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Mi Amante Ernesto

HOLA CHICOS, REGRESO DESPUÉS DE UN TIEMPO SIN PUBLICAR RELATOS, YA SABEN LA MAYORÍA LO QUE ME PASÓ CON MI EX Y BUENO, ESTUVE RESGUARDADA UN POCO.
A LOS QUE ME CRITICAN YA NO LES VOY A RESPONDER, ME SEPARÉ Y ME ESTOY VIENDO SIN NINGÚN COMPROMISO CON UN HOMBRE, SOY SOLTERA Y HAGO LO QUE QUIERO.
A LOS QUE ME BRINDARON SU APOYO Y PALABRAS DE ALIENTO LES AGRADEZCO, LOS ESTOY APRENDIENDO A QUERER.
BUENO, ESTE RELATO CREO QUE NO ES TAN ROMÁNTICO COMO LOS DEMÁS, ALGO OBVIO PORQUE YA NO HAGO EL AMOR, SINO QUE ES SOLO SEXO POR PLACER.
ESPERO QUE LES GUSTE.
A LEER!!!!!!!

Con Ernesto nos vemos una vez por semana cuando yo voy a trabajar a Mar del Plata. Las primeras semanas nos veíamos a un albergue transitorio, un turno de una hora y media donde de a poco yo me fui soltando y pasé de hacer un simple misionero aguantando el gemido a cabalgar furiosa y gritar sin miramientos. Fuimos tomando confianza, yo más que nada, él es un hombre experimentado, lleva muy bien sus 43 años, sabe no solamente como hacerle el amor a una mujer, sino que es caballero, sabe cómo tratarla, quizás porque tiene una hija casi de mi edad. Él no apura las cosas, sutilmente deja que yo maneje los ritmos, como para que me sienta segura. No pide cosas, no me exige que le haga sexo oral, ni me presiona para hacer alguna postura determinada. La verdad es que es un buen hombre del cual me podría llegar a enamorar de no ser porque en este momento no tengo ganas de eso, y de alguna manera pude bloquear mi corazón y sentimientos para impedir que eso suceda.
Ahora ya nos vemos en un hotel común, de turistas con desayuno incluido. Yo llego a la ciudad el miércoles a eso de las 5 de la tarde, y él me espera en la plaza, desde allí caminamos unas cuadras hasta el hotel donde nos alojamos juntos por dos noches, como si fuésemos una pareja de años. Siempre paga él, cosa que me molestaba los primeros tiempos, porque sentía que me estaba prostituyendo, que me pagara la estadía a cambio de sexo me incomodaba, pero ahora ya lo tomo como un buen gesto de su parte, además me confesó varias veces que no puede creer que se esté acostando conmigo, que soy una muñequita y que lo menos que puede hacer es invitarme la estadía en la ciudad.
Tenemos como regla no escribirnos durante la semana. Lo nuestro es solo sexo. Cada uno es el juguete del otro. Así lo planteamos desde un primer momento y así lo aceptamos. Yo le aviso cuando estoy por llegar y el viernes cuando me voy es señal de estar incomunicados hasta el miércoles siguiente. Nada de mensajitos sensuales, ni cordiales, ni emoticones, nada.
A veces pienso en él y sé que él piensa en mí. Pienso que esto que hace conmigo quizás lo esté haciendo con otras mujeres, yo soy la minita de los miércoles y jueves, pero seguramente tenga las minitas de los viernes y sábados, y alguna para los domingos a la tarde. Nunca se lo pregunto, no quiero que piense que me pongo celosa o algo así. Él tampoco me pregunta sobre mi vida privada, hablamos cosas simples, pavadas, yo de mi trabajo, él del suyo, me habla de su hija, yo le cuento de mis anécdotas de camarera. Rompemos el hielo así, hasta que de pronto nos encontramos besándonos.
Debo reconocer que me gusta acostarme con él. Me da placer. Me da cosquillas. Me da orgasmos cada vez mejores. Desde lo físico nuestros cuerpos nacieron para estar unidos. Tenemos una química sexual intensa. Me gusta jugar con él y que él haga lo mismo conmigo. Generalmente cuando ingresamos en la habitación mi corazón comienza a palpitar rápido, y como ya hay confianza apenas cerramos la puerta yo lo empujo cariñosamente contra la pared o la misma puerta, lo voy llevando allí con besos para los cuales me tengo que poner en puntas de pie porque si no, no llego a su boca. Una vez arrinconado me arrodillo o me pongo en cuclillas, depende la comodidad que mi ropa me permita, y sin decir más le bajo su pantalón, siempre me cuesta, usa cinto y botones, durante el tiempo que me lleva desnudarle esa parte el me acaricia la cara, la nuca, o me introduce un dedo en la boca mientras yo lo miro desde abajo con cara de nenita y le regalo un pucherito o trompita, sé que le gusta, a todos les gusta eso, saco mi lengua y lamo su dedo para que vaya sabiendo lo que le espera, aunque ya lo sabe, ya me sintió varias veces. Le hago un “rapidito”, a veces ni siquiera es con final feliz, es solo para comenzar. Después acomodo mi bolso y mis cosas, yo viajo con mucho aunque solo sean dos días, ordeno el ropero y los artículos del baño, además siempre llevo algún libro que se de ante mano que no voy a leer, pero queda en la mesita de luz, enchufo el celular y prendo la tele mientras él se viste, acomoda sus pocas cosas y se recuesta, o va al baño para limpiarse en el caso de haber eyaculado. Luego voy yo a enjuagarme la boca y me recuesto a su lado.
