En un viaje de la facultad por motivos de una práctica profesional, ibamos un grupo de veinte alumnos a una localidad cercana. Pasariamos la noche en dos suites de un hotel, divididos en dos grupos de diez para cada suite.
En la suite que me toco estar a mí, eramos cinco hombres y cinco mujeres a la vez separados en un cuarto cada grupo, para evitar... ya saben, problemas.
La suite era de un tamaño mediano, con los dos cuartos ubicados uno frente a otro separados por una pequeña sala con el televisor y un balcón, hacia el otro extremo se ubicaba el baño.
Como se podrán imaginar nuestro grupo era un grupo normal. Es decir de los diez que habiamos quedado habia una mezcla de personalidades interesantes dignas de un estudio psicológico sobre la dinámica e interacción del grupo.
En aquel tiempo yo era alago reservado, y tímido. Hablaba con todos pero mi personalidad siempre ha sido más bien introvertida y todo lo que ello conlleva. Me apartaba con facilidad de las interacciones en las que habia más de tres o cuatro personas y no me gustaban para nada las fiestas y relajos. Para mí la idea de diversión iba más a una charla en un café, o una comida a la vez que disfrutar de la música o del intercambio de opiniones sobre libros. Era un tipo normal y creo aburrido para los demás. Cuando se es joven se sobrevalora la extraversión y por lo tanto las personalidades más populares son las extrovertidas. Pero como a mi nunca me gustó ser popular, pues me iba bien la introversión.
Pero creo que me estoy desviando un poco con este psicoanálisis barato. Mejor pasaré a contarles algo más interesante. En el grupo de las chicas habia dos que tres bonitas. Y una muy bonita. Como es obvio la muy bonita tenia fila de galanes haciendole la corte, todo el tiempo. Las tres bonitas tenian igual dos o tres pretendientes. Y las otras... pues no lo sé.
Cuando llegamos de la práctica y nos instalamos se relevaron turnos para el baño, pues iban a salir de antro a una discoteca local. Como a mi no me apetecia ir para nada a ese relajo, dejé que se peliaran entre los nueve restantes de la suite. Asi que salí al balcón a beber algo, tomar el fresco y admirar el paisaje nocturno que se desplegaba frente a mí, que no era muy bueno que digamos; cables y luces artificiales por doquier.
En el balcón habia un par de sillas y una mesita.
Me senté en la silla y puse mi bebida en la mesita. De pronto llegó Karla una de las chicas bonitas. Delgada, tez clara, pelo rubio, ojos café claro -casi miel- de complexión pequeña, un par de tetas que le lucian enormes en contraste al resto de su cuerpo y un trasero más bien pequeño pero cuando se ponia jeans entallados se le veia muy redondeado. Ella era muy parecida a mí en cuanto a personalidad, algo seria en su proceder y callada, sencilla pero muy agradable.
-¿No te interesa bañarte? - Me preguntó.
-Pues sí, pero como dentro hay jaleo pues...
-Si. Por eso mejor me salí. Mucho ruido.
-¡Como si nunca se bañaran en su casa! -Le dije y nos reimos ambos. En ese momento ella llevaba una blusa azul claro, que dejaba ver un lindo escote no muy pronunciado pero como he dicho antes con esas tetas ella enseñaba aunque no quisiera. Se marcaba parte del contorno del brassiere a través de la blusa por la presión que ejercian sus tetas sobre la tela de la blusa. Marcando bien la forma redondeada de ambas tetas.
-¿Vas a ir al antro?
-Mmm la verdad no tengo ganas de ir ¿y tú?
-Pues yo voy a ir un rato, pero no me voy a estar allá toda la noche. No quiero ir mañana con dolores de cabeza en el camión.
-Jejeje pues igual, los dolores los llevaras al tener que aguantar a esa bola de simios. De nuevo nos reimos.
