Agustina
Los primeros días de clase siempre son bastante caóticos. Volvíamos alterados de las vacaciones, el calor aceleraba las hormonas; y todo eso empeorado por ser el último año.
Era viernes, última hora, todos boludeando a pesar que la profesora estaba en el aula. Yo me sentaba atrás de todo, aunque no era de hacer lio, si de hablar con mis amigas o boludear bastante.
Entre tanto aburrimiento, esperando la hora para salir, siento a mi lado como los chicos estaban hablando en voz baja y riéndose. Cuando miro para el costado, veo que Martín se estaba marcando la pija en el jogging. Amo esos joggings que les marca bien el bulto. Pero el pibe tenía la pija bien parada y se la estaba agarrando, marcando un pedazo de pija bien ancho.
Quedé hipnotizada mirándole el bulto a mi compañero, hasta que siento que uno dice "Uhh mirá la carita de Agus, parece que le gusta, Tincho". Se rieron todos, mientras yo seguía con la vista fija en la pija de Martín. "Te gusta Agus" me decía mientras se la acariciaba por encima del pantalón.
Me sonreí y miré hacia el pizarrón, como restándole importancia. Pero lo único que tenía en la cabeza era el bulto de mi compañero. Cuando terminó el día, como todos los viernes, nos fuimos a la casa de Seba. En ese entonces, Juli estaba "saliendo" con Seba. Ese día fuimos Seba y Juli, Martín (el del pijón), Maxi, Nahuel y yo.
Después de comer, nos pusimos a hablar al pedo un rato, hasta que Seba cambió totalmente de tema
- Te gustó lo que viste hoy en clase, Agus? - dijo de la nada. Los chicos se empezaron a reír, menos Julieta que no entendía de que se trataba. Entonces, Seba le explicó.
- Hoy Agus le miró el bulto al Tincho toda la clase
- Pará! toda la clase no!- dije yo, asumiendo que el hecho era cierto. Juli se empezó a reír
- Bueno, pero queremos saber: te gustó lo que viste?- me preguntó Maxi.
- Qué no le va a gustar!!! se le iban los ojitos! - dijo Seba, seguido por una risa generalizada.
- Qué puta sos amiga! - me decía entre risas Juli. Yo estaba que me moría de la vergüenza.
De la nada, Martín se paró y se agarró la pija por encima del jogging haciendo notar más su erección.
- Toda tuya - decía Martín mientras se la acariciaba y el resto de los chicos lo alentaba.
- Parece que viviste a pajas todo el verano, estás muy calentito, no la pusiste nunca? - le dije queriéndome hacer la superada, aunque no le sacaba la vista de la verga. Ahora los aplausos fueron para mi lado.
- Al contrario, la puse pero me da más ganas de coger - Martín se sentó y yo pude mover la vista para otro lado.
- Agus - interrumpió Seba, el dueño de casa - dejate de joder, no le podías sacar los ojos a la pija de Tincho. Allá está mi habitación, vayan un rato y saquensé las ganas no jodan!
Nahuel y Maxi (los otros dos chicos) empezaron a aplaudir y a pedir que nos vayamos a la habitación. Seba se sumó. Hasta Juli me decía que vaya. Sin decir nada, me paré y me fui sola para la habitación de Seba. Martín tardó un rato en reaccionar, hasta que se paró y se vino corriendo atrás mío.
Cuando entramos, él cerró la puerta. Yo me senté en la cama. Martín caminó despacio hacia donde yo estaba, marcándose la pija en el jogging. Me mordí los labios, imaginando el pedazo de carne que me iba a comer. "Te gusta mi pija", me decía mientras se acercaba. "Es muy ancha" le respondí tocándosela por encima del pantalón.
De un golpe le saqué jogging y boxer. Se los bajé hasta las rodillas, dejando la pija moviéndose delante de mi cara. De largo era más chica de lo que pensaba, pero de ancho era un monstruo. Cuando la agarré con la mano, no llegaba a tocarme la punta de los dedos. Le tocaba los huevos, mientras lo pajeaba. Luego, empecé con la lengua. Desde abajo, hasta arriba.
