Micro relato: En la cocina.
El fin de semana pasado hicimos una fiesta con las parejas amigas de siempre en nuestra casa, pero lo que nunca han sabido esas mujeres, es que sus esposos no se casan de enlecharme la boca, la cara y la concha.
Como era de esperar, cuando el alcohol ya hace efecto en ellos, me buscan para que les mame sus penes. Por supuesto yo muy contenta con ello, sabía lo que buscaban por lo que les dije que de a uno fuera a la cocina. De este modo sus esposas no notaría sus ausencias y todo podría pasar sumamente desapercibido.
El primero partió hacía allá, mi marido a un costado duro como palo y yo arrodillada lista para chupar. Así fue que llegó, se bajo todo y comencé a darle con todo a ese tremendo pene. No pasaron ni 5 minutos y se corre dentro de mi boca repletándola de semen calentito y espeso como me gusta saborear.
Se sube la ropa y va a buscar al otro. Así este entra y se corre de la misma manera. Pasaron todos por mi boquita uno a uno me fue gozando hasta quedar secos. El último y la mas rica, obvio, mi esposo reventó en leche luego de presenciar como 3 de sus amigos disfrutaron de mi.
El fin de semana pasado hicimos una fiesta con las parejas amigas de siempre en nuestra casa, pero lo que nunca han sabido esas mujeres, es que sus esposos no se casan de enlecharme la boca, la cara y la concha.
Como era de esperar, cuando el alcohol ya hace efecto en ellos, me buscan para que les mame sus penes. Por supuesto yo muy contenta con ello, sabía lo que buscaban por lo que les dije que de a uno fuera a la cocina. De este modo sus esposas no notaría sus ausencias y todo podría pasar sumamente desapercibido.
El primero partió hacía allá, mi marido a un costado duro como palo y yo arrodillada lista para chupar. Así fue que llegó, se bajo todo y comencé a darle con todo a ese tremendo pene. No pasaron ni 5 minutos y se corre dentro de mi boca repletándola de semen calentito y espeso como me gusta saborear.
Se sube la ropa y va a buscar al otro. Así este entra y se corre de la misma manera. Pasaron todos por mi boquita uno a uno me fue gozando hasta quedar secos. El último y la mas rica, obvio, mi esposo reventó en leche luego de presenciar como 3 de sus amigos disfrutaron de mi.
9 comentarios - Micro relato: En la cocina.
Gracias por lo puntitos.
Una puta hermosa que disfruta serlo!!!!!
Me encanta
mandame tu cel por mp