Ese encuentro con Nora, con la complicidad y la mirada de Mariana me había cambiado. Había quedado con ganas de más. Quería más, quería mas del cuerpo de Nora, pero también que Mariana me mirara. Esas dudas iniciales sobre que pasaría al cojerme a una mujer y que otra persona mirara, esa parálisis cuando vi que Mariana observaba como me cojia a su amiga no estaban mas, yo solo quería hacerlo de nuevo, que me viera de nuevo.
No paraba de pajearme con el recuerdo de la situación, con como le ofrecí mi pija a punto de explotar a Mariana y Nora la reclamaba para ella. Quería repetir ya, quería hacerlo sin tapujos en la cara de Mariana para que ella gozara el espectaculo. Pero no la veia, menos de diez metros nos separan, un pasillo.. y no la veia.
Nos cruzamos y me apresure a encontrarla "¿cuando repetimos?" le dije en voz baja al oido. "Estoy muy corta de tiempo, no puedo" me contesto eludiendo mi pregunta y las que siguieron... ella notaba mis ganas de repetir la situación y yo desesperaba al ver su poco interés. Me la jugué, pedí el teléfono de Nora. Le dije si ella no quería seguir teniendo algo conmigo, si decidía ser fiel a su nueva pareja que me deje en brazos (y piernas) de su amiga. "NO!, no te lo voy a dar, esto es así. Si la vez es cuando, como y donde yo te diga, y yo voy a estar. Es así, no te gusta...te jodés" No hizo mas que decir eso y entro a su casa. La próxima vez que la cruce solo le dije que sentía haberla apurad y que si, que quería seguir el juego. era mi única chance de volver a tener algo con ellas.
Esa misma semana, viernes por la tarde, como las veces anteriores un mensaje inicio todo. Solo me decía "venís" y yo lo imaginé todo. Toqué su puerta con una erección enorme que creció cada paso del pasillo. Abrió la puerta, jean remera escotada y maquillaje. Estaba para salir y muy linda, sexy mucho mas atractiva que siempre. "¿estamos solos?" le pregunte sabiendo que si la respuesta era si, sería dificil que tengamos algo, y si era un no, Nora estaría esperándome en la habitación.
La respuesta fue un ruido a tacos en el piso, Nora con una camisa que tapaba su culo y poco mas, con sus larguisimas piernas al aire se paro al lado de la puerta de la habitación "¿te gustan?... los zapatos, ¿te gustan?" pregunto mientras agitaba uno de su pies enfundados en zapatos negros de tacos largos, yo embobado con la camisa y buscando si podía ver un poco más. Aproveche el recorrido visual obligado a sus pies para ver sus piernas. largas, finas, trabajadas, eran una obra de arte, mucho mas para un mujer de cuarenta largos.
"¿te gusta lo que ves?" me pinchó Mariana, "Quédate acá" me dijo y caminó los pocos pasos que la separaban de Nora y le desabrochó un botón, jugó un poco con su ropa "y ¿que te gusta más? las gambas que tiene? las gomas que se hizo? ¿la boca? ¿el culo que sacó en el gym?" Nora jugaba con su ropa como lo hacía mariana, a cuatro manos movían la camisa, me mostraba la tanga roja el corpiño de encaje que le iba en juego. Las dos reían de mis ganas de lanzarme sobre ella.
Quise avanzar y Mariana con la manó me ordenó que me quedara en mi lugar. Nora sonrió y le dije a su cómplice "sabe como es al cosa?", si, le dije que es cuando yo quiera, lo que quiera, le contesto Mariana. "no Mar, es cuando yo quiera, vos tengas ganas de vernos, lo que se nos antoje a las dos.. ¿te va pendejo? ¿te gusta así? mientras uno por uno sacaba los botones de la camisa y la dejaba caer. "¿sabes por que vine?, lo del otro día un poco me gustó, pero hay algo mas que Mar me dijo que hacías que ella te enseño y que a mi me gusta" No llego a terminar esa frase y Mariana, su amiga Mar, la dejó en tetas. Su pezones eran una tentación, avance un pasó, pero otra vez me dijeron que me frenara. Obedecí.
¿sabes que le conté, y le gustó? pregunto Mariana, no le supe responder. Desde atrás de su amiga, cubierta por su cuerpo, por sus tetas que distraían mi mirada, hizo un gesto imposible de confundir. Estiro su lengua entre sus dedos en V posados delante de su boca. Nora estiro su tanga la bajó hasta dejar visible su monte de venus y la volvió a subir, giro hacia la cama y me dijo "es mi antojo de hoy, ¿venís?"
No había forma que me negara, entre en la habitación y comencé a desvestirme. "no te saques nada por ahora" me corto mariana.