Abrí grande mi boca y me metí la cabeza de su pija. Jugué un rato con la lengua, acostumbrando a mis labios a semejante pijón. Tenía que estirar mucho la boca para permitirle entrar. La salivé lo más que pude, aunque sabía que no iba a ser capaz de meterla toda en la boca.
Por más que intentaba, no me entraba más de la mitad. Aunque Martín parecía disfrutar el pete, yo quería más. Hice un último intento, pero al meterla más adentro casi vomito todo. "Pará boluda, me vas a vomitar la chota", me dijo cuando me la saqué de golpe y me tiré en la cama a toser.
Tincho se tiró encima mío y empezó a desvestirme. Me manoseó toda, hasta dejarme totalmente desnuda. Apoyó su pija en mi concha, que ya estaba mojadísima, y la rozaba mientras me besaba. Yo gemía desesperada.
Empezó a bajar con su boca, besándome el cuello, las tetas, la panza. Cuando llegó a mi conchita, empezó a pasarle la lengua. Primero eran pequeños roces, luego le daba con más ganas. A pesar que le ponía onda, realmente me la chupaba mal. Me la estaba re secando.
Así que lo agarré y le dije "COGEME". El pibe apuntó la pija en mi concha que ya no estaba mojada como antes, así que costó al principio meter ese pijón bien grueso.
Una vez que pasó la mitad de la pija me relajé y empecé a disfrutar. Martín se movía, cada vez más rápido. "Aaayyy me vas a matar... me vas a matar!!". Sentía que me iba a partir al medio con semejante verga.
Me dio vuelta y me puso en 4. Yo levanté la cola y sentí como me apoyaba la pija entre los cachetes. Empecé a moverme, pajeandolo entre mis nalgas. Me agarró de la cintura para que me detuviera y agarrando su pija con una mano empezó a buscar mi conchita, que ya estaba bien abierta. Sin problemas se enterró hasta el fondo.
Me pegó un garche tan violento y salvaje que parecía íbamos a romper la cama. Yo no podía dejar de gemir y gritarle que me diera más fuerte. De golpe se detuvo. No le daban más las piernas. Lo acosté en la cama y me subí arriba. Agarré la pija y me la enterré hasta el fondo. "AAahhhh como me gusta tu pija!!" gritaba mientras cabalgaba cada vez con más ganas.
Empecé a mover mis caderas, haciendo salir la verga y volviéndola a meter. Tincho me pidió que no lo hiciera, porque estaba por acabar. No me importaba. Me moví un par de veces más y me di cuenta que no daba más por las caritas que ponía. Se notaba que quería hacer fuerza para no acabar, pero no aguantó. Me seguí moviendo un rato, aún sentía la pija dura, pero él me sacó a un costado
Yo seguía re caliente. Le agarré la pija semiparada y se la empecé a chupar, limpiando toda la leche que aun le chorreaba por la puntita. Me cambié y salí de la habitación, dejándolo a Martín tirado en la cama. Cuando pasé por al lado de otra de las habitaciones, sentí los ruidos inconfundibles del sexo. Seguramente, Seba se la estaba cogiendo a mi amiga.
Llegué al comedor, donde estaban Maxi y Nahuel. "Se escuchaban tus gritos desde acá" me dijeron casi al mismo tiempo. Estuvimos un rato charlando; si me gustó, si me dolió, la cuestión es que yo me había quedado muy caliente. Encima, ahora se escuchaba a mi amiga desde la otra habitación.
No hablamos mucho más. Terminé arrodillada delante de la silla de Maxi que ya tenía la pija afuera. Nahuel se sentó al lado y se bajó los pantalones hasta los tobillos. Mientras yo se la chupaba a Maxi, Nahuel se pajeaba. Después, empecé a chupársela a él. Me sacaron la remera y me dejaron con las tetas al aire. Mientras se la chupaba a los dos, ellos me las tocaban.
Cuando nos estábamos levantando para ir a la habitación de Seba, apareció Tincho. Los chicos me iban empujando hacia el pasillo que llevaba a la habitación. Como pude, lo agarré del brazo a Tincho para que viniera también él. Cuando entramos, me tiraron en la cama y me dejaron desnuda nuevamente.
