Veniamos de esto: http://www.poringa.net/posts/relatos/2883218/La-vecina.html de esa mañana y un hermoso polvo.
Los días pasaron, nos cruzabamos en el ascensor y ella estaba igual que siempre,yo un poco esquivo, nervioso. No tenía la mas mínima idea de como encarar la situación. Mi sexo me pedia mas de su boca, de sus tetas, quería perderme en su concha. Mi cabeza me gritaba que no me complique, que que carajo iba a hacer con una mina grande que me lleva al menos 20 años y encima vive a menos de diez metros.
Una noche la vi subirse al auto de otro tipo, la vi saludarlo con un beso e irse... y si, me dio cierta envidia y esa noche recorde lo bien que se sentía mi pija en su boca. En la soledad de mi cama termine pajeandome con ese recuerdo, con el de sus tetas también.
La tarde siguiente compartimos el ascensor, me sacó conversación y al bajar me dijo "te ponés nervioso cuando me hablás, te pasa algo" no, esteee, no "si, nene, se te nota. ¿no será por lo de la otra vez? no fue para tanto" se arrimo a mi y despacito, casi susurrando me dijo "¿o queres repetir y no te animás?"
Mi cara dijo bastante, mis manos tambien, y con pocas palabras me hice entender, solo quería tener sexo, y ella también.
Cada uno fue a su puerta, ella tardo en abrir la suya mas que yo la mía, cuando estaba casi por ella camino hacia mi y la esperé "¿puedo pedirte algo?" si, respondí. "¿puedo pasar?" abrí la puerta y la invite a ir al living. Se quedó en el pasillito de entrada y cuando la alcance le pregunté que necesitaba:
_nada, ayer no se si me viste irme cuando vos llegabas. es un amigo
_si, justo te vi, salen?
_algo así, no es una relación...
_mirá yo no te voy a decir nada
_...fuimos a un telo..
_son dos personas gran..
_no le funcionó, me quede con ganas. ¿vos me dejarías con las ganas?
Mientras mis ojos se abrían bien grandes ante tamaña confesión no me quedaban dudas de sus intenciones. y a ella no le quedaban dudas de que no iba a negarme.
Sentada en la silla me sacó la pija del pantalón, le encantaba ver mi miembro hinchado, me pajeo un instante movía su mano lentamente acariciando la cabeza y luego se la llevo a la boca se notaba que le daba placer verme gozar de su boca, levantaba la mirada buscando mi cara de placer.
No se cuanto tiempo pasó, segundos, minuto,años después que metió mi pija en su boca, la sacó, se apartó un poco, la tomo con la mano y comenzó a pajerme despacio cerca de la base, a mover la punta de su lengua en mi cabeza, apenas rozándola. Mis piernas no podían sostenerme de pie, pero ella no iba a moverse de ahí. Su lengua seguía jugando con mi pija, dominaba todo mi cuerpo solo con moverse un poco, me tenía bajo su total dominio.
Otra vez perdí la noción del tiempo, y ella ya cansada de ese juego puso de nuevo mi verga entre su labios, solo dejo de hacerlo para decirme que disfrute y acabe cuando quiera. La sensación de placer no de dejaba siquiera decirle que siga, o que pare o nada. Su lengua sabía que era lo que yo quería, sus labios eran una fuente de placer y cuando lo hacía con sus manos era la mejor de las pajas.
Su teléfono sonó y la magia, el goce parecían irse con su ringtone... maldijo a sus asuntos terrenales. Apuró a mi cuerpo, casi con una disculpa por retacearme el placer después de darme tanto. "Acabame" dijo antes de antes de volver a meter mi pija entre sus labios. Sus manos mas firmes y mas rápidas me hicieron estallar en ella.
Quedamos en volvernos a ver, con tiempo y sin prisas. Con placer y sin obligaciones ni compromisos.
Los días pasaron, nos cruzabamos en el ascensor y ella estaba igual que siempre,yo un poco esquivo, nervioso. No tenía la mas mínima idea de como encarar la situación. Mi sexo me pedia mas de su boca, de sus tetas, quería perderme en su concha. Mi cabeza me gritaba que no me complique, que que carajo iba a hacer con una mina grande que me lleva al menos 20 años y encima vive a menos de diez metros.
Una noche la vi subirse al auto de otro tipo, la vi saludarlo con un beso e irse... y si, me dio cierta envidia y esa noche recorde lo bien que se sentía mi pija en su boca. En la soledad de mi cama termine pajeandome con ese recuerdo, con el de sus tetas también.
La tarde siguiente compartimos el ascensor, me sacó conversación y al bajar me dijo "te ponés nervioso cuando me hablás, te pasa algo" no, esteee, no "si, nene, se te nota. ¿no será por lo de la otra vez? no fue para tanto" se arrimo a mi y despacito, casi susurrando me dijo "¿o queres repetir y no te animás?"
Mi cara dijo bastante, mis manos tambien, y con pocas palabras me hice entender, solo quería tener sexo, y ella también.
Cada uno fue a su puerta, ella tardo en abrir la suya mas que yo la mía, cuando estaba casi por ella camino hacia mi y la esperé "¿puedo pedirte algo?" si, respondí. "¿puedo pasar?" abrí la puerta y la invite a ir al living. Se quedó en el pasillito de entrada y cuando la alcance le pregunté que necesitaba:
_nada, ayer no se si me viste irme cuando vos llegabas. es un amigo
_si, justo te vi, salen?
_algo así, no es una relación...
_mirá yo no te voy a decir nada
_...fuimos a un telo..
_son dos personas gran..
_no le funcionó, me quede con ganas. ¿vos me dejarías con las ganas?
Mientras mis ojos se abrían bien grandes ante tamaña confesión no me quedaban dudas de sus intenciones. y a ella no le quedaban dudas de que no iba a negarme.
Sentada en la silla me sacó la pija del pantalón, le encantaba ver mi miembro hinchado, me pajeo un instante movía su mano lentamente acariciando la cabeza y luego se la llevo a la boca se notaba que le daba placer verme gozar de su boca, levantaba la mirada buscando mi cara de placer.
No se cuanto tiempo pasó, segundos, minuto,años después que metió mi pija en su boca, la sacó, se apartó un poco, la tomo con la mano y comenzó a pajerme despacio cerca de la base, a mover la punta de su lengua en mi cabeza, apenas rozándola. Mis piernas no podían sostenerme de pie, pero ella no iba a moverse de ahí. Su lengua seguía jugando con mi pija, dominaba todo mi cuerpo solo con moverse un poco, me tenía bajo su total dominio.
Otra vez perdí la noción del tiempo, y ella ya cansada de ese juego puso de nuevo mi verga entre su labios, solo dejo de hacerlo para decirme que disfrute y acabe cuando quiera. La sensación de placer no de dejaba siquiera decirle que siga, o que pare o nada. Su lengua sabía que era lo que yo quería, sus labios eran una fuente de placer y cuando lo hacía con sus manos era la mejor de las pajas.
Su teléfono sonó y la magia, el goce parecían irse con su ringtone... maldijo a sus asuntos terrenales. Apuró a mi cuerpo, casi con una disculpa por retacearme el placer después de darme tanto. "Acabame" dijo antes de antes de volver a meter mi pija entre sus labios. Sus manos mas firmes y mas rápidas me hicieron estallar en ella.
Quedamos en volvernos a ver, con tiempo y sin prisas. Con placer y sin obligaciones ni compromisos.
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