El relato que les voy a contar hoy es una de mis experiencias de cuando iba en preparatoria. Por el ultimo año de preparatoria, ya con mi relación con dos de las hermanas establecida (ver anteriores relatos) Mi vida sexual estaba muy activa, así que no había necesidad de andar detrás de las chavitas de mi grupo. Había decidido que era mejor ponerme a estudiar y dejarme tonterías, pues andaba algo mal y si quería tener un futuro era mejor que estudiara. Con eso en mente empecé a concentrarme y a estudiar y alejarme de mis amistades con el fin de concentrarme más y mejor. Empecé a hacer equipos con los más estudiosos de la clase (que no eran muchos) en las diferentes materias. Como yo era algo popular, no fue problema, muchos me ayudaron y les estoy agradecido. Pero estaba esta chica, Mariela que siempre me miro con desconfianza.
Mariela era una chica bastante mojigata, muy antipática que no se reía de nada que considerara vulgar y siempre me considero muy desagradable por mi sentido del humor y mi forma de ser. Físicamente era mediana de estatura, morena, delgada, piernas bonitas, sus tetas no eran la gran cosa pero quizás con el tiempo tomarían buena forma, buena nalga pero nada del otro mundo. Por desgracia Mariela era la mejor en cierta materia y yo necesitaba su ayuda para aprobar. Trate de acercarme de buen modo y sus respuestas eran siempre negativas. Así que opte por algo que no le dejaría opción, fui con el maestro y le pedi que me asignara un alumno que me pudiera asesorar con ciertas dudas de la materia, ya que él no podia hacerlo por falta de tiempo libre. El maestro asigno a Mariela y ella por no quedar mal, no se negó. Entonces empezamos a estudiar juntos, en la biblioteca de la escuela, Mariela siempre tenia una cara como de dolor de estomago y sus respuestas eran siempre secas y cortantes. Me ayudaba pero lo hacia de muy mala gana. Entonces llego el día en que se me paso por la cabeza, mientras Nadia me daba una mamada un día, que quizás a Mariela le hacia falta alguien que la hiciera sentir mujer.
Me dije a mi mismo, una persona que va por la vida con esa cara de amargura es porque no tiene orgasmos nunca. Entonces ese día decidí que como Mariela me había ayudado, yo la ayudaría a ella. Empecé de modo sutil, primero trate de sacarle platica. Ella no me puso las cosas fáciles, me contestaba con sí, no y que te importa. Cuando me enfade de sus respuestas cortantes y sus groserías, decidí ser directo, le dije: Mariela te hice algo para que me trates así de mal? No, dijo ella, es solo que las personas como tu no me caen bien. Que quieres decir con personas como yo? Mira Adrián yo sé que tu eres un mal muchacho. Eres como esos hombres de los que me habla mi madre. Solo piensas en sexo y en mujeres, por eso tienes la mente podrida y fallas en tus estudios. Puse cara seria y le dije, mira en primer lugar yo no soy mala persona. Cierto es que pienso mucho en sexo y en mujeres, pero tienes que considerar mi edad, soy joven y saludable. Me gustan las mujeres, no todos podemos ser como tú, que parece que no te gusta nada y que ni siquiera te diviertes. Comprendería que fueras lesbiana y no te gustaran los hombres, pero es algo peor que eso, eres completamente asexual, no te gusta nada y eso es muy triste. Siento lastima por ti Mariela. En todo momento Mariela tubo la boca apretada y los ojos duros, me miraba con rabia, pero después se quito las gafas y se llevo las manos a los ojos y empezó a sollozar. Entonces pensé demonios, ya la cagé. Me disculpe inmediatamente y le dije que no había sido mi intención lastimarla, yo solo quería ser su amigo y al ver su modo de ser tan cortante y abiertamente grosero me había sentido ofendido, no debí decirte esas cosas, lo siento. Mariela me dijo que ella no queria ser así, pero que su madre siempre la había hablado pestes de los hombres toda la vida y que el modo en que sus compañeras se comportaban hacia imposible que ella tuviera amigas. Se sentía muy sola y muy falta