La platica siguió sin mayor relevancia, se nos unió alguien más no recuerdo quien. Pero eramos tres en el balcón y siete adentro. Karla se fue a bañar y salió alguién más a ocupar su lugar. Todos dentro se les oia con prisas, y algo de ansiedad porque la hora de salir se estaba acercando. Es justo esa sensación lo que más detesto de los grupos, las prisas y todo ese estrés inútil, yo estaba relajandome mucho en ese balcón, ya que soplaba un vientecillo fresco y hastaa llegaba de algún lugar distante un olor a tierra mojada. Yo habia pensado ir a cenar al restaurant del hotel, regresarme al cuarto ver algo en el televisor, ducharme y dormirme antes que volvieran de la disco y no me dejaran hacerlo. Así que sin decir nada tome la llave del cuarto y me salí rumbo al restaurant.
Supongo que mientras yo leía la carta todos iban rumbo a su noche loca. Ya sé que para muchos de los que leen esto les pareceré raro, extraño, amargado, etc. Pero eso me tiene sin pendiente, me he acostumbrado a este tipo de actitudes hacia mi persona. Y yo en verdad, disfruto como soy.
Después de cenar caminé un poco por el jardín del hotel. Y sentí un viento fresco, en el cielo a la distancia se veian relámpagos y se escuchaba un rumor de lluvia, pero era muy distante. Podria ser que lloviera como que no.
Me fui para la habitación y vi que ya no habia nadie. Encendí el televisor. No encontré nada, le di dos o tres vueltas. Le dejé en un concierto de no sé que... sólo por mirar algo. Mientras me perdia ensimismado frente a la imagen del tv, comenzaron a sonar más fuertes los truenos y los relámpagos. La lluvia comenzó a caer. Eran cerca de las doce de la medianoche, le cambié de canal y me encontré una pelicula erótica, o soft porn. Basada en la época romana. No tardé en descubrir que se trataba de Calígula. Esa pelicula habia hecho todo un revuelo en la sociedad siendo una de las primeras peliculas pornográficas en ser exhibidas públicamente. Y aunque es erótica, si tiene algunas escenas muy explicitas entendí el porque de tal revuelo en aquellos tiempos.
Aunque le ví más bien poco, pues la pelicula iba bastante avanzada y ya eran casi la una de la mañana. Cuando la pelicula estaba llegando a su final aparecío una escena que me excito sobremanera, una escena de felación. Esas chicas guapas a más no poder, ataviadas en esos disfraces romanos, haciéndole sexo oral a un tipo en plena bacanal. Era muy excitante. El tipo se corrío en la boca de la chica quien le sigue chupándo el pene y deja correr el semen desde su boca por el pene, mientras la otra sonrié pícaramente. Despues la pelicula se pone bruta y asesinan a Calígula. Yo me fui a bañar.
Afuera comenzó a llover fuerte. Era un fragor de lluvia ensordecedor. Pensé que irónicamente los de la disco saldrian a las tres o cuatro de la mañna y no se darian cuenta siquiera que llovió.
Yo me estaba bañando y mientras el agua caliente caia sobre mi pene recordé la escena de la felación que acababa de ver y pues se me erecto. Comencé a masajearme el cuello con el jabón y el estropajo, mientras el agua caia de frente sobre mi pene aumentando la sensación agradable. Me bañaba sin prisas.
Comencé a masturbarme lentamente. Era muy rico. Me imaginaba la escena y me la jaloneaba, la rotaba, la hacia para un lado y luego para el otro mientras cerraba los ojos y volvia arriba la cara para que me cayera el agua justo al frente. El placer era inmenso.
De repente alguien abrió la puerta del baño. Y yo miré sorprendido, era Karla quien lanzó un gritito al haberme descubierto masturbándome. Luego cerró a puerta. Y sólo dijo perdón. Yo no sabia bien que hacer. En ese momento me entro la duda de exactamente que habia visto y que no, me sentí apenado de si me habría visto que me masturbaba o si pensaria que sólo me bañaba. Sea como fuera en ese preciso momento se me bajó la erección de golpe y me hubiera sido imposible eyacular asi.
-Disculpa, pensé que no habia nadie.
-No hay cuidado Karla.
-Esque vengo empapada y queria bañarme, yo ni sabia que estabas en el hotel.
