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Transformación en puta (relato) 1/2

Mi nombre es Alex, soy un chico de 23 años, de 1.79 de altura y constitución normalita. Siempre he sido heterosexual, pero sentía cierta curiosidad por probar cosas nuevas. Desde que era más joven siempre había tenido novia, por lo que no había tenido ocasión de experimentar.

Hace poco más de un año, rompí con mi novia, y pasé una mala temporada, fue entonces cuando decidí aprovechar y saciar mi curiosidad, como nunca lo había hecho antes no sabía por donde empezar o que hacer y pedí ayuda en un chat gay.

Estuve varios días hasta que por fin encontre a alguien dispuesto a ayudarme, no me dió su nombre real, solo me dijo que le llamara H y así lo hice. Hablamos mucho al principio, yo le contaba mis inquietudes y él me daba consejos.

Hasta que un día....

- Oye H, hace tiempo que hablamos y te tengo bastante confianza, me falta dar el siguiente paso que es tener una experiencia real, tu estarías dispuesto?

- Bueno bueno, que proposición tan indecente Alex! XD jajajaja

- Sabes que solo será una vez, y que soy muy discreto.

- Tranquilo, no tienes que suplicarme, pero tendremos que desplazarnos los dos, estamos bastante lejos.

- No hay problema, son fiestas en mi ciudad y no tengo clases.

- Genial, y que te gustaría probar para tu primera vez?

- Lo que más me atrae es mamarla, así que....te haría una mamada, puedes ponerte una peli porno mientras si quieres.

- Antes de eso, tengo que decirte algo, mi novia está al corriente de mis charlas contigo y de tu situación, antes de hacer nada tengo que hablar con ella.

- Oh...si, claro, no hay problema.

- Te diré algo mañana.

Me llevé una gran desilusión porque aunque sabía que tenía novia, no esperaba que hablase con ella de esto, estaba seguro de que diría que no. Esa noche no puede dormir nada, estaba dándole vueltas al tema una y otra vez, pensando en todas las posibles respuestas, y por fin llegó el día siguiente.

Me conecté con mucho nerviosismo, y comenzamos a hablar de los temas habituales, yo me moría por preguntarle, pero me daba miedo la respuesta. Después de un rato, al fin llegamos a donde yo quería....

- Por cierto, he hablado con mi novia – El corazón me saltó en pecho, los nervios se me comían.

- Y....que es lo que te ha dicho?

- Tienes que saber que ella es bastante reservada con esto que te voy a contar, y si lo hago es porque creo que puedo confiar en ti. Mi novia.....no es exactamente una chica, es transexual.
Estaba flipando, transexual, mi sueño erótico más recurrente! Me había quedado sin saber que escribir, mi mente iba a mil, me encontré con una erección bestial, me dolía atrapada en el pantalón.
H esperaba una reacción, pero no podía escribir, la cabeza me daba vueltas.

- Sigues ahí? Creo que ha sido mala idea, olvídalo

Por fin me rehice y pude contestar.

- No no H espera! No hay problema con eso, pero que sea transexual no influye en nuestro acuerdo, verdad?

- En realidad, si. Ella me ha dicho que acepta pero que también quiere participar como activa, serías tu el único pasivo. No sé que pensarás de esto, es tu primera vez, y que sean dos....no sé, que piensas?

No había nada que pensar, solo cabía dar una respuesta:

- Claro que acepto.

