Mi mamá estaba arriba mio, con mi pija adentro, sacudiéndose atrás y adelante, emitiendo un leve quejido. Estaba bien sentada, con las manos en sus grandes caderas, por lo que podía ver la caída y movimiento de sus hermosas y naturales tetas.
Era la primera vez que estaba en la habitación donde ella trabajaba.
Era igual a la habitación de Vivi, igual a la habitación donde debuté y cogí tantas veces con su colega, pero ahora, el cliente de mi mamá era yo, y el precio que quería cobrarme era alto.
-No te cases Lu- dijo mi mamá.
-¿Por qué no, mamá?-
-Porque te quiero para mí. Desde el día en que viniste acá y me descubriste, te quise para mi-
-Me hubiera encantado estar ese mismo día con vos mamá, y cumplir mi fantasía-
-Pensé que te habías ido enojado ese día, Lu-
-No mamá, me fui caliente, y por eso volví al otro día, en el que me hizo debutar Vivi-
-Ojalá hubiese sido yo tu primera mujer- dijo mi mamá -pero ahora estoy cumpliendo tu fantasía. Soy yo tu mujer, no tu hermanita-
-No es mi hermana, es mi medio hermana, vos solo tuviste un hijo, y soy yo-
-Sos mi único hijo- mi mamá bajo de arriba mio y se puso en cuatro, dejándome ver no solo su culo apretado, sino también su concha totalmente empapada -¿Querés ser también mi único hombre?-
Me puse detrás de ella, acomodé mi pija en su concha y la penetré con fuerza, agarrándola de las caderas -No. Me gusta que sea una putita-
Mi mamá gemía mientras le metía cada centímetro de mi pija -¿Qué pasa burrito, ya no respetas a tu mami?-
-Si, y te amo como a ninguna, pero en esta cama, en este cuarto, yo soy tu hombre y vos mi putita-
-¿Putita? Ya estoy muy grande Lu, tengo 55, en todo caso seré tu puta, con todas las letras-
-Si, sos mi puta y no me importa que me hayas parido con esta concha, la voy a coger siempre-
-Y yo quiero que me metas esa poronga enorme siempre. Vos sos mi hombre ¿Te gusta cumplir tu fantasía?-
-Si mamá, quiero cumplir todas mis fantasías con vos-
-Asi que tenés más fantasías- dijo mi mamá con toda su voz de putita -Ya me imagino cual- se adelantó para sacas mi pija de su concha y con la mano la acomodó en la entrada de su cola y retrocedió para que entrara.
No me demoré en empezar a penetrarla por su culo, aunque costó mucho, llegué hasta al fondo y le hice saltar las lágrimas.
-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué te hice tan pijudo?!- gimió mi mamá
-Me vas a decir que no te gusta que sea pijudo-
-Estoy muy orgullosa de que seas pijudo. Con razón Vivi estaba tan contenta-
Su respiración comenzó a agitarse, su cuerpo comenzó a temblar, sus gemidos a intensificarse y yo, a cogerla mas duro, a hacerle la cola con fuerza, hasta que sentí como de su concha caía un fuerte orgasmo que mojó todo y mi mamá cayó rendida hacia adelante.
-Descubriste mi secreto- dijo mi mamá en un susurro
-¿Cuál secreto?-
-Solo acabo si me hacen la cola- y mi mamá sonrió
La di vuelta, subí bien sus piernas hasta dejar a la vista tanto su concha como su cola. Opté por su sola y volví a penetrarla con fuerza.
Ella mientras tanto, se agarraba una teta y con la otra mano se colaba dos dedos en su concha -Pasame los cigarrillos, hijo-
Se los pase, sin dejar de penetrarla. Mi mamá sacó uno, lo prendió y me dijo -¿Querés uno para vos o lo compartimos? …No me mirés así, Vivi me dijo que te enseño a fumar cuando debutaste. La muy puta no me dejo nada-
Con el cigarrillo en la boca comenzó a gemir nuevamente, hasta que dio una larguísima pitada, contrayendo todo su cuerpo, apretando mucho sus ojos y su culo para luego soltar el humo por la nariz y boca y una catarata de flujo desde su concha. Sacó mi pija de su cola y se acostó.
-¿Alguna otra fantasía en la que pueda ayudar a mi hijo?-
Yo, acostado al lado de ella, con la pija muy parada, le dije -Si mamá, quiero un trio con vos y ora mujer-
-¿Voy a tener que compartirte en el primer polvo? Pasame el celu-
-En mi primer polvo con vos- le respondí mientras le pasaba el celu -porque vos ya acabaste dos veces-
-Te lo voy a compensar bebé- mi mamá comenzó a escribir y después de terminar, metió mi pija en su boca.