Salí de bañarme con la toalla enredada en la cintura. Y ví a Karla en la puerta estaba realmente empapada, le escurria el agua por la cara, con el pelo mojado cubriéndole el rostro y estilando, la blusa que llevaba ahora era blanca y estaba muy pegada, se transparentaban sus pechos y pude ver inclusive que llevaba un brassiere blanco con detalles de otro color. Ella al verme, se sonrojó un poco. O eso me pareció. Al verla asi, y comom no habia eyaculado antes se me empezó a erectar de nuevo. Pero no del todo.
-Perdón, no pensé que llegaria nadie a esta hora. Voy a ponerme algo. Le dije.
Ella me miró. Y me pareció que iba a decirme algo luego que no. Yo me quedé como bobo. Luego empecé a caminar. Ella me detuvo por la cintura.
Yo la miré, estabamos muy cercas.
Me dijo en un susurro: no le vayas a decir a nadie que te ví. Evitemos malos entendidos.
-Vale no pasa nada..
-¿Terminaste?
-¿Que si terminé que? Le dije pues no sabia a que se referia.
-Digo, te estabas... masturbando ¿no?
Me ruboricé sin más. Sentí un calor subirme desde el estómago hasta la cara. Y sólo dije:eh.. eh mmm no. Ahora la erección era plena otra vez.
Ella se puso un dedo en la boca y me miró intensamente.
-Dejáme verte. Me dijo.
-¿Eh?
-Dejáme verte, masturbar. Me dijo mientras puso su mano en la toalla y yo tomé sus manos.
-No, Karla. No te confundas...
-Vale, yo sé que si lo hacias. Dejáme verte - me dijo y me quitó la toalla. Yo rápidamente me tapé el pene. En ese momento sentí algo parecido a la sensación de nervisismo en el estómago, pero se extendia hacia abajo y me llegaba hasta los testiculos, era incómodo pero placentero. Karla con la toalla en la mano sólo me dijo: anda dejáme verte. Dejáme ver como te la jalas. Nadie se va a enterar.
Yo sólo la miré. Era obvio que queria hacer algo más o de lo contrario ya me habría ido corriendo. Ella pareció notarlo y disfrutarlo.
-Vamos nene, sube las manos.
Yo subí las manos tímidamente mientras mi pene erecto dio unos rebotes.
Ella lo miro intensamente. Sonrió y se mordisqueo el labio. Se paso la toalla a la mano derecha y para mi sorpresa sin que yo alcanazara a reaccionar siquiera, me agarró del pene y se dio media vuelta hacia el baño.
-Vente... ven conmigo.
Yo iba detrás de ella sintiendo como me apretaba el pene para que no me fuera a ir.
Metete a la regadera y ponla.
Se quitó la blusa.
Vi su abdomen delgado y plano, con un ombligo hermoso pero luego me quede absorto en sus pechos, se veian enormes y muy apretados dentro de ese brassiere blanco. Ella notó que yo veia sus pechos y los apreto uno contra otro.
-¿Te gustan?
-Si Karla...
-¿Quieres verlos?
-Si...
-Empieza a masturbarte como lo hacias.
Yo comencé a masturbamelo lentamente arriba y abajo.
Ella se quito el brassiere que estaba muy mojado y se tapo los pesones con los brazos. Luego puso sus manos y lentamente las retiro, yo vi sus pesones bien erectos y sus aureolas enormes. Eran unos pehcos muy bonitos, casi parecian asiáticos por el color de su piel.
Se quitó el Jeans. Y vi sus bragas blancas. Sencillas sin detalles. Se me antojo chuparla. Chuparle la conchita así.
-Masturbate- me volvio a decir.y se metió la mano bajo la braga.
-Ven acá Karla. Le dije mientras me soltaba el pene, porque de seguir jalándolo iba a eyacular pronto.
-¿Quieres que me aceque?
-Si ven...
-¿En serio?
-Si ven Karla, ven aqui.
-¿Qué quieres hacerme?
-¿Qué quieres que te haga?
-Mastúrbame... me dijo y camino dentro de la regadera.
