino. Siii, gracias a ti sobrinito lindo por tener una vergota tan maravillosa y hacerme sentir tan bien, soy toda tuya mi amor, eres mi macho. Mi sobrino ya tenía toda su verga en el culo de mi esposa, no había dejado de darle nalgadas ni de masturbarla y ahora empezaba a meterla y sacarla con mayor libertad, el culo de mi mujer había cedido y aceptado a su nuevo dueño. Ayyy, mi amor, me la metes toda, me la metes todaaaa, se te va toda bien rico, Carlos, hasta dentro mi amor, más, más, a tu tía le encanta como le partes la cola mi vida. Mi sobrino movía las caderas como un pistón y los gritos y gemidos de mi mujer eran tan fuertes que seguramente alguien llegó a escucharlos, mi mujer estaba como loca, nunca la había visto así, tan caliente y tan entregada. Me voy a venir otra vez, mi amor, me vengo por mi culo, dijo de pronto mi esposa, a lo que mi sobrino la tomó fuertemente de su cabello y se lo jaló para atrás y con otra mano le apretó la garganta con firmeza, correte puta, correte como la perra que eres, ¿dime de quien es este culo? TUYO!! Solamente tuyo mi amor, soy toda tuya, de mi sobrino Carlos, Ahhhhh! Gritó al tiempo que el orgasmo más fuerte que vi en mi vida sacudió su cuerpo. Luego de lo cual mi sobrino le sacó la verga del culo, tenía un poco de mierda y sangre, y mi sobrino, procedió a lavarla en el chorro de la regadera, cuando estuvo limpia, dio una sonora nalgada a mi esposa y le dijo me ensuciaste la verga, tía, ven y chupamela para que quede limpia. Sí, mi amor, dijo mi esposa, y dándose vuelta le chupó la verga a su sobrino, metiendosela lo más que pudo, que nunca pasando de la mitad. Luego de un rato mi sobrino empezó a hacer jadear y a gemir, y le dijo a mi esposa, ya viene tu premio por haber sido tan buena tía, mi mujer empezó a mamar más rápido y mi sobrino tomándola de la nuca y empujandole la verga lo más que pudo, se corrió en la garganta de mi esposa, fue una corrida tan grande que parte de la leche de mi sobrino escapó y corrió por los labios de mi mujer hasta manchar gran parte de sus pechos. Estuviste genial, tía, dijo mi sobrino besando a mi esposa, sin importarle que su semen le corría aun por los labios, ahora tengo que salir, que le dije a mi novia que la visitaría hoy, además tienes que preparar la cena y limpiar la casa, no queremos que mi tío se moleste o sospeche nada. Sí mi amor, yo me encargó, pasa un lindo día. Mi sobrino salió de la casa y mi mujer pasó el día como si nada hubiera pasado. Después de lo que vi, note me había corrido sin tocarme y tenía una mancha enorme en los pantalones, apague todo, coloqué nuevamente las cámaras en su lugar, me bañe y me dormí sabiendo que mi esposa le pertenecía a otro.
7 comentarios - El vergón de mi sobrino, parte dos.