Quedamos días después, en un hostal de carretera, nos cogimos habitaciones separadas y quedamos en reunirnos en la suya. Yo llegé por la tarde y me dediqué a prepararme bien, me puse un tanga negro con encaje que había comprado especialmente para la ocasión, me afeité y depilé lo mejor que pude. Después, saqué mi dilatador, lo lamí, lo lubriqué bien con mi saliva y me lo metí hasta el fondo. Aún faltaban dos horas para mi gran momento, así que me puse una colección de vídeos porno que había recopilado durante meses, todos ellos de mamadas y sexo anal llevado a cabo por transexuales.
Para acompañar ese momento, cogí el consolador más grande que tenía y comencé a mamarlo mientras veía los vídeos, tras casi media hora de chupar, me aparté un poco el tanga, saqué el dilatador y poco a poco me introduje el consolador, me dolío un poco al principio, pero quería ir preparado para una polla de verdad, me centré en ese pensamiento mientras los gemidos de placer se extendían desde el vídeo de mi portátil, y sentía como se abría mi culo más y más, enterrando cada vez más hondo ese consolador hasta que mis nalgas tocaron la silla.
Casi ni me di cuenta de que me acababa de clavar 25cm de consolador hasta el fondo de mis entrañas, era una sensación maravillosa, me sentía lleno.

Y así pasé la tarde antes de nuestra cita.

Por fin, llego la hora, me recoloqué el tanga, sin sacar mi amado consalador de mi culo, que estaba metido hasta la base, me puse una bata de las que dejaban en el hotel para las duchas, y sin ninguna prenda más, salí de mi habitación y fui a la que me habían dicho.

Mi nerviosismo estaba a la par que mi excitación, el pequeño tanga apenas mantenía enjaulada mi brutal erección, tenía el pene tan duro que hasta me dolía. Levanté la mano para llamar, pero mi mano no respondía, estaba temblando, y entonces la puerta se abrió sola.

En frente de mi había una mujer, de unos 30 años, un poco más baja que yo, delgada y en forma por la definición de su abdomen, plano y estrecho. Sus tetas eran perfectas, ese tipo de tetas, bien colocadas, redondas, con forma de globo, pero, como descubriría más tarde, turgentes y firmes, eran las tetas más perfectas que había visto en toda mi vida, y no solo sus tetas, su culo estaba también a la altura, firme y turgente, y al igual que su cintura, estrecho, pero no plano. Esa mujer me cautivo desde el primer instante, y cuando la miré a la cara.....Mi mundo se tambaleó, tenía unos hermosos ojos negros, labios carnosos, carita de niña buena, pero con experiencia, una mirada de seguridad en sí misma y una ligera sonrisa que me embelesó.

No sé cuanto tiempo estuve mirándola, pero fue el suficiente, porque ella rompió el silencio.

- Tu debes de ser Alex no? H me he hablado mucho de ti, eres incluso más guapo de lo que él me ha dicho, no te quedes ahí, pasa dentro.

Ni me enteré de que entraba, lo siguiente que supe es que estaba sentado en su sofá.

- H vendrá en seguida, ha ido a por algo de beber, mientras, que te parece si tu y yo nos conocemos mejor?

- Cla...claro – Apenas me salían las palabras, pero conseguí esbozar una sonrisa.

Se sentó a mi lado y estuvimos hablando un rato sobre nosotros, me dijo que se llamaba Laura, que llevaba con H casi dos años, me contó que trabajaba de dependienta en una tienda de ropa, que quería ahorrar para volver a estudiar y otras cosas que sinceramente, no recuerdo, yo la escuchaba embelesado, la escena debía ser curiosa, un tipo vestido con una bata de ducha, empalado en un consolador de 25 cm y una hermosa mujer transexual con minifalda y una camisa que dejaba al aire su abdomen firme y llano.

Un gemido distrajo mi atención, al entrar estaba tan concentrado en la mujer que no me había fijado, en la tele había una película porno. Dos transexuales le follaban la boca y el culo a un tipo que parecía disfrutar cada centímetro que le clavaban. Recuperé mi erección rápidamente.
Laura se dio cuenta en seguida, y sonriendo dirigió la mirada a la televisión.

- Estaba bastante caliente y me he puesto algo para entretenerme, veo que te gusta la película – Dijo dirigiendo su mirada a mi abultada entrepierna. - Yo estoy igual, quizá quieras echarme una mano.