Nora, tendida boca arriba en la cama jugaba con la tanga con una mano y con los dedos de la otra ya se tocaba. Me tendí a su lado, le comí la boca, el cuello, bese su tetas mientas la acariciaba. poco a poco me acercaba a su entrepierna. "sacame los zapatos" me ordenó. baje hasta sus pies, los desnude y descubrí el placer que le daban los besos y caricias en las piernas. Poco a poco subi, con mi cabeza por sus rodillas metí mis manos en su culo, lo manosee con ganas, enrede la tanga entre mis dedos y tire. Un hilo corrió entre la tanga empapada y su concha.
No me apure, volví a sus pies, le tire la tanga a Mariana que nos miraba sentada en la cama y me acerque poco a poco besando sus piernas. Jugué con mis dedos en su boca, me humedeció los labios y empece a tocarla, a penetrarla con mis dedos, a buscar su clítoris con la lengua, a hacer todo lo que hacia con Mariana, esa misma que ahora nos miraba. Yo tampoco pude resistir mas y con mi torpe mano izquierda liberé mi pija del pantalón y me toque. Entre la respiración y los primeros gemidos de Nora escuche el cierre de Mariana abrirse, la vi tocarse, la vi cediendo ante la tentación y desee meterme también entre sus piernas.
Nora seguía empapada, cada vez mas, sus gemidos eran mas fuertes, mis dedos iban mas adentro y mas rápido. La sentí tomarme con fuerza de los pelos, dejé que su cadera se levantara un poco. Su orgasmo fue distinto al de nuestro primer encuentro, gritó, se escapo de su cuerpo un grito agudo y primitivo.
Sali de entre sus piernas, ella estaba con la cara colorada, el pecho inflado por la respiración. Mariana se tocaba despacio sentada en la cama y yo con los pantalones y el boxer por las rodillas mostrando mi paja erecta. "No te dije que me la muestres" Dijo mariana "¿a cual me cojo primero?" les pregunté.
Reglas, pendejo, vos aceptaste. Es cuando, como y donde yo te diga. Te dije que se la chupes... no que la ibas a poner. "Dale, mira como estoy, y como está" le dije mientras me pajeaba un poco y buscaba el forro. "hoy no, nos vamos ahora, otro día. Yo voy a querer más" Dijo Nora. Se limpiaron. mariana arreglo sus ropas, ayudo a Nora a quedar mas vestida que como la encontré. el teléfono sonando las apuraba, era el hombre de Mariana. Ellas se fueron, yo había provocado algo que "el oficial" disfrutaría y yo me quedaba teniendo que matarme a pajas.
No paraba de pajearme con el recuerdo de la situación, con como le ofrecí mi pija a punto de explotar a Mariana y Nora la reclamaba para ella. Quería repetir ya, quería hacerlo sin tapujos en la cara de Mariana para que ella gozara el espectaculo. Pero no la veia, menos de diez metros nos separan, un pasillo.. y no la veia.
Nos cruzamos y me apresure a encontrarla "¿cuando repetimos?" le dije en voz baja al oido. "Estoy muy corta de tiempo, no puedo" me contesto eludiendo mi pregunta y las que siguieron... ella notaba mis ganas de repetir la situación y yo desesperaba al ver su poco interés. Me la jugué, pedí el teléfono de Nora. Le dije si ella no quería seguir teniendo algo conmigo, si decidía ser fiel a su nueva pareja que me deje en brazos (y piernas) de su amiga. "NO!, no te lo voy a dar, esto es así. Si la vez es cuando, como y donde yo te diga, y yo voy a estar. Es así, no te gusta...te jodés" No hizo mas que decir eso y entro a su casa. La próxima vez que la cruce solo le dije que sentía haberla apurad y que si, que quería seguir el juego. era mi única chance de volver a tener algo con ellas.
Esa misma semana, viernes por la tarde, como las veces anteriores un mensaje inicio todo. Solo me decía "venís" y yo lo imaginé todo. Toqué su puerta con una erección enorme que creció cada paso del pasillo. Abrió la puerta, jean remera escotada y maquillaje. Estaba para salir y muy linda, sexy mucho mas atractiva que siempre. "¿estamos solos?" le pregunte sabiendo que si la respuesta era si, sería dificil que tengamos algo, y si era un no, Nora estaría esperándome en la habitación.
La respuesta fue un ruido a tacos en el piso, Nora con una camisa que tapaba su culo y poco mas, con sus larguisimas piernas al aire se paro al lado de la puerta de la habitación "¿te gustan?... los zapatos, ¿te gustan?" pregunto mientras agitaba uno de su pies enfundados en zapatos negros de tacos largos, yo embobado con la camisa y buscando si podía ver un poco más. Aproveche el recorrido visual obligado a sus pies para ver sus piernas. largas, finas, trabajadas, eran una obra de arte, mucho mas para un mujer de cuarenta largos.
