Era unas de esas noches de sábados en las que siempre invito a mi novio a cenar. Llegué tarde de la oficina y cuando el timbre sonó apenas había empezado a pelar las papas, no había tenido tiempo de bañarme ni mucho menos cambiarme como a él le gusta. Pero antes de abrir recordé sacarme la bombacha. Le conozco lo suficiente como para saber que lo que más le excita es saber que bajo mi falda no hay nada.
Abrí la puerta con mi mejor sonrisa y el me regaló el mejor de sus besos.
-Vida, perdóname, me demoré, recién empecé…
-No te preocupes… tranqui.. tenemos toda la noche.. yo también me voy a poner cómodo.. dame un rato y te ayudo
Le vi dirigirse hacia mi pieza, así que continúe cortando las verduras. No pasó mucho tiempo que sentí sus manos introduciéndose en mi corpiño, mientras me besaba el cuello y su pija se apoyaba en mi cola.
-Si no te ofendes, yo me voy a ir preparando el postre- dijo a mi oído y fue subiendo mi falda mientras besaba mi espalda. Pronto sus dedos jugaron en mi concha introduciéndose profundamente.
-Estuve explorando tu pieza y mira lo que encontré- me dijo mostrándome las bolas chinas que siempre guardo en mi mesa de luz. Sentí temor, pronto adiviné su intención, así como estaba me doblo sobre la mesada e introdujo unas de las bolas en mi concha, pegue un grito de dolor y traté de moverme, pero no le importó, me sujetó mejor e introdujo la otra.
-No te la saques mami, quiero que tu conchita se vaya preparando para esta noche… mmm y ya que estamos también a tu culito- y sin darme tiempo a decir nada, tomó una zanahoria de la mesada y la introdujo en seco en mi culo. Grité de dolor, pero tampoco le importó, la hundió tan adentro como pudo y luego me tomo del cuello y me ayudó pararme. Me dio un beso en el cuello mientras me dijo al oído: no te la saques mami..
Luego bajo mi falda, se acomodó en el sofá y yo seguí cocinando. Apenas podía moverme, mi concha estaba cada vez más mojada y la zanahoria en el culo estaba empezando a excitarme cada vez más.
La cena estuvo lista, antes de sentarnos a comer me sentó en su falda, desabrochó mi blusa y mientras me besaba sacó mis tetas fuera del corpiño. Notó que mis pezones estaban duros y se puso a jugar con ellos. Cuando pasó la hoja de un cuchillo sentí el frío del metal y los sentí ponerse más duros aún.
Cenamos, pero yo no podía dejar de sentir la zanahoria abriéndome el culo y las bolas dentro de mi concha. Y cuando lo miraba notaba cierta sonrisa, me estaba adivinando el pensamiento y se disfrutaba con eso.
Cuando terminamos se levantó y fue al baño. Mientras yo levantaba la mesa sentí que me llamaba y fui a su encuentro, le conozco tanto que casi adivine lo que quería.
-Te guardé algo para ti – me dijo. Y entonces me arrodillé junto al inodoro y el puso su pija en mi boca y terminó de mear dentro de ella. Yo trataba de no tragar su meada, sé que lo gusta... Cuando terminó se quedó un momento mirando mi boca llena y su meada chorreando por mi garganta.. Trágala. Me dijo y me dio un beso.
-Vamos a ver cómo está tu culo- dijo poniendome en cuatro retiró la zanahoria con resto de caca
-Tendremos que limpiarlo – y llenó la jeringa con agua y la introdujo en mi culo, no conforme, repitió la operación varias veces, yo sentía el agua fría y mi culo que estaba por explotar… Lárgalo me dijo… y como estaba obedecí su orden.
Luego, sentí como la esponja enjabonada recorría todo mi cuerpo y la pasaba suavemente sobre mis tetas. Cada tanto tomaba mi pelo y ponia su pija en mi boca, mientras decia: como te la voy a dar putita... y yo le miraba como lo hace la mejor de las putas...Sentí el agua fría de la manguera de la ducha enjuagándome y malisiosamente deteniéndose en mi concha..
Cuando estuvo conforme, me puso mi collar de perra y mientras mordía mis pezones -mientras decia : nunca ví una puta con tetas mas lindas, esta noche los como a los dos- los aprisionó con un broche y tiró de la correa viendo como me dolian
-Vamos a la pieza mami, quiero comer mi postre. Dijo mientras jalaba del collar
Mis tetas me dolian, apenas podía caminar con las bolas chinas en mi concha, pero me sentí feliz, sé que mi novio es muuuuy goloso, pero yo lo soy más…
Abrí la puerta con mi mejor sonrisa y el me regaló el mejor de sus besos.
