Hola!! ldisfrutenlo jaja
Capítulo 17
Hablé con los dos hombres, Brad y Rob para preguntarles si podrían venir a cogernos a todas. Por desgracia solamente Brad estaba disponible, así que tendríamos que conformarnos con su gran polla para nuestra celebración. Lilith convenció fácilmente a su novio, el actor pornográfico Alan. Mamá y Gerard eran inseparables, y el hombre estaba dispuesto a ceder si eso le garantizaba cogerse a mi hermanita menor.
Así pues todo estaba listo para darnos el gran banquete. Tres mujeres contra tres hombres y toda la noche para realizar todo lo que queramos y entregarnos como animales al placer. Adecuamos el dormitorio para hacerlo más cómodo echando sábanas mullidas y cojines. También compramos lámparas de iluminación tenue y velas aromáticas que propiciarían todo un ambiente de relajación y erotismo.
Los primeros en llegar fueron Alan y Brad, ya que se conocían de antes. Al verlos juntos, tremendos sementales profesionales, a Lilith y a mí nos dio calorcito en el vientre y sólo pudimos imaginar los grandes paquetes que ellos ocultaban.
Los recibimos con besos. Más tarde llegó Gerard, que ahora vestía más casual y eso aumentaba su atractivo. Era tan alto como los actores, pero menos musculoso. Lo bueno es que no tenía pena de participar en una orgía con ellos. Tenía mucha hambre de mi hermana y eso era suficiente.
Lilith estaba vestida de manera inocente, con una falda larga y holgada que le llevaba a los tobillos y una blusa sin mangas que resaltaban sus preciosos pechos. Mamá era toda una diosa, con un traje de ejecutiva negro que le apretujaba los melones que tenía por tetas, y yo sólo llevaba puesto unos shorts deportivos y una camisa estampada. Nada erótica, pero muy linda por cierto.
Bebimos un poco de vino y charlamos animadamente para entrar en calor. La espera sólo servía para alimentar el deseo de todos, y no tardaron los chistes verdes y el humor picante. Por ejemplo Alan decía que la vagina de Lilith era deliciosamente estrecha que su polla apenas entraba, y precisamente eso le llenaba de placer. Brad se puso triste.
—¿Por qué? —le preguntó Lilith, y el actor se abrió la bragueta y mostró su gran pene flácido. Lilith se ruborizó —. Mmm. Sí me entra.
—Ojalá —dijo mamá —Aquí todas cogeremos con los caballeros. A nadie se le dejará atrás. Y ustedes, señores, sólo tengo una regla: hagan sufrir de placer a mis niñas. Háganles lo que quieran, pero quiero escuchar sus gemidos durante toda la noche.
Mamá era toda una maniática sexual como pueden ver.
Sin más contratiempos, todos subimos al cuarto. El ambiente ya se estaba caldeando porque el sexo se respiraba en el aire. Lilith puso música suave, mientras que cada mujer con su respectiva pareja se dedicaba a una sesión de besos apasionados. Mi hermana se fue a un lado, acostándose en un cogín con las piernas abiertas y su novio acomodado entre ellas. Los chasquidos de sus besos sonaban deliciosos y babosos. Mamá, en la cama, ya estaba desabrochándole el pantalón a Gerard al mismo tiempo que él se despojaba de la camisa. Luego le empezó a besar el abdomen, bajando hasta el bulto que se le formaban detrás del bóxer y procedió a arrancárselo con rapidez. El pene ya estaba erecto, y ella se lo metió a la boca.
No pude seguir viendo más porque los labios de Brad se fundieron con los míos en una beso húmedo. Me recosté sobre él, sintiendo sus manos acariciarme las nalgas por encima del short. Luego alguien me dio una fuerte nalgada y vi que era Lilith, que se estaba riendo mientras Alan le llenaba de besos el cuello y hacía a un lado la blusa para descubrir las tetitas de mi hermana. Yo sonreí y le guiñé un ojo. Tenía pensando cogérmela también. Mientras seguí disfrutando de la lengua de Brad.
El hombre era una máquina de sexo, y pronto me quitó la blusa y tomó mis pechos entre sus grandes manos. Mis pezones, endurecidos ya, entraron en su boca donde él mamó con rapidez. Yo jadeé al sentir cómo jugaba con mis puntitas y las apretaba. Vi que mamá ya estaba encuerada, y sentada en la cama metiéndose el pene entero a la boca. Se le inflaba la garganta y luego soltaba un chorro de saliva cuando tenía una arcada. La polla salía embarrada de fluidos bucales. Ella la levantó y se dedicó a chupar los grandes huevos de Gerard y a lamerle todo el escroto como si se tratara de una paleta de hielo. Succionaba los testículos y el hombre jadeaba de dolor pero de goce. Ayudaba a mamá marcando el ritmo y le daba instrucciones de qué tan rápido ir o cuando detenerse.
