estaba limpiando la cocina y siento que mi esposo me da un chirlo e mi trasero me hizo incorporar de golpe y voltear media enojada
_Demonios!! mira lo que ocasionas!!, dije señalando el desinfectante que usaba para limpiar la cocina y que por la sorpresa terminó derramado por el piso.
_Lo siento cariño, pero verte así en esa posición, con esos shorcitos tan cortos, con los cacheticos al aire, difícilmente uno se resiste a tocarte la cola . la verdda que no me habia dado cuenta pero eran bastante cortos los pantaloncitosy me dice lástima que deba ir a trabajar porque sino…
_Sino que?…respondí algo melosa, acercándome hasta permitir que mis pechos lo rocen de forma provocativa, mientras deslizaba mi mano hacia su bragueta.
no juegues así…que me enviarás inquieto a lidiar con los presupuestos
_Presupuestos…otra escusa para desaparecerte el sábado no?, mi marido si bien sabia que lo calentaba no teniamos tanto sexo , pero hacia rato que me insinuaba la idea que le gusta verme provocar
_Sabes que no son escusas, dijo mientras me acariciaba el culo y me decia que a la noche ibamos a tener una noche se sexo
_Eso espero le digo yo y en tono de amenaza le digo que
buscaré la forma de resolver esos pendientes sin tu ayuda respondí juguetona la verdad que me sentia cachonda esa mañana
me encantan tus amenazas espero en la noche encontrarte así de lanzada, por cierto si durante mi ausencia haces algo indebido me lo cuentas eh? ya sabes que siempre quiero cosas nuevas pero te acobardas…
Entendí perfectamente a lo que se refería, Laureano, mi esposo habia hecho varios
intentos por inducirme al exhibicionismo y quien sabe que otras prácticas alborotaban sus fantasías; puesto que a sus 59 años se estaba volviendo morboso., pero como dije antes con poco sexo
La verdad es que el tema del exhibicionismo no me atraía del todo, pero tampoco me incomodaba, quizá tan solo era cuestión de una oportunidad y lo mas importante: decisión, decisión ésa es la parte que me faltaba, aunque últimamente también a mi la madurez me estaba volviendo más apasionada y atrevida. y mi esposo me dijo por un lado que me cambie esos pantalones que estaba nuestro hijo con amigos
La verdda que no le hice caso a las palabras de mi esposo y me los deje puesto , ya me sentia muy sensual
Mientras continuaba con la limpieza, no se me quitaba la sonrisa, comenzar el día con un esposo que amanece de buen humor, regalando a diestra y siniestra halagos, y aun más con una buena oferta de sexo para la noche, era suficiente motivo de alegría para al menos una semana, aunque tuviera que pasar el resto de mi día libre limpiando.
En una de las tantas idas y venidas me detuve unos segundos frente al espejo que colgaba en el recibidor; recordando las palabras de mi marido di vuelta, y pude confirmar que en verdad los shorcitos me quedaban a la medida, no cabe duda que los dos kilitos de mas me sentaban muy bien. Por delante se reflejaba un vientre casi plano, una cintura bonita , y un par de muslos fuertes que quizá eran lo mas atractivo que tenia.
Vestía una blusa blanca de tirantes que me permitía llevar los pechos desnudos, librándome del tormento de andar en casa con brasier. El cabello lo tenía recogido en una coleta que me daba aspecto juvenil, pese a que unas cuantas líneas de expresión me traicionaban. Además era dueña de un rostro agradable y un airecito seductor con el que enfrentaba a creces la madurez, una madurez que últimamente me estaba llenando de muchas inquietudes.
El timbre del teléfono interrumpió mi autoexamen y al levantar el auricular escuché la voz de Laureano
_Querida, necesito hablar con Marcelo por favor pónmelo
_ok, espera un segundo voy para el estudio, aun sigue con sus compañeros
_Lo se, me dijo que tenían tarea para todo el día….
La puerta del estudio estaba abierta, así que me acerqué al escritorio donde mi hijo y sus compañeros trabajaban.
_Tu papa le dije entregándole el teléfono
Mientras mi hijo se desahogaba con su padre maldiciendo al profesor, yo apenas le escuchaba, extrañamente mi cerebro se entretenía en buscar la mínima intención de una mirada indebida por parte de alguno de los muchachos; era como si me sofocara una repentina necesidad de sentirme atractiva.
Intencionalmente coloque los codos en el escritorio como si pretendiera curiosear lo que hacían en la portátil, eso fue suficiente para atraer las miradas a mi escote; la posición en la que me encontraba dejaba a la vista buena parte de mis senos, y el paisaje se volvía mas llamativo puesto que no llevaba sujetador y unos bonitos pezones se levantaban airosos.
