La Tanga de la suerte.

Hoy me levanté caliente.
Tenía muchas ganas de pulir una verga y tragarme todo.
Entré en un par de páginas y en Skype. pero no había nada interesante, ni dispuesto.
Me había puesto la tanga para darle un showcito a alguien... Nada.

Y ahí se me ocurrió salir entangado debajo de mi ropa de señor serio. Me terminé de vestir y me fuí a desayunar al bar de siempre, el Martínez de mi barrio. Estaba leyendo los diarios en la tablet y detecté un señor de unos sesenta tomando un café sólo. Nos miramos un par de veces.

Me paré, caminé directo hacia él y, en un geto imperceptible para los demás, le toqué el hombro. Y seguí mi camino hacia el baño. Entró un minuto atrás mío. No había nadie. Me desabrobré el pantalón y lo dejé caer para que vea mi bella tanga. Se pasó al mingotorio de al lado y me agarró fuerte del culo.
-Metete ahí. Me dijo señalando el privado con la cara.
Por supuesto, le hice caso.
Me senté en el inodoro y se paró delante mío. Cerró la puerta y sacó la verga fláccida, bonita.
La agarró con su mano izquierda y me la ofreció.
Se la chupé y lo pejeé, se la lamí toda, la cabeza y los huevos.
Luego me dediqué sólo a chupársela.
Se le puso dura y me hizo levantar. Me giró, me torció u poquito para adelante, y me la puso en el culo. Mientras me bombeaba escuchamos que alguien entraba. Se ve que eso lo excitó porque me acabó enseguida en el ejete. Giré y se la limpié chupándosela de vuelta.
Volvimos a escuchar un ruido. El se fijó por arriba de la puerta y había un tipo mirando, con la verga afuera.
- Vení, entrá, que el putito este garcha mejor que mi esposa.
- Y no lo dudes! Dije.
El tipo entró y me la mandé a la boca. En menos de dos minutos me hizo tragar un montón de leche.
Les dí mi celu a ambos.
Desde hoy, siempre vestido de señor... ¡¡¡Pero en tanga!!!
¡¡¡ Siempre quiero leche!!!