Brad volvió a la carga una vez que hubo lamido mis senos, y con una sonrisa de lujuria se quitó los pantalones. El pene lo traía endurecido, con la piel negra tensándose alrededor del falo de carne. Se me hizo la boca agua y me puse a cuatro patas como una gatita para engullir su pene. Tuve que abrir la mandíbula al máximo para que me cupiera, y cuando la tuve, la tanteé con la lengua para obtener el líquido preseminal.
A mi lado, Lilith ya estaba totalmente desnuda. Alan le ofrecía el pene y mi hermanita mamaba con suavidad. Masturbaba el miembro con una mano y le deslizaba la lengua como una niña chupando una paletita. Mientras que mamá y yo parecíamos posesas con una verga en la boca, ella seguía manando una deliciosa inocencia. Se masturbaba despacito el clítoris y se introducía sólo un dedito. Sus pezones ya estaban levantados. Respiraba despacio, enervándose por el tamaño del miembro. Al chuparlo, se le inflaban los cachetes. Durante un segundo se volvió loca y trató de meterse la polla entera. Tosió y la sacó llena de saliva. Sonrió a su novio y siguió con su trabajo.
Poco después llegó la hora del sagrado intercambio de parejas. Gerard y Alan intercambiaron a sus mujeres. A mí me costó desprenderme de mi negrito, así que lo abracé con los muslos para no dejarlo ir y permitir que su enorme glande se frotara con mi raja.
Mamá recibió a Alan a cuatro patas. Ya estaba lista para la penetración. El novio de su hijita se acomodó y dirigió el pene a la entrada del coño, que se dilató al sentir la gruesa interrupción. Los jadeos de mujer se hicieron más fuertes mientras se volvía loca. Entre tanto, gerard tenía la boca entre las piernas de Lilith y le comía la conchita. Mi hermanita se pellizcaba los pezones y reía feliz al sentir la lengua adentrándose en ella.
—Ya, métemela —le rogué a Brad.
Él lo hizo con cuidado. Para ayudarle, abrí mis piernas y mojé mis dedos con saliva para frotarme la entrada. Él dirigió el pene, que perforó mi vulva hasta adentrarse por todo mi canal vaginal, extendiéndolo y enviando a mi cerebro un rayo de electricidad. El corazón me latía fuerte dentro del pecho y comencé a sudar por el goce. Dolía un poco, pero a medida que embestía se hizo más rico. Me concentré en el sonido de la follada que le estaban dando a mamá. Apenas podía mantenerse en la posición del perrito porque sus rodillas y brazos flaqueaban. Alan se la estaba cogiendo como si fuera una película hardcore. Las carnes de la mujer se mecían con las embestidas y la polla salía brillante y llena de sus jugos internos.
Lilith también estaba siendo penetrada ahora. Tenía los ojitos cerrados y la cara roja. La comprendía porque su vagina era muy estrecha y el miembro de Gerard era muy grueso. Apretó los puños y jadeó. Luego empujó al hombre suavemente con el pecho para que se calmara, porque ya estaba pareciendo un animal follando salvaje a la pobre Lilith.
Yo le sonreí a mi hermana y ella me devolvió el gesto. Extendí una mano para tomar la suya y permanecimos así mientras nos destrozaban el coño. Tanto Brad como Gerard se habían sincronizado y ahora nos golpeaban las entrañas al mismo ritmo. Claro que mi vagina al ser más ancha, albergaba el pene en su totalidad y me daba más placer que dolor, pero a la pobre de mi hermana la cogida le estaba sacando grititos y jadeos descontrolados.
Al saber esto, gerar sacó el pene y se lo ofreció a Lilith, que agradeció el descanso y como recompensa chupó la verga empapada con sus propios fluidos. Su sabor le fascinaba. Recordé cuando la enseñé a masturbarse hacía tanto tiempo. Se sorprendió al ver la cantidad de juguitos que su vaginita virgen en ese momento, era capaz de manar. Y le dije que no pasaba nada si se la comía. Y ella así lo hizo esa vez. Disfrutó tanto del sabor de sus jugos que se masturbaba sólo para obtenerlos. El aroma sexual la volvía loca.
Y de paso a mí también.
—¡Anda, hija, tienes que compartir! —dijo mamá impertérrita.
Brad me miró y se encogió de hombros.
—Está bien.
Los tres hombres se acomodaron en el piso con sus pollas apuntando al techo. Yo tomé una cámara mientras para tomar fotos. Lilith se sentó sobre la deliciosa verga de su novio, abriendo sus nalgas para darle una mejor vista y facilidad al entrar. Su culo tenía la forma de un corazón, con sus carnosas nalguitas sacudiéndose al ritmo de las embestidas. Alan le abrió las pompas para que yo pudiera ver el anito de mi hermana, tan estrecho como su coño.
Por otro lado mamá se devoró el pene de Brad. Le entró más fácil que a mí, y comprendí que no era de extrañar, porque ella llevaba tanto tiempo cogiendo que de seguro su vagina ya estaba acostumbrada a devorarse diferentes tamaños de pollas.
