Era muy temprano por la mañana, mi cabeza daba vueltas todavía por todo lo que había pasado la noche anterior, sentía los últimos estragos del alcohol antes de dar paso a la resaca que sentía iba a ser bastante fuerte. Paola seguía dormida, totalmente desnuda junto a mi pero Isabel no estaba, así que me levanté de la cama y el mareo que sentí me hizo sentarme de nuevo, aun seguía bajo los efectos del alcohol de hace apenas unas horas. Después de unos minutos al fin pude levantarme, quería revisar la habitación por si Isabel estaba por ahí o algo pero pronto me di cuenta de que no había nadie mas que mi hermana y yo. Regresé a la cama tras haber revisado que la puerta de la habitación se encontrara bien cerrada, me recosté junto a Paola, la abracé y me volví a quedar dormida por algunas horas.
Aproximadamente a las 11 am, Paola me despertó un tanto alterada, preguntándome si había visto a Isabel, por lo que le contesté que yo ya había revisado la habitación hace unas horas y que se había ido antes de que despertáramos, y que regresara a la cama, Paola hizo caso y se acostó junto a mi, pero ya no podíamos dormir.
-Ahora si nos pasamos con el ron, no crees? Me dijo Paola mientras me abrazaba
-Con el ron y con la cerveza, y con los shots de tequila, le contesté agarrándome la cabeza.
-La cruda me va a matar Liza, me urge algo para quitármela, vamos a comer o algo así por favor.
-Si yo también me siento horrible, vamos a bañarnos para bajar a comer algo, le contesté.
Acto seguido, nos levantamos de la cama, nos metimos a bañar juntas, estábamos muertas realmente, así que intentamos tardarnos lo menos posible, y cuando salimos de la ducha ya nos sentíamos un poco mejor, así que nos pusimos un bikini cada una y un short y bajamos a comer algo. Mientras íbamos caminando al restaurante de la alberca, nos preguntábamos si Isabel se encontraba bien, ya que sospechábamos que tal vez se sintió incómoda de despertar con nosotras y decidió mejor irse antes para evitar ese momento.
Llegando a la alberca buscamos con la mirada a Max, a Isabel o a alguna cara familiar con quien juntarnos pero parece que ellos estaban peor que nosotras ya que no había ni rastro de ellos, por lo que decidimos no perder más tiempo y simplemente ir a comer. Ya que estábamos sentadas, vimos a mis padres pasar por la orilla de la alberca, así que fui por ellos y se quedaron a comer con nosotras. No pudimos hablar de nada durante casi todo el día y no supimos a que hora salieron los demás ya que estuvimos con ellos casi todo el tiempo y salimos del hotel para seguir turisteando.
Regresamos al hotel a eso de las 9pm, mis padres estaban cansados y se fueron derecho a la habitación, por lo que mi hermana y yo decidimos ir por una cerveza al bar de la alberca, con la esperanza de encontrar a los demás ahí, aunque de hecho al llegar solo encontramos a uno de los amigos de Max, que estaba pidiendo algunas cervezas, nos acercamos a el rápidamente y después de saludarnos nos dijo que todos estaban en la playa platicando, por lo que pedimos nuestras cervezas y nos fuimos con el para encontrar a los demás.
Llegamos rápido a la playa, inmediatamente reconocí a Max sentado junto a la chica con la que obviamente había pasado la noche, ya que estaban muy románticos y no se separaban para nada. Cuando llegamos a donde estaban ellos, reconocí por fin a Isabel, quien solo nos dirigió una leve mirada cómplice. Nos sentamos con el resto y estuvimos por lo menos un par de horas hablando y riendo de todo lo que habíamos hecho la noche anterior. Paola y yo nos mirábamos cada tanto como preguntándonos que habría pasado con Isabel, quien al principio había estado muy distante pero pronto estaba platicando con nosotras como si nada pasara. Decidimos seguir la corriente porque seguramente ella actuaba con normalidad para que los demás no sospecharan nada.
Ese día todos decidimos que no saldríamos porque estábamos cansados y al parecer los demás habían seguido la fiesta hasta muy tarde, por lo que simplemente nos pasamos al bar de la playa y ahí estuvimos platicando. Después de un rato Max y su "amiga" decidieron irse y nos quedamos Paola, Isabel, Alondra, un amigo de Max que se llama Esteban y yo, platicando muy a gusto y planeando lo que haríamos al día siguiente, y en un momento Esteban se ofreció a ir a pedir mas cervezas a la barra y Alondra fue con el para ayudarle a traerlas para no esperar al mesero, por lo que Paola y yo supimos que era el momento de hablar con Isabel.
-Por qué te fuiste sin despedirte Isabel? Le pregunté en cuanto los otros dos estaban en la barra pidiendo, afortunadamente la barra estaba llena y se tardarían un par de minutos en regresar.
-Lo siento mucho, simplemente me entró el pánico en cuanto se me bajaron las copas y no supe que hacer, respondió Isabel sin hacer contacto visual con ninguna de las dos.