Al permanecer semi inclinada, mi cuerpo tomaba la forma precisa para una buena cogida, espalda recta, trasero levantado, incluso el escritorio tenia la altura perfecta para dar rienda suelta a la imaginación. No se que pensaban los chicos pero me encantaba la insistencia con la que me miraban.
Disfrutaba de un verdadero momento de gloria, pero la voz de mi hijo me hizo dejar mi sutil coqueteo
Mi hijo me pasa con mi esposo y me pregunto si los jovenes me habia mirado , yo no podia creer lo que me preguntaba mi marido , pero le respondi como siguiendole el juego y le cuento que
solo miraron mis pechos, también mis muslos, y no le importó que me diera cuenta, bueno al menos no lo disimuló apropiadamente.
_Caramba…caramba…o sea que mi mujer los dejó cachondos , me decia mi marido , que a esa altura no podia creer hasta donde queria llegar y antes de cortar , me dice que esta noche va a fantasear mucho con todo esto. .La verdda que yo ya estaba re caliente y me sentia muy sensual a pesar de estar tambien mi hijo
Las insinuaciones de mi esposo empezaban a hacer efecto en mi cuerpo y animada por sus palabras, y por mis propias ganas de sentirme deseada, me hice un nudillo en la blusa dejando desnuda mi cintura y parte de mis caderas; una nueva mujer se despertaba, una ansiosa de nuevas experiencias.
Caminé con paso oscilante al estudio y sin vacilación me situé frente a ellos.
_Chicos…alguno de ustedes me ayuda un momento
Casi no acababa de terminar la frase, cuando precisamente Alejo que era el que más me miraba cerró el libro y se incorporó automáticamente.
No se si su sonrisa se debía al hecho de abandonar unos minutos sus tareas de investigación o a la oportunidad de ir tras de mi, alegrando la vista.
Caminé delante de él, sintiendo que seguía mis movimientos, y voltee, descubriendo sus inquietos ojos sobre mis caderas; me sentía mas hermosa que nunca, quizá porque a cierta edad las miradas adolescentes tienen un efecto especial que a las mujeres maduras nos rejuvenece.
Atravesamos el recibidor, subí las escaleras que conducen a la planta alta, y no se me ocurrió otra cosa que encaminarme a la bodega. No sabia que inventar, así que le pedí a Alejo que me ayudara a revisar unos cestos que estaban ubicados en los estantes, y aprovechando el espacio reducido, disimuladamente restregué mis senos contra su espalda. Quería notar su reacción, confirmar si en verdad yo podía inquietarlo hasta el punto de generarle una erección, ya no era un juego, era una cuestión de orgullo de mujer .
A mi contacto él se quedo quieto, rígido, creo que su falta de experiencia lo tenia transpirando. Me acerqué aun más, crucé mi brazo por encima de su hombro y dejé que sintiera mis pechos, los aplasté contra él, los suficientes segundos para que mi cercanía acelerara su respiración y seguramente su…
Le eché un vistazo, parecía nervioso, un nerviosismo tierno que bajaba mis defensas, y aunque Alejo solía llegar los fines de semana a casa, no me había percatado que el hermoso tono azabache de su cabello era el mismo que el de sus ojos, unos ojos que ahora me miraban con una inusitada insistencia.
mejor ayúdame a trepar en la escalera, quiero ver que contienen esas cajas le dije dando unas palmaditas sobre su espalda
La escalera domestica contaba con unos pocos peldaños, sin embargo tenia la suficiente altura para que sus ojos se agasajaran con mis carnes, intencionalmente separe un poco mis muslos dejando que su mirada penetre entre mis ingles, estaba consiente que al ser una prenda muy corta, restaba trabajo a su imaginación. Al pretender subir otro escalón el vibrato del teléfono que traía en mi bolsillo me sobresaltó haciendo que perdiera un poco el equilibrio
Sus manos sudorosas se posaron sobre mis muslos ayudándome a ubicar en el estribo.
_Supongo que no querrás que caiga sobre ti? o si? le dije camuflando una doble intención
El tan solo sonrió, sus ojos brillaron mientras me ayudaba a bajar, dejando en mi piel la suavidad de un roce que pudo ser una caricia…
No puedo negarlo, me emocionó el temblorcito de sus manos, la delicadeza de su roce, la ligera fricción casi sobre mis glúteos…Nos quedamos unos segundos en silencio, unos segundos que se hicieron eternos; el impresionado por una mujer grande yo atemorizada por el candor de un chiquillo.
El teléfono volvió a sonar, sabia que era mi esposo, así que preferí salir y responder en mi habitación, no sin antes plantarle la mirada
Respondí a la llamada de Laureano:
Si amor?
Dime linda que paso? fuiste al estudio?
