Post anterior
Post siguiente
Compendio II
😆
A nosotras, ya nos gustaría que nos dejara dormir a las 2 en la misma cama.
Ni siquiera le pediríamos tríos.
😅
Bueno, a lo mejor sí.
Pero podríamos turnarnos por noche: que le haga el amor a una y la colita a la otra y la noche siguiente, cambiamos.
😊
Pero es que él es genial: Nos cuida mucho, es respetuoso y no deja lugar para sentir celos.
A mí me gusta que me sea sincero y que siempre le preocupe si algo me va a molestar.
Me encanta, por ejemplo, que me dedique canciones de la radio.
Que cuando escucha “Sugar” de Maroon 5, piense en mis besos…
😍
¡Nada más rico que el chico que más te gusta te diga que te ama!
Y a Liz, le gusta porque aunque no es machote, machote, es alguien en quien puede confiar y que la puede cuidar.
Y lo mejor de todo, que es súper cumplidor con las 2, así que andamos más que contentas.
😛
Y bueno… es por eso que pensamos cositas como estas…
El mes pasado, las 2 queríamos que nos llevara a una exposición de bodas, que iban a hacer en el centro comunitario cerca de mi universidad.
Y él, con lo lindo que es, aceptó.
😕
Lo malo es que era el domingo justo antes que se fuera de turno.
Fuimos con las peques y aprovechamos de probar pasteles (¡Riquísimos!), canapés y muchos bocadillos, ver arreglos florales preciosos, vestidos… y ¡Ropa interior!
Andábamos buscando unos corsés sexys, con portaligas y aunque podríamos comprarlo en la semana que él viaja, es más divertido hacerlo con él al lado.
😆
Así que para poder pasar, dijimos que Liz se iba a casar y estaba comprando ropa para la noche de bodas, que yo era la madrina y que mi marido venía para dar su opinión de hombre.
XD
¡La cara de la vendedora muy chistosa!
Porque parece que no hacen esas cosas a menudo y menos, con un hombre que está viendo a la futura novia a medio vestir…
Y es que tengo que reconocer que Liz tiene una figura preciosa, con un trasero bien redondito, una cintura delgada y unas pechugas de rechupete.
😂
Y claro, escogiendo tallas más cortitas, para que la carne destacara por todos lados.
Pero mi amigo se comportaba como un perrito entrenado, por mucho que se doblara y se le metiera la tela en el trasero a Liz.
Así que me tocó escoger una prenda para mí, pero justo pasé por delante de un vestido de novia que dejaron de lado…
👰
Fue como si me llamara, porque era súper sencillo: escote de encaje, con hombros libres; una faja preciosa de seda, falda de gasa, un cintillo y hasta le faltaba el velo…
Y me bajaron los recuerdos del mejor de mis cumpleaños…
😕
Aunque mi tía quería pagarme uno bueno, yo quería elegir uno como el chico que me escogió como esposa: algo sencillo, que se usara una sola noche y que fuera práctico.
No iba a comprarme uno caro, porque mi “prometido” (¡Estoy tan acostumbrada de escribir marido! XD) estaba pagando la ceremonia y todo y más encima, viajábamos a la mañana siguiente.
Así que me conformé con uno más parecido para primera comunión: nada de escote, una falda no muy larga (porque sabía que él querría bailar conmigo el vals de los novios y no quería pisarlo cuando bailara) y un velo.
😂
¡A mi tía le dio un tremendo patatús!
Pero no me importó: sería el día más feliz de toda mi vida…
😍
Y me encontró ahí, volando bajo…
“¿Por qué no te lo compras?” me preguntó.
😬
“¿Quéee? ¡Noo! ¡Yo lo estaba mirando!” le traté de mentir…
Pero cuando estás casada con tu mejor amigo…
“¡Cómpratelo!” me dijo, con su carita sencilla de siempre…
“¡Ay, no seas tonto! ¡Ya nos casamos! ¿Cómo me voy a comprar un vestido de novia?”
😏
“Yo pienso que te verías… sexy…” me dijo, bien bajito.
😬 😬
Yo, roja al cuadrado…
“¡Es muy caro! ¡Más de 400 dólares!” le respondí, mostrándole el precio.
“¿Y?”
“¡Con eso, podemos comprar comida para un mes!”
😔
“Pero estás trabajando… y con tu sueldo podríamos costearlo…” me dijo, tentándome…
😈
Entonces, lo tomó con las 2 manos, lo miró y me lo puso encima del pecho.
“¡Mira! Con este escote, tus pechos se verían esplendidos…” me dijo, abrazándome por la cintura…
😩
Ya estaba durito y lo sentía fuerte y claro en mi cola…
“¡Pero es muy caro!” le decía yo, tratando de resistirme.
“Y de cintura, te debe quedar bien…” me dijo, apretándome el estómago y apegándome más a él…
😫
¡Tremenda y palpitante!
“C-c-claro…” le dije yo, ya más convencida.
“Y de cola, debería quedarte perfecta…” me dijo, acariciándome suavemente el trasero…
🤤
Yo, caliente a reventar…
Porque aparte de hacerme un cariñito sensual, pero igual piola, lo veía en el espejo cerrando los ojos y tomándome el olor.
💗 💗 💗
Y eso me ponía todavía más caliente, porque me estaba punteando pero despacito.
Y la carita que él ponía era tremenda, porque a pesar de conocernos al revés y al derecho y que dormimos juntos casi todas las noches y hacemos todo tipo de cositas, parecía que apenas se aguantaba las ganas.
“Podrías comprarte este vestido y yo podría rompértelo…”
😳
“¿R-r-rompérmelo?” le pregunté, también imaginándome que se refería a mi cola…
“¡Claro! Un rasgón por aquí… sacarte el portaligas y las pantis…” me dijo, besándome el cuellito.
😲
¡Caliente a la quinta potencia!
Porque estaba hablando de romperme el vestido…
¡ÉL! ¡MI MARIDO!
¡AL QUE ROMPER ROPA O MANCHARSE ES UNO DE LOS PECADOS CAPITALES!
“Pero… es muy caro…” le respondí, dándome vuelta y mirándolo a los ojos, buscando sedienta sus labios.
“¿Y qué importa? ¿No te gustaría usarlo otra vez?”
😘 😚 😍
Me besó muuuy rico…
Si me decía que quería llevarme a los probadores, yo habría dicho que sí más que complacida…
😠
Pero por suerte, nos sorprendió Liz, que traía las pequeñas.
😅
No nos dimos cuenta que estábamos haciendo un espectáculo: todos los clientes y vendedores nos miraban.
Liz había pagado el corsé y sabía bien que si no interrumpía, lo más seguro sería que no nos dejaran volver a una feria como esa…
😕
Pero como les dije, él se iba a la mañana siguiente…
Y aunque hicimos el amor bien rico esa noche y nos quitamos parte de la calentura, tendríamos que esperar hasta la semana siguiente para bajar completamente la temperatura…
😉
Post siguiente
1 comentarios - El vestido (1era parte)