También a ella le tomé fotos mientras se mezclaba con su hija en una competición por ver quien saltaba con más rapidez. Mamá iba ganando, claro. Ni todos los jugos que lubricaban a Lilith eran capaces de permitir que la polla se deslizara con más facilidad. En cambio, lo vulva de nuestra madre se tragaba su respectiva polla.
Lo más rico eran los sonidos de las dos. Los gruesos gritos de mamá contra los angelicales sonidos de mi hermana. Sus tetitas se movían libremente. Ella se sujetaba el cabello y se lo revolvía para darle un toque más salvaje. Su pecho estaba rojo por la sangre, y también su carita. Las folladas eran violentas para la pobre.
Luego de eso se tiró a un lado y Alan se le puso atrás, como cucharita. La cogió con más cariño. Mamá se aproximó y se unió a Lilith con un beso de lengua mientras le daban por su respectivo coño. Yo dejé la cámara y me fui por la verga de Gerald, colocándome en un 69 para que pudiera comerme la concha como él quisiera. Su barba me picaba la vulva, pero yo mamaba de su polla y me concentraba más en sus huevos, que estaban escondidos en ese momento. Embarraba con saliva su escrito y luego mamaba con más entusiasmo. Fue en ese momento que una descarga de leche me llenó la boca, y como tenía el miembro hasta la garganta, no pude hacer más que tragarme ese delicioso y nutritivo néctar de vida. No dejé una sola gota dentro de los huevos del hombre.
Ahora que él había tenido su corrida, tenía que tomarse un descanso para volver a erectarse. Así que yo me fui con Lilith y mamá. Me coloqué en medio de las dos mientras dejaba que me chuparan las tetas.
—Quiero dos pollas ahora —dijo mamá.
Acto seguido, se colocó encima de mi negro delicioso, y Alan dejó a mi hermanita. Se agazapó detrás del culo de mamá. Se colocó un condón y le perforó el recto. Mi madre jadeó la tener dos miembros a la vez. Quedó como la carne de un sándwich mientras le daban por sus dos agujeros con tanta violencia que resultaba muy agradable a la vista.
Lilith fue hasta una bolsa y de allí sacó un arnés que se colocó. Pensé que me cogería a mí, pero no. le pidió permiso a alan y ésta sacó el pene del ano de mamá. Acto seguido, Lilith le colocó un condón al juguete y perforó el orificio de su mamita, que al sentir una textura diferente, miró y vio a su pequeña bebé dándole por el ojete. Esa visión la hizo excitarse todavía más, y movió sus caderas de adelante para atrás ayudando a la penetración. Mientras tanto, Alan se fue hacia al frente para ofrecerle su trozo de carne a Aura, que sin pensarlo lo tomó con sus labios y mamó con renovadas fuerzas. No podía gemir por tener llena la boca, y Lilith se la estaba zampando con tanto vigor que hasta su cara ya estaba colorada.
Finalmente a mamá le sobrevino un orgasmo, y ya que era una squirter, el líquido manó de su concha como una deliciosa fuente.
—Bueno… eso ha sido excelente ¿quién sigue? —preguntó mi inocente hermana cambiándole el condón a su juguete.
—Yo, yo —me moría de ganas de que ella me cogiera a mí.
Lilith sonrió y se tiró sobre el piso. Yo me coloqué sobre ella para clavar el arnés en mi coño. Detrás de mí, para una penetración doble, se colocó Brad y dirigió su negra polla hasta mi orificio. Claro que antes lo llenó de lubricante para hacer al cogida más fácil, y con ello lentamente fue dilatando las paredes de mi recto para acomodar su miembro.
El vaivén en el que me sumergí me hizo gemir. Mientras tanto, a mamá le estaban dando otra penetración doble por Alan y Gerard. Sus grandes tetas artificiales estaban siendo lamidas por el novio de Lilith, y lo hacía con tanta fuerza que resultaba inquietante cómo no se le desprendían los pezones. Sin embargo mamá disfrutaba de lo lindo y pedía más, más, con su vocecita de puta.
Lilith me cubrió con sus brazos y me besó profundamente al tiempo que me clavaba el juguete con rápidos movimientos de su cadera. Detrás el otro miembro causaba estragos dentro de mí hasta llegar a un punto que fue demasiado incómodo y le pedí a Brad que me sacara su polla.
Finalmente, más cómoda, me entregué a mi hermana menor, besándola y lamiéndole los pezones.
—Quiero follarte yo a ti.
Intercambiamos el arnés. Ahora lo tenía yo, y me apresuré a abrirle las piernas y montar sus tobillos en mis hombros. Su concha estaba empapadas de fluidos, y rojita debido a todo el sexo que estaba recibiendo. Sus pezones lucían hinchados. Me apresuré a meterle el juguete de un sólo movimiento, enterrándolo en toda su longitud. Lilith soltó un gritito. Le acaricié la parte baja del vientre, masajeando su clítoris al tiempo que echaba mi cadera para el frente, follándomela toda al completo.
Mi pequeña hermana jadeaba con placer y se pellizcaba las tetitas. La piel blanca estaba mojada por una capita de sudor. Sus mejillas completamente coloradas.