de cariño. Mariela me termino contando toda su historia esa tarde, su madre había resultado embarazada en la preparatoria y había tenido que cargar con ese peso sola, pero gracias a su duro carácter había salido adelante y había podido dar a su hija todo lo que necesitara. Menos el amor de una madre y el cariño de un padre. La señora se había amargado y se había refugiado en el trabajo y en la religión y había criado a Mariela en un ambiente muy insano para ella. Desde ese día me convertí en confidente de Mariela, la escuche, le di consejos y en general la trate bien. Por momentos pensé que mi objetivo primario se había ido al traste, ya que Mariela estaba de mejor humor y platicaba más, así que pensé que ya no habría oportunidad o necesidad de cogermela. Entonces un día me pregunto si tenia novia. Le dije que una novia oficial como tal no tenia, aunque tenia algunas amigas cariñosas. Mariela apreto la boca y trago saliva, me pregunto si tenia relaciones con mis amigas. Le dije claro que sí, de eso se tratan las amigas cariñosas. Se quedo muy seria y le dije, tienes curiosidad sobre el sexo? Y ella contesto afirmativamente con la cabeza pero sin decir nada. Primero que nada, dime que sabes de sexo. Mariela me dijo que si un hombre y una mujer tenían sexo la mujer se embarazaba, que del sexo te podías contagiar de muchas enfermedades, que era algo sucio, doloroso y sobre todo que era un pecado. Cosas clásicas que se les enseña a los niños para que no hagan cosas malas. Menee la cabeza y le dije: sí los niños nacen por tener sexo. Sí te puedes enfermar si tienes relaciones con la persona incorrecta. No, no es sucio, de hecho puede ser hermoso si se hace con amor. No duele, de hecho es placentero, para ambas partes. Pecado? Puede ser, pero es más triste vivir pensando que todo es pecado, que el pecado en si. Le pregunte si le atraían los hombres. Ella me dijo que sí, pero era algo que le daba vergüenza y sentía que estaría sola para siempre. Entonces le dije, y si te enseñara como tener confianza y acercarte a los hombres? Harías eso por mi? Claro tu me ayudas yo te ayudo. Le pregunte que era lo que quería saber, me respondió que no sabia nada de nada. Que jamás había sido besada y que el cuerpo del hombre era poco menos que un misterio para ella. Entonces me dije a mi mismo, quizás si trabajo un poco a Marielita tenga otra amiga con quien jugar, así que me acerque un poco y le dije viéndola a los ojos con mi voz más sincera, sabes tu eres muy linda, mientras decía esto coloque mi mano sobre su rostro como para verla mejor y la acaricie levemente con el pulgar, mientras ella decía, no es cierto soy rara y no uso maquillajes, eso no importa. Entonces con mucha decisión la bese y ella por un momento no supo que hacer y después de unos segundos y ante la sorpresa se separo de mi y me dijo que si estaba haciendo, entonces insistí y la bese de nuevo, esta vez ella no se retiro, después de unos segundos me separe y le dije, bueno que te pareció, fue muy rico dijo ella, sus mejillas estaban enrojecidas y su respiración algo agitada, si hubiera tenido que adivinar habría dicho que sus pantys estaban algo húmedas.
Entonces aprovechando su excitación la bese en el cuello y mientras me pedía, sin mucha voluntad que me detuviera, le acariciaba las caderas y le decía hay más cosas que te puedo enseñar si tu me dejas. Mmmmm no Adrián no es correcto, yo no soy así. No es malo que te guste sentirte bien, le dije atacando esta vez sus orejas, las cuales estaban rojas. Yo no me siento bien, me siento rara, me dijo. No te sientes rara le dije, estas excitada y quizás por primera vez, por eso no sabes como reacciona tu cuerpo. Entonces mientras la besaba de nuevo tome uno de sus pechos y acariciando el pezón con mi pulgar pude notar que estaba duro como piedra. Separándome de nuevo le dije al oído sientes esto, mientras acariciaba su seno, esta durito porque quiere que jueguen con el. Mariela respiraba muy agitada y me dejaba hacer.
