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Amigo amante...

En la semana recibo un wasap de Diego:
"Tenemos que hablar".
"Sí, es lo mejor", le respondo.
Nos encontramos esa misma tarde en el Starbucks de Coronel Díaz. Al vernos nos saludamos con un beso en la mejilla, y aunque queremos aparentar que todo está bien, se puede palpar la tensión que hay entre ambos.
Pedimos un par de cafés y nos sentamos a charlar, a tratar de arreglar de alguna manera el terrible quilombo en el que nos metimos.
Como para romper el hielo hablamos de nuestras parejas, de Paula y M..., hasta que parece envalentonarse y me confiesa:
-Estaba borracho...-
-Te entiendo, esa noche te tomaste hasta el agua de las plantas- trato de bromear, pero él no se ríe, permanece inmutable.
-No, dejame terminar...- hace una pausa y bebe un sorbo de su café.
-Estaba borracho, sí- continua -Pero lo que hice..., lo hice porque lo deseaba, la borrachera solo me dió el coraje que me faltó todo este tiempo-
-Diego...- alcanzo a murmurar.
No sé qué decir. Mi amigo, el amigo de mi marido, el marido de mi mejor amiga se me está declarando y yo lo único que quiero es que me trague la tierra.
-Desde que te conocí que estoy loco por vos Mariela, y esa noche..., bailando tan juntos, no sé, no me pude resistir-
-Pero Diego, somos amigos, no solo vos y yo, los cuatro..., Paula y M..., somos los mejores amigos- le recuerdo.
-Me importa un carajo la amistad, lo que quiero es..., (bajando la voz) cogerte, te quiero coger Mariela, es lo único en lo que pienso-
-Ya me cogiste la otra noche, ¿o estabas tan en pedo que no te acordás?-
-Me acuerdo perfectamente, pero fue algo rápido, de apuro, quiero gozarte como se debe, con tiempo, en una cama..., vamos a un telo, te lo pido por favor-
-Diego, ¿te das cuenta de lo que me estás pidiendo?-
-Sí, que quiero echarte un polvo- la calentura se manifiesta en cada palabra que pronuncia.
-El polvo ya me lo echaste, estábamos borrachos y fue algo que se dió, un momento de calentura, lo acepto, pero lo que me estás pidiendo ahora, sin borrachera, sin alcohol de por medio, es..., ser infiel-
-Dale, me vas a decir que nunca lo corneaste a M...-
-No, nunca- se lo digo con tal vehemencia, tan convencida de mis palabras que merecería un Oscar de la Academia.
-No te creo-
-No me creas, pero te digo la verdad. Nunca le puse los cuernos a mi marido-
-¿Y lo del sábado que fue?-
Me quedo callada. Tiene razón, esa fue una GRAN metida de cuernos. Con nuestro amigo, en mi propia fiesta de cumpleaños.
-Eso fue cosa tuya- le digo.
-Pero vos también estuviste, y creo recordar que acabaste tanto como yo-
Acabe como la mejor, no lo niego. Más allá del momento y la circunstancia, del apuro y el temor a ser descubiertos, reconozco que fue un muy buen polvo.
-Diego..., tenés un montón de mujeres para elegir, no te estoy incitando a que lo hagas, pero..., me imagino que no debe ser la primera vez que le ponés los cuernos a Paula, buscate otra mina, debe haber cientos gustosas de encamarse con vos-
-Pero la mina con la que me quiero encamar la tengo justo enfrente-
-Por favor Diego, vine a verte para tratar de arreglar lo que pasó el sábado, no para empeorarlo-
-Es lo único que te pido- me insiste -Un garche de amigos-
Suspiro entre molesta y resignada. Si no le doy con el gusto no veo la forma de sacármelo de encima.
-Mirá Diego- comienzo a decirle en tono confidente -Es esta vez y nunca mas, no quiero que pienses que vamos a ser amantes o algo así, lo hago porque..., bueno, porque quizás yo también tenga algo de culpa por lo que pasó la otra noche-
Del Starbucks nos vamos a Pelícano, un telo que está en Laprida y al que he ido en varias oportunidades. Un lugar pequeño y ameno, ideal para ir con tu pareja, ya que no transmite esa sensación de trampa como la mayoría de los albergues transitorios. Tal vez por eso lo elegí, y no solo porque fuera el más cercano.