Yo le di la mano y la acerque a mi. Quedamos uno frente al otro, me acerque un poco más y ella me dio un beso. Fue un beso apasionado, pude sentir sus pechos repegándose a mi pecho, luego ella me agarró el pene y lo jaló varias veces. Yo le dí media vuelta de manera brusca y ella gimío. La repegué contra la pared y la estuje hacia mi, mientras deslice mi mano
-Si, asi...dame. Me dijo
Deslicé mi mano sobre su braga y le acaricie violentamente la conchita y
-sigueee dame quiero sentir tu pene en mis nalgas.
y le repegué mi pene mientras metí la mano bajo la braga para
-oh siii que duro esta.
masturbarla, y aunque estaba toda mojada pude sentir su húmedad. Le acaricié la conchita y ella
-Ohh sii que rico, mmm puta madre que rico estas
comenzó a arquear bruscamente la pelvis.
-¿Te gusta Karlita?
Le repegué más para que sintiera toda la verga dura en ella.
-Siiii me gusta, dale dale que me corro.
Yo le repegué la verga y la masurbé hasta que se arqueó bruscamente en un orgasmo espectacular. Afuera comenzo a cesar la lluvia pero se oian los truenos.
Luego ella se dío la vuelta y se hincó para jalarmela y que yo me corriera en ella. Me la chupó un par de veces y me corri en su carita. Como me habia medio masturbado antes, luego todo este cachondeo pues eyaculé violentisimamente, con tres chorros largos y uno pequeño que escurrió, ella lo lamio.
Se puso de pie y me dijo. Mmm quisiera que me lo metieras. Lo deseo de verdad.
Yo le baje la braga. Pero ella me detuvo, y me dijo; no, ahora no. Ellos ya van a llegar. Mejor otro día. Yo que estaba ya muy ansioso -aunque acababa de eyacular pero todavia la tenia dura- me resistí a que no me dejara metersela y se la repegué sobre su vaginita.
Ella gimío... mmm, que rico. Pero no. Ahora no.
Note que era en serio así que tuve que retirarme. Y me quedé pensando cuando seria que me dejaria metersela. Ella se duchó rápido. Y yo estaba afuera esperandola.
Ella salío y me dio un beso. Fue un beso suave, con amor pero no muy apasionado.
-Espera a mañana... fue lo último que me dijo y se fue desnuda para el cuarto de las daas.
Yo me quedé un poco frustrado. Pero al recordar lo que habia sucedido sólo sonreí mientras sostenia mi pene erecto entre mis manos.
J.R. 2016
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En la suite que me toco estar a mí, eramos cinco hombres y cinco mujeres a la vez separados en un cuarto cada grupo, para evitar... ya saben, problemas.
La suite era de un tamaño mediano, con los dos cuartos ubicados uno frente a otro separados por una pequeña sala con el televisor y un balcón, hacia el otro extremo se ubicaba el baño.
Como se podrán imaginar nuestro grupo era un grupo normal. Es decir de los diez que habiamos quedado habia una mezcla de personalidades interesantes dignas de un estudio psicológico sobre la dinámica e interacción del grupo.
En aquel tiempo yo era alago reservado, y tímido. Hablaba con todos pero mi personalidad siempre ha sido más bien introvertida y todo lo que ello conlleva. Me apartaba con facilidad de las interacciones en las que habia más de tres o cuatro personas y no me gustaban para nada las fiestas y relajos. Para mí la idea de diversión iba más a una charla en un café, o una comida a la vez que disfrutar de la música o del intercambio de opiniones sobre libros. Era un tipo normal y creo aburrido para los demás. Cuando se es joven se sobrevalora la extraversión y por lo tanto las personalidades más populares son las extrovertidas. Pero como a mi nunca me gustó ser popular, pues me iba bien la introversión.
Pero creo que me estoy desviando un poco con este psicoanálisis barato. Mejor pasaré a contarles algo más interesante. En el grupo de las chicas habia dos que tres bonitas. Y una muy bonita. Como es obvio la muy bonita tenia fila de galanes haciendole la corte, todo el tiempo. Las tres bonitas tenian igual dos o tres pretendientes. Y las otras... pues no lo sé.
Cuando llegamos de la práctica y nos instalamos se relevaron turnos para el baño, pues iban a salir de antro a una discoteca local. Como a mi no me apetecia ir para nada a ese relajo, dejé que se peliaran entre los nueve restantes de la suite. Asi que salí al balcón a beber algo, tomar el fresco y admirar el paisaje nocturno que se desplegaba frente a mí, que no era muy bueno que digamos; cables y luces artificiales por doquier.