Maxi abrió mis piernas y fue derecho a chuparme la concha. Nahuel se paró al costado de la cama con su pija en mi cara. Maxi si que la chupaba bien. Con una mano le agarré la cabeza apretándolo contra mi concha, y con la otra agarré la pija de Nahuel para petear un rato.
Martín no tardó en sumarse. Se arrodilló sobre la cama, con la pija arriba de mi cara. Me saqué la pija de Nahuel de la boca y dejé que Tincho me la clavara hasta la garganta. Su pijón ahogaba los gritos y gemidos por la chupada de Maxi
Con la calentura acumulada que tenía, no tardé en acabar. Mi cuerpo tembló, me saqué las pijas de la boca para liberar un grito de placer. Maxi se detuvo y pasó sus dedos por mi concha. "Mirá como acaba esta putita" les decía a sus amigos mostrándoles mis jugos. Nahuel lo corrió y se puso entre mis piernas. Apuntó la pija y me la clavó. "Aaay siiii" grité cuando la sentí al fondo.
Se movía cada vez más rápido. Me di vuelta y me puse en 4. Nahuel siguió con lo que había empezado. Ahora tenía a los otros dos bien en frente mío. Yo me agarraba de sus pijas y las iba chupando alternadamente.
"Que bien que la chupas" me decía Maxi mientras mi nariz chocaba contra su abdomen de tan adentro que la tenía. "Mirá esto", le dice Martín. Me agarra la cabeza y me pone la pija en la boca. Empezó a empujar para que me la metiera más adentro. Quería mostrarle a los amigos hasta donde daba mi garganta.
Cuando la sentí bien al fondo, me detuve, le saqué la mano de mi cabeza, tomé aire y traté de meterla más. Sentía las lágrimas caer de mis ojos, pero aguanté un rato. Hasta que no pude más y lo empujé para afuera.
Empecé a toser y llorar. "Terribleee!", gritaron al mismo tiempo. Nahuel no se detenía. "Dejame un rato" le dijo Maxi. Nahuel ya casi estaba por acabar. Volví a ponerme boca arriba, para que Maxi me cogiera. Martín me clavó la pija en la boca. Nahuel se pajeaba al otro lado de la cama. Me liberé de la pija de Tincho y mirándolo a Nahuel le dije "acabá aca", mientras me tocaba las tetas.
Nahuel se arrodilló al lado mío y apuntó la verga sobre mis tetas. Casi al instante empezó a tirar chorros de leche que me bañaron toda. Cuando se movió, Martín volvió a ponerme la pija en la boca. Se la seguí chupando hasta que Maxi la sacó de mi concha y le dijo a su amigo que siguiera. Tampoco aguantaba más.
Hicieron el cambio. Maxi se paró sobre mi cara mientras volvía a sentir el pijón de Martín bien adentro. Empecé a gemir como loca cada vez que esa verga ancha abría mi concha partiéndola en dos. Maxi se empezó a pajear en mi cara. "Tragate la leche", me pidió mientras aceleraba el ritmo de la paja. Acepté con la condición que después me la chupara y me hiciera acabar de nuevo.
Apoyó la pija en mi boca. Metí la puntita y mientras él se pajeaba yo le rozaba con la lengua la cabeza. Cuando sentí el primer chorro de leche en la boca, cerré mis labios dejando que se chorreara por toda mi cara. Abría un poco la boca, tragaba un poco y volvía a dejar salir todo. Me quedó la cara toda chorreada.
Martín, que no se había perdido detalle, me pidió que le tragara la leche a él también. "Dale vení" le dije mientras me limpiaba la boca con la mano. Maxi se fue a cumplir su promesa y empezó a chuparmela. No me podía concentrar en el pijón de Martín de lo bien que me la estaba chupando. Pero no fue problema.
En ese momento, Nahuel volvió a entrar a la habitación. "Todavía siguen cogiendo!" dijo con ganas de volver a participar. Martín explotó de nuevo, esta vez en mi cara. El chorro salió tan fuerte que me salpicó hasta la frente. Con el resto, jugué un rato entre mis labios tragando y escupiendo.
