MARÍA (mentirosa sexual)
Todo empezó un día que veíamos una película con Maria (mi pareja), estábamos plácidamente tirados en el suelo viendo la película en su computadora. Al terminar me pidió que sacara el disco y apagara la compu; lo hice y después de extraer el disco el programa comenzó a pasar imágenes que tenía guardadas, me quede helado cuando en una de la imágenes estaba María desnuda, recogiéndose el pelo, y aun costado un hombre desnudo con el pene erecto, lista para comenzar a mamar y chupar el pene de ese tipo. Rápidamente se incorporó y cerro la parte superior de la computadora, diciendo: lo que no fue en tu año, no hace daño; la deje ahí y me fui muy molesto del lugar.
La seguí viendo días después sin decir nada; sin embargo por mi cabeza pasaba esa imagen e imaginaba como termino aquella escena. También me preguntaba, cuantas tendrá?, con todas sus parejas se tomo fotos?, yo era el cuarto según sus cuentas; con cuanta frecuencia las veía?, porque no me pedía las fotos que nos tomábamos?. Un mes después hable con ella para sacarme esas dudas de la cabeza, a lo cual me contesto: si tengo algunas fotos y quizá videos, pero no entiendo para que quieres saber, incluso los tengo guardados en un USB (la cual describió explícitamente), no se que hacía la foto que viste en mi computadora, lo siento, pero no te preocupes ahí se quedaran. Esto no me conforto, porque las seguía teniendo. Mi vida sexual no disminuyo en lo más mínimo, pero seguí pensado en esas imágenes que guardaba tan celosamente en un USB.
Meses después estábamos trabajando, la voltee a ver y estaba frente a mi en una pequeña mesa, con la vista fija en la pantalla de la compu, distraída totalmente por lo que hacia o veía; por lo que me pare junto a ella para preguntarle que hacia; rápidamente abrió una página X, sonrió y me dijo: trabajando amor. Lógicamente no le creí, antes de regresar a mi lugar de trabajo, voltee hacia abajo y no lo podía creer, la computadora tenía insertada el USB que había descrito meses antes como el dispositivo donde guardaba las imágenes sexuales de sus parejas. No dije nada y me senté esperando y pensando como podría obtener esas imágenes que tanto habían hecho volar mi imaginación.
Continuamos trabajando y estuve atento a sus movimientos, y sobre todo viendo ese USB que sacaba y metía de su computadora. Por alguna razón se paro dejando el USB sobre la mesa, en cuanto salió corrí y me dispuse a vaciar su información; tuve el tiempo suficiente para lograrlo y que ella no se diera cuenta. Cuando regreso a su lugar continuo con lo que hacia, mientras yo comencé a ver la información que tenían los USB. La mayor parte eran imágenes de sus viajes con amigos y amantes en turno. Tenía imágenes con su primer pareja, en las cuales se besaban, y otras tenían el dorso desnudo. De la segunda pareja no encontré imágenes, según ella porque lo ligo y cogió pocas veces con el. Pero de la tercer pareja había muchas fotos, de viajes, fiestas y encuentros sexuales; donde ella se veía divina más joven, más delgada y con una cara tan sexual que no podía esconder su calentura.
Por una cuestión extraña comencé a excitarme demasiado, ver a otro hombre chupar esos enormes senos, chuparle la vagina y tocarle el cuerpo, todo era nuevo para mi, pero cuando encontré fotos de ella mamando el pene de aquel hombre, pasar sus labios y su lengua por el glande, me puso 100% excitado. Sin embargo, comencé a darme cuenta que todo lo hacia sin permiso ni conocimiento alguno de sus padres, cabe señalar que en ese entonces María tenía 19 años, y andaba con un hombre mayor (32 años), en varios sitios o incluso estados, teniendo relaciones sexuales; fue la primera vez que me di cuenta que era mentirosa sexual, estaba engañando a su familia con tal de seguir y coger con un hombre; y esto lo corrobore porque me había comentado que el único novio o pareja que su familia conoció fue el primero. Y lo disfrutaba pues era obvio al ver las imágenes, recuerdo una donde le agarraba el pene a su amante en la iglesia.
En unos cuantos minutos estaba procesando mucha información de la vida de María, primero que le encantaba el sexo y le gustaba registrar sus momentos en imágenes, segundo que hacía lo que fuera por estar con un amante, y tercera que le mentía a quien fuera para hacerlo. Aspectos peligrosos en una relación, acaso esperaba otra sorpresa?... Pues sí, así fue, había una carpeta separada del resto, más reciente, la abrí y las primeras fotos eran de ella en el asiento del autobús, sonriendo y tan linda como siempre, seguí viéndolas y había una en un centro turístico donde estaba alegre, contenta y divertida, pero con personas que no conocía, y que tampoco se parecían a ella; comencé a preguntarme quiénes son?. En una de las fotos aparecía junto a un hombre con el que estaba en las fotos anteriores, era su tercer amante, el cual la abrazaba y tomaba fotos de esa linda figura; sin embargo en esta ocasión había algo que no encajaba, traía puesto un atuendo de playa que le había regalado…….