Al rato alguien tocó la puerta y mi mamá le pidió que pase. Era Vivi, que estaba totalmente desnuda, muy maquillada, con un vaso con agua en una mano y una pastilla en la otra. Al entrar, vio como mi mamá me estaba haciendo un pete.
-¿Qué está pasando acá?- preguntó Vivi alarmada, dejando la pastilla y el vaso con agua.
Vivi se veía esplendida. Estaba mucho mejor conservada que mi mamá, a pesar de tener la misma edad.
-Tranquila Vivi. Quiere estar con las 2, dale la pastilla-
-Yo no puedo participar de esto Gisela ¡Es tu hijo!-
-Ahora no, es nuestro cliente, y vos tenés tan pocas ganas de que se case como yo. Para eso, tenemos que cumplirle la fantasía. Dale la pastilla- ordenó mi mamá y Vivi acató.
-¿Para qué es esta pastilla?- pregunté.
-Si vas a rendir muchos polvos con nosotras- comenzó a responder Vivi -la vas a necesitar, y más para que te llegue sangre a semejante pija-.
Me tomé la pastilla mientras Vivi me jalaba la pija y mi mamá esperaba sentada en la cama.
-¿Qué pasa? ¿Mamá no te pudo hacer acabar?- preguntó Vivi, con una mirada complice a mi mamá, que seguía fumando en la cama -la tía Vivi te va a ayudar-
Vivi me llevó a la cama con mi pija en su mano, y se puso en cuatro. Lo mismo hizo mi mamá, colocándose a su lado. Tenía a la derecha a la concha que me parió y a la izquierda, a la concha que me hizo debutar. Dos veteranas de 55 años, en cuatro, con sus tetas colgando, esperando a que las penetre. Con mis 30 años, no podía creer que estuviera cumpliendo todas mis fantasías.
Fui alternándome entre la concha de Vivi, con la cual emepcé, y la concha de mi mamá, mientras ellas hablaban.
-Gracias por hacerlo debutar, por hacerlo hombre, Vivi- decía mi mamá.
-Gracias a vos Gi, por haber parido a semejante macho- Vivi remarcó estas últimas palabras mientras la embestía con mi pija.
-Sos mi mejor amiga Vivi- mi mamá le acariciaba tiernamente el pelo a Vivi, y la miraba provocativamente.
-Vos sos mi mejor amiga Gi- Vivi acariciaba a mi mamá y correspondía su mirada.
Cuando salí de la concha de Vivi y penetré a mi mamá, las dos veteranas comenzaron a besarse, se comían la boca apasionadamente. Aproveché el momento de exitación y volví a hacerle la cola a mi mamá.
Después de un rato así, en el que mi mamá y Vivi no paraban de besarse, manosearse y decirse cosas provocativas, les dije -Voy a acabar ¿Quién quiere mi leche?-
-¿Ya acabó en vos?- le preguntó Vivi a mi mamá
-No- se limitó a decir mi mamá con un gemido, ella también iba a acabar
-Entonces es tuyo Gi, yo ya le saqué muchos polvos-
-¡Por la concha, Lu!- gritó mi mamá.
La saqué de su cola, y apenas la metí en su concha, un torrente de leche la inundó, mezclándose con el flujo de su orgasmo.
-¡Qué lindo espectáculo!- exclamó Vivi -Ojalá yo tuviera un hijo así-
-No tendrás un hijo así, pero bien que nos cogimos a tu sobrino- le respondió mi mamá -Contale Vivi-
Y así nos quedamos los tres en ese cuarto, en la cama, durante toda la noche y parte del otro día. La pastilla que me dieron, natural según ellas, me permitió tener una erección cada 15 minutos.
Cogimos sin parar entre los tres. Esas dos putas mostraron ser expertas y por supuesto, no me case al otro día.
Mucho tiempo después logré casarme con mi media hermana, que tuvo que aprender a compartir y yo compartirla a ella.
Seguí con mi mamá, con Vivi, con la casada y su marido mirón, con mi ex suegra, su hija, osea, mi ex novia, que me buscó para quedar nuevamente embarazada y ahora vos Silvia.
-Si me vas a dar otro polvo, ya te digo que no- dijo Silvia -Ya no soy una pendeja y hoy no paraste de garcharme ni vos ni tus amigos-
-Lo sé Silvia, y para tus 60 años, demostraste tener aguante. Esta es mi tarjeta, tiene la dirección del departamento donde trabaja mi mamá. Ahora lo manejo yo. Me haría falta una puta que trabaje los días que ellas descansan-
-Yo voy a retirarme, pero te voy a mandar a mi hija. Ella también se dedica a estoy y es madura como a vos te gustan- respondió Silvia.
