Buenas buenas! Ante todo, quiero agradecerles. Hoy entre a mi perfil de P! despues de mas de 2 años. La cantidad de mensajes que recibi me dejaron helada. Y me dieron ganas de volver a escribir. De contarles cosas que pasaron en estos años. Gracias a los que, cuando entré a mi perfil, me hicieron recordar cuanto disfrutaba escribir acá.
Luego de sentimentalismos absurdos pero necesarios, pasemos a este nuevo primer relato.
Mala Leche, Buena Leche - Parte I
Después de terminar la facultad, ademas de empezar a laburar full time, decidí que quería estudiar algo distinto y opté por comenzar un posgrado en administración de empresas. Siempre fui un poco traga así que no tarde mucho en encontrar una universidad privada que dictara este tipo de posgrados y arrancar.
El posgrado se dictaba 2 veces por semana, martes y jueves a la noche. En una de las primeras clases, uno de los profesores nos dividió en grupos de trabajo con los cuales tendríamos que llevar acabo distintos trabajos y proyectos. Al dividirnos, muchos de los asistentes al posgrado trabajaban juntos en empresas y otros tantos habían sido compañeros en esa misma universidad. La cuestión es que rápidamente casi todo el mundo ya estaba en un grupo, y yo no. Pocos minutos despues se hizo evidente quienes éramos los pocos que no conocíamos a nadie, unos 8 o 9, y nos dividimos en 2 grupos.
Mi grupo quedo compuesto por Leandro, un clásico baboso infumable, Marcos, que tenia unos 35 años y la verdad se partía al medio, y Alejandra, una Lic. en Marketing de unos 45 años que era, evidentemente, la mas veterana de toda la clase.
A lo largo de las semanas fuimos haciendo algunos trabajos juntos y nos fuimos conociendo mejor. Con Alejandra y Marcos teníamos realmente muy buena onda. Alejandra, quien prácticamente me doblaba en años, tenia una onda muy copada. Era soltera, sin hijos, le encantaba salir y siempre nos invitaba a su casa cuando había que juntarse. Con marcos desde el primer momento nos fuimos tirando palos. Miradas, roces, siempre alguna mano mía terminaba en su pierna, o viceversa. El estaba de novio pero se notaba que no iba a requerir demasiado laburo que se olvide de la novia por una horita…
Un sábado a la tarde estábamos los 4 en lo de Ale terminando de armar una presentación que teníamos que hacer en clase. A Leandro siempre tratábamos de despacharlo rapido, cosa de que no hinchara las pelotas. Cuando quedamos los 3 solos, tardamos no mas de 1/2 hora en terminar lo que faltaba. Una vez que terminamos Alejandra nos dijo que tenia que ir a unas cuadras a buscar unas cajas a lo de una amiga, que iba a tardar no mas de 15/20 minutos. Nos ofreció esperarla ahí y quedarnos despues a tomar unos mates. Ambos dijimos que si, no teníamos apuro en ir a ningún lado.
Los 5 minutos desde ese momento hasta que alejandra se fue, fueron un incendio. Estábamos sentados en un sillón con Marcos mientras ella iba y venia agarrando sus cosas para salir. Y con Marcos estábamos a los manotazos. Me acariciaba las piernas, subiendo despacio y haciendo un poquito de presion. Mientras tanto yo le acariciaba el pecho y bajaba despacio hasta la cintura, recorriendo el borde del jean.
Al instante yo ya estaba absolutamente empapada. Alejandra iba y venia y nosotros hacíamos un intento muy pobre de que no se diera cuenta. No creo que haya servido de mucho sinceramente.