Esta última vez fue especial. No sé si porque yo ya me siento súper suelta y me manejo con confianza, si porque él estuvo inspirado y me lo hizo mejor que nunca, o no sé, pero fue especial. No recuerdo haber gozado tanto con un hombre, nunca. Pero vamos por partes.
Ya desde el ascensor que comencé con el coqueteo. Subíamos solos, entonces yo apoye mis nalgas contra sus muslos y me moví como si bailara lentamente mientras tarareaba una canción improvisada, él corrió mi cabello para un costado y bajó hasta mi cuello como si fuese un vampiro, allí me besó donde más me gusta, detrás de la oreja, luego lamió mi piel haciendo que se erizara, y cuando yo cerré mis ojos para disfrutar más del momento las puertas del ascensor se abrieron y tuvimos que abandonar.
Esta vez, como si supiéramos que sería especial, comenzamos a besarnos desde el pasillo, como si fuésemos recién casados, yo caminaba en puntas de pie colgada de su cuello, nos dábamos piquitos y nos sonreíamos, yo sacaba mi lengua y la movía dese abajo hacia arriba, sacando punta, y así lamía su boca, como una gata. Él me sujetaba por los glúteos, no nos vio nadie, pero no me habría importado si nos veían.
Ya en la habitación tomé la iniciativa. Desprendí su camisa, desabroché su cinto, iba a desnudarlo antes que él lo hiciera conmigo. Quería verlo desnudo estando yo todavía con ropa, eso me daría más poder. Cuando lo conseguí mis ganas de arrodillarme y hacer un buen bucal fueron inmensas, a veces tengo muchas ganas de chupar y jugar con el miembro, otras solo lo hago porque sé que es parte de la previa, de compromiso. Hice que se sentara en el borde de la cama y me alejé unos metros. Comencé a bailar sensualmente aunque no había música. Él trató de tocarme la cola cuando yo me di la vuelta, pero se lo prohibí. El jueguito consistía en que solo iba a mirar. Me saqué la remera, amagué con quitarme el corpiño pero lo dejé en su lugar. Lamí mi dedo. Lo miré con cara de nenita y le tiré un besito. Sin dejar de bailar comencé a bajarme el jean, cuando vio la piel de mis glúteos lanzó un gemido al aire, sabía que me estaba deseando, que si fuera por él ya estaría sobre mí haciéndome el amor, pero no podía lo estaba torturando. Quedé en ropa interior. Lo miré, su pene ya estaba erecto y él se lo acariciaba, pero quise ser más cruel y también le prohibí eso, quería hacerlo explotar, “no lo toques que es mío”, le dije.
Me paré frente suyo, él tenía las piernas separadas, sus testículos colgaban por el borde del colchón, no podía tocarme, yo bajaba y subía bailando. Le enseñaba mi culo y jugaba a hacerle movimientos pélvicos cerca de su falo para provocarlo.
Una vez desnuda fui más allá, mi corazón latía con fuerzas, estaba nerviosa, nunca había jugado así con un hombre que no fuese mi pareja, y ni siquiera con mi ex había bailado de esa forma. Levanté una de mis piernas y la apoyé a su lado sobre el colchón, y en esa posición comencé a tocarme, a masturbarme frente de él. Ernesto trató de tocarme pero yo lo frené con un seco “cchhssttt”, no iba a dejarlo, iba a llevar el juego al extremo. Me acercaba para besarlo y cuando estaba a punto me corría. Fingí placer y gemí. Mi vagina comenzó a lubricarse, y los flujos comenzaron a hacer ruido por la forma de moverse de mis dedos en el interior de mi cuerpo. Sin saber cual sería la reacción de mi amante llevé mis dedos a mi boca, parece que le gustó porque lanzó un gemido interminable a la vez que me decía que una una “putita hermosa”, el sabor de los flujos vaginales es algo a lo que me estoy acostumbrando porque hago el amor con mi amiga Luz bastante seguido, es similar el líquido pre seminal que largan los hombres. Seguí masturbándome y una vez que mis dedos estuvieron mojados de nuevo unté con el flujo los labios de mi macho mientras le decía “mirá, probame”, él abrió la boca y se introdujo los dedos para lamerlos. Los metí en mi interior de nuevo para mojarlos, y desde ahí bajé mi mano por primera vez a su miembro y le pregunté si le gustaba que lo mojara así.