-¿Te das cuenta en donde estamos, Diego?- le digo cuando entramos a la habitación.
-Donde siempre quise tenerte- me confirma, apoyándome por detrás.
Sus manos enseguida se apoderan de mis pechos, amasándomelos a través de la camisa. Como siempre que me tocan de esa manera, mis pezones se ponen como piedras, se endurecen tanto que hasta me duelen.
Diego me los aprieta y pellizca, mientras que ahora soy yo la que lo apoya a él, frotándome lascivamente contra su cuerpo. Le refriego toda la cola por sobre ese prepotente abultamiento que parece latir con vida propia.
Me doy la vuelta, me cuelgo de su cuello y le como la boca.
Mientras nos besamos, me agarra de la cola y me levanta en upa. Le rodeo con las piernas la cintura y me mantengo subida a él, refregando mi sexo contra el suyo, frotándome como si quisiera prenderme fuego.
Conmigo alzada se echa en la cama, manteniéndome siempre encima. Sin salirme, le acaricio la entrepierna, sintiendo la elocuente presión que ejerce su verga contra la costura del pantalón. Me pongo a un lado de su cuerpo y le bajo el cierre de la bragueta. Se la saco afuera y lo pajeo, poniéndosela dura, hinchada y caliente con apenas unos pocos movimientos. El olor a pija me envuelve y atrapa, mi afrodisíaco predilecto, ese aroma natural que me resulta verdaderamente irresistible.
Me pongo en bolas y me echo entre sus piernas. Le paso la lengua de abajo hacia arriba, chupándosela con esmero y frenesí cuando llego a la punta.
Me la como entera, ya no me interesa seguir aparentando que no tengo experiencia al respecto, así que despliego toda mi habilidad oral, incitando sus mas exultantes suspiros.
-¡Ahhhhhh..., que buen pete, Mariela!- exclama, observando atentamente como me la trago hasta los pelos -¡Petera vieja resultaste!-
La retengo dentro de mi boca hasta que me falta el aire y siento que me arden las mejillas y se me llenan los ojos de lágrimas. Entonces la suelto y la dejo ahí, vibrando, toda amoratada y entumecida.
-Y me decís que nunca le pusiste los cuernos a M...- insiste sarcástico.
Le suelto una larga escupida en la punta y vuelvo a pajearlo, mirándolo a los ojos, sin decirle ni que sí ni que no, dejando que él mismo saque sus propias conclusiones.
Se termina de sacar el resto de la ropa y nos echamos sobre la cama, desnudos, besándonos, acariciándonos, metiéndonos mano por doquier, dándole rienda suelta a ese desenfreno que venimos compartiendo desde la noche del 18 de junio.
Se coloca el preservativo de rigor, se me sube encima, separo las piernas para hacerle lugar, nos acomodamos cada cual por su lado y...
¡Ahhhhhhhhhhhhh.......!
..., se hunde por completo en mí.
Me penetra larga y profundamente, besándome con pasión a la vez que me llena y rebalsa con su carne. Cuando empieza a cogerme, me muevo con él, acoplándome a su cuerpo con brazos y piernas, manteniendo el mismo ritmo, la misma cadencia. Pero es tanta la calentura de Diego que no tarda casi nada en acabar, apenas unos minutos después de que me la metiera, siento que me ruge en el oído y que el forro se expande, cálido y cargado, a causa del precipitado derrame.
Diego se da cuenta enseguida de su precocidad y me pide disculpas.
-Perdoname, quería seguir cogiéndote, pero..., se siente tan rico acá dentro-