Rápidamente me fije en la fecha y recordé que días antes había cogido con ella, e incluso durante su viaje nos habíamos comunicado. La pregunta era; a que había ido?, pregunta estúpida para muchos porque obviamente estaba regresando a sus hábitos, hizo un viaje de más de 300 kilómetros, para ir a ver a su viejo amante y tener sexo apasionado?. Sentí mucho coraje de lo que estaba viendo, mucho, oficialmente me estaba convirtiendo en CORNUDO, como quizá lo había hecho con sus antiguos amantes. Pasado unos 30 minutos no puede más y le pregunte, sobre lo que había visto, sin decirle que tenía las imágenes. A lo que contesto: SI, lo fui a ver porque es un buen amigo, pero no paso nada de lo que puedas imaginar (estuvo tres días con el), nunca acepto haber tenido relaciones sexuales, ni al menos haberle dado un beso.
Aquí comenzaron dos nuevos aspectos en mi vida: primero me di cuenta que me gustaba ver a María con otro hombre; así fuese besándose, acariciándose, o teniendo sexo, verla con un pene en su boca fue excitante y podría decir que hasta maravilloso, me declaro oficialmente CORNUDO; y la segunda que María no solo será para mi, sigue siendo una mentirosa sexual, hostigo a una de sus amigas hasta que se la llevo a la cama (por cierto es bisexual), se siguió comunicando con su tercer amante (solo enviándose saluditos claro), su primer amante a dormido en su cama (sin tocarla, no piensen mal), se ha manoseado y besuqueado con dos niñas en un baño (las niñas la orillaron), y todo esto me he enterado por terceras personas, por imágenes o simplemente por intuición; cuando se lo pregunte no tuvo otra que aceptarlo, diciéndome: pero no es para que desconfíes de mi. A mi propuesta de verla con otro hombre responde que no es PUTA (ustedes le creen).
No se si cambie algún día, ese maldito hábito de mentir y esconder los secretos sexuales en una pareja es muy malo y determinante para que una relación dure. Sin embargo, la quiero mucho y me gusta demasiado, muchas veces le he dicho: “te amo porque eres puta, y te amaré más si tienes el descaró y cinismo de compartirlo conmigo”, solo ríe y me dice: está bien también TRATARE.
Todo empezó un día que veíamos una película con Maria (mi pareja), estábamos plácidamente tirados en el suelo viendo la película en su computadora. Al terminar me pidió que sacara el disco y apagara la compu; lo hice y después de extraer el disco el programa comenzó a pasar imágenes que tenía guardadas, me quede helado cuando en una de la imágenes estaba María desnuda, recogiéndose el pelo, y aun costado un hombre desnudo con el pene erecto, lista para comenzar a mamar y chupar el pene de ese tipo. Rápidamente se incorporó y cerro la parte superior de la computadora, diciendo: lo que no fue en tu año, no hace daño; la deje ahí y me fui muy molesto del lugar.
La seguí viendo días después sin decir nada; sin embargo por mi cabeza pasaba esa imagen e imaginaba como termino aquella escena. También me preguntaba, cuantas tendrá?, con todas sus parejas se tomo fotos?, yo era el cuarto según sus cuentas; con cuanta frecuencia las veía?, porque no me pedía las fotos que nos tomábamos?. Un mes después hable con ella para sacarme esas dudas de la cabeza, a lo cual me contesto: si tengo algunas fotos y quizá videos, pero no entiendo para que quieres saber, incluso los tengo guardados en un USB (la cual describió explícitamente), no se que hacía la foto que viste en mi computadora, lo siento, pero no te preocupes ahí se quedaran. Esto no me conforto, porque las seguía teniendo. Mi vida sexual no disminuyo en lo más mínimo, pero seguí pensado en esas imágenes que guardaba tan celosamente en un USB.
Meses después estábamos trabajando, la voltee a ver y estaba frente a mi en una pequeña mesa, con la vista fija en la pantalla de la compu, distraída totalmente por lo que hacia o veía; por lo que me pare junto a ella para preguntarle que hacia; rápidamente abrió una página X, sonrió y me dijo: trabajando amor. Lógicamente no le creí, antes de regresar a mi lugar de trabajo, voltee hacia abajo y no lo podía creer, la computadora tenía insertada el USB que había descrito meses antes como el dispositivo donde guardaba las imágenes sexuales de sus parejas. No dije nada y me senté esperando y pensando como podría obtener esas imágenes que tanto habían hecho volar mi imaginación.