Su pene estaba muy duro, parecía que iba a explotar, latía fuerte y se le marcaba una vena al costado. Había llegado la hora de hacerle el mejor pete de su vida, si voy a ser la amante de un hombre tengo que ser la mejor. Me arrodillé frente a él y besé sus muslos interiores. Pasaba mi boca cerca de su miembro pero no lo tocaba. Besaba el otro muslo. Bajé aún más y di suaves besitos en sus testículos. Él gimió. Pasé mi lengua por ellos y volvió a gemir. Introduje con cuidado uno de ellos en mi boca, siempre mirándolo a los ojos, y allí él me sujetó por la nuca, como hacen todos cada vez que se la chupamos. Permití que me tocara, ya me parecía demasiada tortura. Él acarició mi cara con ternura y yo apoyé mi lengua en la base del tronco, y muy lento fui subiendo hasta llegar a la punta, donde me detuve a jugar un poco en el glande, por los bordes, en el ojo, succionándolo, dejando caer mi saliva sobre él.
Finalmente me metí su palo por completo en la boca. Él lanzó un sonoro jadeo con la letra “O”, mi cabeza bajaba y subía por su miembro, mi boca despedía mucha saliva haciendo que se chorrera todo y cayeran gotas al suelo, cuando me la sacaba para respirar mejor y mirarlo se formaba un puente de baba entre mi lengua y la punta de su pene.
Me puse de pie y lo empujé para que cayera recostado. Yo gateé sobre él hasta quedar sentada sobre su cara, y desde ahí me puse a cabalgar su boca, él sabe cómo lamer, como mover la lengua. Yo estaba perdida por el placer y ya no intentaba ocultar mis gemidos. Sabía que acabarle encima era cuestión de segundos, siempre trato de acabar al menos una vez antes de la penetración, de esa forma me queda sensible toda la zona y el clítoris, y eso facilita alcanzar el orgasmo en el coito propiamente dicho. Cerré mis ojos y me concentré en tratar de alcanzar el clímax lo antes posible. Sentir la cosquilla bajar por el estómago me dio la confianza para pedirle que no pare, que siga chupando así. Dije un “acabo, acabo”, y me quedé quieta para que él hiciera el resto, es un caballero que mantuvo el ritmo de la lamida para que yo alcanzara el orgasmo, mis muslos temblaron mientras yo gemí y tuve que apoyarme contra la pared para no caerme, a la vez que mis flujos salieron con un poco más de fuerzas, mojándole toda la cara.
Gateé hacia atrás, y si bien cuando acabo quedo exhausta y necesito unos minutos para recuperarme, esta vez me sentía muy excitada, sin siquiera pensarlo me senté sobre su miembro que ingresó en mi cuerpo de una, mi lubricación era mucha, apoyé mis manos a las lados de su cabeza y levanté el culo, él con sus movimientos pélvicos hizo el resto, si bien yo estaba encima era él quien manejaba todo, era él quien me estaba cogiendo.
Fue increíble. Acabé varias veces. Tuve orgasmos tan intensos que me dolían. Antes del placer sentí ardor que más que gemir me hacía gritar. Mi agitación era intensa, me costaba respirar con normalidad, él no se detenía, seguía penetrando a ese ritmo que solo conseguía darme placer, ni más lento ni más rápido, este hombre sabe el ritmo justo con el que debe penetrarme. Yo gritaba, luego el placer y gemía, luego la falta de aire, y el hombre seguía bombeando dentro de mí. Llegó un momento que mis muslos se durmieron, ya no sentí nada, lo único que sentía en mi cuerpo era mi clítoris pidiendo piedad. Él se apiadó de mi entonces, o su hombría no pudo soportarlo más y presionando mis nalgas jadeó y cerró sus ojos con fuerzas. Acabó dentro de mí. Fue la primera vez que su semen estuvo en el interior de mi cuerpo, hasta ahora siempre usábamos preservativos, o él se lo quitaba para eyacular en mi panza o pechos. Esta vez la calentura nos superó. Ninguno de los dos quiso perder un solo segundo en colocarse el forro.
Ya habrá tiempo de arrepentirse.

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38 comentarios - Mi Amante Ernesto

nico2116cjs +1
hermosa mica como siempre. sos un caramelo... muy bueno el relato
cappos
como para no calentarse de esa forma Mica, si estas terrible, tú amante es un tipo muy afortunado, y vos pura sexualidad. 10 puntos es poco.
