Todo en la vida trata sobre el sexo, excepto el sexo. El sexo trata sobre el poder. Oscar Wilde
...Mis condiciones son las siguientes:
No quiero ver tu cara en ningún momento, ni antes ni después y mucho menos durante. Vas a tratarme como una cosa, como a un juguete, no tendré nombre ni apodo, ni siquiera el de éste nick
No quiero escuchar una sola palabra saliendo de tu boca, nada que pueda ayudarme a reconocerte, sólo quiero que me uses como a una muñeca
Vas a poder hacer conmigo lo que quieras, lo que se te ocurra...pero lo único que pido es que sigas esas reglas
Releí el chat una y otra vez, no sabía muy bien que iba a suceder pero ese era el juego que yo había propuesto. Según lo pactado me senté en el banco de la plaza y exactamente a la hora convenida vendé mis ojos y esperé. Los minutos corrieron lentamente, la sensación de sentirme observada aumentaba al ritmo del tic tac, me sobresaltó de pronto la sensación de alguien sentándose a mi lado, sólo podía sentir una respiración y el ruido de unas llaves, rogué que fueras vos realmente y no algún loquito que arruinara nuestra tarde.
Apretaste con firmeza mi brazo y me pusiste en pie, caminamos unos pocos metros hasta el auto, sujetándome me ayudaste a subir, busqué a tientas el cinturón de seguridad y me encontró tu beso suave que invadió mi boca, partimos hacia no sé donde, hacia mis deseos.
El viaje fue realmente largo para mi ansiedad, sentía mi corazón latiendo fuerte, algo relacionado a tu silencio y a mi ceguera hacía que no me moviera, que fuera casi una muñeca pero con los sentidos alerta.
En cada detención, esperaba que tus manos me tocaran, que repitieras el beso de bienvenida, que hicieras algo, pero evidentemente estabas bien dispuesto a seguir el juego, ignorándome.
Mi deseo, mis pensamientos galopaban, la necesidad de contacto físico aumentaba en mi interior, supuse que funcionarían como un llamado y que de una vez por todas me tocarías.
No se si me engañó mi percepción o si realmente eran tus manos las que de vez en cuando recorrían mis cuerpo, me sentía excitada, feroz, me recliné un poco en el asiento y abrí las piernas, esperando sentirte, llamándote en silencio.
Nos detuvimos y oí un leve rechinar que imaginé era un portón abriendo y cerrando.
Me hiciste bajar del auto y me sacaste los zapatos, sentí el piso frío de unas baldosas y unos pasos después la suavidad del césped. Aún brillaba el sol, pude percibir su calor sobre mi piel.
Quedé de pie en lo que supuse era un jardín, podía oler las plantas y una agradable humedad acariciaba mis pies.
Te acercaste a mi y apenas rozaste mi cuello para desprender el solero que cayó al suelo, igual camino siguió el resto de mi ropa que no se cómo lograste quitar sin apenas tocarme: Me estremecí ante cada roce de tus yemas, tu respiración pausada era un soplo de fuego que erizaba mis poros.
Quise violar los términos del acuerdo, arrancarme la venda y provocar que me hablaras, que me invadieras, que me tomaras con fuerza, tu dedo sobre mis labios me indicó silencio, que siguiera en el juego. Como pude alcancé a lamerlo para así tenerte un poco dentro de mí, sólo me dejaste hacerlo por unos instantes, luego te alejaste.
Esperé que sucediera algo, estaba un poco confundida, sentía una fiebre creciente por tu desafío, por ignorarme cuando lo que había buscado era entregarme... se levantó una brisa tibia que acrecentó mi calor.
Me arrodillé y busqué el fresco de la hierba, encontré mis rodillas, un poco separadas, sentí mis palmas moverse en círculos, subiendo y bajando por mis piernas, mis caderas, prolongué todo lo que pude el paseo por mi piel, no quería darme por vencida y que me vieras derrotada tan pronto. Sentí tus pasos cerca, pensé que lo había logrado, que venías por mi, pero no, adiviné que estabas sentado frente a mí, sólo observando, que esa era tu participación en el juego.
Dándote por ganador, ya no me detuve, separé apenas mis labios con dos dedos y la brisa cálida sopló mi clítoris, expuesto así pasó a ser el centro de mi mundo en ese momento, crecía y se volvío incontrolable mi necesidad de encerrarlo entre mis dedos y terminar la tortura de no sentirte, resistí jugueteando un poco con los labios, mojados, anhelantes.
Rogaba por no rogarte, perdida casi en un trance.
Caí boca abajo totalmente rendida ante tus ojos, me estremecí cuando me levantaste unos minutos después, me vestiste y recién tomé conciencia que estábamos nuevamente en el auto cuando escuché tu voz preguntándome dónde quería que me dejes.
20 comentarios - Juego de poder
Excelente trabajo mi Lady...FELICITACIONES querida amiga!! 👏👏
Besos 💋 +10
con un fin tan esperado como inesperado.
me atrapaste con tu relato
creo que formé parte de ese jueguito que planteaste
me quedé con ganas de vos
te felicito!
Vipo.-
(anda sin espuelas, ¿no?)
Erotismo de alto nivel en estado puro !!
Gran relato hermosa !
Puntines y Reco !!!
Debe decir que el punto de partida que eligió es de gran calentura, el tema de las reglas y demas, muy excitante, al menos para mi.
Debería escribir un relato-réplica jajajajajajajajaaja
Sos una fucking genius!
Reina Querida!!
dale escribilo por favor!!!!!!!!!!!!!!!!!
besos Birreina