Si, Alejo se ofreció a ayudarme
Te miraron? coqueteaste? y yo a proposito le exajere todo a mi esposo y le conte…
Queriendo satisfacer las fantasías de mi marido, empecé a exagerar lo sucedido:
Pedí que alguien me ayudara, Alejo se ofreció y lo llevé a la bodega, tú sabes que el espacio es reducido así que le rocé con mis senos. Se puso pálido, su bragueta se abultó y se atrevió a pasarse la mano por ahí sin importarle que yo pudiera verlo, imagínate!! Que chiquillo este, ahora mismo esta en la bodega y me queda la duda de si se está haciendo una paja.
_De seguro paola me decia mi esposo, de seguro, como la que quiero hacerme yo aquí encerrado en la oficina, ve a la bodega espíalo y me lo cuentas todo, anda por favor…
Ya no tenia la indecisión de antes, ésta vez no lo hacia por complacer a mi marido, mas bien quería ver si Alejo había necesitado un desahogo express por mi culpa. Sigilosa me acerque a la puerta de la bodega, una pequeña abertura me permitía observarlo, estaba con las piernas separadas y arrinconado contra la pared. Sus manos cubrían su herramienta y se la agitaba con tanta intensidad que parecía no necesitar mas que unos cuantos movimientos para correrse, de rato en rato volteaba hacia la puerta que si temiera que yo entrara.
Era una verga preciosa, digo verga, porque a esa no se la puede llamar de otra manera, hermosa, con un tono rojizo en el glande, hinchada, grande, muy lejos de los 15 cm de mi marido…como demonios un muchachito tan frágil podía albergar algo así.
Verla allí en todo su esplendor me calentó, por un instante hubiera querido darle refugio en mi boca, en mi sexo o donde fuera, pero me tuve que conformar con ver como en cuestión de segundos se desinflaba desparramando el contenido entre sus manos…lástima!! que desperdicio, con lo que esta tan cara la leche me dije, mientras retiraba la mano que ya escondía en mi sexo.
Volví con urgencia a mi habitación, me sentía húmeda, con un cosquilleo entre los muslos que no me dejaba racionalizar; repetí una y otra vez la imagen de su sexo levantado, levantado por mí. Me tendí en la cama, estaba ansiosa de placer y ésta vez fui yo la que marque al teléfono de mi marido.
Le dije que estaba muy caliente , que queria coger ya y tirada en la cama y quitándome los shorcito me empece a tocar mientras hablaba con mi esposo
La calentura en mi cuerpo era más que evidente, las palabras de mi marido a través de la línea telefónica y la sola idea de que Alejo me espiara mientras me masturbaba, me estaba volviendo literalmente loca.
Me quité la blusa dejando al aire la redondez de mi tetas, coronadas con un par de hermosos botones. Mis manos jugaban en mi pelvis, recorrían mis muslos mientras le contaba a mi esposo exactamente lo que hacia con mis dedos. Sus gemidos se oían a través de la línea y lo imaginaba jalándosela, apretando sus bolas, respirando profundo…
Me deshice de la tanguita, abrí las piernas sin importarme que se viera la humedad de mi sexo, una humedad que ya resbalaba por mis ingles. Me abrí aun mas, separe mis labios como una verdadera guarra, mostrando todo lo que tengo. calentando a Alejo el amigo de mi hijo me habia puesto muy cachonda.. El morbo me estaba ofuscando y sin medir las consecuencias, en medio de susurros continúe con la llamada.
En ese mismo momento escuché un leve gemido de Alejo, recordé su carita dulce, su preciosa verga y sin poder controlar mi lujuria, sin que mi marido lo supiera cambie de planes….
Me incorporé sensualmente, y volteando hacia la puerta, hice un ademán invitando a Alejo a que entrara….
Con paso torpe se acercó a la cama, se inclinó y tímidamente empezó a tocar mis muslos, pero tomándolo con fuerza, le obligué a zambullirse en mi sexo.
Su legua se movía entre mis labios, la agitaba rodeando mi clítoris chupándolo, lamiéndolo, desplazándose en mi entrada lo hacia algo torpe, pero era suficiente para que mis gemidos a través de la línea siguieran calentando a mi marido.
_Mete tu lengua,
Mi esposo respondía pensando que se lo decía a él
_Si putita, te la meto toda, así me gustas cachonda
Laureano era quien me calentaba con sus palabras, pero no sabía que tenía a Alejo en medio de mis muslos, haciéndome sentir…
Sin resistir la avalancha de sensaciones , emití un gemido largo y potente, al otro lado de la línea como si fuera una prolongación de mis jadeos, también Laureano gritó soltando un cerro de palabrotas…
Poco a poco nuestras respiraciones iban tranquilizándose, mientras Alejo se masturbaba con desesperación.
