El papito de mi amiga

Hola a todos, este es mi primer post, espero les guste.

Mi nombre es Tamara y tengo 21 años, estudio Arquitectura, soy de una familia de clase media. He tenido algunos novios, y pocas experiencias sexuales, las que tuve fueron normales, sin mucha variedad y con pibes de mi edad.

Mi carrera requiere de varios trabajos y entregas en grupo, por lo que es normal para mi juntarme con amigos a estudiar. Así conocí a Rosina, y desde el principio hicimos tremendo equipo. Teníamos que preparar un proyecto y acordamos juntarnos en su casa ya que sus padres se iban el fin de semana y en mi casa habían visitas.

Cuando llegué a su casa me abrió la puerta Héctor, su padre, un hombre de unos 50 años, grande, bastante grosero, con un mal vocabulario. Enseguida que entré, noté como me miró de arriba abajo con deseo, me sentí incómoda. Nos fuimos al dormitorio de Rosina y ahí me comenta que su padre iba a quedarse porque se pelearon con la madre y ella se fue sola. Supuse que no sería problema, yo iba a estudiar y mientras el no interfiera, no pasaba nada. A mi amiga le avergonzaba su padre por sus modales, le dije que no se hiciera problema, que el proyecto salía el fin de semana si o si.

Luego de unas horas de estudio fui a preparar unos cafés mientras Rosina fue a comprar unas facturas, en la cocina estaba Héctor tomando un whisky. Vuelve a mirarme de arriba abajo, yo tenía un short bastante corto. Empieza a hacerme preguntas generales, sin dejar de mirarme, sentía que me desnudaba con la vista, mi incomodidad fue creciendo, pero a la vez era incapaz que responderle cortante e irme. Me preguntó si tenía un “noviecito” y cuando le dije que no se acercó con ese aliento a alcohol y me rozó apenas la pierna. Sentí un escalofrío en todo el cuerpo. Llegó Rosina con las facturas y nos tomamos el café, Héctor no volvió a hacer algún comentario. Mi tarde pasó pensando en ese aliento a alcohol, en ese hombre grosero que estaba en esa misma casa, me costó concentrarme.

Cuando fui al baño, la puerta estaba abierta y entré. No me di cuenta que Héctor se estaba terminando de bañar, me morí de vergüenza, pedí disculpas y me estaba retirando cuando me dice “vení, se que sos un putita oculta, mirame la pija”, me pareció una falta de respeto total, pero a la vez empezó a excitarme la idea. Qué me estaba pasando? Me quedé ahí mirando esa pija, era enorme, nunca había visto nada así. Empecé a imaginar como sería tenerla adentro, hasta que su voz otra vez me sacó de mi estado de trance “querés chuparla un poquito?”. Mi amiga estaba en su cuarto, qué pensaría si me veía chupándole la pija a su padre? No aguante mas, me puse de rodillas y empecé a mamar, estaba deliciosa, empecé suave y después fui chupando con mas fuerza, el me agarró el pelo fuerte que hasta dolía, y me la metió hasta la garganta con ímpetu. Nunca había tragado tanta leche, y quería mas… “te gustó mamarla?” con los ojos llorosos respondí que si y me dijo “preparate porque esta noche te rompo toda pendeja”. Esa frase me aterrorizó y me calentó tanto que estaba ansiosa porque llegara la noche, aunque no sabía como íbamos a hacer estando Rosina ahí.

En la cena tomamos vino los 3, me di cuenta que el se ocupaba que el vaso de mi amiga esté siempre lleno, por lo que se emborrachó mucho mas rápido. Rosi pidió disculpas y muy borracha se fue a dormir.

Inmediatamente que su hija se fue, se me acerca con aliento a vino y me agarra las nalgas con fuerza. Sentí que ya tenía la pija dura, no me dio tiempo a nada. Yo estaba con un vestido e inmediatamente me metió los dedos por la vagina y uno por el culo, mientras me chupaba las tetas con euforia, me mordía y me dolía pero quería mas. “Ahora vas a saber lo que es coger pendeja”, me subió a la mesa y sin dejarme reaccionar me la metió sin contemplaciones. Sentí un ardor placentero, era muy grande y empecé a pedirle mas. Me empezó a coger con violencia y aunque le decía que vaya despacio no me hacía caso, perdí la cuenta la cantidad de orgasmos que tuve. Cuando estaba por acabar me la sacó, me agarró del pelo y me hizo tragarme toda la leche mientras decía “mirame cuando tragas puta”. Me iba a desmayar de placer, nunca me habían tratado así y lo estaba disfrutando.

Me ocupé que su pija quede limpia chupando hasta la última gota de leche, enseguida me llevó al dormitorio. “Esto recién empieza” me dijo mientras pasaba su lengua por mi cuello. Estaba un poco dolorida pero tan caliente que aceptaba cualquier cosa que me propusiera. Me tiró en la cama y empezó a chuparme toda mientras me metía los dedos por el culo, de a ratos mordía pero esa brutalidad me estaba gustando, al rato la pija ya estaba dura otra vez, me da vuelta, me pone en 4 y me empieza a acariciar el culo “que lindo culito tenés, apuesto que nunca te lo cogieron como corresponde”, me dio un escalofrío de solo pensar en tener esa pija tan grande por el culo, me iba a romper! No tuve tiempo de contestar que ya estaba metiendo la cabeza, me agarré fuerte y con la almohada amortigüé un grito de dolor. Costaba mucho entrar, y en cada envión sentía que me rompía un poco, no hacía caso a mi dolor, el siguió con la fuerza de siempre y que tanto me estaba gustando. Cuando logré relajarme empecé a moverme para acompañar esa cogida monumental que estaba recibiendo. Recibí una catarata de leche por el culo. Quedé exhausta, satisfecha y dolorida.
Fui al baño, me higienicé y volví a su cama, a dormir desnuda, sintiendo su pija cerca. Esa noche me volvió a coger 2 veces mas, con la misma brutalidad y ese día marcó un antes y un después en mi vida sexual.

Al otro día todos desayunábamos en paz, no se si Rosina escucho lo que pasó la noche anterior en el dormitorio al lado del suyo, tampoco me interesa. Pienso volver seguido a sentir esa pija.