-Pues no te preocupes, nos la pasamos bien, no? Le contesté de forma coqueta.
-Pues si, fue increíble me la pasé muy bien con las dos. Contestó Isabel algo sonrojada.
-Pues espero que no pienses que fue una sola vez nena, aun podemos divertirnos hoy. Le dijo Paola con una ligera sonrisa.
-En serio quieren hacerlo de nuevo? Nos preguntó muy interesada, sus ojos brillaron.
-Claro que si, le contesté. Si quieres nos acabamos esta cerveza y nos vamos para la habitación las tres.
Isabel asintió mientras se mordía el labio discretamente. A los pocos minutos regresaron Esteban y Alondra con las cervezas, nos las acabamos e inmediatamente Isabel dijo que se iría a dormir porque estaba cansada, con lo que Paola respondió que nosotras también nos íbamos y que la acompañábamos de paso. Nos despedimos de Esteban y Alondra que se quedarían un rato más y las tres nos fuimos de regreso a la habitación.
Abrí la puerta de la habitación, dejé que Paola e Isabel entraran y en cuanto la cerré, Isabel me tomó de la cintura y me jaló suavemente hacia ella, comenzó a darme besos en el cuello, yo simplemente me dejé consentir, sintiendo sus labios besar mi cuello y mi atrás de mi oreja, lo cual me gusta mucho. Me di la vuelta y Paola ya se estaba terminando de quitar la ropa.
-Vengan aquí, en la cama cabemos bien las tres, dijo Paola mientras se recostaba boca arriba, totalmente desnuda.
Comencé a quitarle la ropa a Isabel, la playera primero, luego su mini falda de mezclilla, después desabroche la parte de arriba de su bikini, sus pezones estaban duros, los rocé brevemente con mis dedos, y poco a poco bajé la parte de abajo de su bikini, me agaché para ayudarle a quitarse el bikini, y cuando ella subió la pierna para quitarlo aproveché para darle un beso a su vagina, lo que la sorprendió totalmente y soltó un ligero "aahh" entre excitación y sorpresa. Me levanté y la tomé de la mano para llevarla a la cama donde Paola ya nos esperaba muy excitada, la solté y comencé a quitarme la ropa, Paola la jaló hacia ella, abriendo las piernas para que se pusiera en medio de ella. Isabel se recostó encima de mi hermana y comenzó a besarla apasionadamente, diciéndole una y otra vez "me encantas", a lo que Paola respondía con mas besos y caricias.
Terminé de quitarme la ropa después de unos segundos, me subí a la cama y me puse de rodillas a un lado de ellas, comencé a acariciar a Isabel, tocando sus piernas suavemente, después de eso comencé a besar su espalda, bajando beso a beso hasta sus nalgas las cuales comencé a besar y a morder suavemente mientras ella lanzaba ligeros "mmm" entre cada beso y cada mordidita. Puse mi mano izquierda entre sus piernas, a la altura de las rodillas y comencé a subir poco a poco hasta llegar a su sexo, que se encontraba totalmente humedecido cuando llegué. Ocupé mis dedos para masajear muy suavemente su vagina, poco a poco comencé a meter uno de mis dedos en su interior, mientras Isabel intentaba seguir besando a mi hermana entre ligeros gemidos. Por fin logré introducir mi dedo completo dentro de ella y comencé a masajear su interior que se encontraba muy mojado, con mi otra mano comencé a masturbarme, introduje uno de mis dedos en mi vagina lo mas profundo que pude y cada movimiento que hacía dentro de ella, lo replicaba en mi interior y viceversa, Isabel movía sus caderas al ritmo de mi mano y yo también movía mi cuerpo al ritmo con que le daba placer a ella y a mi, me sentía cada vez mas excitada moviendo mis manos cada vez mas rápido adentro y afuera de ambas hasta que Isabel gimió en un orgasmo.
mientras yo jugaba con Isabel, ella por su parte ocupaba su lengua para darle placer a mi hermana, quien intentaba a toda costa reprimir los gemidos, cada vez un poquito mas fuertes, asi que decidí hacer lo mismo, saqué mi dedo del interior de Isabel, abrí sus piernas un poco y comencé a hacerle sexo oral, primero jugando con su clítoris con la punta de mi lengua, muy despacito y después ocupando mi lengua entera para masajear su vagina, que se encontraba sumamente mojada para entonces. Continué haciendo eso durante unos minutos, cada vez mas rápido, sintiendo como Isabel empujaba su sexo contra mi boca, escuchando los gemidos de mi hermana y también los de nuestra nueva amiga. Introduje dos dedos en mi vagina y comencé a meterlos y sacarlos muy rápido mientras saboreaba intensamente los fluidos de Isabel. Después de unos minutos de hacerle sexo oral muy duro y húmedo, escuché como soltó un fuerte gemido y seguido a eso mi boca se llenó con sus fluidos y escurrieron por mis labios, me quedé algo paralizada ya que nunca me había pasado algo así, no sabía bien como reaccionar y simplemente deje que salieran de mi boca, no era demasiado y simplemente salieron de mi boca escurriendo por mi cuello.