—Métemelo… por el culo —me pidió.
Saqué el arnés de su coño y lo dirigí a su estrecho anillo. Fue difícil penetrarla, pero no imposible. Ella hizo muecas de dolor y apretó la quijada. Lo soportó y lentamente empecé a follar de nuevo. En ese momento se acercó Brad, con su tiesa y oscura polla como el carbón, y se la zampó en la boca a Lilith, que al tener un pene tan inmenso dentro de sus labios, no supo cómo mamarlo. De todos modos mi hermana era muy pequeña físicamente, alta pero esbelta y su boquita no era muy grande. Ya le costaba chuparle el pene a su novio, que era de considerable tamaño, pero ¿a brad? Eso estaba a otro nivel.
Al ver el actor que no podría meter todo su falo en la boca de mi hermana, decidió dejarle sólo el glande. Más cómoda, Lilith chupó de él el líquido preseminal que estaba saliendo. Su rosada lengua lo recorría toda la superficie llena de venas.
—Vamos a enfiestar a Lilith con todo lo que tenemos —dijo mamá.
Lilith sacó el pene y preguntó con inocencia infantil.
—¿Qué cosa?
—Pollas por todos lados.
Vi que tragaba saliva. Miraba a todos los hombres que tenía a su disposición. Con los cachetes arrugados, y el ceño fruncido, Lilith asintió llena de determinación.
Se colocó sobre su novio Alan, cuyo miembro entró hasta el final por su coñito apretado. A continuación vino gerard, zampándole el pene en el ano. Se alojó en su agujero con relativa facilidad luego de echarle bastante lubricante. Claro que en todo el trayecto Lilith fue haciendo gestos de dolor. Luego vino el de Brad, que se alojó en la boca de mi hermana menor. El hombre se aseguró de meter un poquito más allá de su glande. El cachete derecho de Lilith se infló por la presión. La saliva goteaba.
—Mírala… es hermosa —dijo mamá mirando a su adorada hija llena de pollas por todos sus agujeros.
Hasta ese momento ningun hombre se movía. Todos estaban quietos.
—Despacio, caballeros.
Sincronizadamente, los tres machos empezaron a moverse dentro de mi hermanita. Lilith cerró los ojos en una mezcla de placer y dolor. Una polla entraba a su coño y otra salía de su culo. Luego viceversa. Al inicio fue lento, pero pasados dos minutos, los tres hombres se llenaron de energía y ahora cogían de la chica como si quisieran matarla. El sudor empapaba el cuerpo de los cuatro. Lilith lloraba y pensamos que es de dolor.
—¡Alto! —gritó mamá y todos sacaron sus penes —¿Qué pasa, Lilith?
Miró a mamá con aversión.
—¿Por qué se detienen? ¡Sigan, carajo! ¡Sigan!
No eran lágrimas de dolor. Eran de un inmenso placer.
Con renovadas fuerzas, los tres sujetos siguieron follándola con energía. Cuando Brad sacaba la polla de la boquita de Lilith, podíamos escuchar los gritos de mi hermanita al ser taladrada. Sus tetas se balanceaban libres y duras. Sus nalgas ya estaban rojas por todas las nalgadas que recibía.
—¡Me vengo! —exclamó Alan y notamos cómo su cara se comprimía al eyacular dentro de mi hermana. Gerad también se vino poco después. El último en correrse fue Brad, cuyo semen hizo que Lilith se atragantara y tosiera.
Cuando los tre hombres sacaron sus vergas, todos los orificios de Lilith goteaban deliciosa y caliente lechita. El semen le caía por las piernas, embarraba su ano y le resbalaba por el mentón hasta el piso. Terminó rendida, bien cogida y feliz.
Y en cuanto a nosotras, mamá y yo, la fiesta continuó durante el resto de la noche, y a cada una de nosotras también disfrutó de tres pollas a la vez.
Y al terminar todo, miré a mi alrededor. El cuarto olía a sexo, todos dormían a excepción de Lilith, que mamaba en silencio el pene de su novio. Yo sonreí y gateé hasta ella para acariciarle el culito.
—¿Hermana…? Ahora sí me das ¿verdad?
Mi dulce hermana sonrió y me ofreció la polla de su novio, la cual con tremendo gusto, me la llevé a la boca para exprimirle las últimas gotas de semen, mismas que Lilith y yo compartimos como buenas hermanitas que éramos.
Fin
Ufff, chicos esta vez su servidora sí se calentó jajaja fue un gran final, me ecnantó y espero q a ustedes también. Dejenme su comentario plis xD, me gustaría saber qué sintieron, qué les pareciói, etc. Ahh y una cosa más. Me gustaría seguir con la historia de MIS HIJAS Y YO. La verdad es que... le tengo mucho cariño en serio y me preguntaba si les gustaría leer una segunda temporada jeje, o quieren algo nuevo? siempre incesto, por supuesto.
saludos y muchos besos
Capítulo 17
Hablé con los dos hombres, Brad y Rob para preguntarles si podrían venir a cogernos a todas. Por desgracia solamente Brad estaba disponible, así que tendríamos que conformarnos con su gran polla para nuestra celebración. Lilith convenció fácilmente a su novio, el actor pornográfico Alan. Mamá y Gerard eran inseparables, y el hombre estaba dispuesto a ceder si eso le garantizaba cogerse a mi hermanita menor.