Era la primera vez que estaba en la habitación donde ella trabajaba.
Era igual a la habitación de Vivi, igual a la habitación donde debuté y cogí tantas veces con su colega, pero ahora, el cliente de mi mamá era yo, y el precio que quería cobrarme era alto.
-No te cases Lu- dijo mi mamá.
-¿Por qué no, mamá?-
-Porque te quiero para mí. Desde el día en que viniste acá y me descubriste, te quise para mi-
-Me hubiera encantado estar ese mismo día con vos mamá, y cumplir mi fantasía-
-Pensé que te habías ido enojado ese día, Lu-
-No mamá, me fui caliente, y por eso volví al otro día, en el que me hizo debutar Vivi-
-Ojalá hubiese sido yo tu primera mujer- dijo mi mamá -pero ahora estoy cumpliendo tu fantasía. Soy yo tu mujer, no tu hermanita-
-No es mi hermana, es mi medio hermana, vos solo tuviste un hijo, y soy yo-
-Sos mi único hijo- mi mamá bajo de arriba mio y se puso en cuatro, dejándome ver no solo su culo apretado, sino también su concha totalmente empapada -¿Querés ser también mi único hombre?-
Me puse detrás de ella, acomodé mi pija en su concha y la penetré con fuerza, agarrándola de las caderas -No. Me gusta que sea una putita-
Mi mamá gemía mientras le metía cada centímetro de mi pija -¿Qué pasa burrito, ya no respetas a tu mami?-
-Si, y te amo como a ninguna, pero en esta cama, en este cuarto, yo soy tu hombre y vos mi putita-
-¿Putita? Ya estoy muy grande Lu, tengo 55, en todo caso seré tu puta, con todas las letras-
-Si, sos mi puta y no me importa que me hayas parido con esta concha, la voy a coger siempre-
-Y yo quiero que me metas esa poronga enorme siempre. Vos sos mi hombre ¿Te gusta cumplir tu fantasía?-
-Si mamá, quiero cumplir todas mis fantasías con vos-
-Asi que tenés más fantasías- dijo mi mamá con toda su voz de putita -Ya me imagino cual- se adelantó para sacas mi pija de su concha y con la mano la acomodó en la entrada de su cola y retrocedió para que entrara.
No me demoré en empezar a penetrarla por su culo, aunque costó mucho, llegué hasta al fondo y le hice saltar las lágrimas.
-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué te hice tan pijudo?!- gimió mi mamá
-Me vas a decir que no te gusta que sea pijudo-
-Estoy muy orgullosa de que seas pijudo. Con razón Vivi estaba tan contenta-
Su respiración comenzó a agitarse, su cuerpo comenzó a temblar, sus gemidos a intensificarse y yo, a cogerla mas duro, a hacerle la cola con fuerza, hasta que sentí como de su concha caía un fuerte orgasmo que mojó todo y mi mamá cayó rendida hacia adelante.
-Descubriste mi secreto- dijo mi mamá en un susurro
-¿Cuál secreto?-
-Solo acabo si me hacen la cola- y mi mamá sonrió
La di vuelta, subí bien sus piernas hasta dejar a la vista tanto su concha como su cola. Opté por su sola y volví a penetrarla con fuerza.
Ella mientras tanto, se agarraba una teta y con la otra mano se colaba dos dedos en su concha -Pasame los cigarrillos, hijo-
Se los pase, sin dejar de penetrarla. Mi mamá sacó uno, lo prendió y me dijo -¿Querés uno para vos o lo compartimos? …No me mirés así, Vivi me dijo que te enseño a fumar cuando debutaste. La muy puta no me dejo nada-
Con el cigarrillo en la boca comenzó a gemir nuevamente, hasta que dio una larguísima pitada, contrayendo todo su cuerpo, apretando mucho sus ojos y su culo para luego soltar el humo por la nariz y boca y una catarata de flujo desde su concha. Sacó mi pija de su cola y se acostó.
-¿Alguna otra fantasía en la que pueda ayudar a mi hijo?-
Yo, acostado al lado de ella, con la pija muy parada, le dije -Si mamá, quiero un trio con vos y ora mujer-
-¿Voy a tener que compartirte en el primer polvo? Pasame el celu-
-En mi primer polvo con vos- le respondí mientras le pasaba el celu -porque vos ya acabaste dos veces-
-Te lo voy a compensar bebé- mi mamá comenzó a escribir y después de terminar, metió mi pija en su boca.
