Te conocí, nos conocimos en la facultad, el primer día, fue, en verdad como algo místico (eso íbamos a saberlo tiempo después). Pero de todas formas algo paso, que hizo que desde ese momento sigamos buscándonos para sentarnos juntas, luego estudios, trabajos, hasta amistad...
Nos llevamos siempre bien, ninguna inhibición corría para nosotras, todo era materia de conversación, de risas, de análisis y miradas cómplices...
En ese medio año que nos conocíamos, ademas de parecer que era de toda la vida, te habías comido mas tipos que cualquiera de las personas que frecuentamos... sos atractiva, llamativa, hermosa, liberal, ocurrente, y eso me fascinaba a mi y a varios y varias mas.... No se exactamente cuando fue que me confesaste que eras bisexual, pero eso movió mi piso, nunca había pensado yo en esa posibilidad ... y como yo te miraba, y si te deseaba, cabía en que también podría serlo... deje pasar... las cosas siguieron igual....
Esa noche, después de festejar los buenos resultados de los primeros exámenes, de que te chaparas a cinco en el boliche, te lleve a tu casa porque no dabas mas de la borrachera...
Jamas había insinuado nada de lo que me pasaba con vos, porque en verdad no lo tenia claro. Subiste los escalones de tu departamento en cuatro patas, no podías ni pararte, entonces decidí que tenias que devolver, ademas de bañarte, así fue, luego de ayudarte hacer lo primero, te saque la ropa para meterte debajo de la ducha, que ya estaba caliente, en ropa interior tu cuerpo, que ya se estaba reponiendo, se mojaba con el agua, y a mi me recorría un escalofríos por la espalda. Cuerpo que había visto mil veces, tus tetitas bien paraditas, y esa cola que invitaba a dar una vuelta sobre ella. Reaccionaste de tu casi coma alcohólico solo para estirar la mano y no se de donde sacaste fuerza, pero me metiste a la ducha con vos, quedamos frente a frente debajo del agua... Me miraste, sonreíste, y me dijiste gracias.
Sin dudarlo comenzaste a desabrocharme la camisa, me la sacaste, hiciste lo mismo con el pantalón, mis cuerpo quedo expuesto una vez mas a vos, pero ahora con la piel de gallina, excitada hasta los huesos. volviste a mirarme: -tenes frió? -métete bien abajo del agua, seguro te salpique cuando devolví, también tenias que lavarte- me dijo, mientras cambiábamos de lugares.
Quede a dándote la espalda, y atinaste a levantarme el pelo que ya estaba todo mojado, pasaste tu mano por mi nuca, ambas, y fuiste directamente a desabrocharme el corpiño. desde atrás, en esa posición, comenzaste a besarme la nuca y acariciarme las tetas... Susurraste a mi oído:-Ahora vas a saber lo que es bueno-. Suspire desde lo mas profundo de mi ser, entregándome sin dudarlo, y disfrutando de esa lengua, que miles de veces había visto bordear tus labios, o en las bocas de otros.
Me di vuelta, nos besamos, un beso apasionado, ansiado, pidiendo ser dado, nuestras bocas, lenguas, labios, querían comerse la una ala otra... fue un beso desenfrenado, ensalivado, hermoso.
Te mire, vos estabas en bolas ya, tus tetas bien firmes, tus pesones duros, esperando ser besados. Apagaste la ducha, saliste sin pensarlo, tomaste dos toallas, te acercaste, me envolviste y dijiste:-sequémonos que quiero que duermas conmigo, sácate la tanguita y seguime.- Hice caso, no podía negarme era lo que quería. Lo que me había imaginado en mis noches de soledad con mis manos hundiéndose en mi clítoris...
Me esperaste frente a la cama, tiraste ambas toallas al piso y el beso fue nuevamente perfecto, riquísimo, duro unos cuantos segundos, enseguida nuestras manos empezaron a buscarse, te agarre la nuca, vos la cintura, te apreté sobre mi, vos también. Comenzaste a descender con tu beso sobre mi cuello, mi tórax. luego mis tetas, lamiste una, luego otra, tu lengua jugaba con mis pesones, mientras tus manos apretaban los cachetes de mi cola. Yo estaba extasiada, maravillada, no podía creer que mi primera vez con una mina iba a ser con vos, eso pasaba por mi cabeza mientras vos bajabas por mi panza, ordenabas con tus manos que abra mis piernas y te zambullas en mi concha, comiéndomela, besando sin parar hasta abrir con tus labios mis labios y encontrando como hallazgo mi clítoris mojado, duro esperando a ser lamido, besado, acariciado por vos, suspire de nuevo, acompañado de un gemido de placer, intenso placer que recorría mi cuerpo, vos chupabas como desesperada, como alguien sediento, esperando recuperarse son mis jugos.