Maxi seguía chupando cada vez más fuerte. Le pedí que me metiera un dedo en la concha. Cuando sentí la puntita adentro, se me estremeció todo el cuerpo y al rato ya estaba convulsionando con una acabada fenomenal. "Como acaba esta hija de puta!!! se me paró de nuevo" decía Maxi mientras se pajeaba.
Nahuel también la tenía durísima nuevamente. Lo agarré, lo tiré en la cama y me senté arriba. Cuando me empecé a mover, me pidió que vaya más despacio. Martín se empezó a reir. "Olvidate, es una bomba como se mueve, acabás al toque". Maxi me puso la pija en la boca, mientras yo seguía cabalgando.
Nahuel empezó a gritar que ya acababa. Yo estaba a punto de acabar también. "Ahora nooo" le grité con bronca, pero no aguantó. Me levanté y lo moví a un costado. Agarré a Maxi y lo puse en la cama. "Pará loca!" me gritaban riéndose. Agarré su pija y me senté arriba. Otra vez empecé a moverme levantando mis caderas y bajando con fuerza. "Ahiiiiiiii" grité desencajada cuando acabé.
Maxi no aguantó mucho más. Me seguí moviendo hasta que me frenó y me tiró en la cama. Sin darnos cuenta, habíamos estado casi toda la tarde garchando. La tarde terminó, y cada uno volvió a su casa. Pero más que el fin, este día fue el inicio de unas reuniones un poco particulares.
Primera reunión
Strip poker
Reencuentro
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Indice
Los primeros días de clase siempre son bastante caóticos. Volvíamos alterados de las vacaciones, el calor aceleraba las hormonas; y todo eso empeorado por ser el último año.
Era viernes, última hora, todos boludeando a pesar que la profesora estaba en el aula. Yo me sentaba atrás de todo, aunque no era de hacer lio, si de hablar con mis amigas o boludear bastante.
Entre tanto aburrimiento, esperando la hora para salir, siento a mi lado como los chicos estaban hablando en voz baja y riéndose. Cuando miro para el costado, veo que Martín se estaba marcando la pija en el jogging. Amo esos joggings que les marca bien el bulto. Pero el pibe tenía la pija bien parada y se la estaba agarrando, marcando un pedazo de pija bien ancho.
Quedé hipnotizada mirándole el bulto a mi compañero, hasta que siento que uno dice "Uhh mirá la carita de Agus, parece que le gusta, Tincho". Se rieron todos, mientras yo seguía con la vista fija en la pija de Martín. "Te gusta Agus" me decía mientras se la acariciaba por encima del pantalón.
Me sonreí y miré hacia el pizarrón, como restándole importancia. Pero lo único que tenía en la cabeza era el bulto de mi compañero. Cuando terminó el día, como todos los viernes, nos fuimos a la casa de Seba. En ese entonces, Juli estaba "saliendo" con Seba. Ese día fuimos Seba y Juli, Martín (el del pijón), Maxi, Nahuel y yo.
Después de comer, nos pusimos a hablar al pedo un rato, hasta que Seba cambió totalmente de tema
- Te gustó lo que viste hoy en clase, Agus? - dijo de la nada. Los chicos se empezaron a reír, menos Julieta que no entendía de que se trataba. Entonces, Seba le explicó.
- Hoy Agus le miró el bulto al Tincho toda la clase
- Pará! toda la clase no!- dije yo, asumiendo que el hecho era cierto. Juli se empezó a reír
- Bueno, pero queremos saber: te gustó lo que viste?- me preguntó Maxi.
- Qué no le va a gustar!!! se le iban los ojitos! - dijo Seba, seguido por una risa generalizada.
- Qué puta sos amiga! - me decía entre risas Juli. Yo estaba que me moría de la vergüenza.
De la nada, Martín se paró y se agarró la pija por encima del jogging haciendo notar más su erección.
- Toda tuya - decía Martín mientras se la acariciaba y el resto de los chicos lo alentaba.
