La historia con mi suegra sigue en un terreno poco claro.
Hace unos días volví a ir a la casa y volví a dormir ahí. Los abrazos sin corpiño me siguen quemando la cabeza y esas cosquillas para juguetear marean más.
No hubo mayores avances.
Me desperté en un momento para ir al baño y la escuché que entró antes. En silencio fui hasta el pasillo y me asomé esperando encontrar la puerta, aunque sea, entreabierta. No tuve suerte. Algo me dijo que no era el momento, así que no intenté nada. De todas formas confieso que tenía la pija algo despierta por la adrenalina y por imaginarmela desnuda del otro lado de la puerta.
Hace tiempo fantaseo con ese baño, con esa ducha, estar por bañarme y que entre a preguntarme algo. Que me ves en pelotas y en vez de asustarse se quede mirándome, que levante las cejas y me deje acercarme mientras se me va poniendo más dura. Que se ponga nerviosa, tanto que casi se cae, y me deje acercarme, pegarme, frotarme con ella y empiece a decir "Ay dios" como dice siempre.
Fantaseo con que me deje levantarle la remera y que esas tetas pálidas y encremadas reboten fuerte, que de a poco se anime a tocarme y la pija me crezca en sus manos, que me diga lo que me dice siempre: que soy su hombre de la casa y que le encanta tenerme.
Me imagino el olor a perfume de vieja que usa aunque tiene 57 y está muy bien mantenida y me caliento más. Fantaseo con bajarle el short que usa siempre para dormir, de un tirón, de verle el culo y sin más, sin vueltas ponerla encima del mueble metérsela muy despacio, mientras grita entre asombrada y caliente, gozando y luchando por dejarse llevar mientras se va mojando cada vez más.
Pero la puerta estaba cerrada. Y como es una mina muy asustadiza, muy sensible a todo, no me quedé esperando como un loquito, me fui a la cocina, a tomar agua haciendo algo de ruido. La escuché salir y ahí fui para el pasillo. Me sonrió y me saludó, me preguntó si estaba todo bien, todavía con las manos en mi cuello. Le dije que si, que descanse y le toqué el culo. Bah, le di unas palmaditas, una movida que vengo usando para ver qué onda y que hasta ahora no tuvo efectos negativos.
Me fui al baño. Y ella se fue a dormir.
Hace unos días volví a ir a la casa y volví a dormir ahí. Los abrazos sin corpiño me siguen quemando la cabeza y esas cosquillas para juguetear marean más.
No hubo mayores avances.
Me desperté en un momento para ir al baño y la escuché que entró antes. En silencio fui hasta el pasillo y me asomé esperando encontrar la puerta, aunque sea, entreabierta. No tuve suerte. Algo me dijo que no era el momento, así que no intenté nada. De todas formas confieso que tenía la pija algo despierta por la adrenalina y por imaginarmela desnuda del otro lado de la puerta.
Hace tiempo fantaseo con ese baño, con esa ducha, estar por bañarme y que entre a preguntarme algo. Que me ves en pelotas y en vez de asustarse se quede mirándome, que levante las cejas y me deje acercarme mientras se me va poniendo más dura. Que se ponga nerviosa, tanto que casi se cae, y me deje acercarme, pegarme, frotarme con ella y empiece a decir "Ay dios" como dice siempre.
Fantaseo con que me deje levantarle la remera y que esas tetas pálidas y encremadas reboten fuerte, que de a poco se anime a tocarme y la pija me crezca en sus manos, que me diga lo que me dice siempre: que soy su hombre de la casa y que le encanta tenerme.
Me imagino el olor a perfume de vieja que usa aunque tiene 57 y está muy bien mantenida y me caliento más. Fantaseo con bajarle el short que usa siempre para dormir, de un tirón, de verle el culo y sin más, sin vueltas ponerla encima del mueble metérsela muy despacio, mientras grita entre asombrada y caliente, gozando y luchando por dejarse llevar mientras se va mojando cada vez más.
Pero la puerta estaba cerrada. Y como es una mina muy asustadiza, muy sensible a todo, no me quedé esperando como un loquito, me fui a la cocina, a tomar agua haciendo algo de ruido. La escuché salir y ahí fui para el pasillo. Me sonrió y me saludó, me preguntó si estaba todo bien, todavía con las manos en mi cuello. Le dije que si, que descanse y le toqué el culo. Bah, le di unas palmaditas, una movida que vengo usando para ver qué onda y que hasta ahora no tuvo efectos negativos.
Me fui al baño. Y ella se fue a dormir.
2 comentarios - La fantasía del baño