_Ufff paola estuvo delicioso, ahora creo que si podre concentrarme en los presupuestos.
_Jajaja también yo en las tareas pendientes respondí mientras agarraba el mienbro del muchacho
_Besos linda voy al sanitario
_Si, claro, yo voy a la ducha
Alejo me miraba suplicando que le tocara; le acaricie el rostro, me incliné, y pasee mi lengua desde la base de su mienbro hasta el vértice. Tensó su cuerpo ansiando mas, abrí mi boca sobre su glande y poco a poco me la fui introduciendo, despacio, sin prisas, dejando que sienta mi humedad.
Procuraba metérmela y a medida que sus gemidos se hacían mas profundos aceleraba los movimientos, cuatro cinco bajadas, y me la empujó con fuerza como si quisiera atragantarme con ella, en pocos segundos sus gestos me amenazaban con una explosiva corrida y queriendo que la disfrute, continué allí chupando hasta que explote en mi boca.
Luego de limpiarlo con mis labios nos dirigimos a la ducha, y mientras el agua caía sobre mi desnudez, el empezó a quitarse la ropa. Entró a la regadera y se tumbó contra la pared, parecía conformarse con tan solo ver la espuma que se deslizaba acariciando mi cuerpo; no había palabras, no las necesitábamos
Miró mis pechos, abrió sus manos sobre ellos rozándolos apenas, su índice caminaba sobre mi aureola, jugueteando en mis pezones que al instante se volvieron duros. Deslizó su mano por mi cintura, bajo hacia mi pelvis,
Me avergoncé,, recordándome que mi hijo tenia la misma edad,
Luego nuestros labios se buscaron y nuestras lenguas se encontraron por primera vez; ya no había dulzura en nuestros ojos, había deseo, ganas y hambre
Dirigí mis manos hacia su sexo, en verdad era impresionante, siempre había pensado que un tamaño normalito para mi era suficiente, pero sostener en mis manos aquella herramienta me hizo tragar saliva con tan solo verla.
No tardó en llenarme de caricias, en palpar mi cuerpo y apretarlo; sus besos viajaban por mis rincones haciéndome olvidar hasta de mi nombre. Era ese olor diferente, esa piel joven, y esas manos que sin necesidad de tanta experiencia me estaba llevando a la gloria. No, no solo era eso, también la candidez de su sonrisa y la puta inocencia de sus ojos, lo que me estaba haciendo abrir los muslos con desesperación
Por un instante me pregunté si hacia bien dejándome llevar…sí, si, estaba bien, claro que estaba bien, deliciosamente bien!!!! Al diablo con la conciencia!!!
Estaba sentado en la bañera, sosteniéndola con sus manos, me ubiqué sobre el ariete introduciéndolo despacio, mis carnes se abrieron permitiéndole entrar, suave, pausadamente, hasta llegar al fondo. Se sentía tan ajustado que lastimaba un poco mis pliegues y sin poder evitar solté un fuerte gemido, cuando aquella espada se hundió totalmente en mi cuerpo. Me quedé unos segundos quieta disfrutando de sentirme tan llena, luego empecé a subir y abajar galopando con precisión…me estaba corriendo tan solo con unos cuantos embates.
Me empujó contra la pared y se colocó tras de mi, volvió a ingresar!! esta vez con saña, con furia, golpeaba como un animalito salvaje…qué furia!!! qué fuerzas!! qué hombre!!!
Unos cuantos movimientos mas de cadera y nuevamenteme , otro orgasmo intenso me doblegó, me robó el aire, me quitó la respiración y me dejó con las piernas temblando.
Aun mi cuerpo se contraía cuando sus movimientos se aceleraron, su momento llegaba, y echando mi cuerpo hacia atrás me dejé amar con brusquedad, con dureza. No demoró más que escasos segundos, apretó la pelvis contra mí y soltó toda su esperma en mis lolas.
Agradecida estampé mis labios en los suyos, Alejo besó mis hombros y me acarició el rostro mientras me abrazaba tiernamente…cielos!! sabia exactamente lo que necesito después de follar.
Nos vestimos, y con el mayor de los cuidados nos dispusimos a bajar.
_Si te preguntan porque demoraste, les dices que me ayudaste a hacer unos arreglos en la bodega
Y se dirigio hacie donde estaba mi hijo y los otros amigos , jamas pense que podria hacer lo que hice , pero ya venia caliente hace rato y para colmo mi marido ayudo con todo esto del juego , el no sabia que me calientan los pendejos , pero paso lo que tenia que pasar , espero que no piensen mal de mi , por a ver sido infiel . besos
_Demonios!! mira lo que ocasionas!!, dije señalando el desinfectante que usaba para limpiar la cocina y que por la sorpresa terminó derramado por el piso.