Me limpié la boca con la mano, lo que acababa de pasar me dejó al principio un poco paralizada pero también me excitó mucho, Isabel se quedó un par de minutos acostada así como estaba, jadeando, yo me acosté junto a ella y en cuanto se recuperó se puso encima de mi y comenzó a besarme muy apasionadamente, al parecer le había dado un orgasmo muy fuerte y quería compensarme, por lo cual me dejé hacer lo que ella quería. Primero me besó muy apasionadamente, después comenzó a lamer mis senos, sobretodo mis pezones que ya estaban muy duros, fue bajando poco a poco por mi abdomen hasta llegar a mi vagina y comenzó a hacerme sexo oral de tal manera que a ratos sentía que me quedaba sin aire. Mientras que Isabel masajeaba mi clítoris con su lengua, Paola me besaba el cuello y los senos, cosa que me excita mucho, por lo que no aguanté mucho antes de tener un orgasmo, pero incluso después de eso, Isabel continuó lamiendo mi vagina, por lo que yo no tuve tiempo de recuperarme de un orgasmo cuando ya estaba entrando en otro.
Paola se puso encima de mi, con su vagina en mi cara y yo supe lo que tenía que hacer, comencé a hacerle sexo oral, yo estaba muy excitada y con mis manos la tomaba de las nalgas para empujar su vagina contra mi boca, cosa que a ella pareció gustarle mucho porque inmediatamente comenzó a soltar ligeros gemidos de placer. Después de un rato Isabel me causó otro orgasmo, esta vez mas fuerte que los anteriores, sentí como se me iba el aire en el orgasmo, mis piernas temblaron y mi estómago se contrajo. Quedé ahí boca arriba jadeando, con la vagina de mi hermana en la boca mientras ella suavemente se acariciaba los senos, después de unos segundos se quitó de encima de mi y se dejó caer a un lado, satisfecha. Isabel se acostó a un lado de mi, me dio un beso en la boca, se acercó a mi oído y me susurró: "me diste el orgasmo mas fuerte de mi vida", me dio otro beso y se tiró boca arriba en la cama, acariciando mi pierna.
Estuvimos así un rato, le dije a Isabel que esta vez se iba a quedar a dormir con nosotras porque nos lo debía, ella asintió riéndose. Después de unos minutos me levanté y me metí a bañar, en cuanto salí se metió Paola y posteriormente Isabel. Aún no salía Isabel de la ducha cuando me quedé profundamente dormida.
Al día siguiente desperté tarde, me desperté porque sentí los besos de alguien en mi mejilla, al principio creí que era Paola, pero cuando abrí los ojos me di cuenta de que era Isabel, lo cual me hizo despertar de buen humor. Al cabo de unos minutos Isabel me dijo que Paola había bajado temprano y que no quiso levantarnos, lo cual agradecí profundamente, necesitaba dormir.
-Me encantó lo de anoche Liza, lo que me hiciste fue increíble. Me dijo Isabel al cabo de unos minutos.
-A mi también me gustó mucho, que bueno que quisiste venir con nosotras, no quería que te asustaras. Le respondí con una sonrisa.
-Al principio me asusté, pero después... ufff... me encantaría compensarte hermosa. Me contestó mientras se acercaba a mi y me daba un beso.
-Pues tenemos varios días más por si quieres hacerlo hermosa. Le contesté mientras le daba un beso yo también.
-Pues... puedo empezar desde ahorita si quieres. Me contestó al tiempo que se ponía encima de mi.
Iba a contestarle que si pero antes de que pudiera decirle algo comenzó a besarme, acariciándome suavemente mientras me besaba, sentí como comenzaba a mojarme de nuevo, la tomé de la cintura para ponerla sobre la cama pero no me dejó, me tomó las manos y las puso arriba de mi cabeza, para que no las pudiera ocupar, como sometiéndome pero sin fuerza, simplemente me dijo que ella mandaba ahora, y me excita mucho que me dominen. Me dijo que tenía prohibido usar mis manos, y en seguida comenzó a acariciar mis senos, rozaba mis pezones con la punta de su lengua para que se me endurecieran y también los apretaba un poco con sus dedos, pero sin lastimarme, simplemente jugaba con ellos y eso me excitaba cada vez mas y mas, después continuó lamiendo mi abdomen, bajando poco a poco con su lengua hasta llegar a mi ombligo, después continuó bajando aun más, provocándome a cada segundo, cuando bajó lo suficiente yo estaba muy mojada, quería sentir su lengua en mi clítoris, pero en lugar de ir directo a eso, se siguió de largo, lamiendo y besando mi ingle, acariciando mis piernas y provocándome, yo estaba tan mojada que sentía que ya no podía más, y justo cuando quería explotar de lo excitada que estaba, sentí como su lengua invadió todo mi sexo, masajeando y ocupando mucha saliva en mi, lo cual inevitablemente me puso a gemir, por mas que yo intentaba no hacerlo no podía evitarlo, gemía cada vez mas fuerte, cada vez que sentía su lengua rozar mi clítoris sentía que iba a estallar.