-Vida, perdóname, me demoré, recién empecé…
-No te preocupes… tranqui.. tenemos toda la noche.. yo también me voy a poner cómodo.. dame un rato y te ayudo
Le vi dirigirse hacia mi pieza, así que continúe cortando las verduras. No pasó mucho tiempo que sentí sus manos introduciéndose en mi corpiño, mientras me besaba el cuello y su pija se apoyaba en mi cola.
-Si no te ofendes, yo me voy a ir preparando el postre- dijo a mi oído y fue subiendo mi falda mientras besaba mi espalda. Pronto sus dedos jugaron en mi concha introduciéndose profundamente.
-Estuve explorando tu pieza y mira lo que encontré- me dijo mostrándome las bolas chinas que siempre guardo en mi mesa de luz. Sentí temor, pronto adiviné su intención, así como estaba me doblo sobre la mesada e introdujo unas de las bolas en mi concha, pegue un grito de dolor y traté de moverme, pero no le importó, me sujetó mejor e introdujo la otra.
-No te la saques mami, quiero que tu conchita se vaya preparando para esta noche… mmm y ya que estamos también a tu culito- y sin darme tiempo a decir nada, tomó una zanahoria de la mesada y la introdujo en seco en mi culo. Grité de dolor, pero tampoco le importó, la hundió tan adentro como pudo y luego me tomo del cuello y me ayudó pararme. Me dio un beso en el cuello mientras me dijo al oído: no te la saques mami..
Luego bajo mi falda, se acomodó en el sofá y yo seguí cocinando. Apenas podía moverme, mi concha estaba cada vez más mojada y la zanahoria en el culo estaba empezando a excitarme cada vez más.
La cena estuvo lista, antes de sentarnos a comer me sentó en su falda, desabrochó mi blusa y mientras me besaba sacó mis tetas fuera del corpiño. Notó que mis pezones estaban duros y se puso a jugar con ellos. Cuando pasó la hoja de un cuchillo sentí el frío del metal y los sentí ponerse más duros aún.
Cenamos, pero yo no podía dejar de sentir la zanahoria abriéndome el culo y las bolas dentro de mi concha. Y cuando lo miraba notaba cierta sonrisa, me estaba adivinando el pensamiento y se disfrutaba con eso.
Cuando terminamos se levantó y fue al baño. Mientras yo levantaba la mesa sentí que me llamaba y fui a su encuentro, le conozco tanto que casi adivine lo que quería.
-Te guardé algo para ti – me dijo. Y entonces me arrodillé junto al inodoro y el puso su pija en mi boca y terminó de mear dentro de ella. Yo trataba de no tragar su meada, sé que lo gusta... Cuando terminó se quedó un momento mirando mi boca llena y su meada chorreando por mi garganta.. Trágala. Me dijo y me dio un beso.
-Vamos a ver cómo está tu culo- dijo poniendome en cuatro retiró la zanahoria con resto de caca
-Tendremos que limpiarlo – y llenó la jeringa con agua y la introdujo en mi culo, no conforme, repitió la operación varias veces, yo sentía el agua fría y mi culo que estaba por explotar… Lárgalo me dijo… y como estaba obedecí su orden.
Luego, sentí como la esponja enjabonada recorría todo mi cuerpo y la pasaba suavemente sobre mis tetas. Cada tanto tomaba mi pelo y ponia su pija en mi boca, mientras decia: como te la voy a dar putita... y yo le miraba como lo hace la mejor de las putas...Sentí el agua fría de la manguera de la ducha enjuagándome y malisiosamente deteniéndose en mi concha..
Cuando estuvo conforme, me puso mi collar de perra y mientras mordía mis pezones -mientras decia : nunca ví una puta con tetas mas lindas, esta noche los como a los dos- los aprisionó con un broche y tiró de la correa viendo como me dolian
-Vamos a la pieza mami, quiero comer mi postre. Dijo mientras jalaba del collar
Mis tetas me dolian, apenas podía caminar con las bolas chinas en mi concha, pero me sentí feliz, sé que mi novio es muuuuy goloso, pero yo lo soy más…
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