Travesti

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Era un martes por la noche.
Nuestra noche libre de la semana. Veìamos con Luciana una pelicula de la productora Cento x Cento italiana. Nos gustan sus pelis porque tienen una aire amateur, son bastante abiertas y jugadas en la temática, y sobre todo porque nos encanta Alex Magni, el actor fetiche. Es muy intenso y divertido. Aparte de ser bisexual.
La peli en cuestión tenìa el simpatico nombre de "Oltre la Potta" y consistìa en una orgìa muy caliente donde participaban un par de hombres, una mujer y dos travestis. Una de ellas, especialmente hermosa, negra, con ojos claros y una poronga enorme.
Luciana me chupò el culo con ganas ese dìa. Después siguiò metièndome los dedos y hasta trajo su famosa zanahoria, a la que cubriò con un forro e introdujo en mi ano para mi satisfacción. Su culo tampoco salió indemne. Recibió una buena dosis de semen que recibió con gusto.
Estábamos por dormirnos. Ella, con la cabeza apoyada en mi pecho preguntó:
- No te gustaría que probemos con una travesti? Me parece que me calentaría...-
- Estaría bueno. Lo podemos ver. - y se me cerraron los ojos del sueño.
A Luciana y a mi nos encanta el sexo. Lo adoramos y consideramos que es lo mejor que le puede pasar a una persona. El problema de la fantasía con una travesti, es que nos encontrábamos en la encerrona de que la mayoría de las chicas con las que podríamos hacerlo ejercían la prostitución. Internet fue el medio entonces.
En una página de escorts empezamos a buscar. Vimos las fotos de una morocha con una pija enorme. Naiara Celeste decía llamarse.
"Doy un exclusivo trato a parejas, matrimonios, que desean vivir un momento de mucho mucho placer. ME ENTUSIASMA SER TU FANTASIA".
Y a nosotros nos encantaba nuestra fantasía. Llamé por teléfono. Me atendió y quedamos en un día y horario. El precio era especial para parejas. Un departamento de la zona céntrica de la ciudad sería el punto de encuentro.
Esa tarde Luciana se calzó su tanga negra. Se puso sus tacos altos y casi ni se maquilló. Dice que para el sexo, entre el sudor y el semen siempre queda un escracho si se maquilla. Prefiere no pintarse.
La cita era al anochecer, para no terminar tan tarde un día de semana.
Tocamos el portero, nos abrió y subimos. Cuando llegamos al piso nos estaba esperando en la puerta del ascensor. Tenía puesta una remerita bastante chica y solo en bombacha debajo. Medias negras y tacos altos era el resto de su vestuario.
- Hola chicos! Bienvenidos a mi casa.- Dijo. Nos invitó a pasar. Era un departamento bastante despoblado de muebles. Solo un sillón y un mesita baja en el living. Nada personal. Personalmente era diferente a las fotos, pero atractiva. Pelo largo y lacio oscuro. Tetas bastante grandes y obviamente operadas. Linda cola. Agradable sobre todo. Nos sirviò un par de fernets y nos hizo sentar en dos sillitas. Nos preguntó qué queríamos experimentar.
- Tu pija en primer lugar. - dije.
- Y quiero verte cojerlo.- dijo Luciana.
- Y a vos también. - le retruqué yo.
- Chicos, a ver, pónganse de acuerdo.- dijo Naiara riéndose. - igual los puedo cojer a los dos si quieren y pagan...-
- Pagaremos entonces.- dijo Luciana.
- A ver esas tetas chiquita.- Le dijo a casi que le sacó de prepo la remera. Ella se dejó hacer y le fué manoteando la pija por sobre la bombacha. Yo me saqué la remera también pero me puse a un costado para verlas hacer.
Luciana le sacó la poronga. Era bastante grande, no tanto como parecía en las fotos, pero grande al fín. Naiara se puso un forro y Luciana empezá a chupársela. Fuerte desde un principio. Mi mujer estaba ansiosa de comerse esa pija y no se iba a andar con sutilezas ésta vez.
- Vení Leo, acompañame- me dijo. Yo me acerqué y me guió para que empiece a chuparla. Hacer sexo oral con forro es menos placentero, pero necesario y me dediqué a disfrutar esa pija que mi mujer me ofrecía. Naiara me acariciaba la nuca de una manera que me calentaba aún más. Me empecé a pajear mientras chupaba.
Luciana se me unió y entre los dos degustábamos el pedazo. Su lengua se cruzaba con la mía de vez en cuando y nos besábamos con el miembro entre nosotros. Ella también estaba muy caliente.
- Lindos, así, sigan chupandole la poronga a mami- decía ella. Se sacó la remera y pude ver sus tetas bien duras. Tenía pezones muy chiquitos y oscuros, quedaban un poco a los costados de las tetas.
Mientras chupaba le empecé a agarrar las nalgas, rodeándola con mi brazo. Fuí metiendo la mano y con el dedo índice encontré su ojete. Empujaba el dedo hacia adentro y hacía que ella se moviera de manera que metía la pija dentro de mi boca en cada empujón.