Así pues todo estaba listo para darnos el gran banquete. Tres mujeres contra tres hombres y toda la noche para realizar todo lo que queramos y entregarnos como animales al placer. Adecuamos el dormitorio para hacerlo más cómodo echando sábanas mullidas y cojines. También compramos lámparas de iluminación tenue y velas aromáticas que propiciarían todo un ambiente de relajación y erotismo.
Los primeros en llegar fueron Alan y Brad, ya que se conocían de antes. Al verlos juntos, tremendos sementales profesionales, a Lilith y a mí nos dio calorcito en el vientre y sólo pudimos imaginar los grandes paquetes que ellos ocultaban.
Los recibimos con besos. Más tarde llegó Gerard, que ahora vestía más casual y eso aumentaba su atractivo. Era tan alto como los actores, pero menos musculoso. Lo bueno es que no tenía pena de participar en una orgía con ellos. Tenía mucha hambre de mi hermana y eso era suficiente.
Lilith estaba vestida de manera inocente, con una falda larga y holgada que le llevaba a los tobillos y una blusa sin mangas que resaltaban sus preciosos pechos. Mamá era toda una diosa, con un traje de ejecutiva negro que le apretujaba los melones que tenía por tetas, y yo sólo llevaba puesto unos shorts deportivos y una camisa estampada. Nada erótica, pero muy linda por cierto.
Bebimos un poco de vino y charlamos animadamente para entrar en calor. La espera sólo servía para alimentar el deseo de todos, y no tardaron los chistes verdes y el humor picante. Por ejemplo Alan decía que la vagina de Lilith era deliciosamente estrecha que su polla apenas entraba, y precisamente eso le llenaba de placer. Brad se puso triste.
—¿Por qué? —le preguntó Lilith, y el actor se abrió la bragueta y mostró su gran pene flácido. Lilith se ruborizó —. Mmm. Sí me entra.
—Ojalá —dijo mamá —Aquí todas cogeremos con los caballeros. A nadie se le dejará atrás. Y ustedes, señores, sólo tengo una regla: hagan sufrir de placer a mis niñas. Háganles lo que quieran, pero quiero escuchar sus gemidos durante toda la noche.
Mamá era toda una maniática sexual como pueden ver.
Sin más contratiempos, todos subimos al cuarto. El ambiente ya se estaba caldeando porque el sexo se respiraba en el aire. Lilith puso música suave, mientras que cada mujer con su respectiva pareja se dedicaba a una sesión de besos apasionados. Mi hermana se fue a un lado, acostándose en un cogín con las piernas abiertas y su novio acomodado entre ellas. Los chasquidos de sus besos sonaban deliciosos y babosos. Mamá, en la cama, ya estaba desabrochándole el pantalón a Gerard al mismo tiempo que él se despojaba de la camisa. Luego le empezó a besar el abdomen, bajando hasta el bulto que se le formaban detrás del bóxer y procedió a arrancárselo con rapidez. El pene ya estaba erecto, y ella se lo metió a la boca.
No pude seguir viendo más porque los labios de Brad se fundieron con los míos en una beso húmedo. Me recosté sobre él, sintiendo sus manos acariciarme las nalgas por encima del short. Luego alguien me dio una fuerte nalgada y vi que era Lilith, que se estaba riendo mientras Alan le llenaba de besos el cuello y hacía a un lado la blusa para descubrir las tetitas de mi hermana. Yo sonreí y le guiñé un ojo. Tenía pensando cogérmela también. Mientras seguí disfrutando de la lengua de Brad.
El hombre era una máquina de sexo, y pronto me quitó la blusa y tomó mis pechos entre sus grandes manos. Mis pezones, endurecidos ya, entraron en su boca donde él mamó con rapidez. Yo jadeé al sentir cómo jugaba con mis puntitas y las apretaba. Vi que mamá ya estaba encuerada, y sentada en la cama metiéndose el pene entero a la boca. Se le inflaba la garganta y luego soltaba un chorro de saliva cuando tenía una arcada. La polla salía embarrada de fluidos bucales. Ella la levantó y se dedicó a chupar los grandes huevos de Gerard y a lamerle todo el escroto como si se tratara de una paleta de hielo. Succionaba los testículos y el hombre jadeaba de dolor pero de goce. Ayudaba a mamá marcando el ritmo y le daba instrucciones de qué tan rápido ir o cuando detenerse.
Brad volvió a la carga una vez que hubo lamido mis senos, y con una sonrisa de lujuria se quitó los pantalones. El pene lo traía endurecido, con la piel negra tensándose alrededor del falo de carne. Se me hizo la boca agua y me puse a cuatro patas como una gatita para engullir su pene. Tuve que abrir la mandíbula al máximo para que me cupiera, y cuando la tuve, la tanteé con la lengua para obtener el líquido preseminal.