Y entonces Ale abrió la puerta para irse y antes de cerrar se detuvo un segundo, nos miró y dijo “Bueno, vuelvo en 20. En el cajón de mi mesita de noche hay forros”. Nos quedaos frios. Cerró la puerta y nos miramos. Automáticamente se tiró encima mío y terminamos cayéndonos del sillón al piso. Empezamos a manosearnos como adolescentes, desesperados. Me metió la mano por abajo de la remera y sin dar vueltas me bajo el corpiño. Mis pezones estaban absolutamente duros. Los agarro entre sus dedos y comenzó a pellizcarlos y girarlos. “Mas fuerte le pedí” y apretó con mas fuerza. Automáticamente me quede ciega de placer. Mientras tanto me besaba el cuello y bombeaba su pija totalmente parada contra mi. Sentir una electricidad que me recorría el cuerpo. Casi no podía reaccionar. Entonces lo empuje y me monté encima de el. Me saque la remera y el corpiño y le saque la remera a el. Me incliné sobre su pecho y comencé a moverme lentamente hacia adelante y hacia atras, rozando mis pezones contra los suyos. Mientras movía la cadera frotando todo el tronco de su pija contra mi concha humeda.
“Te voy a coger toda, chiquita” me dijo entre gemidos. Le dije “No. Primero la quiero probar”. Salí de encima suyo y le desabroche el pantalon. Se lo baje junto con el bóxer y quedó descubierta una de las pijas mas lindas que vi. No muy grande, no muy ancha, sino perfecta. La agarré, estaba tibia, y la metí entera en mi boca. Sentir como latía tibia y suave entre mis labios que hacían presión mientras succionaba, me calentaba demasiado. Mientras me comía esa pija hermosa, metí mi mano adentro del jean y comencé a tocarme despacito, sintiendo como me empapaba la mano con la calentura que me generaba este pibe.
Yo gemía con la boca llena. El respiraba fuerte y profundo. Mi lengua jugaba. Iba de arriba a abajo, recorría la cabeza en circulos. Entonces me dijo “pará que te vas a merendar toda la leche”. Eso quería yo. Merendar. Su leche quería merendar. Por supuesto que no paré, sino que le agarré los huevos con la mano y comencé a moverlos lentamente mientras aceleraba el ritmo de la chupada y aumentaba la succión sobre su pija, lubricada con mi saliva. Entonces con la otra mano le agarré su mano y se la puse en mi nuca. Entendió perfecto lo que quería. Me agarró fuerte del pelo y dejo mi cabeza quieta mientras el comenzó a moverse, metiendo y sacando la pija de mi boca. Yo presionaba con mis labios contra su tronco, interrumpiendo a veces por alguna leve arcada pero inundada de placer. Y entonces llegó ese momento en el que sabes lo que viene. Su cuerpo se puso tenso. Me tiro del pelo mas fuerte. Aceleró el ritmo. Su respiración se agitó más aun. Y entonces un chorro tibio, cremoso, me inundó la boca. Una, otra, otra y otra vez. Su cuerpo se relajó y me soltó el pelo. Mientras yo bañaba toda su pija con una mezcla de saliva y semen.
Yo estaba prendida fuego. Necesitaba que me garche. Que me penetre con esa pija hermosa. Entonces le dije “estas para seguir o queres un minuto?”. No me contestó, corrió a la habitación de Ale, hubo ruido de cajón abriendose, alguien revolviendo cosas, cajón cerrándose y volvió con forro en mano. Entonces me subí al sillón de nuevo y el empezó a calzarse el forro, cuando suena su celular. Inmediatamente lo vi ponerse nervioso. Salir disparado a buscar su celular que estaba en la mesa. Hubo un silencio de 10 o 15 segundos, y despues…”La puta madre, esta piba me tiene cansado!”. Le pregunté qué le pasaba. “Es mi novia, me dice que se siente mal, que necesita que la lleve a la guardia”. “Andá…” le dije. Por supuesto no iba a sugerirle que se demorara en llevar a su novia al medico para que me garche, aunque sinceramente era lo que mas quería en el universo en ese momento. Me miró y me dijo “ya tendremos oportunidad chiquita…”. Se vistió y en menos de 2 minutos se estaba yendo. “Mandale saludos a Ale!”. Yo no podía creerlo. No quería terminar tocándome sola. Estaba caliente y quería garchar. Pero decidí resignarme.
Pocos minutos despues volvió Ale. Yo estaba vestida y había acomodado un poco. Cuando entró me pregunto “Y Marcos?”. “Se fue”, le dije. Me miro extrañada, como pidiéndome una explicacion. Le conté lo que había pasado. Nos reímos un rato y empezó a cebar unos mates.