Luciana se parò para chuparle las tetas. En cambio, empezò a recibir caricias en la concha. Parada, con la cabeza apoyada en el hombro de Naiara que la pajeaba, me miraba chuparle la pija y gozaba. Acabó ahí mismo, apretándo los ojos en un orgasmo placentero.
Nos guió a la cama. Nos terminamos de desvestir los tres. Me hizo acostar boca abajo. Me empezó a acariciar el culo despacio. Veía a Luciana mirándola hacer y tocándose.
Me hizo abrir las piernas de manera que pudiera verme el ojete.Me pasaba despacio un dedo, después otro. Sentìa la dureza de sus uñas largas raspar despacito los pliegues del orto. Tenia la pija al palo, la sentìa latir aprisionada entre mi cuerpo y la cama. Luciana se habìa puesto a un costado y se pajeaba mirándome. La excitaba mucho la situación.
- Dejame chuparle el culo, así te lo voy abriendo.- Le dijo a Naiara.
Y empezó a meterme la lengua en el ano que se iba abriendo en cada empujón. Sentìa unas ganas enormes de sentir la pija dentro mío.
Luciana empezó a meterme un dedo. Naiara le alcanzo el gel y con el puesto ya fueron dos los dedos que entraron. Yo gozaba como loco con la cara contra el colchón y los dedos de mi mujer en el culo.
- Ya está bien abierto, vení cojelo.- Le dijo a Naiara.
Sentì la pija apoyándose contra mi orto. De a poco fue metiendo presión y sentìa el ano abriéndose y recibiendo la pija. Poco a poco fue abriéndose camino. Sentìa un poco de ganas de cagar el principio. Ella dejaba la pija quieta hasta que se acostumbrara y después la metía un poco más. Al poco tiempo, entre su destreza y mis ganas de recibirla ya estaba toda adentro.
Luciana se sentó con las piernas abiertas delante de mi cara. Me hizo chuparle la concha que estaba mojadísima.
Y ahí empezó a bombearme de a poco al principio y después cada vez más fuerte. Sentìa la pija explotar de placer en cada empujón de esa otra pija que tenía metida en el ojete. Gozaba y chupaba como loco la concha de mi mujer. De repente la sentí acabarme en la cara y llenándome de flujos vaginales.
- Te gustó ver como me cojo a tu macho! Que lindo culo, me encanta rompertelo papi!- Me decia Naiara. Levanté la cadera para poder pajearme. No daba más de placer. Acabé casi inmediatamente en tres chorros voluminosos sobre la sábana.
Naiara sacó la pija, sentía el culo abierto como un volcán.
- Chupamela mami, vení, asi acabo yo también.- Le dijo a Luciana.
Ella se la empezó a chupar y a pajear. Al toque acabó ella también.
Corrimos la sábana acabada y nos acostamos los tres a descansar un poco.
- Les gustó chiquitos?-
- A éste le quedó el culo roto.- Dijo Luciana.
- Me cojiste muy bien.- Dije. - Ahora te la pongo yo a vos.-
- Tan rápido nene? Están calientes ustedes dos!-
- Chupamela y vas a ver.- Le dije atrayéndola hacia mi pija. Me puso un forro y se la metió en la boca. De tanta calentura se me puso al palo enseguida. Ella chupaba muy bien. Luciana se sentó otra vez a pajearse al lado nuestro. Ese era su día de mirar y pajas.
Hice poner en cuatro a Naiara. Le embadurne con gel el culo y de a poco se la fui metiendo. Ese ano se abrió enseguida y pude empezar a bombearla rápido. Veía su espalda y culo grande pero femenina y me calentaba mucho cojerla. Luciana se puso detrás mío y como abrazándome me empezo a pellizcar los pezones. De vez en cuando me pasaba la lengua por la espalda. Sentìa que la pija me estallaba adentro de ese culo. Luciana empezó a acariciarme la espalda y bajaba la mano hasta el culo. Me terminó metiendo el dedo mayor mientras cojía. Sentì que me calentaba al palo y acabé con fuerza metiéndosela hasta los huevos.
- Hace un rato largo que estamos y habiendo dos pijas se dieron cuenta que todavía no me cojieron.- Dijo Luciana riéndose. - Veni metémela- Le dijo a Naiara.
Se acostó boca arriba y se dejó penetrar con ganas. Abría las piernas levantando los pies. Me encantan sus pies mientras coje. Me gusta ver como los tensa, apretándolos hacia abajo.
Las dejé hacer a ellas. Luciana gozaba con la forma en que la cojía Nariara. Le daba duro y cambiando a veces el ritmo. Primero despacio, luego más rápido, después despacio otra vez. La llevó así unos minutos hasta que la hizo acabar en otro orgasmo fuerte.
Sacó la pija y le pregunté si quería que la hiciese acabar.
- No papi, si acabo otra vez quedo muerta y tengo otro cliente en un rato. Ustedes quedaron bien parece no?-
- Estoy relajadita y fresca como una lechuga.- Dijo Luciana riéndose.
Salimos y era la hora de comer. Nos fuimos a una pizzería que nos gusta y estaba más o menos cerca. Brindamos por nuestra primer experiencia con una travesti.
- Pero volveremos!- Dijo Luciana.
- Si señor!- respondí chocando los vasos de cerveza.