"¿te gusta lo que ves?" me pinchó Mariana, "Quédate acá" me dijo y caminó los pocos pasos que la separaban de Nora y le desabrochó un botón, jugó un poco con su ropa "y ¿que te gusta más? las gambas que tiene? las gomas que se hizo? ¿la boca? ¿el culo que sacó en el gym?" Nora jugaba con su ropa como lo hacía mariana, a cuatro manos movían la camisa, me mostraba la tanga roja el corpiño de encaje que le iba en juego. Las dos reían de mis ganas de lanzarme sobre ella.
Quise avanzar y Mariana con la manó me ordenó que me quedara en mi lugar. Nora sonrió y le dije a su cómplice "sabe como es al cosa?", si, le dije que es cuando yo quiera, lo que quiera, le contesto Mariana. "no Mar, es cuando yo quiera, vos tengas ganas de vernos, lo que se nos antoje a las dos.. ¿te va pendejo? ¿te gusta así? mientras uno por uno sacaba los botones de la camisa y la dejaba caer. "¿sabes por que vine?, lo del otro día un poco me gustó, pero hay algo mas que Mar me dijo que hacías que ella te enseño y que a mi me gusta" No llego a terminar esa frase y Mariana, su amiga Mar, la dejó en tetas. Su pezones eran una tentación, avance un pasó, pero otra vez me dijeron que me frenara. Obedecí.
¿sabes que le conté, y le gustó? pregunto Mariana, no le supe responder. Desde atrás de su amiga, cubierta por su cuerpo, por sus tetas que distraían mi mirada, hizo un gesto imposible de confundir. Estiro su lengua entre sus dedos en V posados delante de su boca. Nora estiro su tanga la bajó hasta dejar visible su monte de venus y la volvió a subir, giro hacia la cama y me dijo "es mi antojo de hoy, ¿venís?"
No había forma que me negara, entre en la habitación y comencé a desvestirme. "no te saques nada por ahora" me corto mariana.
Nora, tendida boca arriba en la cama jugaba con la tanga con una mano y con los dedos de la otra ya se tocaba. Me tendí a su lado, le comí la boca, el cuello, bese su tetas mientas la acariciaba. poco a poco me acercaba a su entrepierna. "sacame los zapatos" me ordenó. baje hasta sus pies, los desnude y descubrí el placer que le daban los besos y caricias en las piernas. Poco a poco subi, con mi cabeza por sus rodillas metí mis manos en su culo, lo manosee con ganas, enrede la tanga entre mis dedos y tire. Un hilo corrió entre la tanga empapada y su concha.
No me apure, volví a sus pies, le tire la tanga a Mariana que nos miraba sentada en la cama y me acerque poco a poco besando sus piernas. Jugué con mis dedos en su boca, me humedeció los labios y empece a tocarla, a penetrarla con mis dedos, a buscar su clítoris con la lengua, a hacer todo lo que hacia con Mariana, esa misma que ahora nos miraba. Yo tampoco pude resistir mas y con mi torpe mano izquierda liberé mi pija del pantalón y me toque. Entre la respiración y los primeros gemidos de Nora escuche el cierre de Mariana abrirse, la vi tocarse, la vi cediendo ante la tentación y desee meterme también entre sus piernas.
Nora seguía empapada, cada vez mas, sus gemidos eran mas fuertes, mis dedos iban mas adentro y mas rápido. La sentí tomarme con fuerza de los pelos, dejé que su cadera se levantara un poco. Su orgasmo fue distinto al de nuestro primer encuentro, gritó, se escapo de su cuerpo un grito agudo y primitivo.
Sali de entre sus piernas, ella estaba con la cara colorada, el pecho inflado por la respiración. Mariana se tocaba despacio sentada en la cama y yo con los pantalones y el boxer por las rodillas mostrando mi paja erecta. "No te dije que me la muestres" Dijo mariana "¿a cual me cojo primero?" les pregunté.
Reglas, pendejo, vos aceptaste. Es cuando, como y donde yo te diga. Te dije que se la chupes... no que la ibas a poner. "Dale, mira como estoy, y como está" le dije mientras me pajeaba un poco y buscaba el forro. "hoy no, nos vamos ahora, otro día. Yo voy a querer más" Dijo Nora. Se limpiaron. mariana arreglo sus ropas, ayudo a Nora a quedar mas vestida que como la encontré. el teléfono sonando las apuraba, era el hombre de Mariana. Ellas se fueron, yo había provocado algo que "el oficial" disfrutaría y yo me quedaba teniendo que matarme a pajas.
1 comentarios - El juego de Mariana