Entonces le dije, quítate la blusa, al verse en esta situación obedeció. Me da vergüenza dijo con sus brazos cruzados sobre sus pechos que aun llevaban el sostén. Fui detrás de ella y le quite el sostén, la abrasé con firmeza desde atrás, arrepegandole por completo mi paquete en su culo. Adrián que eso es, ya llegaremos a eso Marielita, por ahora ven conmigo, la lleve ante el espejo que tengo frente a mi cama. Es un espejo grande que permite verse de cuerpo entero. Mírate le dije, mira lo linda que eres le dije mientras acariciaba su piel y besaba su cuello y sus orejas. Sí dijo ella, lo soy, eres una mujer y estas hecha para sentir. Sí dijo ella. Entonces le dije mientras metía mi mano bajo su falda y por primera vez tocaba su pubis, poblado por vello adolescente. Mira lo excitada que estas, notas esta humedad en tu sexo? Eso quiere decir que deseas placer. Déjame que te enseñe lo que tienes que saber y será como si te abriera las puertas del cielo. ¿Tienes condones? Sí respondí. Esta bien dijo ella, dejare que seas el primero, pero tienes que jurarme que jamás le contaras a nadie. Jamás haría algo que perjudicara a mis amigas le dije. Le di la vuelta y la mire a los ojos, la bese muy largamente mientras no dejaba de acariciar su cuerpo.
La desnude por completo, la lleve a mi cama, le dije, ahora vas a obedecerme en todo lo que te diga, quiero que confíes en mi. Esta bien, dijo ella, pero estoy nerviosa. Eso es algo normal, no te preocupes. Abre bien las piernas. Así lo hizo, baje mi cabeza besando todo el trayecto hasta su pubis. Los labios brillaban y mostraban gotas de flujo, el bello estaba pegajoso y el clítoris se mostraba hinchado y rosado, bese su vagina y empecé a lamer. Mmmmmmm que haces, sucio, eso es muy sucio. Decía ella mientras se contorsionaba. Yo seguí mamando su rica panochita, Adriannnnnnnnnn decía ella, siento algo raro, algo va a pasarme, creo que me voy a infartar, detente, detente, YAAAAAAAAAAAAAAAA dijo ella mientras se revolcaba ante la sorpresa de su primer orgasmo.
Me incorpore, Mariela no se movía estaba ida, obviamente esperaba que pasara esto, las mujeres que nunca han tenido un orgasmo reaccionan de modo similar, algunas hasta lloran las pobres. Me desnude rápidamente y tome un condón de mi siempre surtido cajón de noche. Lo abrí y me lo puse. Mariela me veía con la mirada perdida y sin decir nada solo abrió las piernas y me llamo con sus manos. Era como una muñeca sin voluntad. Me arrodille ante su panochita y le acaricie el clítoris y los labios con mi pene. Le dije, quizás duela un poco al principio, pero tienes que dejarte llevar por las sensaciones si lo que quieres es disfrutar realmente. Asintió como diciendo adelante. Poco a poco empuje, con delicadeza, mi pito es muy grueso y no quería que Marielita se llevara una mala impresión, quería que recordara este día por el resto de su vida, que lo recordara cada vez que sus futuros amantes, novios o esposo le metieran la verga.
Quería que siempre supiera que la mía fue la primera y la más rica. Au dijo ella cuando la cabeza entro. Pude sentir su himen como una pequeña barrera, y le dije, ahora ya no hay marcha atrás Marielita y empuje y la desvirgue. La sensación era maravillosa, la mayoría de las mujeres me aprietan, pero una virgen adolescente siempre aprieta de un modo especial, es como una suave y calida prensa de carne. Ay me duele Adrián, me decía, le dije, no te preocupes, busca el placer, concéntrate, muévete de diferentes modos y cuando sientas rico continua moviéndote de ese modo. Entonces ella empezó poco a poco a mover las caderas, primero de un lado a otro, luego en de arriba abajo y finalmente en círculos. Empezó a pujar y a hacer ruidos de satisfacción animal. Que estoy sintiendo Adrian, me muero, me matas de placer. Que es estoooooooooo? Su segundo orgasmo, sentía su vagina contraerse y apretarme como si quisiera devorar mi reata con ella. Te amo Adrián, te amo, no chiquita, no me amas, amas coger, empecé un bombeo brutal, esforzándome por no acabar logre retrasar mi orgasmo por quince minutos más. Entonces cuando sentí que ya no podía mas, le dije me voy a venir, me salí rápidamente y quitándome el condón le dije abre la boca. Mariela me obedeció y le metí la cabeza de mi verga en la boca, chupa mi niña, viene tu lechita. Ella movía su lengua torpemente y chupaba muy mal, pero finalmente me corrí y se trago toda mi venida.