“Un pibe no puede hacer eso, una le hace un pete inolvidable, el flaco acaba y se va a la casa…” me decía ella. Y mas razón no podía tener. Yo tenia una mezcla de bronca con sentirme una pelotuda y con una calentura de aquellas. “Por eso yo siempre digo que solo las minas podemos entender lo que nos pasa… Yo te digo Meli, hace tiempo que prefiero divertirme con minas que con tipos. Los tipos me cansaron ya”. Me quede un poco confundida. “Te gustan las minas?” le pregunté. “Si obvio, los tipos también, pero últimamente me entiendo mejor en la cama con una mina. Sabe lo que quiero, sabe como me siento, y me puede complacer mejor que un hombre”. Yo la miraba extrañada, Ale no me daba un perfil de mina que le gustara estar con otras minas. “Por ejemplo, vos pensas que este pibe entiende como te quedaste? Olvidate. El pibe largo la leche y ya está. En cambio yo entiendo perfecto como te sentis. Estas prendida fuego, no?”. “Sí, la verdad no puedo más” confesé. “Bueno, no seré un pibe pero te puedo ayudar a relajarte…”. No supe que contestarle. No entendía lo que estaba por pasar…
Continuará...
Leer Parte II: http://www.poringa.net/posts/relatos/2901282/Mala-Leche-Buena-Leche---by-MeliLamm-Parte-II.html
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Otros Relatos de mi Autoría...
Mi primera vez con 2 pijas! --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2480704/Mi-primera-vez-con-2-pijas-y-mi-primer-post.html
Consolando a Lara (Mi primera experiencia lésbica) --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2480910/Consolando-a-Lara-Mi-primera-experiencia-lesbica.html
Cogida por una bestia en las sierras cordobesas...--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2481239/Cogida-por-una-bestia-en-las-sierras-cordobesas.html
Nada como un buen polvo en los medanos...--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2481533/Nada-como-un-buen-polvo-en-los-medanos.html
H.S.A. (Hermoso Sexo Atipico). Capitulo I.--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2483522/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-I.html
H.S.A. (Hermoso Sexo Atipico). Capitulo II. --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2484193/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-II.html
La vorágine de una aventura pasajera. --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2491852/La-voragine-de-una-aventura-pasajera.html
Descubriendo mi adicción... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2493825/Descubriendo-mi-adiccion.html
Profesora sexual por una noche... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2494512/Profesora-sexual-por-una-noche.html
Y un día, a mi cola la invitaron a jugar... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2495019/Y-un-dia-a-mi-cola-la-invitaron-a-jugar.html
Luego de sentimentalismos absurdos pero necesarios, pasemos a este nuevo primer relato.
Mala Leche, Buena Leche - Parte I
Después de terminar la facultad, ademas de empezar a laburar full time, decidí que quería estudiar algo distinto y opté por comenzar un posgrado en administración de empresas. Siempre fui un poco traga así que no tarde mucho en encontrar una universidad privada que dictara este tipo de posgrados y arrancar.
El posgrado se dictaba 2 veces por semana, martes y jueves a la noche. En una de las primeras clases, uno de los profesores nos dividió en grupos de trabajo con los cuales tendríamos que llevar acabo distintos trabajos y proyectos. Al dividirnos, muchos de los asistentes al posgrado trabajaban juntos en empresas y otros tantos habían sido compañeros en esa misma universidad. La cuestión es que rápidamente casi todo el mundo ya estaba en un grupo, y yo no. Pocos minutos despues se hizo evidente quienes éramos los pocos que no conocíamos a nadie, unos 8 o 9, y nos dividimos en 2 grupos.
Mi grupo quedo compuesto por Leandro, un clásico baboso infumable, Marcos, que tenia unos 35 años y la verdad se partía al medio, y Alejandra, una Lic. en Marketing de unos 45 años que era, evidentemente, la mas veterana de toda la clase.