_Lo siento cariño, pero verte así en esa posición, con esos shorcitos tan cortos, con los cacheticos al aire, difícilmente uno se resiste a tocarte la cola . la verdda que no me habia dado cuenta pero eran bastante cortos los pantaloncitosy me dice lástima que deba ir a trabajar porque sino…
_Sino que?…respondí algo melosa, acercándome hasta permitir que mis pechos lo rocen de forma provocativa, mientras deslizaba mi mano hacia su bragueta.
no juegues así…que me enviarás inquieto a lidiar con los presupuestos
_Presupuestos…otra escusa para desaparecerte el sábado no?, mi marido si bien sabia que lo calentaba no teniamos tanto sexo , pero hacia rato que me insinuaba la idea que le gusta verme provocar
_Sabes que no son escusas, dijo mientras me acariciaba el culo y me decia que a la noche ibamos a tener una noche se sexo
_Eso espero le digo yo y en tono de amenaza le digo que
buscaré la forma de resolver esos pendientes sin tu ayuda respondí juguetona la verdad que me sentia cachonda esa mañana
me encantan tus amenazas espero en la noche encontrarte así de lanzada, por cierto si durante mi ausencia haces algo indebido me lo cuentas eh? ya sabes que siempre quiero cosas nuevas pero te acobardas…
Entendí perfectamente a lo que se refería, Laureano, mi esposo habia hecho varios
intentos por inducirme al exhibicionismo y quien sabe que otras prácticas alborotaban sus fantasías; puesto que a sus 59 años se estaba volviendo morboso., pero como dije antes con poco sexo
La verdad es que el tema del exhibicionismo no me atraía del todo, pero tampoco me incomodaba, quizá tan solo era cuestión de una oportunidad y lo mas importante: decisión, decisión ésa es la parte que me faltaba, aunque últimamente también a mi la madurez me estaba volviendo más apasionada y atrevida. y mi esposo me dijo por un lado que me cambie esos pantalones que estaba nuestro hijo con amigos
La verdda que no le hice caso a las palabras de mi esposo y me los deje puesto , ya me sentia muy sensual
Mientras continuaba con la limpieza, no se me quitaba la sonrisa, comenzar el día con un esposo que amanece de buen humor, regalando a diestra y siniestra halagos, y aun más con una buena oferta de sexo para la noche, era suficiente motivo de alegría para al menos una semana, aunque tuviera que pasar el resto de mi día libre limpiando.
En una de las tantas idas y venidas me detuve unos segundos frente al espejo que colgaba en el recibidor; recordando las palabras de mi marido di vuelta, y pude confirmar que en verdad los shorcitos me quedaban a la medida, no cabe duda que los dos kilitos de mas me sentaban muy bien. Por delante se reflejaba un vientre casi plano, una cintura bonita , y un par de muslos fuertes que quizá eran lo mas atractivo que tenia.
Vestía una blusa blanca de tirantes que me permitía llevar los pechos desnudos, librándome del tormento de andar en casa con brasier. El cabello lo tenía recogido en una coleta que me daba aspecto juvenil, pese a que unas cuantas líneas de expresión me traicionaban. Además era dueña de un rostro agradable y un airecito seductor con el que enfrentaba a creces la madurez, una madurez que últimamente me estaba llenando de muchas inquietudes.
El timbre del teléfono interrumpió mi autoexamen y al levantar el auricular escuché la voz de Laureano
_Querida, necesito hablar con Marcelo por favor pónmelo
_ok, espera un segundo voy para el estudio, aun sigue con sus compañeros
_Lo se, me dijo que tenían tarea para todo el día….
La puerta del estudio estaba abierta, así que me acerqué al escritorio donde mi hijo y sus compañeros trabajaban.
_Tu papa le dije entregándole el teléfono
Mientras mi hijo se desahogaba con su padre maldiciendo al profesor, yo apenas le escuchaba, extrañamente mi cerebro se entretenía en buscar la mínima intención de una mirada indebida por parte de alguno de los muchachos; era como si me sofocara una repentina necesidad de sentirme atractiva.
Intencionalmente coloque los codos en el escritorio como si pretendiera curiosear lo que hacían en la portátil, eso fue suficiente para atraer las miradas a mi escote; la posición en la que me encontraba dejaba a la vista buena parte de mis senos, y el paisaje se volvía mas llamativo puesto que no llevaba sujetador y unos bonitos pezones se levantaban airosos.
Al permanecer semi inclinada, mi cuerpo tomaba la forma precisa para una buena cogida, espalda recta, trasero levantado, incluso el escritorio tenia la altura perfecta para dar rienda suelta a la imaginación. No se que pensaban los chicos pero me encantaba la insistencia con la que me miraban.