Si-Nombre
Excelente y fantastico relato muy erotico sexual y apàsionante, gracias por compartir paso luego a dejarte tus merecidos puntos..... No te sientas mal por lo vivido es parte de los sucesos de la vida hay quienes nos acompañan y de esto hay que sacar el mayor de los frutos para luego continuar haciendo lo que mejor sabemos hacer vivir y si se puede coger con la vida misma!!!
emi_killua
las cosas lindas que esconde mi ciudad.
velerico
Sos una hermosura!!!!!!!!!!
josemanuel602003 +1
puntos,y sabes que aunque nunca me contestas siempre estuve desde el primer momento,por ahi es por mi condicion o ...no se ,beso.-
OliverioReyna
+10 la manera de contarlo, de narrarlo, te hace estar ahí, como un tercero, como un espectador... Bravo
zurdo73
Excelente!!!no solo como lo relatas, sino tambien lo vivido!!! mis felicitaciones por saber disfrutar de los momentos... y ovbio no es poca cosa llegar a entregarse al placer por pura satisfacion, pocas personas pueden lograrlo. Aparte, todo muy sensual y hot!!!! Gracias por dejar que nuestra imaginacion llegue a esos lugares donde vos fuiste.... besos.
Lady_GodivaII +1
Lo nuestro es solo sexo. Cada uno es el juguete del otro. Así lo planteamos desde un primer momento y así lo aceptamos...
Muy lindo, aunque este precepto a veces es difícil de mantener.
Tiroloco63
Hermoso ver que disfrutas a pleno... te lo mereces
jluckycloud
Excelente Mica! Me gustó mucho el detalle de todo el relato y lo bien contado. +10!
Elpndjomacho +1
muy bueno @Micaella79 recien te descubro en la comunidad!!! muy buen manejo de tiempos y la descripcion del hecho...esto es fundamental en el relato....gracias por compartir dejo +10 y te sigo a partir de ahora vos seguime a mi....sale reco
juancardj
terrible mica, que buen relato, me dejaste re caliente, y que suerte tiene Ernesto, poder disfrutar de vos de esa forma ,lo que mas me calento fue como le acabaste en la cara jeje. Besotes
Toni-9
Me encanto el relato, si que sabes cautivar al lector y que sensual debió de ser toda esa escena
besos linda, sigue escribiendo, lo haces de maravilla y que bueno que ya estés mejor, más tranquila y disfrutes del sexo, se ve que te encanta
Shack74
No puedo termiar de leerlo lor la exitacion q me provocaaa. Voy a tener q disfruta y lo x capitulos. Vos sos realmente hermosa y cada dia mas calienteee!
juanjitox027
Si sabes que la vida es una sola disfruta, ya no necesitas recordarte de tu ex sólo se feliz y no tengas miedo en buscar tu felicidad, mereces todo lo bueno y mucho placer que solo unos pocos pueden darte besos
kramalo
Muy bueno Mica..!! Hacé lo tuyo, y si lo hacés asi, y lo contás... mejor...ja! un beso.
Esewey36
Muy buen relato mica, excelente que disfrutes de esa forma, un beso!!
gmail2011
Gracias me hiciste fantasear con una amiga, habia una quimica sexual muy intensa desde que nos conocimos, estoy seguro que si ella lo leyera igual se acordaria de mi, van mis puntos.
EscritorOculto
Gran relato Mica, gracias por compartir con nosotros tus placeres y tus buenos momentos (asi como los no tan buenos) Por favor seguí escribiendo.
Y que bueno que sigas compartiendo tu sexo con tu amiga Luz. Se nota por lo que escribiste antes q se quieren y valoran mucho
ramarojo
sublimeeee!!!! te felicito que estes disfrutando la vida
juani613
Exelent como siempre..me encanto y debo confesar q me masturbe leyendolo..no paras de exitarme..t dejo +10..besitos..
juanpatrio3
Sos un caramelito hermoso Mica.. Que envidia a Ernesto
ELPAISA87
Hermoso el sentir como la sensualidad va inundando parrafo a párrafo el relato.
Como no imaginar tu silueta dibujada, bailando moviéndote al ritmo imaginario de un Rock de esos que te hacen sentir que te vas explotando la virilidad...
Como no imaginarte explotando en un órgano. ..

Pasa por mi muro...

Besos
fede6517
muy bueno me dejaste a full
elreydelanoche
bombon, todavia estoy esperando que me contestes los mensajes... besos
walteryariel
La verdad tremendo relato ... Sigue así......
cobuzzi69
Por casualidad no es teclista el
emitadelapampa
Pasame tu número así te enseñó de lunes a miércoles