Después de eso abrió aun mas mis piernas para tenerme totalmente expuesta ante ella, y suavemente introdujo dos dedos en mi, mientras con su lengua lamía mi clítoris cada vez más rápido hasta que me hizo explotar en un orgasmo muy fuerte que me dejó casi sin aire, me quedé así como estaba, dejando que ella continuara haciéndome suya, continuó lamiendo toda mi vagina y metiendo y sacando sus dedos muy despacio, dejando que disfrutara el momento, me relajé poco a poco, pensé que había terminado pero no, aun quería hacerme gozar mas, comenzó a meter sus dedos un poco mas rápido, a lamer todo mi clítoris de nuevo, comencé a gemir de placer otra vez, estaba demasiado mojada, mis fluidos y su saliva mojaban su mano, después de un rato ella introducía sus dos dedos en mi vagina, y una vez adentro, los abría lentamente y comenzaba a pasar su lengua entre ellos, saboreando mi vagina cada vez mas profundo, lo cual me seguía excitando mas y mas, y me hacía gemir mas duro. En un momento se detuvo, me puso boca abajo, me hizo parar el culo para quedar empinada y puso mis manos detrás de mi espalda, introdujo de nuevo dos dedos en mi vagina y comenzó a meterlos y sacarlos muy rápido, comencé a gemir otra vez, de repente me dio una nalgada fuerte y me excitó muchísimo.
-Eso te gusta nena? Me preguntó mientras continuaba metiéndome sus dedos
-Si, me excita mucho. Le contesté.
-Quieres que lo haga de nuevo? Me preguntó.
-Si, duro!. Le contesté entre gemidos.
Continuó dándome placer, a los pocos segundos me pegó de nuevo pero mas duro, esa nalgada me dolió pero me excitó aun más, comencé a gemir cada vez que sentía sus dedos dentro de mi, y con cada nalgada me excitaba mas y yo sola me empujaba contra su mano. Me dio otra nalgada igual de fuerte, que posteriormente vería que me dejó marcada pero en ese momento solo gemí de placer. me tiró boca abajo en la cama y me puso de lado, se acostó ella también para quedar frente a frente, se fue acercando a mi y abrió mis piernas, ella también abrió las suyas e hizo que mi vagina se pegara a la de ella y comenzó a mover su cadera, primero despacio, dejando que mis fluidos la mojaran a ella también, cada vez se sentía mas caliente y mas rico, su clítoris rozando contra el mío me puso demasiado excitada y comencé a mover mi cadera cada vez más rápido, ambas comenzamos a gemir, estábamos muy mojadas sintiendo a la otra, continuamos así durante unos minutos e Isabel tuvo un orgasmo pero no la dejé relajarse, continué pegándome mas a ella y moviéndome más rápido, la posición era muy incómoda al menos para mi pero no me importaba, el placer era mayor que cualquier incomodidad. Isabel se movía a mi ritmo, sentí como un orgasmo venía en camino y movía mi cadera lo más rápido posible para darnos placer. al cabo de unos segundos más tuve otro orgasmo muy fuerte y ya no pude más, me quedé ahí abrazando su pierna mientras ella movía su cadera muy suavemente hasta que el orgasmo se desvaneció por completo.
Quedamos ahí en esa posición durante unos minutos, yo besaba su pierna, aun podía sentir su vagina pegada a la mía y lo rico que lo habíamos pasado, estábamos sumamente agotadas por la sesión tan intensa, pero contentas de lo rico que la habíamos pasado. Nos quedamos acostadas un rato más, dándonos besos, después de unos minutos acostadas, decidimos bañarnos y salir, aunque Isabel solo se enjuagó el cuerpo y se fue a su habitación para poder bañarse y cambiarse a gusto.
Salí de la habitación buscando a Paola y a mis padres, eran las 10 am mas o menos, moría de hambre así que fui al buffet del hotel, donde ya estaban mi hermana y mis padres terminando de desayunar. Al llegar, Paola no pudo evitar reírse un poco de mi, aunque no entendí bien por qué. Ese día estuvimos con mis padres y por la noche no hicimos nada con Isabel y Max ya que fui con mi familia a cenar y llegamos ya algo tarde y cansados.
Los días siguientes pasaron tranquilos, Paola y yo salíamos con mis padres a pasear y casi no estábamos en el hotel, por las noches yo no perdía ocasión de hacer el amor con Paola, que siempre se excita mucho en la playa por el calor y todo eso. El penúltimo día lo pasamos en el hotel, apenas habíamos visto a Isabel y a los demás porque llegábamos cuando ellos ya se habían ido de fiesta, pero siendo nuestra última noche nos arreglamos para salir a algún antro a bailar y a tomar unas copas, Paola se puso un pantalón de mezclilla muy pegadito que resaltaba sus nalgas y sus piernas y yo me puse un vestido pegadito y corto para salir de antro. Quedamos de vernos en el lobby para irnos todos juntos. Esa noche fue muy activa y desafortunadamente recuerdo poco de tanto que tomamos, aunque tengo uno que otro recuerdo mio besando a Isabel o a Paola pero algo si queda claro: Sin duda fueron las mejores vacaciones que he tenido con Paola y no sería la última vez que veríamos a Max y a Isabel.