Disfrutaba de un verdadero momento de gloria, pero la voz de mi hijo me hizo dejar mi sutil coqueteo
Mi hijo me pasa con mi esposo y me pregunto si los jovenes me habia mirado , yo no podia creer lo que me preguntaba mi marido , pero le respondi como siguiendole el juego y le cuento que
solo miraron mis pechos, también mis muslos, y no le importó que me diera cuenta, bueno al menos no lo disimuló apropiadamente.
_Caramba…caramba…o sea que mi mujer los dejó cachondos , me decia mi marido , que a esa altura no podia creer hasta donde queria llegar y antes de cortar , me dice que esta noche va a fantasear mucho con todo esto. .La verdda que yo ya estaba re caliente y me sentia muy sensual a pesar de estar tambien mi hijo
Las insinuaciones de mi esposo empezaban a hacer efecto en mi cuerpo y animada por sus palabras, y por mis propias ganas de sentirme deseada, me hice un nudillo en la blusa dejando desnuda mi cintura y parte de mis caderas; una nueva mujer se despertaba, una ansiosa de nuevas experiencias.
Caminé con paso oscilante al estudio y sin vacilación me situé frente a ellos.
_Chicos…alguno de ustedes me ayuda un momento
Casi no acababa de terminar la frase, cuando precisamente Alejo que era el que más me miraba cerró el libro y se incorporó automáticamente.
No se si su sonrisa se debía al hecho de abandonar unos minutos sus tareas de investigación o a la oportunidad de ir tras de mi, alegrando la vista.
Caminé delante de él, sintiendo que seguía mis movimientos, y voltee, descubriendo sus inquietos ojos sobre mis caderas; me sentía mas hermosa que nunca, quizá porque a cierta edad las miradas adolescentes tienen un efecto especial que a las mujeres maduras nos rejuvenece.
Atravesamos el recibidor, subí las escaleras que conducen a la planta alta, y no se me ocurrió otra cosa que encaminarme a la bodega. No sabia que inventar, así que le pedí a Alejo que me ayudara a revisar unos cestos que estaban ubicados en los estantes, y aprovechando el espacio reducido, disimuladamente restregué mis senos contra su espalda. Quería notar su reacción, confirmar si en verdad yo podía inquietarlo hasta el punto de generarle una erección, ya no era un juego, era una cuestión de orgullo de mujer .
A mi contacto él se quedo quieto, rígido, creo que su falta de experiencia lo tenia transpirando. Me acerqué aun más, crucé mi brazo por encima de su hombro y dejé que sintiera mis pechos, los aplasté contra él, los suficientes segundos para que mi cercanía acelerara su respiración y seguramente su…
Le eché un vistazo, parecía nervioso, un nerviosismo tierno que bajaba mis defensas, y aunque Alejo solía llegar los fines de semana a casa, no me había percatado que el hermoso tono azabache de su cabello era el mismo que el de sus ojos, unos ojos que ahora me miraban con una inusitada insistencia.
mejor ayúdame a trepar en la escalera, quiero ver que contienen esas cajas le dije dando unas palmaditas sobre su espalda
La escalera domestica contaba con unos pocos peldaños, sin embargo tenia la suficiente altura para que sus ojos se agasajaran con mis carnes, intencionalmente separe un poco mis muslos dejando que su mirada penetre entre mis ingles, estaba consiente que al ser una prenda muy corta, restaba trabajo a su imaginación. Al pretender subir otro escalón el vibrato del teléfono que traía en mi bolsillo me sobresaltó haciendo que perdiera un poco el equilibrio
Sus manos sudorosas se posaron sobre mis muslos ayudándome a ubicar en el estribo.
_Supongo que no querrás que caiga sobre ti? o si? le dije camuflando una doble intención
El tan solo sonrió, sus ojos brillaron mientras me ayudaba a bajar, dejando en mi piel la suavidad de un roce que pudo ser una caricia…
No puedo negarlo, me emocionó el temblorcito de sus manos, la delicadeza de su roce, la ligera fricción casi sobre mis glúteos…Nos quedamos unos segundos en silencio, unos segundos que se hicieron eternos; el impresionado por una mujer grande yo atemorizada por el candor de un chiquillo.
El teléfono volvió a sonar, sabia que era mi esposo, así que preferí salir y responder en mi habitación, no sin antes plantarle la mirada
Respondí a la llamada de Laureano:
Si amor?
Dime linda que paso? fuiste al estudio?