A lo largo de las semanas fuimos haciendo algunos trabajos juntos y nos fuimos conociendo mejor. Con Alejandra y Marcos teníamos realmente muy buena onda. Alejandra, quien prácticamente me doblaba en años, tenia una onda muy copada. Era soltera, sin hijos, le encantaba salir y siempre nos invitaba a su casa cuando había que juntarse. Con marcos desde el primer momento nos fuimos tirando palos. Miradas, roces, siempre alguna mano mía terminaba en su pierna, o viceversa. El estaba de novio pero se notaba que no iba a requerir demasiado laburo que se olvide de la novia por una horita…
Un sábado a la tarde estábamos los 4 en lo de Ale terminando de armar una presentación que teníamos que hacer en clase. A Leandro siempre tratábamos de despacharlo rapido, cosa de que no hinchara las pelotas. Cuando quedamos los 3 solos, tardamos no mas de 1/2 hora en terminar lo que faltaba. Una vez que terminamos Alejandra nos dijo que tenia que ir a unas cuadras a buscar unas cajas a lo de una amiga, que iba a tardar no mas de 15/20 minutos. Nos ofreció esperarla ahí y quedarnos despues a tomar unos mates. Ambos dijimos que si, no teníamos apuro en ir a ningún lado.
Los 5 minutos desde ese momento hasta que alejandra se fue, fueron un incendio. Estábamos sentados en un sillón con Marcos mientras ella iba y venia agarrando sus cosas para salir. Y con Marcos estábamos a los manotazos. Me acariciaba las piernas, subiendo despacio y haciendo un poquito de presion. Mientras tanto yo le acariciaba el pecho y bajaba despacio hasta la cintura, recorriendo el borde del jean.
Al instante yo ya estaba absolutamente empapada. Alejandra iba y venia y nosotros hacíamos un intento muy pobre de que no se diera cuenta. No creo que haya servido de mucho sinceramente.
Y entonces Ale abrió la puerta para irse y antes de cerrar se detuvo un segundo, nos miró y dijo “Bueno, vuelvo en 20. En el cajón de mi mesita de noche hay forros”. Nos quedaos frios. Cerró la puerta y nos miramos. Automáticamente se tiró encima mío y terminamos cayéndonos del sillón al piso. Empezamos a manosearnos como adolescentes, desesperados. Me metió la mano por abajo de la remera y sin dar vueltas me bajo el corpiño. Mis pezones estaban absolutamente duros. Los agarro entre sus dedos y comenzó a pellizcarlos y girarlos. “Mas fuerte le pedí” y apretó con mas fuerza. Automáticamente me quede ciega de placer. Mientras tanto me besaba el cuello y bombeaba su pija totalmente parada contra mi. Sentir una electricidad que me recorría el cuerpo. Casi no podía reaccionar. Entonces lo empuje y me monté encima de el. Me saque la remera y el corpiño y le saque la remera a el. Me incliné sobre su pecho y comencé a moverme lentamente hacia adelante y hacia atras, rozando mis pezones contra los suyos. Mientras movía la cadera frotando todo el tronco de su pija contra mi concha humeda.
“Te voy a coger toda, chiquita” me dijo entre gemidos. Le dije “No. Primero la quiero probar”. Salí de encima suyo y le desabroche el pantalon. Se lo baje junto con el bóxer y quedó descubierta una de las pijas mas lindas que vi. No muy grande, no muy ancha, sino perfecta. La agarré, estaba tibia, y la metí entera en mi boca. Sentir como latía tibia y suave entre mis labios que hacían presión mientras succionaba, me calentaba demasiado. Mientras me comía esa pija hermosa, metí mi mano adentro del jean y comencé a tocarme despacito, sintiendo como me empapaba la mano con la calentura que me generaba este pibe.