Al rato alguien tocó la puerta y mi mamá le pidió que pase. Era Vivi, que estaba totalmente desnuda, muy maquillada, con un vaso con agua en una mano y una pastilla en la otra. Al entrar, vio como mi mamá me estaba haciendo un pete.
-¿Qué está pasando acá?- preguntó Vivi alarmada, dejando la pastilla y el vaso con agua.
Vivi se veía esplendida. Estaba mucho mejor conservada que mi mamá, a pesar de tener la misma edad.
-Tranquila Vivi. Quiere estar con las 2, dale la pastilla-
-Yo no puedo participar de esto Gisela ¡Es tu hijo!-
-Ahora no, es nuestro cliente, y vos tenés tan pocas ganas de que se case como yo. Para eso, tenemos que cumplirle la fantasía. Dale la pastilla- ordenó mi mamá y Vivi acató.
-¿Para qué es esta pastilla?- pregunté.
-Si vas a rendir muchos polvos con nosotras- comenzó a responder Vivi -la vas a necesitar, y más para que te llegue sangre a semejante pija-.
Me tomé la pastilla mientras Vivi me jalaba la pija y mi mamá esperaba sentada en la cama.
-¿Qué pasa? ¿Mamá no te pudo hacer acabar?- preguntó Vivi, con una mirada complice a mi mamá, que seguía fumando en la cama -la tía Vivi te va a ayudar-
Vivi me llevó a la cama con mi pija en su mano, y se puso en cuatro. Lo mismo hizo mi mamá, colocándose a su lado. Tenía a la derecha a la concha que me parió y a la izquierda, a la concha que me hizo debutar. Dos veteranas de 55 años, en cuatro, con sus tetas colgando, esperando a que las penetre. Con mis 30 años, no podía creer que estuviera cumpliendo todas mis fantasías.
Fui alternándome entre la concha de Vivi, con la cual emepcé, y la concha de mi mamá, mientras ellas hablaban.
-Gracias por hacerlo debutar, por hacerlo hombre, Vivi- decía mi mamá.
-Gracias a vos Gi, por haber parido a semejante macho- Vivi remarcó estas últimas palabras mientras la embestía con mi pija.
-Sos mi mejor amiga Vivi- mi mamá le acariciaba tiernamente el pelo a Vivi, y la miraba provocativamente.
-Vos sos mi mejor amiga Gi- Vivi acariciaba a mi mamá y correspondía su mirada.
Cuando salí de la concha de Vivi y penetré a mi mamá, las dos veteranas comenzaron a besarse, se comían la boca apasionadamente. Aproveché el momento de exitación y volví a hacerle la cola a mi mamá.
Después de un rato así, en el que mi mamá y Vivi no paraban de besarse, manosearse y decirse cosas provocativas, les dije -Voy a acabar ¿Quién quiere mi leche?-
-¿Ya acabó en vos?- le preguntó Vivi a mi mamá
-No- se limitó a decir mi mamá con un gemido, ella también iba a acabar
-Entonces es tuyo Gi, yo ya le saqué muchos polvos-
-¡Por la concha, Lu!- gritó mi mamá.
La saqué de su cola, y apenas la metí en su concha, un torrente de leche la inundó, mezclándose con el flujo de su orgasmo.
-¡Qué lindo espectáculo!- exclamó Vivi -Ojalá yo tuviera un hijo así-
-No tendrás un hijo así, pero bien que nos cogimos a tu sobrino- le respondió mi mamá -Contale Vivi-
Y así nos quedamos los tres en ese cuarto, en la cama, durante toda la noche y parte del otro día. La pastilla que me dieron, natural según ellas, me permitió tener una erección cada 15 minutos.
Cogimos sin parar entre los tres. Esas dos putas mostraron ser expertas y por supuesto, no me case al otro día.
Mucho tiempo después logré casarme con mi media hermana, que tuvo que aprender a compartir y yo compartirla a ella.
Seguí con mi mamá, con Vivi, con la casada y su marido mirón, con mi ex suegra, su hija, osea, mi ex novia, que me buscó para quedar nuevamente embarazada y ahora vos Silvia.
-Si me vas a dar otro polvo, ya te digo que no- dijo Silvia -Ya no soy una pendeja y hoy no paraste de garcharme ni vos ni tus amigos-
-Lo sé Silvia, y para tus 60 años, demostraste tener aguante. Esta es mi tarjeta, tiene la dirección del departamento donde trabaja mi mamá. Ahora lo manejo yo. Me haría falta una puta que trabaje los días que ellas descansan-
-Yo voy a retirarme, pero te voy a mandar a mi hija. Ella también se dedica a estoy y es madura como a vos te gustan- respondió Silvia.
4 comentarios - El secreto de mi mamá 5 (segunda parte)