Soprendente tía consentidora.

Mi tía, acostumbraba a barrer así con su ropa sensual, se inclinaba al hacerlo, y podía contemplar su culo redondo, al usar minifalda pegadisima, se marcaba su tanga de hilo dental.
Una vez al dormir ella, en el sofá, la abracé sensualmente, acariciando sus pechos, sus piernas, con sus pantimedias negras. Estaba abierta de piernas, y al acariciarlas, pude sentir su textura sensual, y la humedad de su vagina.
Puse su mano en mi pene descubierto, la sensualidad de sus manos, al acariciar mi pene super duro, y con las uñas largas decoradas que tenía,lograba hacer que fueran sus manos las que sintieran todo mi pene.
Ella al despertar, en lugar de alarmarse, comenzaba a decirme:

─Mi bebé ya creció
Me puse super nervioso, pero ella me dijo que le diera ese pene, quería sentirlo por dentro de ella.
─Papito, que rico lo tienes, hace mucho que no sentía una tan sensual, dámela amorcito
en eso como ella estaba maquilladisima, se dispuso a chupar mi pene, lentamente, con una suavidad super provocativa.

─Mi tía, que rico, que rica boca tienes ahh
─Te amo mi vida, me gustas mucho, qué rica verga tienes amor. Deja que tu tía putita te consienta.

Y siguió chupeteando, mirandome a los ojos, acariciaba todo mi sexo. Dejandolo todo lleno de su labial rojo.fue tanto que lo chupaba, al grado que ya no aguanté más y decidí llearla de mi lechita por toda su boca.
Ella gemía y lamía rico, se tragaba todo,

─mm papito, que rica la tienes, ahora es mía y solo a mi me la vas a dar bebé. Te amo.
Besó mi pene, y me dijo, que cada vez que quisiera que me consintieran, que recurriera a ella.

─Mi amor, vendrás conmigo cuando quieras hembra, cuando quieras culo, te lo daré con gusto mi amor.

Y es así como ella me llama por teléfono, para saludarme más y decir que me ama.