Aproximadamente a las 11 am, Paola me despertó un tanto alterada, preguntándome si había visto a Isabel, por lo que le contesté que yo ya había revisado la habitación hace unas horas y que se había ido antes de que despertáramos, y que regresara a la cama, Paola hizo caso y se acostó junto a mi, pero ya no podíamos dormir.
-Ahora si nos pasamos con el ron, no crees? Me dijo Paola mientras me abrazaba
-Con el ron y con la cerveza, y con los shots de tequila, le contesté agarrándome la cabeza.
-La cruda me va a matar Liza, me urge algo para quitármela, vamos a comer o algo así por favor.
-Si yo también me siento horrible, vamos a bañarnos para bajar a comer algo, le contesté.
Acto seguido, nos levantamos de la cama, nos metimos a bañar juntas, estábamos muertas realmente, así que intentamos tardarnos lo menos posible, y cuando salimos de la ducha ya nos sentíamos un poco mejor, así que nos pusimos un bikini cada una y un short y bajamos a comer algo. Mientras íbamos caminando al restaurante de la alberca, nos preguntábamos si Isabel se encontraba bien, ya que sospechábamos que tal vez se sintió incómoda de despertar con nosotras y decidió mejor irse antes para evitar ese momento.
Llegando a la alberca buscamos con la mirada a Max, a Isabel o a alguna cara familiar con quien juntarnos pero parece que ellos estaban peor que nosotras ya que no había ni rastro de ellos, por lo que decidimos no perder más tiempo y simplemente ir a comer. Ya que estábamos sentadas, vimos a mis padres pasar por la orilla de la alberca, así que fui por ellos y se quedaron a comer con nosotras. No pudimos hablar de nada durante casi todo el día y no supimos a que hora salieron los demás ya que estuvimos con ellos casi todo el tiempo y salimos del hotel para seguir turisteando.
Regresamos al hotel a eso de las 9pm, mis padres estaban cansados y se fueron derecho a la habitación, por lo que mi hermana y yo decidimos ir por una cerveza al bar de la alberca, con la esperanza de encontrar a los demás ahí, aunque de hecho al llegar solo encontramos a uno de los amigos de Max, que estaba pidiendo algunas cervezas, nos acercamos a el rápidamente y después de saludarnos nos dijo que todos estaban en la playa platicando, por lo que pedimos nuestras cervezas y nos fuimos con el para encontrar a los demás.
Llegamos rápido a la playa, inmediatamente reconocí a Max sentado junto a la chica con la que obviamente había pasado la noche, ya que estaban muy románticos y no se separaban para nada. Cuando llegamos a donde estaban ellos, reconocí por fin a Isabel, quien solo nos dirigió una leve mirada cómplice. Nos sentamos con el resto y estuvimos por lo menos un par de horas hablando y riendo de todo lo que habíamos hecho la noche anterior. Paola y yo nos mirábamos cada tanto como preguntándonos que habría pasado con Isabel, quien al principio había estado muy distante pero pronto estaba platicando con nosotras como si nada pasara. Decidimos seguir la corriente porque seguramente ella actuaba con normalidad para que los demás no sospecharan nada.
Ese día todos decidimos que no saldríamos porque estábamos cansados y al parecer los demás habían seguido la fiesta hasta muy tarde, por lo que simplemente nos pasamos al bar de la playa y ahí estuvimos platicando. Después de un rato Max y su "amiga" decidieron irse y nos quedamos Paola, Isabel, Alondra, un amigo de Max que se llama Esteban y yo, platicando muy a gusto y planeando lo que haríamos al día siguiente, y en un momento Esteban se ofreció a ir a pedir mas cervezas a la barra y Alondra fue con el para ayudarle a traerlas para no esperar al mesero, por lo que Paola y yo supimos que era el momento de hablar con Isabel.
-Por qué te fuiste sin despedirte Isabel? Le pregunté en cuanto los otros dos estaban en la barra pidiendo, afortunadamente la barra estaba llena y se tardarían un par de minutos en regresar.
-Lo siento mucho, simplemente me entró el pánico en cuanto se me bajaron las copas y no supe que hacer, respondió Isabel sin hacer contacto visual con ninguna de las dos.
-Pues no te preocupes, nos la pasamos bien, no? Le contesté de forma coqueta.
-Pues si, fue increíble me la pasé muy bien con las dos. Contestó Isabel algo sonrojada.
-Pues espero que no pienses que fue una sola vez nena, aun podemos divertirnos hoy. Le dijo Paola con una ligera sonrisa.
-En serio quieren hacerlo de nuevo? Nos preguntó muy interesada, sus ojos brillaron.