A mi lado, Lilith ya estaba totalmente desnuda. Alan le ofrecía el pene y mi hermanita mamaba con suavidad. Masturbaba el miembro con una mano y le deslizaba la lengua como una niña chupando una paletita. Mientras que mamá y yo parecíamos posesas con una verga en la boca, ella seguía manando una deliciosa inocencia. Se masturbaba despacito el clítoris y se introducía sólo un dedito. Sus pezones ya estaban levantados. Respiraba despacio, enervándose por el tamaño del miembro. Al chuparlo, se le inflaban los cachetes. Durante un segundo se volvió loca y trató de meterse la polla entera. Tosió y la sacó llena de saliva. Sonrió a su novio y siguió con su trabajo.
Poco después llegó la hora del sagrado intercambio de parejas. Gerard y Alan intercambiaron a sus mujeres. A mí me costó desprenderme de mi negrito, así que lo abracé con los muslos para no dejarlo ir y permitir que su enorme glande se frotara con mi raja.
Mamá recibió a Alan a cuatro patas. Ya estaba lista para la penetración. El novio de su hijita se acomodó y dirigió el pene a la entrada del coño, que se dilató al sentir la gruesa interrupción. Los jadeos de mujer se hicieron más fuertes mientras se volvía loca. Entre tanto, gerard tenía la boca entre las piernas de Lilith y le comía la conchita. Mi hermanita se pellizcaba los pezones y reía feliz al sentir la lengua adentrándose en ella.
—Ya, métemela —le rogué a Brad.
Él lo hizo con cuidado. Para ayudarle, abrí mis piernas y mojé mis dedos con saliva para frotarme la entrada. Él dirigió el pene, que perforó mi vulva hasta adentrarse por todo mi canal vaginal, extendiéndolo y enviando a mi cerebro un rayo de electricidad. El corazón me latía fuerte dentro del pecho y comencé a sudar por el goce. Dolía un poco, pero a medida que embestía se hizo más rico. Me concentré en el sonido de la follada que le estaban dando a mamá. Apenas podía mantenerse en la posición del perrito porque sus rodillas y brazos flaqueaban. Alan se la estaba cogiendo como si fuera una película hardcore. Las carnes de la mujer se mecían con las embestidas y la polla salía brillante y llena de sus jugos internos.
Lilith también estaba siendo penetrada ahora. Tenía los ojitos cerrados y la cara roja. La comprendía porque su vagina era muy estrecha y el miembro de Gerard era muy grueso. Apretó los puños y jadeó. Luego empujó al hombre suavemente con el pecho para que se calmara, porque ya estaba pareciendo un animal follando salvaje a la pobre Lilith.
Yo le sonreí a mi hermana y ella me devolvió el gesto. Extendí una mano para tomar la suya y permanecimos así mientras nos destrozaban el coño. Tanto Brad como Gerard se habían sincronizado y ahora nos golpeaban las entrañas al mismo ritmo. Claro que mi vagina al ser más ancha, albergaba el pene en su totalidad y me daba más placer que dolor, pero a la pobre de mi hermana la cogida le estaba sacando grititos y jadeos descontrolados.
Al saber esto, gerar sacó el pene y se lo ofreció a Lilith, que agradeció el descanso y como recompensa chupó la verga empapada con sus propios fluidos. Su sabor le fascinaba. Recordé cuando la enseñé a masturbarse hacía tanto tiempo. Se sorprendió al ver la cantidad de juguitos que su vaginita virgen en ese momento, era capaz de manar. Y le dije que no pasaba nada si se la comía. Y ella así lo hizo esa vez. Disfrutó tanto del sabor de sus jugos que se masturbaba sólo para obtenerlos. El aroma sexual la volvía loca.
Y de paso a mí también.
—¡Anda, hija, tienes que compartir! —dijo mamá impertérrita.
Brad me miró y se encogió de hombros.
—Está bien.
Los tres hombres se acomodaron en el piso con sus pollas apuntando al techo. Yo tomé una cámara mientras para tomar fotos. Lilith se sentó sobre la deliciosa verga de su novio, abriendo sus nalgas para darle una mejor vista y facilidad al entrar. Su culo tenía la forma de un corazón, con sus carnosas nalguitas sacudiéndose al ritmo de las embestidas. Alan le abrió las pompas para que yo pudiera ver el anito de mi hermana, tan estrecho como su coño.
Por otro lado mamá se devoró el pene de Brad. Le entró más fácil que a mí, y comprendí que no era de extrañar, porque ella llevaba tanto tiempo cogiendo que de seguro su vagina ya estaba acostumbrada a devorarse diferentes tamaños de pollas.
También a ella le tomé fotos mientras se mezclaba con su hija en una competición por ver quien saltaba con más rapidez. Mamá iba ganando, claro. Ni todos los jugos que lubricaban a Lilith eran capaces de permitir que la polla se deslizara con más facilidad. En cambio, lo vulva de nuestra madre se tragaba su respectiva polla.