Yo gemía con la boca llena. El respiraba fuerte y profundo. Mi lengua jugaba. Iba de arriba a abajo, recorría la cabeza en circulos. Entonces me dijo “pará que te vas a merendar toda la leche”. Eso quería yo. Merendar. Su leche quería merendar. Por supuesto que no paré, sino que le agarré los huevos con la mano y comencé a moverlos lentamente mientras aceleraba el ritmo de la chupada y aumentaba la succión sobre su pija, lubricada con mi saliva. Entonces con la otra mano le agarré su mano y se la puse en mi nuca. Entendió perfecto lo que quería. Me agarró fuerte del pelo y dejo mi cabeza quieta mientras el comenzó a moverse, metiendo y sacando la pija de mi boca. Yo presionaba con mis labios contra su tronco, interrumpiendo a veces por alguna leve arcada pero inundada de placer. Y entonces llegó ese momento en el que sabes lo que viene. Su cuerpo se puso tenso. Me tiro del pelo mas fuerte. Aceleró el ritmo. Su respiración se agitó más aun. Y entonces un chorro tibio, cremoso, me inundó la boca. Una, otra, otra y otra vez. Su cuerpo se relajó y me soltó el pelo. Mientras yo bañaba toda su pija con una mezcla de saliva y semen.
Yo estaba prendida fuego. Necesitaba que me garche. Que me penetre con esa pija hermosa. Entonces le dije “estas para seguir o queres un minuto?”. No me contestó, corrió a la habitación de Ale, hubo ruido de cajón abriendose, alguien revolviendo cosas, cajón cerrándose y volvió con forro en mano. Entonces me subí al sillón de nuevo y el empezó a calzarse el forro, cuando suena su celular. Inmediatamente lo vi ponerse nervioso. Salir disparado a buscar su celular que estaba en la mesa. Hubo un silencio de 10 o 15 segundos, y despues…”La puta madre, esta piba me tiene cansado!”. Le pregunté qué le pasaba. “Es mi novia, me dice que se siente mal, que necesita que la lleve a la guardia”. “Andá…” le dije. Por supuesto no iba a sugerirle que se demorara en llevar a su novia al medico para que me garche, aunque sinceramente era lo que mas quería en el universo en ese momento. Me miró y me dijo “ya tendremos oportunidad chiquita…”. Se vistió y en menos de 2 minutos se estaba yendo. “Mandale saludos a Ale!”. Yo no podía creerlo. No quería terminar tocándome sola. Estaba caliente y quería garchar. Pero decidí resignarme.
Pocos minutos despues volvió Ale. Yo estaba vestida y había acomodado un poco. Cuando entró me pregunto “Y Marcos?”. “Se fue”, le dije. Me miro extrañada, como pidiéndome una explicacion. Le conté lo que había pasado. Nos reímos un rato y empezó a cebar unos mates.
“Un pibe no puede hacer eso, una le hace un pete inolvidable, el flaco acaba y se va a la casa…” me decía ella. Y mas razón no podía tener. Yo tenia una mezcla de bronca con sentirme una pelotuda y con una calentura de aquellas. “Por eso yo siempre digo que solo las minas podemos entender lo que nos pasa… Yo te digo Meli, hace tiempo que prefiero divertirme con minas que con tipos. Los tipos me cansaron ya”. Me quede un poco confundida. “Te gustan las minas?” le pregunté. “Si obvio, los tipos también, pero últimamente me entiendo mejor en la cama con una mina. Sabe lo que quiero, sabe como me siento, y me puede complacer mejor que un hombre”. Yo la miraba extrañada, Ale no me daba un perfil de mina que le gustara estar con otras minas. “Por ejemplo, vos pensas que este pibe entiende como te quedaste? Olvidate. El pibe largo la leche y ya está. En cambio yo entiendo perfecto como te sentis. Estas prendida fuego, no?”. “Sí, la verdad no puedo más” confesé. “Bueno, no seré un pibe pero te puedo ayudar a relajarte…”. No supe que contestarle. No entendía lo que estaba por pasar…
Continuará...
Leer Parte II: http://www.poringa.net/posts/relatos/2901282/Mala-Leche-Buena-Leche---by-MeliLamm-Parte-II.html
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Mi primera vez con 2 pijas! --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2480704/Mi-primera-vez-con-2-pijas-y-mi-primer-post.html
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9 comentarios - Mala Leche, Buena Leche - by MeliLamm (I'm Back!)