Mis sabanas estaban mojadas con flujo y algo de sangre, pero no mucha, apenas unas manchas aquí y allá. Que te pareció Marielita, te gusto coger? Fue lo más maravilloso que he vivido Adrián, me dijo ella mientras me abrazaba, no sé como voy a vivir sin esto. No tienes porque vivir sin sexo, puedes venir a jugar conmigo cuando quieras y si quieres puedes conseguir otros compañeros de juego. Yo solo quiero que me cojas tu, me dijo abrazándome.
Mariela era una chica bastante mojigata, muy antipática que no se reía de nada que considerara vulgar y siempre me considero muy desagradable por mi sentido del humor y mi forma de ser. Físicamente era mediana de estatura, morena, delgada, piernas bonitas, sus tetas no eran la gran cosa pero quizás con el tiempo tomarían buena forma, buena nalga pero nada del otro mundo. Por desgracia Mariela era la mejor en cierta materia y yo necesitaba su ayuda para aprobar. Trate de acercarme de buen modo y sus respuestas eran siempre negativas. Así que opte por algo que no le dejaría opción, fui con el maestro y le pedi que me asignara un alumno que me pudiera asesorar con ciertas dudas de la materia, ya que él no podia hacerlo por falta de tiempo libre. El maestro asigno a Mariela y ella por no quedar mal, no se negó. Entonces empezamos a estudiar juntos, en la biblioteca de la escuela, Mariela siempre tenia una cara como de dolor de estomago y sus respuestas eran siempre secas y cortantes. Me ayudaba pero lo hacia de muy mala gana. Entonces llego el día en que se me paso por la cabeza, mientras Nadia me daba una mamada un día, que quizás a Mariela le hacia falta alguien que la hiciera sentir mujer.
Me dije a mi mismo, una persona que va por la vida con esa cara de amargura es porque no tiene orgasmos nunca. Entonces ese día decidí que como Mariela me había ayudado, yo la ayudaría a ella. Empecé de modo sutil, primero trate de sacarle platica. Ella no me puso las cosas fáciles, me contestaba con sí, no y que te importa. Cuando me enfade de sus respuestas cortantes y sus groserías, decidí ser directo, le dije: Mariela te hice algo para que me trates así de mal? No, dijo ella, es solo que las personas como tu no me caen bien. Que quieres decir con personas como yo? Mira Adrián yo sé que tu eres un mal muchacho. Eres como esos hombres de los que me habla mi madre. Solo piensas en sexo y en mujeres, por eso tienes la mente podrida y fallas en tus estudios. Puse cara seria y le dije, mira en primer lugar yo no soy mala persona. Cierto es que pienso mucho en sexo y en mujeres, pero tienes que considerar mi edad, soy joven y saludable. Me gustan las mujeres, no todos podemos ser como tú, que parece que no te gusta nada y que ni siquiera te diviertes. Comprendería que fueras lesbiana y no te gustaran los hombres, pero es algo peor que eso, eres completamente asexual, no te gusta nada y eso es muy triste. Siento lastima por ti Mariela. En todo momento Mariela tubo la boca apretada y los ojos duros, me miraba con rabia, pero después se quito las gafas y se llevo las manos a los ojos y empezó a sollozar. Entonces pensé demonios, ya la cagé. Me disculpe inmediatamente y le dije que no había sido mi intención lastimarla, yo solo quería ser su amigo y al ver su modo de ser tan cortante y abiertamente grosero me había sentido ofendido, no debí decirte esas cosas, lo siento. Mariela me dijo que ella no queria ser así, pero que su madre siempre la había hablado pestes de los hombres toda la vida y que el modo en que sus compañeras se comportaban hacia imposible que ella tuviera amigas. Se sentía muy sola y muy falta de cariño. Mariela me termino contando toda su historia esa tarde, su madre había resultado embarazada en la preparatoria y había tenido que cargar con ese peso sola, pero gracias a su duro carácter había salido adelante y había podido dar a su hija todo lo que necesitara. Menos el amor de una madre y el cariño de un padre. La señora se había amargado y se había refugiado en el trabajo y en la religión y había criado a Mariela en un ambiente muy insano para ella. Desde ese día me convertí en confidente de Mariela, la escuche, le di consejos y en general la trate bien. Por momentos pensé que mi objetivo primario se había ido al traste, ya que Mariela estaba de mejor humor y platicaba más, así que pensé que ya no habría oportunidad o necesidad de cogermela. Entonces un día me pregunto si tenia novia. Le dije que una