- Parece que viviste a pajas todo el verano, estás muy calentito, no la pusiste nunca? - le dije queriéndome hacer la superada, aunque no le sacaba la vista de la verga. Ahora los aplausos fueron para mi lado.
- Al contrario, la puse pero me da más ganas de coger - Martín se sentó y yo pude mover la vista para otro lado.
- Agus - interrumpió Seba, el dueño de casa - dejate de joder, no le podías sacar los ojos a la pija de Tincho. Allá está mi habitación, vayan un rato y saquensé las ganas no jodan!
Nahuel y Maxi (los otros dos chicos) empezaron a aplaudir y a pedir que nos vayamos a la habitación. Seba se sumó. Hasta Juli me decía que vaya. Sin decir nada, me paré y me fui sola para la habitación de Seba. Martín tardó un rato en reaccionar, hasta que se paró y se vino corriendo atrás mío.
Cuando entramos, él cerró la puerta. Yo me senté en la cama. Martín caminó despacio hacia donde yo estaba, marcándose la pija en el jogging. Me mordí los labios, imaginando el pedazo de carne que me iba a comer. "Te gusta mi pija", me decía mientras se acercaba. "Es muy ancha" le respondí tocándosela por encima del pantalón.
De un golpe le saqué jogging y boxer. Se los bajé hasta las rodillas, dejando la pija moviéndose delante de mi cara. De largo era más chica de lo que pensaba, pero de ancho era un monstruo. Cuando la agarré con la mano, no llegaba a tocarme la punta de los dedos. Le tocaba los huevos, mientras lo pajeaba. Luego, empecé con la lengua. Desde abajo, hasta arriba.
Abrí grande mi boca y me metí la cabeza de su pija. Jugué un rato con la lengua, acostumbrando a mis labios a semejante pijón. Tenía que estirar mucho la boca para permitirle entrar. La salivé lo más que pude, aunque sabía que no iba a ser capaz de meterla toda en la boca.
Por más que intentaba, no me entraba más de la mitad. Aunque Martín parecía disfrutar el pete, yo quería más. Hice un último intento, pero al meterla más adentro casi vomito todo. "Pará boluda, me vas a vomitar la chota", me dijo cuando me la saqué de golpe y me tiré en la cama a toser.
Tincho se tiró encima mío y empezó a desvestirme. Me manoseó toda, hasta dejarme totalmente desnuda. Apoyó su pija en mi concha, que ya estaba mojadísima, y la rozaba mientras me besaba. Yo gemía desesperada.
Empezó a bajar con su boca, besándome el cuello, las tetas, la panza. Cuando llegó a mi conchita, empezó a pasarle la lengua. Primero eran pequeños roces, luego le daba con más ganas. A pesar que le ponía onda, realmente me la chupaba mal. Me la estaba re secando.
Así que lo agarré y le dije "COGEME". El pibe apuntó la pija en mi concha que ya no estaba mojada como antes, así que costó al principio meter ese pijón bien grueso.
Una vez que pasó la mitad de la pija me relajé y empecé a disfrutar. Martín se movía, cada vez más rápido. "Aaayyy me vas a matar... me vas a matar!!". Sentía que me iba a partir al medio con semejante verga.
Me dio vuelta y me puso en 4. Yo levanté la cola y sentí como me apoyaba la pija entre los cachetes. Empecé a moverme, pajeandolo entre mis nalgas. Me agarró de la cintura para que me detuviera y agarrando su pija con una mano empezó a buscar mi conchita, que ya estaba bien abierta. Sin problemas se enterró hasta el fondo.
Me pegó un garche tan violento y salvaje que parecía íbamos a romper la cama. Yo no podía dejar de gemir y gritarle que me diera más fuerte. De golpe se detuvo. No le daban más las piernas. Lo acosté en la cama y me subí arriba. Agarré la pija y me la enterré hasta el fondo. "AAahhhh como me gusta tu pija!!" gritaba mientras cabalgaba cada vez con más ganas.