-Claro que si, le contesté. Si quieres nos acabamos esta cerveza y nos vamos para la habitación las tres.
Isabel asintió mientras se mordía el labio discretamente. A los pocos minutos regresaron Esteban y Alondra con las cervezas, nos las acabamos e inmediatamente Isabel dijo que se iría a dormir porque estaba cansada, con lo que Paola respondió que nosotras también nos íbamos y que la acompañábamos de paso. Nos despedimos de Esteban y Alondra que se quedarían un rato más y las tres nos fuimos de regreso a la habitación.
Abrí la puerta de la habitación, dejé que Paola e Isabel entraran y en cuanto la cerré, Isabel me tomó de la cintura y me jaló suavemente hacia ella, comenzó a darme besos en el cuello, yo simplemente me dejé consentir, sintiendo sus labios besar mi cuello y mi atrás de mi oreja, lo cual me gusta mucho. Me di la vuelta y Paola ya se estaba terminando de quitar la ropa.
-Vengan aquí, en la cama cabemos bien las tres, dijo Paola mientras se recostaba boca arriba, totalmente desnuda.
Comencé a quitarle la ropa a Isabel, la playera primero, luego su mini falda de mezclilla, después desabroche la parte de arriba de su bikini, sus pezones estaban duros, los rocé brevemente con mis dedos, y poco a poco bajé la parte de abajo de su bikini, me agaché para ayudarle a quitarse el bikini, y cuando ella subió la pierna para quitarlo aproveché para darle un beso a su vagina, lo que la sorprendió totalmente y soltó un ligero "aahh" entre excitación y sorpresa. Me levanté y la tomé de la mano para llevarla a la cama donde Paola ya nos esperaba muy excitada, la solté y comencé a quitarme la ropa, Paola la jaló hacia ella, abriendo las piernas para que se pusiera en medio de ella. Isabel se recostó encima de mi hermana y comenzó a besarla apasionadamente, diciéndole una y otra vez "me encantas", a lo que Paola respondía con mas besos y caricias.
Terminé de quitarme la ropa después de unos segundos, me subí a la cama y me puse de rodillas a un lado de ellas, comencé a acariciar a Isabel, tocando sus piernas suavemente, después de eso comencé a besar su espalda, bajando beso a beso hasta sus nalgas las cuales comencé a besar y a morder suavemente mientras ella lanzaba ligeros "mmm" entre cada beso y cada mordidita. Puse mi mano izquierda entre sus piernas, a la altura de las rodillas y comencé a subir poco a poco hasta llegar a su sexo, que se encontraba totalmente humedecido cuando llegué. Ocupé mis dedos para masajear muy suavemente su vagina, poco a poco comencé a meter uno de mis dedos en su interior, mientras Isabel intentaba seguir besando a mi hermana entre ligeros gemidos. Por fin logré introducir mi dedo completo dentro de ella y comencé a masajear su interior que se encontraba muy mojado, con mi otra mano comencé a masturbarme, introduje uno de mis dedos en mi vagina lo mas profundo que pude y cada movimiento que hacía dentro de ella, lo replicaba en mi interior y viceversa, Isabel movía sus caderas al ritmo de mi mano y yo también movía mi cuerpo al ritmo con que le daba placer a ella y a mi, me sentía cada vez mas excitada moviendo mis manos cada vez mas rápido adentro y afuera de ambas hasta que Isabel gimió en un orgasmo.
mientras yo jugaba con Isabel, ella por su parte ocupaba su lengua para darle placer a mi hermana, quien intentaba a toda costa reprimir los gemidos, cada vez un poquito mas fuertes, asi que decidí hacer lo mismo, saqué mi dedo del interior de Isabel, abrí sus piernas un poco y comencé a hacerle sexo oral, primero jugando con su clítoris con la punta de mi lengua, muy despacito y después ocupando mi lengua entera para masajear su vagina, que se encontraba sumamente mojada para entonces. Continué haciendo eso durante unos minutos, cada vez mas rápido, sintiendo como Isabel empujaba su sexo contra mi boca, escuchando los gemidos de mi hermana y también los de nuestra nueva amiga. Introduje dos dedos en mi vagina y comencé a meterlos y sacarlos muy rápido mientras saboreaba intensamente los fluidos de Isabel. Después de unos minutos de hacerle sexo oral muy duro y húmedo, escuché como soltó un fuerte gemido y seguido a eso mi boca se llenó con sus fluidos y escurrieron por mis labios, me quedé algo paralizada ya que nunca me había pasado algo así, no sabía bien como reaccionar y simplemente deje que salieran de mi boca, no era demasiado y simplemente salieron de mi boca escurriendo por mi cuello.