No podía contenerme mas, te agarre los pelos, y comencé a moverme como loca, pidiéndote mas, que no pararas, jamas mi concha había sido tratada así, tan perfectamente. Tus dedos comenzaron a penetrar mi vagina, y primero como pidiendo permiso, luego al ver mi emoción, excitación, rápidamente. chupabas y me penetrabas. Era exquisito, quería mas. No podía parar de moverme, apretaste tu lengua fuerte en mi clítoris y ahí llego mi primer maravilloso orgasmo. Lamiste todo, desde mi cola, hasta mi monte de venus y subiste lentamente por mi cuerpo con la lengua afuera, llegando a mi boca, probé todo lo que habías lamido en mi. Otro beso apasionado, me dio lugar para recostarte con las piernas abiertas, yo en el medio, seguí besándote mientras me frotaba suavemente encima tuyo, también comenzaste a comerte y gemías.
Tu lengua saboreaba alrededor de tus labios lo que quedaba de mis jugos y saliva, mientras yo iba bajando por tu cuello a encontrarme con esas tetas maravillosas, a las cuales apreté, lamí, mordisquee... Te comenzaste a retorcer y mi mano libre bajo en busca de tu clítoris, que también mojado esperaba que lo toquen, laman, besen ansioso. La punta de mi dedo anular comenzó acariciarlo, tus gemidos eran mas fuertes e intensos. apretándome con tus manos mi cabeza sobre tu pezón izquierdo.
Decidí que era momento de probar tan ansiado sabor, y directamente baje a chuparte la concha, abrí tus piernas, que caían de tu cama de una plaza y mi cabeza se hundió en lo mas profundo, con mis manos di lugar a mi lengua para comenzar a besar con la punta de ella ese hermoso clítoris, vos agradeciste la decisión tomándome de los pelos y apretando fuerte mi cara hacia vos, comenzando a moverte en círculos y gemir como una desquiciada...
Hay algo que interrumpe mi concentración, otra vos, lo estoy imaginando? Incorporo la cabeza, una silueta en la puerta, preguntaba que pasaba?... Qué no era obvio?....
Nos llevamos siempre bien, ninguna inhibición corría para nosotras, todo era materia de conversación, de risas, de análisis y miradas cómplices...
En ese medio año que nos conocíamos, ademas de parecer que era de toda la vida, te habías comido mas tipos que cualquiera de las personas que frecuentamos... sos atractiva, llamativa, hermosa, liberal, ocurrente, y eso me fascinaba a mi y a varios y varias mas.... No se exactamente cuando fue que me confesaste que eras bisexual, pero eso movió mi piso, nunca había pensado yo en esa posibilidad ... y como yo te miraba, y si te deseaba, cabía en que también podría serlo... deje pasar... las cosas siguieron igual....
Esa noche, después de festejar los buenos resultados de los primeros exámenes, de que te chaparas a cinco en el boliche, te lleve a tu casa porque no dabas mas de la borrachera...
Jamas había insinuado nada de lo que me pasaba con vos, porque en verdad no lo tenia claro. Subiste los escalones de tu departamento en cuatro patas, no podías ni pararte, entonces decidí que tenias que devolver, ademas de bañarte, así fue, luego de ayudarte hacer lo primero, te saque la ropa para meterte debajo de la ducha, que ya estaba caliente, en ropa interior tu cuerpo, que ya se estaba reponiendo, se mojaba con el agua, y a mi me recorría un escalofríos por la espalda. Cuerpo que había visto mil veces, tus tetitas bien paraditas, y esa cola que invitaba a dar una vuelta sobre ella. Reaccionaste de tu casi coma alcohólico solo para estirar la mano y no se de donde sacaste fuerza, pero me metiste a la ducha con vos, quedamos frente a frente debajo del agua... Me miraste, sonreíste, y me dijiste gracias.
Sin dudarlo comenzaste a desabrocharme la camisa, me la sacaste, hiciste lo mismo con el pantalón, mis cuerpo quedo expuesto una vez mas a vos, pero ahora con la piel de gallina, excitada hasta los huesos. volviste a mirarme: -tenes frió? -métete bien abajo del agua, seguro te salpique cuando devolví, también tenias que lavarte- me dijo, mientras cambiábamos de lugares.