Subió la minifalda mostrando su polla casi totalmente erecta, no llevaba ropa interior, debía medir casi 18 cm en ese momento, y ni siquiera alcanzaba todo su esplendor. Mi respuesta fue casi automática, me levanté de un salto, dejé que la bata cayera al suelo, me puse de rodillas frente a Laura y metí esa polla grande, gruesa y caliente en mi boca, lamiendo tolo lo posible, salivando bien toda su extensión. Podía sentir como alcanzaba su máximo tamaño, eran fácilmente 20 o 21 centímetros de rabo duro. Me encantaba. Con cada bajada de mi cabeza intentaba tragar más trozo de carne, Laura ayudaba impulsando su cadera hacia mi, llegando más y más adentro.

- Has practicado bastante por lo que veo, no tienes problemas con mi polla, así me gusta.

Me sentía alagado y eso hizo que chupase con más ganas, Laura gemía al compás de la mamada y se le acelraba la respiración por momentos. Agarré sus huevos con la mano y empecé a masajearlos mientras no dejaba de aspirar esa barra de placer, conseguí meterla hasta la misma base y con toda la polla en mi garganta lamí sus huevos con la lengua. Laura dio un gritito de placer que me excitó muchísimo.

- Sigue chupando zorra, ahora eres mi puta, voy a hacer que te tragues toda mi leche, hasta la última gota.

Mi mente estaba en llamas, nunca había estado tan excitado como en ese momento, quería que se corriera, que llenase mi boca de leche, que embistiera mientras me follaba la garganta.
Entonces escuché una voz masculina, la de H, que acababa de llegar.

- Parece que os lo pasais bien, eh?
- Has traido a una buena putita cariño, no veas como la chupa, me falta poco para llenarla.

H se acercó me agarró del pelo con una mano y empezó a moverme la cabeza para guiar mis movimientos de succión, cada vez más rápido. Por el rabillo del ojo vi como besaba a Laura, con lengua. Estar con la boca llena de polla mientras se besaban volvió a recordarme lo dura que tenía la polla, y al parecer no fui el único al que le excitó eso, en el pantalón de H empezó a crecer un bulto, estaba arrodillado en el sofá, así que tenía su entrepierna a un palmo de mi cara. Mientras pensaba en lo deliciosa que sería la polla de H, Laura agarró mi cabeza apretándome contra su cadera mientras se levantaba del sofá, llevando su rabo lo más dentro posible de mi garganta, y entonces lo noté.
Algo caliente, ligeramente salado, aunque apenas noté el sabor de lo dentro que estaba, se derramó en mi interior, Laura seguía gimiendo a intervalos, con cada gemido una nueva descarga, sentía palpitar su polla, yo no dejaba de acariciar sus huevos con una mano mientras la otra agarraba sus nalgas apretándolas contra mi cara. Con la lengua intentaba lamerle los huevos también, pero no podía por que me ahogaba con el semen que bajaba por la garganta. La fuerza pareció abandonar a Laura que cayó sentada en el sofá con cara de satisfacción, mirando a H.

- Lo has hecho muy bien, incluso siendo la primera vez, ahora lame los restos, quiero que me la dejes limpia.

Así lo hice, obedientemente lamí y tragué hasta la última gota que encontré, en el proceso, Laura empezó a empalmarse de nuevo. La voz de H sonó a mis espaldas.

- Bueno Alex, zorra viciosa, ahora me toca a mi. - Aún no le había visto la cara, pero sabía que estaba sonriendo.

Gracias por leer este relato, es el primero que escribo, si os ha gustado subiré la siguiente parte en cuanto pueda.

Para dudas, suguerencias o cualquier cosa, mi correo es alopx90@gmail.com

Saludos a tod@s l@s poringuer@s

2 comentarios - Transformación en puta (relato) 1/2

KaluraCD
Transformación en puta (relato) 1/2


Muy buena historia, algunas cosas un poco inverosímiles, pero le dan morbo y sustancia al relato.

No pongas datos privados (mail) está prohibido y te pueden borrar el post.

Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
fuko99 +1
que historia más cachonda... espero la siguiente parte... saludos