Me limpié la boca con la mano, lo que acababa de pasar me dejó al principio un poco paralizada pero también me excitó mucho, Isabel se quedó un par de minutos acostada así como estaba, jadeando, yo me acosté junto a ella y en cuanto se recuperó se puso encima de mi y comenzó a besarme muy apasionadamente, al parecer le había dado un orgasmo muy fuerte y quería compensarme, por lo cual me dejé hacer lo que ella quería. Primero me besó muy apasionadamente, después comenzó a lamer mis senos, sobretodo mis pezones que ya estaban muy duros, fue bajando poco a poco por mi abdomen hasta llegar a mi vagina y comenzó a hacerme sexo oral de tal manera que a ratos sentía que me quedaba sin aire. Mientras que Isabel masajeaba mi clítoris con su lengua, Paola me besaba el cuello y los senos, cosa que me excita mucho, por lo que no aguanté mucho antes de tener un orgasmo, pero incluso después de eso, Isabel continuó lamiendo mi vagina, por lo que yo no tuve tiempo de recuperarme de un orgasmo cuando ya estaba entrando en otro.
Paola se puso encima de mi, con su vagina en mi cara y yo supe lo que tenía que hacer, comencé a hacerle sexo oral, yo estaba muy excitada y con mis manos la tomaba de las nalgas para empujar su vagina contra mi boca, cosa que a ella pareció gustarle mucho porque inmediatamente comenzó a soltar ligeros gemidos de placer. Después de un rato Isabel me causó otro orgasmo, esta vez mas fuerte que los anteriores, sentí como se me iba el aire en el orgasmo, mis piernas temblaron y mi estómago se contrajo. Quedé ahí boca arriba jadeando, con la vagina de mi hermana en la boca mientras ella suavemente se acariciaba los senos, después de unos segundos se quitó de encima de mi y se dejó caer a un lado, satisfecha. Isabel se acostó a un lado de mi, me dio un beso en la boca, se acercó a mi oído y me susurró: "me diste el orgasmo mas fuerte de mi vida", me dio otro beso y se tiró boca arriba en la cama, acariciando mi pierna.
Estuvimos así un rato, le dije a Isabel que esta vez se iba a quedar a dormir con nosotras porque nos lo debía, ella asintió riéndose. Después de unos minutos me levanté y me metí a bañar, en cuanto salí se metió Paola y posteriormente Isabel. Aún no salía Isabel de la ducha cuando me quedé profundamente dormida.
Al día siguiente desperté tarde, me desperté porque sentí los besos de alguien en mi mejilla, al principio creí que era Paola, pero cuando abrí los ojos me di cuenta de que era Isabel, lo cual me hizo despertar de buen humor. Al cabo de unos minutos Isabel me dijo que Paola había bajado temprano y que no quiso levantarnos, lo cual agradecí profundamente, necesitaba dormir.
-Me encantó lo de anoche Liza, lo que me hiciste fue increíble. Me dijo Isabel al cabo de unos minutos.
-A mi también me gustó mucho, que bueno que quisiste venir con nosotras, no quería que te asustaras. Le respondí con una sonrisa.
-Al principio me asusté, pero después... ufff... me encantaría compensarte hermosa. Me contestó mientras se acercaba a mi y me daba un beso.
-Pues tenemos varios días más por si quieres hacerlo hermosa. Le contesté mientras le daba un beso yo también.
-Pues... puedo empezar desde ahorita si quieres. Me contestó al tiempo que se ponía encima de mi.
Iba a contestarle que si pero antes de que pudiera decirle algo comenzó a besarme, acariciándome suavemente mientras me besaba, sentí como comenzaba a mojarme de nuevo, la tomé de la cintura para ponerla sobre la cama pero no me dejó, me tomó las manos y las puso arriba de mi cabeza, para que no las pudiera ocupar, como sometiéndome pero sin fuerza, simplemente me dijo que ella mandaba ahora, y me excita mucho que me dominen. Me dijo que tenía prohibido usar mis manos, y en seguida comenzó a acariciar mis senos, rozaba mis pezones con la punta de su lengua para que se me endurecieran y también los apretaba un poco con sus dedos, pero sin lastimarme, simplemente jugaba con ellos y eso me excitaba cada vez mas y mas, después continuó lamiendo mi abdomen, bajando poco a poco con su lengua hasta llegar a mi ombligo, después continuó bajando aun más, provocándome a cada segundo, cuando bajó lo suficiente yo estaba muy mojada, quería sentir su lengua en mi clítoris, pero en lugar de ir directo a eso, se siguió de largo, lamiendo y besando mi ingle, acariciando mis piernas y provocándome, yo estaba tan mojada que sentía que ya no podía más, y justo cuando quería explotar de lo excitada que estaba, sentí como su lengua invadió todo mi sexo, masajeando y ocupando mucha saliva en mi, lo cual inevitablemente me puso a gemir, por mas que yo intentaba no hacerlo no podía evitarlo, gemía cada vez mas fuerte, cada vez que sentía su lengua rozar mi clítoris sentía que iba a estallar.