novia oficial como tal no tenia, aunque tenia algunas amigas cariñosas. Mariela apreto la boca y trago saliva, me pregunto si tenia relaciones con mis amigas. Le dije claro que sí, de eso se tratan las amigas cariñosas. Se quedo muy seria y le dije, tienes curiosidad sobre el sexo? Y ella contesto afirmativamente con la cabeza pero sin decir nada. Primero que nada, dime que sabes de sexo. Mariela me dijo que si un hombre y una mujer tenían sexo la mujer se embarazaba, que del sexo te podías contagiar de muchas enfermedades, que era algo sucio, doloroso y sobre todo que era un pecado. Cosas clásicas que se les enseña a los niños para que no hagan cosas malas. Menee la cabeza y le dije: sí los niños nacen por tener sexo. Sí te puedes enfermar si tienes relaciones con la persona incorrecta. No, no es sucio, de hecho puede ser hermoso si se hace con amor. No duele, de hecho es placentero, para ambas partes. Pecado? Puede ser, pero es más triste vivir pensando que todo es pecado, que el pecado en si. Le pregunte si le atraían los hombres. Ella me dijo que sí, pero era algo que le daba vergüenza y sentía que estaría sola para siempre. Entonces le dije, y si te enseñara como tener confianza y acercarte a los hombres? Harías eso por mi? Claro tu me ayudas yo te ayudo. Le pregunte que era lo que quería saber, me respondió que no sabia nada de nada. Que jamás había sido besada y que el cuerpo del hombre era poco menos que un misterio para ella. Entonces me dije a mi mismo, quizás si trabajo un poco a Marielita tenga otra amiga con quien jugar, así que me acerque un poco y le dije viéndola a los ojos con mi voz más sincera, sabes tu eres muy linda, mientras decía esto coloque mi mano sobre su rostro como para verla mejor y la acaricie levemente con el pulgar, mientras ella decía, no es cierto soy rara y no uso maquillajes, eso no importa. Entonces con mucha decisión la bese y ella por un momento no supo que hacer y después de unos segundos y ante la sorpresa se separo de mi y me dijo que si estaba haciendo, entonces insistí y la bese de nuevo, esta vez ella no se retiro, después de unos segundos me separe y le dije, bueno que te pareció, fue muy rico dijo ella, sus mejillas estaban enrojecidas y su respiración algo agitada, si hubiera tenido que adivinar habría dicho que sus pantys estaban algo húmedas.
Entonces aprovechando su excitación la bese en el cuello y mientras me pedía, sin mucha voluntad que me detuviera, le acariciaba las caderas y le decía hay más cosas que te puedo enseñar si tu me dejas. Mmmmm no Adrián no es correcto, yo no soy así. No es malo que te guste sentirte bien, le dije atacando esta vez sus orejas, las cuales estaban rojas. Yo no me siento bien, me siento rara, me dijo. No te sientes rara le dije, estas excitada y quizás por primera vez, por eso no sabes como reacciona tu cuerpo. Entonces mientras la besaba de nuevo tome uno de sus pechos y acariciando el pezón con mi pulgar pude notar que estaba duro como piedra. Separándome de nuevo le dije al oído sientes esto, mientras acariciaba su seno, esta durito porque quiere que jueguen con el. Mariela respiraba muy agitada y me dejaba hacer.
Entonces le dije, quítate la blusa, al verse en esta situación obedeció. Me da vergüenza dijo con sus brazos cruzados sobre sus pechos que aun llevaban el sostén. Fui detrás de ella y le quite el sostén, la abrasé con firmeza desde atrás, arrepegandole por completo mi paquete en su culo. Adrián que eso es, ya llegaremos a eso Marielita, por ahora ven conmigo, la lleve ante el espejo que tengo frente a mi cama. Es un espejo grande que permite verse de cuerpo entero. Mírate le dije, mira lo linda que eres le dije mientras acariciaba su piel y besaba su cuello y sus orejas. Sí dijo ella, lo soy, eres una mujer y estas hecha para sentir. Sí dijo ella. Entonces le dije mientras metía mi mano bajo su falda y por primera vez tocaba su pubis, poblado por vello adolescente. Mira lo excitada que estas, notas esta humedad en tu sexo? Eso quiere decir que deseas placer. Déjame que te enseñe lo que tienes que saber y será como si te abriera las puertas del cielo. ¿Tienes condones? Sí respondí. Esta bien dijo ella, dejare que seas el primero, pero tienes que jurarme que jamás le contaras a nadie. Jamás haría algo que perjudicara a mis amigas le dije. Le di la vuelta y la mire a los ojos, la bese muy largamente mientras no dejaba de acariciar su cuerpo.
