Dedicado a todos los papus en su día: mami da la leche de sus tetas, y papi, cuando crecemos, la de su verga ♥
Norberto estaba lo más plácido viendo las noticias de aquella noche, ya casi era la medianoche, y la puta de las noticias siempre lo había hecho un poco calentarse, pero muy poco, pero fue cuando tomó su teléfono y sin querer entró a la galería y allí encontró la imagen de un ano adolescente abierto con una excitante inscripción debajo diciendo: “mi cola te quiere ademtro”. Excitante si no hubiese sido el ano de su hija Karen.
mi cola te quiere ademtro
Norberto se puso de pie, furioso, sin darse cuenta que la verga también un poco lo había hecho y fue hacia la habitación de su hija, su puta hija.
En el pasillo se la encontró:
— Ay, holi, pap — atinó a decir su hija.
— ¿QUÉ ESTUVISTE HACIENDO CON MI TELÉFONO?
— ¿Eeeh? No, no toqué tu teléfono, papi…
— Dejá de mentir, si le cuento a tu mami lo que encontré se va a enfurecer gravemente — dijo, mientras llevaba a su hija a su habitación para reprenderla como es debido.
— Pero pá, fue sólo un ratito, no lo haré de nuevo, ¿no te gustó..? — dijo, para indignación y sorpresa del padre.
— dios mío, cuando se entere mamá de las cosas que decís!
Instintivivamente, Karen se puso en la cama esperando como esperando que le chirlen la cola, pues así la había castigado las veces que así se había enojado su papi.
Y Norberto vió ese ojete adolescente y su verga se puso tiesa debajo del pantalón mientras la hija lo miraba, dispuesta en cuatro, como la mejor puta, diciéndole: “papi, no me pegues, porfi”.
Norberto atinó a chirlarse ese magnífico culo, pero no pudo, y sólo lo acarició, y con su pulgar le puerteo despacito el ojete apretadito mientras su hija decía: “ay, papi, mmm, qué calentitas manos tenés…”.
Norberto no soportó la tentación y hundió su lengua en ese orto, saboreándo a su sucia y apretadita hija de orto rosadito aún. Karen no podía creer y pero disfrutó aquél extraño mimo de papá, y dijo:
— Sí, papi, sí.. No me pegues… mmm.
Norberto se puso de pie, sacó su verga del pantalón y despacito se la empezó a meter por el orto a su Karen mientras ella lo alentaba, como la puta que era:
— Sssí papi, qué rico castigo por la colita me das, sssí, dámela toda, toda…
Norberto se culeó la nena sin pausa ni piedad, casi sin pensar, hasta que se lo rellenó de espeso y caliente semen.
Papi eyaculado, recuperando la conciencia, y Karen, bien culeada y también eyaculada se miraron y ella sonrió y dijo:
— Nunca más agarraré tu teléfono para bajar canciones de Justin, papi, perdón, no le digas a mami, porfi… ah, y tampoco se lo prestaré a Luli de nuevo.
Norberto cayó en la cuenta de que aquel orto no era el de su hija, sino el de Luli, la amiga de Karen.
Mientras Norberto se daba cuenta de lo que había hecho, Karen le mamaba la verga para dejársela limpia de su ojete sucio y demás juguitos de nena.
— Tle amlo papul — dijo con la boca llena de verga mientras miraba los ojos de papi con sus ojitos de puta sucia:
Norberto presuroso se fue al baño a terminar de lavarse la verga de la mierda de su hija, mientras Karen recogía el semen calentito de su papi, que corría por su ojete.
Luli en su casa se pajeaba soñando con el momento que había tenido su amiguita sin querer y por su culpa.
Norberto estaba lo más plácido viendo las noticias de aquella noche, ya casi era la medianoche, y la puta de las noticias siempre lo había hecho un poco calentarse, pero muy poco, pero fue cuando tomó su teléfono y sin querer entró a la galería y allí encontró la imagen de un ano adolescente abierto con una excitante inscripción debajo diciendo: “mi cola te quiere ademtro”. Excitante si no hubiese sido el ano de su hija Karen.
mi cola te quiere ademtro
Norberto se puso de pie, furioso, sin darse cuenta que la verga también un poco lo había hecho y fue hacia la habitación de su hija, su puta hija.
En el pasillo se la encontró:
— Ay, holi, pap — atinó a decir su hija.
— ¿QUÉ ESTUVISTE HACIENDO CON MI TELÉFONO?
— ¿Eeeh? No, no toqué tu teléfono, papi…
— Dejá de mentir, si le cuento a tu mami lo que encontré se va a enfurecer gravemente — dijo, mientras llevaba a su hija a su habitación para reprenderla como es debido.
— Pero pá, fue sólo un ratito, no lo haré de nuevo, ¿no te gustó..? — dijo, para indignación y sorpresa del padre.
— dios mío, cuando se entere mamá de las cosas que decís!
Instintivivamente, Karen se puso en la cama esperando como esperando que le chirlen la cola, pues así la había castigado las veces que así se había enojado su papi.
Y Norberto vió ese ojete adolescente y su verga se puso tiesa debajo del pantalón mientras la hija lo miraba, dispuesta en cuatro, como la mejor puta, diciéndole: “papi, no me pegues, porfi”.
Norberto atinó a chirlarse ese magnífico culo, pero no pudo, y sólo lo acarició, y con su pulgar le puerteo despacito el ojete apretadito mientras su hija decía: “ay, papi, mmm, qué calentitas manos tenés…”.
Norberto no soportó la tentación y hundió su lengua en ese orto, saboreándo a su sucia y apretadita hija de orto rosadito aún. Karen no podía creer y pero disfrutó aquél extraño mimo de papá, y dijo:
— Sí, papi, sí.. No me pegues… mmm.
Norberto se puso de pie, sacó su verga del pantalón y despacito se la empezó a meter por el orto a su Karen mientras ella lo alentaba, como la puta que era:
— Sssí papi, qué rico castigo por la colita me das, sssí, dámela toda, toda…
Norberto se culeó la nena sin pausa ni piedad, casi sin pensar, hasta que se lo rellenó de espeso y caliente semen.
Papi eyaculado, recuperando la conciencia, y Karen, bien culeada y también eyaculada se miraron y ella sonrió y dijo:
— Nunca más agarraré tu teléfono para bajar canciones de Justin, papi, perdón, no le digas a mami, porfi… ah, y tampoco se lo prestaré a Luli de nuevo.
Norberto cayó en la cuenta de que aquel orto no era el de su hija, sino el de Luli, la amiga de Karen.
Mientras Norberto se daba cuenta de lo que había hecho, Karen le mamaba la verga para dejársela limpia de su ojete sucio y demás juguitos de nena.
— Tle amlo papul — dijo con la boca llena de verga mientras miraba los ojos de papi con sus ojitos de puta sucia:
Norberto presuroso se fue al baño a terminar de lavarse la verga de la mierda de su hija, mientras Karen recogía el semen calentito de su papi, que corría por su ojete.
Luli en su casa se pajeaba soñando con el momento que había tenido su amiguita sin querer y por su culpa.
9 comentarios - Papi se culéa a la nena en un confuso episodio
Tus relatos son la leche literal y figurativamente!