En el balcón habia un par de sillas y una mesita.
Me senté en la silla y puse mi bebida en la mesita. De pronto llegó Karla una de las chicas bonitas. Delgada, tez clara, pelo rubio, ojos café claro -casi miel- de complexión pequeña, un par de tetas que le lucian enormes en contraste al resto de su cuerpo y un trasero más bien pequeño pero cuando se ponia jeans entallados se le veia muy redondeado. Ella era muy parecida a mí en cuanto a personalidad, algo seria en su proceder y callada, sencilla pero muy agradable.
-¿No te interesa bañarte? - Me preguntó.
-Pues sí, pero como dentro hay jaleo pues...
-Si. Por eso mejor me salí. Mucho ruido.
-¡Como si nunca se bañaran en su casa! -Le dije y nos reimos ambos. En ese momento ella llevaba una blusa azul claro, que dejaba ver un lindo escote no muy pronunciado pero como he dicho antes con esas tetas ella enseñaba aunque no quisiera. Se marcaba parte del contorno del brassiere a través de la blusa por la presión que ejercian sus tetas sobre la tela de la blusa. Marcando bien la forma redondeada de ambas tetas.
-¿Vas a ir al antro?
-Mmm la verdad no tengo ganas de ir ¿y tú?
-Pues yo voy a ir un rato, pero no me voy a estar allá toda la noche. No quiero ir mañana con dolores de cabeza en el camión.
-Jejeje pues igual, los dolores los llevaras al tener que aguantar a esa bola de simios. De nuevo nos reimos.
La platica siguió sin mayor relevancia, se nos unió alguien más no recuerdo quien. Pero eramos tres en el balcón y siete adentro. Karla se fue a bañar y salió alguién más a ocupar su lugar. Todos dentro se les oia con prisas, y algo de ansiedad porque la hora de salir se estaba acercando. Es justo esa sensación lo que más detesto de los grupos, las prisas y todo ese estrés inútil, yo estaba relajandome mucho en ese balcón, ya que soplaba un vientecillo fresco y hastaa llegaba de algún lugar distante un olor a tierra mojada. Yo habia pensado ir a cenar al restaurant del hotel, regresarme al cuarto ver algo en el televisor, ducharme y dormirme antes que volvieran de la disco y no me dejaran hacerlo. Así que sin decir nada tome la llave del cuarto y me salí rumbo al restaurant.
Supongo que mientras yo leía la carta todos iban rumbo a su noche loca. Ya sé que para muchos de los que leen esto les pareceré raro, extraño, amargado, etc. Pero eso me tiene sin pendiente, me he acostumbrado a este tipo de actitudes hacia mi persona. Y yo en verdad, disfruto como soy.
Después de cenar caminé un poco por el jardín del hotel. Y sentí un viento fresco, en el cielo a la distancia se veian relámpagos y se escuchaba un rumor de lluvia, pero era muy distante. Podria ser que lloviera como que no.
Me fui para la habitación y vi que ya no habia nadie. Encendí el televisor. No encontré nada, le di dos o tres vueltas. Le dejé en un concierto de no sé que... sólo por mirar algo. Mientras me perdia ensimismado frente a la imagen del tv, comenzaron a sonar más fuertes los truenos y los relámpagos. La lluvia comenzó a caer. Eran cerca de las doce de la medianoche, le cambié de canal y me encontré una pelicula erótica, o soft porn. Basada en la época romana. No tardé en descubrir que se trataba de Calígula. Esa pelicula habia hecho todo un revuelo en la sociedad siendo una de las primeras peliculas pornográficas en ser exhibidas públicamente. Y aunque es erótica, si tiene algunas escenas muy explicitas entendí el porque de tal revuelo en aquellos tiempos.
Aunque le ví más bien poco, pues la pelicula iba bastante avanzada y ya eran casi la una de la mañana. Cuando la pelicula estaba llegando a su final aparecío una escena que me excito sobremanera, una escena de felación. Esas chicas guapas a más no poder, ataviadas en esos disfraces romanos, haciéndole sexo oral a un tipo en plena bacanal. Era muy excitante. El tipo se corrío en la boca de la chica quien le sigue chupándo el pene y deja correr el semen desde su boca por el pene, mientras la otra sonrié pícaramente. Despues la pelicula se pone bruta y asesinan a Calígula. Yo me fui a bañar.