Lo más rico eran los sonidos de las dos. Los gruesos gritos de mamá contra los angelicales sonidos de mi hermana. Sus tetitas se movían libremente. Ella se sujetaba el cabello y se lo revolvía para darle un toque más salvaje. Su pecho estaba rojo por la sangre, y también su carita. Las folladas eran violentas para la pobre.
Luego de eso se tiró a un lado y Alan se le puso atrás, como cucharita. La cogió con más cariño. Mamá se aproximó y se unió a Lilith con un beso de lengua mientras le daban por su respectivo coño. Yo dejé la cámara y me fui por la verga de Gerald, colocándome en un 69 para que pudiera comerme la concha como él quisiera. Su barba me picaba la vulva, pero yo mamaba de su polla y me concentraba más en sus huevos, que estaban escondidos en ese momento. Embarraba con saliva su escrito y luego mamaba con más entusiasmo. Fue en ese momento que una descarga de leche me llenó la boca, y como tenía el miembro hasta la garganta, no pude hacer más que tragarme ese delicioso y nutritivo néctar de vida. No dejé una sola gota dentro de los huevos del hombre.
Ahora que él había tenido su corrida, tenía que tomarse un descanso para volver a erectarse. Así que yo me fui con Lilith y mamá. Me coloqué en medio de las dos mientras dejaba que me chuparan las tetas.
—Quiero dos pollas ahora —dijo mamá.
Acto seguido, se colocó encima de mi negro delicioso, y Alan dejó a mi hermanita. Se agazapó detrás del culo de mamá. Se colocó un condón y le perforó el recto. Mi madre jadeó la tener dos miembros a la vez. Quedó como la carne de un sándwich mientras le daban por sus dos agujeros con tanta violencia que resultaba muy agradable a la vista.
Lilith fue hasta una bolsa y de allí sacó un arnés que se colocó. Pensé que me cogería a mí, pero no. le pidió permiso a alan y ésta sacó el pene del ano de mamá. Acto seguido, Lilith le colocó un condón al juguete y perforó el orificio de su mamita, que al sentir una textura diferente, miró y vio a su pequeña bebé dándole por el ojete. Esa visión la hizo excitarse todavía más, y movió sus caderas de adelante para atrás ayudando a la penetración. Mientras tanto, Alan se fue hacia al frente para ofrecerle su trozo de carne a Aura, que sin pensarlo lo tomó con sus labios y mamó con renovadas fuerzas. No podía gemir por tener llena la boca, y Lilith se la estaba zampando con tanto vigor que hasta su cara ya estaba colorada.
Finalmente a mamá le sobrevino un orgasmo, y ya que era una squirter, el líquido manó de su concha como una deliciosa fuente.
—Bueno… eso ha sido excelente ¿quién sigue? —preguntó mi inocente hermana cambiándole el condón a su juguete.
—Yo, yo —me moría de ganas de que ella me cogiera a mí.
Lilith sonrió y se tiró sobre el piso. Yo me coloqué sobre ella para clavar el arnés en mi coño. Detrás de mí, para una penetración doble, se colocó Brad y dirigió su negra polla hasta mi orificio. Claro que antes lo llenó de lubricante para hacer al cogida más fácil, y con ello lentamente fue dilatando las paredes de mi recto para acomodar su miembro.
El vaivén en el que me sumergí me hizo gemir. Mientras tanto, a mamá le estaban dando otra penetración doble por Alan y Gerard. Sus grandes tetas artificiales estaban siendo lamidas por el novio de Lilith, y lo hacía con tanta fuerza que resultaba inquietante cómo no se le desprendían los pezones. Sin embargo mamá disfrutaba de lo lindo y pedía más, más, con su vocecita de puta.
Lilith me cubrió con sus brazos y me besó profundamente al tiempo que me clavaba el juguete con rápidos movimientos de su cadera. Detrás el otro miembro causaba estragos dentro de mí hasta llegar a un punto que fue demasiado incómodo y le pedí a Brad que me sacara su polla.
Finalmente, más cómoda, me entregué a mi hermana menor, besándola y lamiéndole los pezones.
—Quiero follarte yo a ti.
Intercambiamos el arnés. Ahora lo tenía yo, y me apresuré a abrirle las piernas y montar sus tobillos en mis hombros. Su concha estaba empapadas de fluidos, y rojita debido a todo el sexo que estaba recibiendo. Sus pezones lucían hinchados. Me apresuré a meterle el juguete de un sólo movimiento, enterrándolo en toda su longitud. Lilith soltó un gritito. Le acaricié la parte baja del vientre, masajeando su clítoris al tiempo que echaba mi cadera para el frente, follándomela toda al completo.
Mi pequeña hermana jadeaba con placer y se pellizcaba las tetitas. La piel blanca estaba mojada por una capita de sudor. Sus mejillas completamente coloradas.
—Métemelo… por el culo —me pidió.
