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Impulso - Mi primer relato erótico. Pt 2

Impulso - Mi primer relato erótico. Pt 2

'Impulso' Es una serie de relatos en la que la protagonista (que iremos conociendo con el devenir de los mismos) narra desde el comienzo sus experiencias sexuales y como sus impulsos la incentivan a cumplir sus placeres que en su entorno social están prohibidos, aunque ella sabe que el único secreto para su felicidad es ignorar todo eso y satisfacer su naturaleza que la impulsa a cometer actos sexuales de todo tipo.
Lo voy a ir publicando por partes para que no se haga muy denso.

Primera parte: Impulso - Mi primer relato erótico

En la vuelta a casa llegue a comprender lo que en verdad necesitaba mi cuerpo, pero mas que nada, conocer lo relativo que es el tiempo. El viaje fue eterno, la ansiedad me devoraba a cada segundo un poco mas, mis pulsaciones se disparaban a una velocidad tal que temía una ataque cardíaco y mi respiración agitada pedía sin mediar palabras un miembro tan grande como el del actor, pero mas que nada mi ansiedad se debía a que no necesitaba de uno y que yo misma podía complacerme en cuanto llegue.
Al fin llegue a mi casa, mis padres estaban ahí, en la sala ¿Mis padres? Pero si nunca estan a esta hora, sentí que mi mundo se derrumbaba a mi alrededor aunque mis impulsos se disparaban. No podía tener tanta mala suerte, justo hoy, justo ahora, y mientras pienso en mi 'maravillosa suerte' mi padre me dice "Nos vamos a ir con tu mama a la casa de tus abuelos ¿Vamos?" Era mi oportunidad, mi alma volvió a mi y el destino me guineo un ojo. Y con una felicidad tremenda -aunque sin demostrarlo- le conteste con un "No".

La casa sola, sola conmigo y mis ganas incontrolables de tocarme. Y ahí estaba yo, sentada en el sofá del living, sacándome la ropa y al paso que lo hacia mi respiración y mis pulsaciones se descontrolaban mas y mas, y el temblor que se apodero de mi cada vez se hacia mas grande.
La casa sola, conmigo, mis impulsos y mi ropa interior, mi bombachita rosa, como único obstáculo para tan deseado propósito, y con la mano derecha temblando como nunca acaricie mi abdomen, deslizándose por el, meto mis dedos adentro mi tanga húmeda y solo acaricio, acaricio y froto, hasta que llego el momento, mis dedos indice y medio adentro de mi conchita inocente, el placer que sentí no podría explicarlo con nada, pero gritaba con un placer tremendo. El nerviosismo seguía ahí, pero el placer era mas grande.
Fueron meses de fantasías, de irme a dormir pensando en el placer que me podría dar un hombre y el secreto estaba en mi mano y ya lo estaba descubriendo, ahí en mi casa, vacía y en silencio donde solo se escuchaban los gemidos de una chica desnuda ya completamente, con su mano derecha re-descubriendo su anatomía y su izquierda frotándose los pezones de sus tetas caucásicas talle 76, y yo sin creer que esa chica era yo.
Pienso todo lo que me perdí este tiempo, aunque la excitación me lo hace olvidar al instante.

En cuestión de minutos tuve un orgasmo triunfal, los chorros provenientes de mi fueron proyectados por todo el sillón, pero yo no podía parar. Seguía y seguía, con mas fuerza, con mas velocidad y frenetismo, mi clítoris me ardía al cabo de 3 horas pero no había forma de detenerme. Estaba en la cima, me sentía la chica mas feliz del mundo.

A partir de ese momento, de ese bendito día, la masturbación se hizo algo cotidiano en mi vida. Me tocaba a diario: Apenas me despertaba, en cualquier ocasión en la que me encontraba sola en casa, antes de dormir o antes de bañarme, incluso cuando las ganas eran incontrolables, aprovechaba la intimidad de mi habitación y me colaba dedito por dedito para auto-satisfacerme, con un nerviosismo tremendo por miedo a que entre mi madre y me vea ahí, abierta de piernas, con mi boca abierta de placer, gimiendo casi en silencio, mientras mi otra mano acariciaba cada rinconcito de mi piel.
En ocasiones tenia la fantasía de que me descubría masturbándome, frotándome con la cama o la almohada, y que me miraba fijamente, se acercaba, y parándose justo a un lado de mi cama, se bajaba lentamente ese vestido tan típico de ella, sin dejar de mirarme, y dándose vuelva, bajarse su tanga, dejándome ver todo su hermoso y gran culo, formado y redondo, para luego acostarse a mi lado, y, después de cruzar una de sus piernas largas y esbeltas por encima de mi, me acompañaba tocándose ella también hasta que los orgasmos mutuos y simultáneos digan 'basta'

No solo me masturbaba a diario cuatro o cinco veces al día, sino que cada sesión 'conmigo misma' tenia múltiples orgasmos triunfales que recuerdo cada uno de ellos con un cariño magnifico. Pero tanta masturbación y tanto porno (algo cotidiano también desde de 'ese día') te dejan con ganas de probar otras cositas un poquito mas... harcorde.

Continuara...

12 comentarios - Impulso - Mi primer relato erótico. Pt 2

EdeJones +1
Hermosaaa!!! Que ganas de seguir leyendote!!! Muy bueno el relato... muy potente y pasional...! +10! 😉 Me alegro que sigas con la saga!
fabiand333 +1
hermoso, mejor aun que la primer parte
paspadohastalos +1
muy caliente y bien escrito. felicitaciones, me hizo poner a full.
HHdimash +1
Espero el siguiente...
dany082 +1
Super erótico, lo necesario para hacerme venir ....saludos y puntos
mimilau +1
Uff nena.... quiero saber ya qué cosita probaste después!! Se me vienen a la mente tantas cosas...
Migueliuk +1
Excelente segunda parte... Quiero saber más... 😉
NegroSitud +1
Buenisimoo!! Colate un dedo Cortazaaaar !!!
mdqpablo +1
muy buen relato , cuantas imagenes y fantasias pasan por esa cxabeza mientras esos dedos juegan por los rincones van pts
carapicha +1
Me encanto queremos mas.
juan226 +1
Me encantó,me parece que eres tan pajera como yo y eso me gusta jejeje,te dejo puntos y a fav,.