Empecé a mover mis caderas, haciendo salir la verga y volviéndola a meter. Tincho me pidió que no lo hiciera, porque estaba por acabar. No me importaba. Me moví un par de veces más y me di cuenta que no daba más por las caritas que ponía. Se notaba que quería hacer fuerza para no acabar, pero no aguantó. Me seguí moviendo un rato, aún sentía la pija dura, pero él me sacó a un costado
Yo seguía re caliente. Le agarré la pija semiparada y se la empecé a chupar, limpiando toda la leche que aun le chorreaba por la puntita. Me cambié y salí de la habitación, dejándolo a Martín tirado en la cama. Cuando pasé por al lado de otra de las habitaciones, sentí los ruidos inconfundibles del sexo. Seguramente, Seba se la estaba cogiendo a mi amiga.
Llegué al comedor, donde estaban Maxi y Nahuel. "Se escuchaban tus gritos desde acá" me dijeron casi al mismo tiempo. Estuvimos un rato charlando; si me gustó, si me dolió, la cuestión es que yo me había quedado muy caliente. Encima, ahora se escuchaba a mi amiga desde la otra habitación.
No hablamos mucho más. Terminé arrodillada delante de la silla de Maxi que ya tenía la pija afuera. Nahuel se sentó al lado y se bajó los pantalones hasta los tobillos. Mientras yo se la chupaba a Maxi, Nahuel se pajeaba. Después, empecé a chupársela a él. Me sacaron la remera y me dejaron con las tetas al aire. Mientras se la chupaba a los dos, ellos me las tocaban.
Cuando nos estábamos levantando para ir a la habitación de Seba, apareció Tincho. Los chicos me iban empujando hacia el pasillo que llevaba a la habitación. Como pude, lo agarré del brazo a Tincho para que viniera también él. Cuando entramos, me tiraron en la cama y me dejaron desnuda nuevamente.
Maxi abrió mis piernas y fue derecho a chuparme la concha. Nahuel se paró al costado de la cama con su pija en mi cara. Maxi si que la chupaba bien. Con una mano le agarré la cabeza apretándolo contra mi concha, y con la otra agarré la pija de Nahuel para petear un rato.
Martín no tardó en sumarse. Se arrodilló sobre la cama, con la pija arriba de mi cara. Me saqué la pija de Nahuel de la boca y dejé que Tincho me la clavara hasta la garganta. Su pijón ahogaba los gritos y gemidos por la chupada de Maxi
Con la calentura acumulada que tenía, no tardé en acabar. Mi cuerpo tembló, me saqué las pijas de la boca para liberar un grito de placer. Maxi se detuvo y pasó sus dedos por mi concha. "Mirá como acaba esta putita" les decía a sus amigos mostrándoles mis jugos. Nahuel lo corrió y se puso entre mis piernas. Apuntó la pija y me la clavó. "Aaay siiii" grité cuando la sentí al fondo.
Se movía cada vez más rápido. Me di vuelta y me puse en 4. Nahuel siguió con lo que había empezado. Ahora tenía a los otros dos bien en frente mío. Yo me agarraba de sus pijas y las iba chupando alternadamente.
"Que bien que la chupas" me decía Maxi mientras mi nariz chocaba contra su abdomen de tan adentro que la tenía. "Mirá esto", le dice Martín. Me agarra la cabeza y me pone la pija en la boca. Empezó a empujar para que me la metiera más adentro. Quería mostrarle a los amigos hasta donde daba mi garganta.
Cuando la sentí bien al fondo, me detuve, le saqué la mano de mi cabeza, tomé aire y traté de meterla más. Sentía las lágrimas caer de mis ojos, pero aguanté un rato. Hasta que no pude más y lo empujé para afuera.
Empecé a toser y llorar. "Terribleee!", gritaron al mismo tiempo. Nahuel no se detenía. "Dejame un rato" le dijo Maxi. Nahuel ya casi estaba por acabar. Volví a ponerme boca arriba, para que Maxi me cogiera. Martín me clavó la pija en la boca. Nahuel se pajeaba al otro lado de la cama. Me liberé de la pija de Tincho y mirándolo a Nahuel le dije "acabá aca", mientras me tocaba las tetas.