Afuera comenzó a llover fuerte. Era un fragor de lluvia ensordecedor. Pensé que irónicamente los de la disco saldrian a las tres o cuatro de la mañna y no se darian cuenta siquiera que llovió.
Yo me estaba bañando y mientras el agua caliente caia sobre mi pene recordé la escena de la felación que acababa de ver y pues se me erecto. Comencé a masajearme el cuello con el jabón y el estropajo, mientras el agua caia de frente sobre mi pene aumentando la sensación agradable. Me bañaba sin prisas.
Comencé a masturbarme lentamente. Era muy rico. Me imaginaba la escena y me la jaloneaba, la rotaba, la hacia para un lado y luego para el otro mientras cerraba los ojos y volvia arriba la cara para que me cayera el agua justo al frente. El placer era inmenso.
De repente alguien abrió la puerta del baño. Y yo miré sorprendido, era Karla quien lanzó un gritito al haberme descubierto masturbándome. Luego cerró a puerta. Y sólo dijo perdón. Yo no sabia bien que hacer. En ese momento me entro la duda de exactamente que habia visto y que no, me sentí apenado de si me habría visto que me masturbaba o si pensaria que sólo me bañaba. Sea como fuera en ese preciso momento se me bajó la erección de golpe y me hubiera sido imposible eyacular asi.
-Disculpa, pensé que no habia nadie.
-No hay cuidado Karla.
-Esque vengo empapada y queria bañarme, yo ni sabia que estabas en el hotel.
Salí de bañarme con la toalla enredada en la cintura. Y ví a Karla en la puerta estaba realmente empapada, le escurria el agua por la cara, con el pelo mojado cubriéndole el rostro y estilando, la blusa que llevaba ahora era blanca y estaba muy pegada, se transparentaban sus pechos y pude ver inclusive que llevaba un brassiere blanco con detalles de otro color. Ella al verme, se sonrojó un poco. O eso me pareció. Al verla asi, y comom no habia eyaculado antes se me empezó a erectar de nuevo. Pero no del todo.
-Perdón, no pensé que llegaria nadie a esta hora. Voy a ponerme algo. Le dije.
Ella me miró. Y me pareció que iba a decirme algo luego que no. Yo me quedé como bobo. Luego empecé a caminar. Ella me detuvo por la cintura.
Yo la miré, estabamos muy cercas.
Me dijo en un susurro: no le vayas a decir a nadie que te ví. Evitemos malos entendidos.
-Vale no pasa nada..
-¿Terminaste?
-¿Que si terminé que? Le dije pues no sabia a que se referia.
-Digo, te estabas... masturbando ¿no?
Me ruboricé sin más. Sentí un calor subirme desde el estómago hasta la cara. Y sólo dije:eh.. eh mmm no. Ahora la erección era plena otra vez.
Ella se puso un dedo en la boca y me miró intensamente.
-Dejáme verte. Me dijo.
-¿Eh?
-Dejáme verte, masturbar. Me dijo mientras puso su mano en la toalla y yo tomé sus manos.
-No, Karla. No te confundas...
-Vale, yo sé que si lo hacias. Dejáme verte - me dijo y me quitó la toalla. Yo rápidamente me tapé el pene. En ese momento sentí algo parecido a la sensación de nervisismo en el estómago, pero se extendia hacia abajo y me llegaba hasta los testiculos, era incómodo pero placentero. Karla con la toalla en la mano sólo me dijo: anda dejáme verte. Dejáme ver como te la jalas. Nadie se va a enterar.
Yo sólo la miré. Era obvio que queria hacer algo más o de lo contrario ya me habría ido corriendo. Ella pareció notarlo y disfrutarlo.
-Vamos nene, sube las manos.
Yo subí las manos tímidamente mientras mi pene erecto dio unos rebotes.
Ella lo miro intensamente. Sonrió y se mordisqueo el labio. Se paso la toalla a la mano derecha y para mi sorpresa sin que yo alcanazara a reaccionar siquiera, me agarró del pene y se dio media vuelta hacia el baño.