Quede a dándote la espalda, y atinaste a levantarme el pelo que ya estaba todo mojado, pasaste tu mano por mi nuca, ambas, y fuiste directamente a desabrocharme el corpiño. desde atrás, en esa posición, comenzaste a besarme la nuca y acariciarme las tetas... Susurraste a mi oído:-Ahora vas a saber lo que es bueno-. Suspire desde lo mas profundo de mi ser, entregándome sin dudarlo, y disfrutando de esa lengua, que miles de veces había visto bordear tus labios, o en las bocas de otros.
Me di vuelta, nos besamos, un beso apasionado, ansiado, pidiendo ser dado, nuestras bocas, lenguas, labios, querían comerse la una ala otra... fue un beso desenfrenado, ensalivado, hermoso.
Te mire, vos estabas en bolas ya, tus tetas bien firmes, tus pesones duros, esperando ser besados. Apagaste la ducha, saliste sin pensarlo, tomaste dos toallas, te acercaste, me envolviste y dijiste:-sequémonos que quiero que duermas conmigo, sácate la tanguita y seguime.- Hice caso, no podía negarme era lo que quería. Lo que me había imaginado en mis noches de soledad con mis manos hundiéndose en mi clítoris...
Me esperaste frente a la cama, tiraste ambas toallas al piso y el beso fue nuevamente perfecto, riquísimo, duro unos cuantos segundos, enseguida nuestras manos empezaron a buscarse, te agarre la nuca, vos la cintura, te apreté sobre mi, vos también. Comenzaste a descender con tu beso sobre mi cuello, mi tórax. luego mis tetas, lamiste una, luego otra, tu lengua jugaba con mis pesones, mientras tus manos apretaban los cachetes de mi cola. Yo estaba extasiada, maravillada, no podía creer que mi primera vez con una mina iba a ser con vos, eso pasaba por mi cabeza mientras vos bajabas por mi panza, ordenabas con tus manos que abra mis piernas y te zambullas en mi concha, comiéndomela, besando sin parar hasta abrir con tus labios mis labios y encontrando como hallazgo mi clítoris mojado, duro esperando a ser lamido, besado, acariciado por vos, suspire de nuevo, acompañado de un gemido de placer, intenso placer que recorría mi cuerpo, vos chupabas como desesperada, como alguien sediento, esperando recuperarse son mis jugos.
No podía contenerme mas, te agarre los pelos, y comencé a moverme como loca, pidiéndote mas, que no pararas, jamas mi concha había sido tratada así, tan perfectamente. Tus dedos comenzaron a penetrar mi vagina, y primero como pidiendo permiso, luego al ver mi emoción, excitación, rápidamente. chupabas y me penetrabas. Era exquisito, quería mas. No podía parar de moverme, apretaste tu lengua fuerte en mi clítoris y ahí llego mi primer maravilloso orgasmo. Lamiste todo, desde mi cola, hasta mi monte de venus y subiste lentamente por mi cuerpo con la lengua afuera, llegando a mi boca, probé todo lo que habías lamido en mi. Otro beso apasionado, me dio lugar para recostarte con las piernas abiertas, yo en el medio, seguí besándote mientras me frotaba suavemente encima tuyo, también comenzaste a comerte y gemías.
Tu lengua saboreaba alrededor de tus labios lo que quedaba de mis jugos y saliva, mientras yo iba bajando por tu cuello a encontrarme con esas tetas maravillosas, a las cuales apreté, lamí, mordisquee... Te comenzaste a retorcer y mi mano libre bajo en busca de tu clítoris, que también mojado esperaba que lo toquen, laman, besen ansioso. La punta de mi dedo anular comenzó acariciarlo, tus gemidos eran mas fuertes e intensos. apretándome con tus manos mi cabeza sobre tu pezón izquierdo.
Decidí que era momento de probar tan ansiado sabor, y directamente baje a chuparte la concha, abrí tus piernas, que caían de tu cama de una plaza y mi cabeza se hundió en lo mas profundo, con mis manos di lugar a mi lengua para comenzar a besar con la punta de ella ese hermoso clítoris, vos agradeciste la decisión tomándome de los pelos y apretando fuerte mi cara hacia vos, comenzando a moverte en círculos y gemir como una desquiciada...
Hay algo que interrumpe mi concentración, otra vos, lo estoy imaginando? Incorporo la cabeza, una silueta en la puerta, preguntaba que pasaba?... Qué no era obvio?....
5 comentarios - Que así sea!
necesitamos más chicas como ustedes, jaja
Besote!!