Saqué el arnés de su coño y lo dirigí a su estrecho anillo. Fue difícil penetrarla, pero no imposible. Ella hizo muecas de dolor y apretó la quijada. Lo soportó y lentamente empecé a follar de nuevo. En ese momento se acercó Brad, con su tiesa y oscura polla como el carbón, y se la zampó en la boca a Lilith, que al tener un pene tan inmenso dentro de sus labios, no supo cómo mamarlo. De todos modos mi hermana era muy pequeña físicamente, alta pero esbelta y su boquita no era muy grande. Ya le costaba chuparle el pene a su novio, que era de considerable tamaño, pero ¿a brad? Eso estaba a otro nivel.
Al ver el actor que no podría meter todo su falo en la boca de mi hermana, decidió dejarle sólo el glande. Más cómoda, Lilith chupó de él el líquido preseminal que estaba saliendo. Su rosada lengua lo recorría toda la superficie llena de venas.
—Vamos a enfiestar a Lilith con todo lo que tenemos —dijo mamá.
Lilith sacó el pene y preguntó con inocencia infantil.
—¿Qué cosa?
—Pollas por todos lados.
Vi que tragaba saliva. Miraba a todos los hombres que tenía a su disposición. Con los cachetes arrugados, y el ceño fruncido, Lilith asintió llena de determinación.
Se colocó sobre su novio Alan, cuyo miembro entró hasta el final por su coñito apretado. A continuación vino gerard, zampándole el pene en el ano. Se alojó en su agujero con relativa facilidad luego de echarle bastante lubricante. Claro que en todo el trayecto Lilith fue haciendo gestos de dolor. Luego vino el de Brad, que se alojó en la boca de mi hermana menor. El hombre se aseguró de meter un poquito más allá de su glande. El cachete derecho de Lilith se infló por la presión. La saliva goteaba.
—Mírala… es hermosa —dijo mamá mirando a su adorada hija llena de pollas por todos sus agujeros.
Hasta ese momento ningun hombre se movía. Todos estaban quietos.
—Despacio, caballeros.
Sincronizadamente, los tres machos empezaron a moverse dentro de mi hermanita. Lilith cerró los ojos en una mezcla de placer y dolor. Una polla entraba a su coño y otra salía de su culo. Luego viceversa. Al inicio fue lento, pero pasados dos minutos, los tres hombres se llenaron de energía y ahora cogían de la chica como si quisieran matarla. El sudor empapaba el cuerpo de los cuatro. Lilith lloraba y pensamos que es de dolor.
—¡Alto! —gritó mamá y todos sacaron sus penes —¿Qué pasa, Lilith?
Miró a mamá con aversión.
—¿Por qué se detienen? ¡Sigan, carajo! ¡Sigan!
No eran lágrimas de dolor. Eran de un inmenso placer.
Con renovadas fuerzas, los tres sujetos siguieron follándola con energía. Cuando Brad sacaba la polla de la boquita de Lilith, podíamos escuchar los gritos de mi hermanita al ser taladrada. Sus tetas se balanceaban libres y duras. Sus nalgas ya estaban rojas por todas las nalgadas que recibía.
—¡Me vengo! —exclamó Alan y notamos cómo su cara se comprimía al eyacular dentro de mi hermana. Gerad también se vino poco después. El último en correrse fue Brad, cuyo semen hizo que Lilith se atragantara y tosiera.
Cuando los tre hombres sacaron sus vergas, todos los orificios de Lilith goteaban deliciosa y caliente lechita. El semen le caía por las piernas, embarraba su ano y le resbalaba por el mentón hasta el piso. Terminó rendida, bien cogida y feliz.
Y en cuanto a nosotras, mamá y yo, la fiesta continuó durante el resto de la noche, y a cada una de nosotras también disfrutó de tres pollas a la vez.
Y al terminar todo, miré a mi alrededor. El cuarto olía a sexo, todos dormían a excepción de Lilith, que mamaba en silencio el pene de su novio. Yo sonreí y gateé hasta ella para acariciarle el culito.
—¿Hermana…? Ahora sí me das ¿verdad?
Mi dulce hermana sonrió y me ofreció la polla de su novio, la cual con tremendo gusto, me la llevé a la boca para exprimirle las últimas gotas de semen, mismas que Lilith y yo compartimos como buenas hermanitas que éramos.
Fin
Ufff, chicos esta vez su servidora sí se calentó jajaja fue un gran final, me ecnantó y espero q a ustedes también. Dejenme su comentario plis xD, me gustaría saber qué sintieron, qué les pareciói, etc. Ahh y una cosa más. Me gustaría seguir con la historia de MIS HIJAS Y YO. La verdad es que... le tengo mucho cariño en serio y me preguntaba si les gustaría leer una segunda temporada jeje, o quieren algo nuevo? siempre incesto, por supuesto.
saludos y muchos besos
3 comentarios - Trabajos eróticos cap 17 final
Igual siempre me voy a pasar por tus post. Besos y gracias por tus relatos
Muy buena historia...y me calentó mucho este final a toda orgía!!
Que lindas las hermanitas chupando esa pija al final...