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Con mi compañera madura de trabajo III

Pasaron varios días después de mi último encuentro con Florencia. Ella era capaz de hacer de cuenta que nunca hubiera pasado nada entre nosotros. Por un tiempo mi único acercamiento con ella era cuando nos saludábamos a la mañana y a la tarde en la oficina.
Lo cierto es que su vestimenta era cada vez más provocativa y muchos de nuestros clientes la miraban con muchísima hambre, además usaba unos perfumes que te paran la verga de solo olfatearlo.
Era un miércoles, al día siguiente yo tenía programado un viaje a Ushuaía para ver a unos clientes, planeaba salir el jueves temprano y regresar el viernes a la tarde. Ese día Florencia vino a mi oficina y me dijo que ella también tenía que hacer unas cosas del laburo en Ushuaía y si no tenía drama de llevarla. Acepte y le dije que estuviera lista a las seis y media de la mañana ya que a esa hora pasaría a buscarla.
No pude dormir en casi toda la noche pensando si podría tener nuevamente esa veterana entre mis manos y hacerle tantas cosas que nos habían quedado pendientes.
El jueves seis y media de la mañana estaba estacionado afuera de su casa, al cabo de unos minutos ella salió con un bolsito, me baje y como todo un caballero lo puse en el baúl del auto, abrí su puerta y se la cerré.
Fuimos tomando unos mates los primeros cien kilómetros. Quien conoce un poco Tierra del Fuego sabe que en invierno no amanece hasta casi las diez de la mañana. Luego de los mates, ella empezó a leer un libro mientras yo escuchaba música concentrado en la ruta ya que estaba cubierta de nieve.
De pronto sentí que algo acariciaba mi bulto, era la mano de Florencia, desabrocho mi pantalón y comenzó a hacerme una paja muy suave, estuvo unos minutos así hasta que se desabrocho el cinturón y se llevo mi verga a su boca, chupo y chupo hasta que le largue toda mi leche y ella trago hasta la última gota. Siguió leyendo sin inconvenientes su libro y yo, aunque ya había acabado, tenía una calentura terrible.
Llegamos a Ushuaía, la deje en la dirección a la que iba y al bajarse me pregunto en que hotel pensaba hospedarme, le respondí, y guiñándome un ojo me dijo con un tono bien de trola: "espero que hayas reservado una habitación doble con cama matrimonial"
La mañana muy rápido mientras hacía los tramites que tenia planeados, al mediodía me junte a almorzar con unos amigos que tengo allá. Por la tarde continúe haciendo mi trabajo. Como termine todo lo programado demasiado rápido, hice todos los tramites que tenía planeado para el día siguiente.
Llegué al hotel a las siete de la tarde, pedí la llave al de la administración y me respondió que "mi madre" había llegado más temprano y ya se encontraba en la habitación.
Golpeé la puerta, ella se demoro en abrirme, tenía puesta una bata de seda rosa, y estaba completamente mojada. Entendí que se estaba bañando y por eso me había echo esperarla. me acosté en la cama de una plaza (la habitación tenía una matrimonial y una de una plaza para evitar sospechas) y prendí la televisión, puse un canal de música y escucho que del baño Florencia me decía que el agua estaba calentita tanto como ella. Sin pensarlo me desvestí y me metí con ella en la bañera. Me enjabonó completo y me enjuago. Al terminar me manoteo la verga, que ya estaba completamente parada (esa vieja sinceramente me excitaba y mucho) se puso de espalda y me rogaba que se la meta. Bombee un rato largo, la verdad es que la bañera era demasiado incomoda, la cargue en mis brazos y la lleve hasta la cama. Puso una de sus piernas en mis hombros y seguí con mi tarea, gemía como una perra y me pedía que se la meta hasta el fondo y más fuerte. Me volví completamente loco, la puse en cuatro y la agarre de los pelos, continué metiendo y sacando, intercalando con algunos chirlos en ese hermoso ojete hasta que la llene de mi leche. Quedamos rendidos en la cama. Dormimos un rato y a eso de las nueve salimos a cenar.
Comimos rapidísimo la noche era larga pero no queríamos perder tiempo. Volvimos al hotel, ella se metió al baño con su bolso y salió vestida con una lencería muy erótica. De solo verla así tuve nuevamente una erección. Me pregunto si me animaba a hacerle la cola, que nunca se la habían echo y estaba ansiosa por probarlo. Pero eso lo dejaré para el próximo capitulo,


Saludos!

4 comentarios - Con mi compañera madura de trabajo III

FaradayD
uf, ya nomas me clavo una