Después de eso abrió aun mas mis piernas para tenerme totalmente expuesta ante ella, y suavemente introdujo dos dedos en mi, mientras con su lengua lamía mi clítoris cada vez más rápido hasta que me hizo explotar en un orgasmo muy fuerte que me dejó casi sin aire, me quedé así como estaba, dejando que ella continuara haciéndome suya, continuó lamiendo toda mi vagina y metiendo y sacando sus dedos muy despacio, dejando que disfrutara el momento, me relajé poco a poco, pensé que había terminado pero no, aun quería hacerme gozar mas, comenzó a meter sus dedos un poco mas rápido, a lamer todo mi clítoris de nuevo, comencé a gemir de placer otra vez, estaba demasiado mojada, mis fluidos y su saliva mojaban su mano, después de un rato ella introducía sus dos dedos en mi vagina, y una vez adentro, los abría lentamente y comenzaba a pasar su lengua entre ellos, saboreando mi vagina cada vez mas profundo, lo cual me seguía excitando mas y mas, y me hacía gemir mas duro. En un momento se detuvo, me puso boca abajo, me hizo parar el culo para quedar empinada y puso mis manos detrás de mi espalda, introdujo de nuevo dos dedos en mi vagina y comenzó a meterlos y sacarlos muy rápido, comencé a gemir otra vez, de repente me dio una nalgada fuerte y me excitó muchísimo.
-Eso te gusta nena? Me preguntó mientras continuaba metiéndome sus dedos
-Si, me excita mucho. Le contesté.
-Quieres que lo haga de nuevo? Me preguntó.
-Si, duro!. Le contesté entre gemidos.
Continuó dándome placer, a los pocos segundos me pegó de nuevo pero mas duro, esa nalgada me dolió pero me excitó aun más, comencé a gemir cada vez que sentía sus dedos dentro de mi, y con cada nalgada me excitaba mas y yo sola me empujaba contra su mano. Me dio otra nalgada igual de fuerte, que posteriormente vería que me dejó marcada pero en ese momento solo gemí de placer. me tiró boca abajo en la cama y me puso de lado, se acostó ella también para quedar frente a frente, se fue acercando a mi y abrió mis piernas, ella también abrió las suyas e hizo que mi vagina se pegara a la de ella y comenzó a mover su cadera, primero despacio, dejando que mis fluidos la mojaran a ella también, cada vez se sentía mas caliente y mas rico, su clítoris rozando contra el mío me puso demasiado excitada y comencé a mover mi cadera cada vez más rápido, ambas comenzamos a gemir, estábamos muy mojadas sintiendo a la otra, continuamos así durante unos minutos e Isabel tuvo un orgasmo pero no la dejé relajarse, continué pegándome mas a ella y moviéndome más rápido, la posición era muy incómoda al menos para mi pero no me importaba, el placer era mayor que cualquier incomodidad. Isabel se movía a mi ritmo, sentí como un orgasmo venía en camino y movía mi cadera lo más rápido posible para darnos placer. al cabo de unos segundos más tuve otro orgasmo muy fuerte y ya no pude más, me quedé ahí abrazando su pierna mientras ella movía su cadera muy suavemente hasta que el orgasmo se desvaneció por completo.
Quedamos ahí en esa posición durante unos minutos, yo besaba su pierna, aun podía sentir su vagina pegada a la mía y lo rico que lo habíamos pasado, estábamos sumamente agotadas por la sesión tan intensa, pero contentas de lo rico que la habíamos pasado. Nos quedamos acostadas un rato más, dándonos besos, después de unos minutos acostadas, decidimos bañarnos y salir, aunque Isabel solo se enjuagó el cuerpo y se fue a su habitación para poder bañarse y cambiarse a gusto.
Salí de la habitación buscando a Paola y a mis padres, eran las 10 am mas o menos, moría de hambre así que fui al buffet del hotel, donde ya estaban mi hermana y mis padres terminando de desayunar. Al llegar, Paola no pudo evitar reírse un poco de mi, aunque no entendí bien por qué. Ese día estuvimos con mis padres y por la noche no hicimos nada con Isabel y Max ya que fui con mi familia a cenar y llegamos ya algo tarde y cansados.
Los días siguientes pasaron tranquilos, Paola y yo salíamos con mis padres a pasear y casi no estábamos en el hotel, por las noches yo no perdía ocasión de hacer el amor con Paola, que siempre se excita mucho en la playa por el calor y todo eso. El penúltimo día lo pasamos en el hotel, apenas habíamos visto a Isabel y a los demás porque llegábamos cuando ellos ya se habían ido de fiesta, pero siendo nuestra última noche nos arreglamos para salir a algún antro a bailar y a tomar unas copas, Paola se puso un pantalón de mezclilla muy pegadito que resaltaba sus nalgas y sus piernas y yo me puse un vestido pegadito y corto para salir de antro. Quedamos de vernos en el lobby para irnos todos juntos. Esa noche fue muy activa y desafortunadamente recuerdo poco de tanto que tomamos, aunque tengo uno que otro recuerdo mio besando a Isabel o a Paola pero algo si queda claro: Sin duda fueron las mejores vacaciones que he tenido con Paola y no sería la última vez que veríamos a Max y a Isabel.
6 comentarios - De vacaciones con Paola - Parte 2
👍