Le doy un beso y me salgo de abajo suyo. Supongo que piensa que ahí se terminó todo, me pidió un polvo y ahí tenía su polvo, pero la verdad es que yo también quería el mío. Así que le saco el forro, le hago un nudito para que no se derrame y lo dejo en uno de los ceniceros. Tiene la pija mustia y fruncida, caída hacia un costado. Se la agarro y empiezo a pajearlo, mojándome las manos con la leche que le impregna la piel. Pese al polvo reciente, la reacción de Diego es inmediata. Al toque se le para. Sin pausa, paso de la paja al pete, y luego a ambos en forma simultánea. Cuando ya la tiene dura, me le subo encima, una pierna a cada lado y me monto encima de su cuerpo. Le agarro la pija por debajo y me la pongo en la concha, sin forro esta vez, absorbiéndola de a poco, pedazo a pedazo hasta volver a sentirme llena y rebalsada otra vez. Ahora soy yo la que lo coge a él, con fuerza, deseo y entusiasmo. Me balanceo sobre su cuerpo, sacudiendo pelo y tetas, manteniéndolo pegado a la cama, sin posibilidad de moverse. Solo yo me muevo, arriba y abajo, empalándome hasta lo más profundo toda la verga de mi amigo. De a ratos le paseo las tetas por sobre la cara, para que me las chupe, muerda o lo que se le antoje.
Me siento acalorada, afiebrada, a punto de la combustión espontánea. Pese a mis reticencias iniciales, Diego logró contagiarme su calentura. Ahora sí estaba salida, desbocada, enceguecida de lujuria.
-¿Me hacés la cola?- mas que pedírselo, lo estoy incitando a que me la haga.
Sin esperar su respuesta, me saco la pija de la concha y me la pongo en el culo. Ahora es él quién avanza, me agarra de las caderas y empuja hacia arriba, abriéndome el orto de a poco. Al mismo tiempo yo empujo hacia abajo, dejándomelo abrir, insistiendo en que me lo abra, ansiosa por sentirlo avanzar por entre mis intestinos.
Cuando la tengo toda adentro, me quedo quieta por un momento, disfrutando el encule, la gloriosa sensación de sentir el culo abierto, tras lo cual empiezo a moverme de nuevo, arriba, abajo, arriba, abajo, sintiendo que se me dilata mucho más todavía.
Nos miramos a los ojos y aceleramos, cada cual por su lado, buscando el goce mutuo, el placer compartido, ese polvo de amigos que habíamos acordado.
Yo: -¡Siiiiiiii..., siiiiiiiiiiiii..., siiiiiiiiiiiiiiiiiii...!-
Él: -¡Dale, dale, dale...!-
Estallamos al unísono, mojándonos como si nos hubiéramos sumergido en medio de una cascada y no pudiésemos salir a la superficie. Su humedad y la mía, mezclándose, diluyéndose por los conductos más íntimos de mi cuerpo.
-¡Me llenaste de leche!- le digo, sonriendo complacida.
-¿Sabés hace cuanto que vengo guardando leche para vos? Tengo de sobra-
Me tumbo de espalda hacia un costado, exhalando un suspiro rebosante de satisfacción. Por un momento ninguno dice nada, solo nos miramos por el espejo que está en el techo, sobre la cama.
-Mariela...- comienza a decir Diego -Chupás la pija como la mejor, tenés una tetas de ensueño, te gusta culear..., sos la mujer perfecta-
"La mujer perfecta para coger", agrego mentalmente.
Esa es la diferencia entre mi marido y los demás hombres. Que él no me ve como una máquina de garchar. Para él soy su esposa, la madre de su hijo, no solo una proveedora de polvos. Nadie podría amarme como él lo hace. Entonces, ¿porque sigo buscando a esos hombres? ¿Porque sigo encamándome con tipos como Diego? La respuesta es simple: por el sexo.
-Como nos prometimos Diego, fue esta vez, para sacarnos las ganas y nunca mas- le recuerdo mientras nos vestimos.
-¿Aunque lo hayas disfrutado tanto como yo?- inquiere.
-Aunque lo haya disfrutado tanto O MAS que vos- le remarco.
Salimos del telo y nos despedimos de nuevo como un par de amigos, con un beso en la mejilla, aunque ya sin esa tensión acumulada que amenazaba con hacernos saltar por los aires.
Borré los mensajes de Diego del wasap, esos que delataban nuestro encuentro y me fui a casa con la inquietud de no saber si perdía a un amigo o ganaba un amante. Fuera lo uno o lo otro, estaba segura de que mi futuro inmediato no estaría exento de quilombos. Pero como dice el refrán, al que quiere celeste...