Nahuel se arrodilló al lado mío y apuntó la verga sobre mis tetas. Casi al instante empezó a tirar chorros de leche que me bañaron toda. Cuando se movió, Martín volvió a ponerme la pija en la boca. Se la seguí chupando hasta que Maxi la sacó de mi concha y le dijo a su amigo que siguiera. Tampoco aguantaba más.
Hicieron el cambio. Maxi se paró sobre mi cara mientras volvía a sentir el pijón de Martín bien adentro. Empecé a gemir como loca cada vez que esa verga ancha abría mi concha partiéndola en dos. Maxi se empezó a pajear en mi cara. "Tragate la leche", me pidió mientras aceleraba el ritmo de la paja. Acepté con la condición que después me la chupara y me hiciera acabar de nuevo.
Apoyó la pija en mi boca. Metí la puntita y mientras él se pajeaba yo le rozaba con la lengua la cabeza. Cuando sentí el primer chorro de leche en la boca, cerré mis labios dejando que se chorreara por toda mi cara. Abría un poco la boca, tragaba un poco y volvía a dejar salir todo. Me quedó la cara toda chorreada.
Martín, que no se había perdido detalle, me pidió que le tragara la leche a él también. "Dale vení" le dije mientras me limpiaba la boca con la mano. Maxi se fue a cumplir su promesa y empezó a chuparmela. No me podía concentrar en el pijón de Martín de lo bien que me la estaba chupando. Pero no fue problema.
En ese momento, Nahuel volvió a entrar a la habitación. "Todavía siguen cogiendo!" dijo con ganas de volver a participar. Martín explotó de nuevo, esta vez en mi cara. El chorro salió tan fuerte que me salpicó hasta la frente. Con el resto, jugué un rato entre mis labios tragando y escupiendo.
Maxi seguía chupando cada vez más fuerte. Le pedí que me metiera un dedo en la concha. Cuando sentí la puntita adentro, se me estremeció todo el cuerpo y al rato ya estaba convulsionando con una acabada fenomenal. "Como acaba esta hija de puta!!! se me paró de nuevo" decía Maxi mientras se pajeaba.
Nahuel también la tenía durísima nuevamente. Lo agarré, lo tiré en la cama y me senté arriba. Cuando me empecé a mover, me pidió que vaya más despacio. Martín se empezó a reir. "Olvidate, es una bomba como se mueve, acabás al toque". Maxi me puso la pija en la boca, mientras yo seguía cabalgando.
Nahuel empezó a gritar que ya acababa. Yo estaba a punto de acabar también. "Ahora nooo" le grité con bronca, pero no aguantó. Me levanté y lo moví a un costado. Agarré a Maxi y lo puse en la cama. "Pará loca!" me gritaban riéndose. Agarré su pija y me senté arriba. Otra vez empecé a moverme levantando mis caderas y bajando con fuerza. "Ahiiiiiiii" grité desencajada cuando acabé.
Maxi no aguantó mucho más. Me seguí moviendo hasta que me frenó y me tiró en la cama. Sin darnos cuenta, habíamos estado casi toda la tarde garchando. La tarde terminó, y cada uno volvió a su casa. Pero más que el fin, este día fue el inicio de unas reuniones un poco particulares.
Primera reunión
Strip poker
Reencuentro
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Indice
29 comentarios - Me vuelve loca como se marca la pija en el jogging
pd: perdon el negativo, fue sin querer 😞
gracias por pasar1
+10
Vipo.-
Ufffffff...Esta una de las cosas más deliciosas que una hembra puede hacer por su hombre y volverlo loquito de tanto placer...jajaja!!
Que hermoso y cachondo relato mi querida Juli, me encanto como siempre, y me dejó enfermo de caliente...jajaja!!
Espero que estés teniendo una FELICES FIESTAS de fin de año linda!!
Besos y un gran abrazo para tí querida!!💋 +10
Besos querida!! 💋
Me imagino que va a ser el último del año ='(. Por un 2017 con muchos y buenos garches... Y más relatos, je. Que acabes bien el año:p
No se pero me da que tu amiga Agus era más puta que tu de jovencitas
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
+10
el "Pará loca!" jajajja cagones jajjaja