-Vente... ven conmigo.
Yo iba detrás de ella sintiendo como me apretaba el pene para que no me fuera a ir.
Metete a la regadera y ponla.
Se quitó la blusa.
Vi su abdomen delgado y plano, con un ombligo hermoso pero luego me quede absorto en sus pechos, se veian enormes y muy apretados dentro de ese brassiere blanco. Ella notó que yo veia sus pechos y los apreto uno contra otro.
-¿Te gustan?
-Si Karla...
-¿Quieres verlos?
-Si...
-Empieza a masturbarte como lo hacias.
Yo comencé a masturbamelo lentamente arriba y abajo.
Ella se quito el brassiere que estaba muy mojado y se tapo los pesones con los brazos. Luego puso sus manos y lentamente las retiro, yo vi sus pesones bien erectos y sus aureolas enormes. Eran unos pehcos muy bonitos, casi parecian asiáticos por el color de su piel.
Se quitó el Jeans. Y vi sus bragas blancas. Sencillas sin detalles. Se me antojo chuparla. Chuparle la conchita así.
-Masturbate- me volvio a decir.y se metió la mano bajo la braga.
-Ven acá Karla. Le dije mientras me soltaba el pene, porque de seguir jalándolo iba a eyacular pronto.
-¿Quieres que me aceque?
-Si ven...
-¿En serio?
-Si ven Karla, ven aqui.
-¿Qué quieres hacerme?
-¿Qué quieres que te haga?
-Mastúrbame... me dijo y camino dentro de la regadera.
Yo le di la mano y la acerque a mi. Quedamos uno frente al otro, me acerque un poco más y ella me dio un beso. Fue un beso apasionado, pude sentir sus pechos repegándose a mi pecho, luego ella me agarró el pene y lo jaló varias veces. Yo le dí media vuelta de manera brusca y ella gimío. La repegué contra la pared y la estuje hacia mi, mientras deslice mi mano
-Si, asi...dame. Me dijo
Deslicé mi mano sobre su braga y le acaricie violentamente la conchita y
-sigueee dame quiero sentir tu pene en mis nalgas.
y le repegué mi pene mientras metí la mano bajo la braga para
-oh siii que duro esta.
masturbarla, y aunque estaba toda mojada pude sentir su húmedad. Le acaricié la conchita y ella
-Ohh sii que rico, mmm puta madre que rico estas
comenzó a arquear bruscamente la pelvis.
-¿Te gusta Karlita?
Le repegué más para que sintiera toda la verga dura en ella.
-Siiii me gusta, dale dale que me corro.
Yo le repegué la verga y la masurbé hasta que se arqueó bruscamente en un orgasmo espectacular. Afuera comenzo a cesar la lluvia pero se oian los truenos.
Luego ella se dío la vuelta y se hincó para jalarmela y que yo me corriera en ella. Me la chupó un par de veces y me corri en su carita. Como me habia medio masturbado antes, luego todo este cachondeo pues eyaculé violentisimamente, con tres chorros largos y uno pequeño que escurrió, ella lo lamio.
Se puso de pie y me dijo. Mmm quisiera que me lo metieras. Lo deseo de verdad.
Yo le baje la braga. Pero ella me detuvo, y me dijo; no, ahora no. Ellos ya van a llegar. Mejor otro día. Yo que estaba ya muy ansioso -aunque acababa de eyacular pero todavia la tenia dura- me resistí a que no me dejara metersela y se la repegué sobre su vaginita.
Ella gimío... mmm, que rico. Pero no. Ahora no.
Note que era en serio así que tuve que retirarme. Y me quedé pensando cuando seria que me dejaria metersela. Ella se duchó rápido. Y yo estaba afuera esperandola.
Ella salío y me dio un beso. Fue un beso suave, con amor pero no muy apasionado.
-Espera a mañana... fue lo último que me dijo y se fue desnuda para el cuarto de las daas.
Yo me quedé un poco frustrado. Pero al recordar lo que habia sucedido sólo sonreí mientras sostenia mi pene erecto entre mis manos.
J.R. 2016
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11 comentarios - Ella me masturbó y me prometío más.
buena historia, gracias
Jajaja