27 comentarios - Amigo amante...

bildecaledonia
Marita no te das una idea de lo que me calientan tus relatos....Todo lo que daria por tener una amiga tan trola que le encanta tanto coger como a vos...
OliverioReyna
Pero quien sos? La Gabriela Mistral de lo erotico?. Muy buen relato +10, dale que tenes mucho mas que seguir contandonos, eso no se quedo ahi..
ocippledamot
una maravilla como siempre y como siempre me dejas con la japi dura como un garrote+10
borracho_tuerto
"-No, nunca- se lo digo con tal vehemencia, tan convencida de mis palabras que merecería un Oscar de la Academia.

"El olor a pija me envuelve y atrapa, mi afrodisíaco predilecto, ese aroma natural que me resulta verdaderamente irresistible"

"Estallamos al unísono, mojándonos como si nos hubiéramos sumergido en medio de una cascada"

"Esa es la diferencia entre mi marido y los demás hombres. Que él no me ve como una máquina de garchar. Para él soy su esposa, la madre de su hijo, no solo una proveedora de polvos. Nadie podría amarme como él lo hace."

"...me fui a casa con la inquietud de no saber si perdía a un amigo o ganaba un amante. Fuera lo uno o lo otro, estaba segura de que mi futuro inmediato no estaría exento de quilombos..."
[/i]

Querida Mary, como siempre rescato estractos de tus "garche aventuras", que me ponen a full, o bien me hacen pensar.
Lo del Oscar de la Academia, es GENIAL...jajaja.
Pero el penúltimo, te muestra de cuerpo entero, la persona que eres tu, y sin duda, creo se refleja en tu "personaje literario", eso de..."Nadie podría amarme como el lo hace." te muestra como persona más allá de "los polvos" como tú dices.
Y el último, que terrible situación, no saber si se pierde un amigo, (lo que es tremendo) o se gana un amante, lo que sin dudas augura quilombos a futuro en "tu vida"
BUENISIMO RELATO como siempre mi querida amiga, de la mayor EXCELENCIA literaria del rubro...FELICITACIONES!! Besos linda 💋 LEO +10


Amigo amante...
kellcito
Como me gustaria una noche en Pelicano con vos Mary...
Elpndjomacho
muy buen relato @maritainfiel muy elocuente el planteo!! y con ese vocabulario tan cuidado y descriptivo que me hace quedar con la chota en la garganta!! jajaj gracias por compartir +10 y sale reco
gerardoriker
me volves loco con tus relatos, quiero ser tu amante
hijodelnegro
Mary siempre calientes tus relatos!!!!!
Betogomez3000
Exquisita!!!!, me dejaste toda la cabeza humeda BB!!!!, me encantaria hacerte mia!
dantraloco
uffffffffffffffff buen relato, van 9 puntos
juste
Muy bueno pero al lado de tus otras aventuras se quedo corto, me parece o estas menos desbocada.. Aun asi te sobra fuego para freír a cualquiera supongo
perroandante
muy bueno, pero me parece que va ver mas Diego
rom123lopz
Tremenda forma de relatar y transmitir las mejores sensaciones genia!! Hermoso sería tenerte!! Beso!
NachoRove
no hay relato que lea tuyo que me la deje dura como piedras y toda babosa!!! jejeje buenisimo!! que lindo entrar al telo apoyandote asi!! fuerte!! Beso!
impuresoul
Mariela, donde quedó el relato del colectivo? Gran relatos, nena!
Pervberto
Me quedaban nada más que 5 puntitos pero quiero que quede claro que tu relato merece muchos más.
tucumaninsomnio
Tremendo... Te dejé 10 puntos... Me gustaría obtener alguna foto tuya... Te dejé un MP besos...me la pones dura con todos tus relatos
1Marite
Que lindo esos amigos que te garchan bien !!
elvnico22
Q lindo relato.! Y muy buen telo!! Me escapé con una tramposa varias veces a ese mismo lugar.. Lo mejor es q en la esquina de Santa fe.. Ay una licoreria para comprar vino champán y frizze ja
tumirada2013
Como siempre muy buen relato! Me ofrezco para tu próximo
danielcg36
que bien que relatas, esas frases, hoy te descubri, me encantaron.