La desnude por completo, la lleve a mi cama, le dije, ahora vas a obedecerme en todo lo que te diga, quiero que confíes en mi. Esta bien, dijo ella, pero estoy nerviosa. Eso es algo normal, no te preocupes. Abre bien las piernas. Así lo hizo, baje mi cabeza besando todo el trayecto hasta su pubis. Los labios brillaban y mostraban gotas de flujo, el bello estaba pegajoso y el clítoris se mostraba hinchado y rosado, bese su vagina y empecé a lamer. Mmmmmmm que haces, sucio, eso es muy sucio. Decía ella mientras se contorsionaba. Yo seguí mamando su rica panochita, Adriannnnnnnnnn decía ella, siento algo raro, algo va a pasarme, creo que me voy a infartar, detente, detente, YAAAAAAAAAAAAAAAA dijo ella mientras se revolcaba ante la sorpresa de su primer orgasmo.
Me incorpore, Mariela no se movía estaba ida, obviamente esperaba que pasara esto, las mujeres que nunca han tenido un orgasmo reaccionan de modo similar, algunas hasta lloran las pobres. Me desnude rápidamente y tome un condón de mi siempre surtido cajón de noche. Lo abrí y me lo puse. Mariela me veía con la mirada perdida y sin decir nada solo abrió las piernas y me llamo con sus manos. Era como una muñeca sin voluntad. Me arrodille ante su panochita y le acaricie el clítoris y los labios con mi pene. Le dije, quizás duela un poco al principio, pero tienes que dejarte llevar por las sensaciones si lo que quieres es disfrutar realmente. Asintió como diciendo adelante. Poco a poco empuje, con delicadeza, mi pito es muy grueso y no quería que Marielita se llevara una mala impresión, quería que recordara este día por el resto de su vida, que lo recordara cada vez que sus futuros amantes, novios o esposo le metieran la verga.
Quería que siempre supiera que la mía fue la primera y la más rica. Au dijo ella cuando la cabeza entro. Pude sentir su himen como una pequeña barrera, y le dije, ahora ya no hay marcha atrás Marielita y empuje y la desvirgue. La sensación era maravillosa, la mayoría de las mujeres me aprietan, pero una virgen adolescente siempre aprieta de un modo especial, es como una suave y calida prensa de carne. Ay me duele Adrián, me decía, le dije, no te preocupes, busca el placer, concéntrate, muévete de diferentes modos y cuando sientas rico continua moviéndote de ese modo. Entonces ella empezó poco a poco a mover las caderas, primero de un lado a otro, luego en de arriba abajo y finalmente en círculos. Empezó a pujar y a hacer ruidos de satisfacción animal. Que estoy sintiendo Adrian, me muero, me matas de placer. Que es estoooooooooo? Su segundo orgasmo, sentía su vagina contraerse y apretarme como si quisiera devorar mi reata con ella. Te amo Adrián, te amo, no chiquita, no me amas, amas coger, empecé un bombeo brutal, esforzándome por no acabar logre retrasar mi orgasmo por quince minutos más. Entonces cuando sentí que ya no podía mas, le dije me voy a venir, me salí rápidamente y quitándome el condón le dije abre la boca. Mariela me obedeció y le metí la cabeza de mi verga en la boca, chupa mi niña, viene tu lechita. Ella movía su lengua torpemente y chupaba muy mal, pero finalmente me corrí y se trago toda mi venida.
Mis sabanas estaban mojadas con flujo y algo de sangre, pero no mucha, apenas unas manchas aquí y allá. Que te pareció Marielita, te gusto coger? Fue lo más maravilloso que he vivido Adrián, me dijo ella mientras me abrazaba, no sé como voy a vivir sin esto. No tienes porque vivir sin sexo, puedes venir a jugar conmigo cuando quieras y si quieres puedes conseguir otros compañeros de juego. Yo solo quiero que me cojas tu, me dijo abrazándome.
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