Si, Alejo se ofreció a ayudarme
Te miraron? coqueteaste? y yo a proposito le exajere todo a mi esposo y le conte…
Queriendo satisfacer las fantasías de mi marido, empecé a exagerar lo sucedido:
Pedí que alguien me ayudara, Alejo se ofreció y lo llevé a la bodega, tú sabes que el espacio es reducido así que le rocé con mis senos. Se puso pálido, su bragueta se abultó y se atrevió a pasarse la mano por ahí sin importarle que yo pudiera verlo, imagínate!! Que chiquillo este, ahora mismo esta en la bodega y me queda la duda de si se está haciendo una paja.
_De seguro paola me decia mi esposo, de seguro, como la que quiero hacerme yo aquí encerrado en la oficina, ve a la bodega espíalo y me lo cuentas todo, anda por favor…
Ya no tenia la indecisión de antes, ésta vez no lo hacia por complacer a mi marido, mas bien quería ver si Alejo había necesitado un desahogo express por mi culpa. Sigilosa me acerque a la puerta de la bodega, una pequeña abertura me permitía observarlo, estaba con las piernas separadas y arrinconado contra la pared. Sus manos cubrían su herramienta y se la agitaba con tanta intensidad que parecía no necesitar mas que unos cuantos movimientos para correrse, de rato en rato volteaba hacia la puerta que si temiera que yo entrara.
Era una verga preciosa, digo verga, porque a esa no se la puede llamar de otra manera, hermosa, con un tono rojizo en el glande, hinchada, grande, muy lejos de los 15 cm de mi marido…como demonios un muchachito tan frágil podía albergar algo así.
Verla allí en todo su esplendor me calentó, por un instante hubiera querido darle refugio en mi boca, en mi sexo o donde fuera, pero me tuve que conformar con ver como en cuestión de segundos se desinflaba desparramando el contenido entre sus manos…lástima!! que desperdicio, con lo que esta tan cara la leche me dije, mientras retiraba la mano que ya escondía en mi sexo.
Volví con urgencia a mi habitación, me sentía húmeda, con un cosquilleo entre los muslos que no me dejaba racionalizar; repetí una y otra vez la imagen de su sexo levantado, levantado por mí. Me tendí en la cama, estaba ansiosa de placer y ésta vez fui yo la que marque al teléfono de mi marido.
Le dije que estaba muy caliente , que queria coger ya y tirada en la cama y quitándome los shorcito me empece a tocar mientras hablaba con mi esposo
La calentura en mi cuerpo era más que evidente, las palabras de mi marido a través de la línea telefónica y la sola idea de que Alejo me espiara mientras me masturbaba, me estaba volviendo literalmente loca.
Me quité la blusa dejando al aire la redondez de mi tetas, coronadas con un par de hermosos botones. Mis manos jugaban en mi pelvis, recorrían mis muslos mientras le contaba a mi esposo exactamente lo que hacia con mis dedos. Sus gemidos se oían a través de la línea y lo imaginaba jalándosela, apretando sus bolas, respirando profundo…
Me deshice de la tanguita, abrí las piernas sin importarme que se viera la humedad de mi sexo, una humedad que ya resbalaba por mis ingles. Me abrí aun mas, separe mis labios como una verdadera guarra, mostrando todo lo que tengo. calentando a Alejo el amigo de mi hijo me habia puesto muy cachonda.. El morbo me estaba ofuscando y sin medir las consecuencias, en medio de susurros continúe con la llamada.
En ese mismo momento escuché un leve gemido de Alejo, recordé su carita dulce, su preciosa verga y sin poder controlar mi lujuria, sin que mi marido lo supiera cambie de planes….
Me incorporé sensualmente, y volteando hacia la puerta, hice un ademán invitando a Alejo a que entrara….
Con paso torpe se acercó a la cama, se inclinó y tímidamente empezó a tocar mis muslos, pero tomándolo con fuerza, le obligué a zambullirse en mi sexo.
Su legua se movía entre mis labios, la agitaba rodeando mi clítoris chupándolo, lamiéndolo, desplazándose en mi entrada lo hacia algo torpe, pero era suficiente para que mis gemidos a través de la línea siguieran calentando a mi marido.
_Mete tu lengua,
Mi esposo respondía pensando que se lo decía a él
_Si putita, te la meto toda, así me gustas cachonda
Laureano era quien me calentaba con sus palabras, pero no sabía que tenía a Alejo en medio de mis muslos, haciéndome sentir…
Sin resistir la avalancha de sensaciones , emití un gemido largo y potente, al otro lado de la línea como si fuera una prolongación de mis jadeos, también Laureano gritó soltando un cerro de palabrotas…
Poco a poco nuestras respiraciones iban tranquilizándose, mientras Alejo se masturbaba con desesperación.
_Ufff paola estuvo delicioso, ahora creo que si podre concentrarme en los presupuestos.
