Lamer, lamer y lamer. Mi boca solo pensaba en saborear su pene que se ofrecÃa ante mis ojos erecto y perfecto. Posar mi lengua por su glande, posar mi lengua sobre la base, apretar en ese sitio, utilizar mi mano de arriba abajo en una perfecta sincronÃa con mi boca que succionaba la punta de su hermoso falo. Y pensaba: Esto es melodÃa, escuchando el succionar de mi pequeña boca en su hermoso dulce. Tomar el primer brebaje que te entrega. Sentir una sed arrolladora, esperando el premio final, un chorro de su jugo celestial que me llenara la boca, que pasara por mi garganta, que chorreara por mis labios carnosos, pensaba en lamerlo por completo, atraparlo con mi lengua, hacer cÃrculos en su prepucio…incitar con más vehemencia que acabara en mÃ.
Lamer, comer es un arte, requiere de técnica u algún tipo de conocimiento para hacerlo más ameno y óptimo si se quiere llegar a la culminación. Pero como también me gusta lamer un buen pene, el sexo de una mujer me parece igual de atractivo, abrirlo como si se tratase de una flor, ver los pliegues, explorar con mis dedos buscando el clÃtoris para presionar deliciosamente en esa zona golosa, primero como un gatito, para luego mi lengua pase sobre todos sus labios, mordisquearlos, saborear como lentamente corren sus fluidos por mi boca y me empapa con su excitación. Ir de nuevo al botoncito tierno que se esconde entre pliegues, comerlo y contornear mi lengua para que la presión sea más intensa, esperar que su pelvis empiece a moverse compulsivamente, anunciando el gemido, la alteración de sus sentidos, meter un dedo en su hendidura mientras la hago llegar…y termine acabando exquisitamente, y mi dedo este cubierto por el fruto de mi lengua experta.
No olviden visitar mi blog para más historias...
https://soysolountrozoinfinitodecarne.blogspot.cl/
Lamer, comer es un arte, requiere de técnica u algún tipo de conocimiento para hacerlo más ameno y óptimo si se quiere llegar a la culminación. Pero como también me gusta lamer un buen pene, el sexo de una mujer me parece igual de atractivo, abrirlo como si se tratase de una flor, ver los pliegues, explorar con mis dedos buscando el clÃtoris para presionar deliciosamente en esa zona golosa, primero como un gatito, para luego mi lengua pase sobre todos sus labios, mordisquearlos, saborear como lentamente corren sus fluidos por mi boca y me empapa con su excitación. Ir de nuevo al botoncito tierno que se esconde entre pliegues, comerlo y contornear mi lengua para que la presión sea más intensa, esperar que su pelvis empiece a moverse compulsivamente, anunciando el gemido, la alteración de sus sentidos, meter un dedo en su hendidura mientras la hago llegar…y termine acabando exquisitamente, y mi dedo este cubierto por el fruto de mi lengua experta.
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4 comentarios - Sexo oral