Aldana se había adaptado muy bien a su nueva escuela y rápidamente se destacó entre la alumnado de pendejas estúpidas de esa privada escuela, y no solamente por su magnífico orto, sino por su correcto hablar y su simpatía.
La clase con el cura párroco Horacio haría correr riesgo ese buen comienzo de Aldi.
¿Qué métodos anticonceptivos nos propone la biblia para una correcta vida en familia?
Decía la pregunta de aquel examen de la materia Vida en Familia.
Todos habían respondido sobre la importancia de mantenerse célibes, de no caer ante el pecado y demás mentiras estùpidas, pero Aldana respondió algo que impactaría tanto a Horacio, al punto de la furia... y del engrosamiento severo de su verga.
Respondiera Aldi:
Mi papi me enseñó que lo más correcto es que él acabe en mi ojete, para nunca embarazarme y guardarme virgen para mi futuro marido. A veces le trago su leche, y es muy rica, pero la prefiero bien adentro de mi colita. La leche como el pancito no se derrama ni desperdicia, lo dice la biglia.
Ejemplar relación papi e hija
"Dios mío" había dicho el cura Horacio al leer esas pecaminosas palabras y luego de persignarse una y otra vez, de tomarse la cabeza pusose a rezar por el alma de esa jovencita que no era la buena alumna que había creído. Rezó y rezó, rezó y rezó, rezó y recordó el orto de esa jovencita... rezó y se pajeó fuerte.
Pensó en las graves concecuencias que le esperarían a Aldi el día siguiente.
Mientras tanto Aldi terminaba de cenar junto a su papi (era en verdad su amoroso padrastro), como la mamá de Aldi se acostaba temprano aprovechaba para pedirle a papi que le de postre por la cola, alli mismo sobre la mesa en la que habían cenado.
— Papi… ¿me das leche en la cola para dormir mejor, porfi?
Y el padrastro de Aldi no podía negarse ante esas amorosas palabras y en cuatro se la bombearía a la dócil y dulce hijastra putita de su propiedad..
— Qué rico papi, rompeme el culo, papi, mmm…
— Claro que sí, putita de mierda, qué rico ojete tenés, princesita mía..
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En la escuela del cura Horacio, él se volvía a pajear pensando en las palabras de Aldi en aquel examen.
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A la Aldi culo roto y feliz le rellenaban el ojete y ella agradecía, pipona y feliz:
— Gracias, papi, graciasmmm....
Continnuaráª
6 comentarios - Aldana es virgen (de la concha)
Trataré, señor.
van p