_Jajaja también yo en las tareas pendientes respondí mientras agarraba el mienbro del muchacho
_Besos linda voy al sanitario
_Si, claro, yo voy a la ducha
Alejo me miraba suplicando que le tocara; le acaricie el rostro, me incliné, y pasee mi lengua desde la base de su mienbro hasta el vértice. Tensó su cuerpo ansiando mas, abrí mi boca sobre su glande y poco a poco me la fui introduciendo, despacio, sin prisas, dejando que sienta mi humedad.
Procuraba metérmela y a medida que sus gemidos se hacían mas profundos aceleraba los movimientos, cuatro cinco bajadas, y me la empujó con fuerza como si quisiera atragantarme con ella, en pocos segundos sus gestos me amenazaban con una explosiva corrida y queriendo que la disfrute, continué allí chupando hasta que explote en mi boca.
Luego de limpiarlo con mis labios nos dirigimos a la ducha, y mientras el agua caía sobre mi desnudez, el empezó a quitarse la ropa. Entró a la regadera y se tumbó contra la pared, parecía conformarse con tan solo ver la espuma que se deslizaba acariciando mi cuerpo; no había palabras, no las necesitábamos
Miró mis pechos, abrió sus manos sobre ellos rozándolos apenas, su índice caminaba sobre mi aureola, jugueteando en mis pezones que al instante se volvieron duros. Deslizó su mano por mi cintura, bajo hacia mi pelvis,
Me avergoncé,, recordándome que mi hijo tenia la misma edad,
Luego nuestros labios se buscaron y nuestras lenguas se encontraron por primera vez; ya no había dulzura en nuestros ojos, había deseo, ganas y hambre
Dirigí mis manos hacia su sexo, en verdad era impresionante, siempre había pensado que un tamaño normalito para mi era suficiente, pero sostener en mis manos aquella herramienta me hizo tragar saliva con tan solo verla.
No tardó en llenarme de caricias, en palpar mi cuerpo y apretarlo; sus besos viajaban por mis rincones haciéndome olvidar hasta de mi nombre. Era ese olor diferente, esa piel joven, y esas manos que sin necesidad de tanta experiencia me estaba llevando a la gloria. No, no solo era eso, también la candidez de su sonrisa y la puta inocencia de sus ojos, lo que me estaba haciendo abrir los muslos con desesperación
Por un instante me pregunté si hacia bien dejándome llevar…sí, si, estaba bien, claro que estaba bien, deliciosamente bien!!!! Al diablo con la conciencia!!!
Estaba sentado en la bañera, sosteniéndola con sus manos, me ubiqué sobre el ariete introduciéndolo despacio, mis carnes se abrieron permitiéndole entrar, suave, pausadamente, hasta llegar al fondo. Se sentía tan ajustado que lastimaba un poco mis pliegues y sin poder evitar solté un fuerte gemido, cuando aquella espada se hundió totalmente en mi cuerpo. Me quedé unos segundos quieta disfrutando de sentirme tan llena, luego empecé a subir y abajar galopando con precisión…me estaba corriendo tan solo con unos cuantos embates.
Me empujó contra la pared y se colocó tras de mi, volvió a ingresar!! esta vez con saña, con furia, golpeaba como un animalito salvaje…qué furia!!! qué fuerzas!! qué hombre!!!
Unos cuantos movimientos mas de cadera y nuevamenteme , otro orgasmo intenso me doblegó, me robó el aire, me quitó la respiración y me dejó con las piernas temblando.
Aun mi cuerpo se contraía cuando sus movimientos se aceleraron, su momento llegaba, y echando mi cuerpo hacia atrás me dejé amar con brusquedad, con dureza. No demoró más que escasos segundos, apretó la pelvis contra mí y soltó toda su esperma en mis lolas.
Agradecida estampé mis labios en los suyos, Alejo besó mis hombros y me acarició el rostro mientras me abrazaba tiernamente…cielos!! sabia exactamente lo que necesito después de follar.
Nos vestimos, y con el mayor de los cuidados nos dispusimos a bajar.
_Si te preguntan porque demoraste, les dices que me ayudaste a hacer unos arreglos en la bodega
Y se dirigio hacie donde estaba mi hijo y los otros amigos , jamas pense que podria hacer lo que hice , pero ya venia caliente hace rato y para colmo mi marido ayudo con todo esto del juego , el no sabia que me calientan los pendejos , pero paso lo que tenia que pasar , espero que no piensen mal de mi , por a ver sido infiel . besos
22 comentarios - por un juego de mi marido , termine asi
Se me pasó al leer
Fotos de tus tetas y cola
Menos mal que tu marido parece un tanto tontito, así le puedes poner los cuernos más fácil jajaja