Continuamos trabajando y estuve atento a sus movimientos, y sobre todo viendo ese USB que sacaba y metía de su computadora. Por alguna razón se paro dejando el USB sobre la mesa, en cuanto salió corrí y me dispuse a vaciar su información; tuve el tiempo suficiente para lograrlo y que ella no se diera cuenta. Cuando regreso a su lugar continuo con lo que hacia, mientras yo comencé a ver la información que tenían los USB. La mayor parte eran imágenes de sus viajes con amigos y amantes en turno. Tenía imágenes con su primer pareja, en las cuales se besaban, y otras tenían el dorso desnudo. De la segunda pareja no encontré imágenes, según ella porque lo ligo y cogió pocas veces con el. Pero de la tercer pareja había muchas fotos, de viajes, fiestas y encuentros sexuales; donde ella se veía divina más joven, más delgada y con una cara tan sexual que no podía esconder su calentura.
Por una cuestión extraña comencé a excitarme demasiado, ver a otro hombre chupar esos enormes senos, chuparle la vagina y tocarle el cuerpo, todo era nuevo para mi, pero cuando encontré fotos de ella mamando el pene de aquel hombre, pasar sus labios y su lengua por el glande, me puso 100% excitado. Sin embargo, comencé a darme cuenta que todo lo hacia sin permiso ni conocimiento alguno de sus padres, cabe señalar que en ese entonces María tenía 19 años, y andaba con un hombre mayor (32 años), en varios sitios o incluso estados, teniendo relaciones sexuales; fue la primera vez que me di cuenta que era mentirosa sexual, estaba engañando a su familia con tal de seguir y coger con un hombre; y esto lo corrobore porque me había comentado que el único novio o pareja que su familia conoció fue el primero. Y lo disfrutaba pues era obvio al ver las imágenes, recuerdo una donde le agarraba el pene a su amante en la iglesia.
En unos cuantos minutos estaba procesando mucha información de la vida de María, primero que le encantaba el sexo y le gustaba registrar sus momentos en imágenes, segundo que hacía lo que fuera por estar con un amante, y tercera que le mentía a quien fuera para hacerlo. Aspectos peligrosos en una relación, acaso esperaba otra sorpresa?... Pues sí, así fue, había una carpeta separada del resto, más reciente, la abrí y las primeras fotos eran de ella en el asiento del autobús, sonriendo y tan linda como siempre, seguí viéndolas y había una en un centro turístico donde estaba alegre, contenta y divertida, pero con personas que no conocía, y que tampoco se parecían a ella; comencé a preguntarme quiénes son?. En una de las fotos aparecía junto a un hombre con el que estaba en las fotos anteriores, era su tercer amante, el cual la abrazaba y tomaba fotos de esa linda figura; sin embargo en esta ocasión había algo que no encajaba, traía puesto un atuendo de playa que le había regalado…….
Rápidamente me fije en la fecha y recordé que días antes había cogido con ella, e incluso durante su viaje nos habíamos comunicado. La pregunta era; a que había ido?, pregunta estúpida para muchos porque obviamente estaba regresando a sus hábitos, hizo un viaje de más de 300 kilómetros, para ir a ver a su viejo amante y tener sexo apasionado?. Sentí mucho coraje de lo que estaba viendo, mucho, oficialmente me estaba convirtiendo en CORNUDO, como quizá lo había hecho con sus antiguos amantes. Pasado unos 30 minutos no puede más y le pregunte, sobre lo que había visto, sin decirle que tenía las imágenes. A lo que contesto: SI, lo fui a ver porque es un buen amigo, pero no paso nada de lo que puedas imaginar (estuvo tres días con el), nunca acepto haber tenido relaciones sexuales, ni al menos haberle dado un beso.
Aquí comenzaron dos nuevos aspectos en mi vida: primero me di cuenta que me gustaba ver a María con otro hombre; así fuese besándose, acariciándose, o teniendo sexo, verla con un pene en su boca fue excitante y podría decir que hasta maravilloso, me declaro oficialmente CORNUDO; y la segunda que María no solo será para mi, sigue siendo una mentirosa sexual, hostigo a una de sus amigas hasta que se la llevo a la cama (por cierto es bisexual), se siguió comunicando con su tercer amante (solo enviándose saluditos claro), su primer amante a dormido en su cama (sin tocarla, no piensen mal), se ha manoseado y besuqueado con dos niñas en un baño (las niñas la orillaron), y todo esto me he enterado por terceras personas, por imágenes o simplemente por intuición; cuando se lo pregunte no tuvo otra que aceptarlo, diciéndome: pero no es para que desconfíes de mi. A mi propuesta de verla con otro hombre responde que no es PUTA (ustedes le creen).
No se si cambie algún día, ese maldito hábito de mentir y esconder los secretos sexuales en una pareja es muy malo y determinante para que una relación dure. Sin embargo, la quiero mucho y me gusta demasiado, muchas veces le he dicho: “te amo porque eres puta, y te amaré más si tienes el descaró y cinismo de compartirlo conmigo”, solo ríe y me dice: está bien también TRATARE.
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