El tío Nicolás había llegado al campo por la noche, hacía años que no andaba por ahí y había sido cordialemente recibido por los padres de la jovencita Ceci, que dormía sin ni siquiera soñar lo que le esperaba.
Luego de las recepciones cariñosas del hermano y de la cuñada, Nicolás fue invitado a dormir en la cama que estaba dispuesta junto a la de Ceci…
Nico estaba tan cansado que apenas miro a su sobrina que desde niña no veía, y ese culo delicioso que apenas estaba tapado, y se durmió pensando en cómo había crecido esa nena.
Unas horas después, los primeros rayos del sol y los ronquidos de su tio en ese domingo despertarían a Ceci, y lo que vería la maravillaría y hasta pensaría que seguía soñando. Un apuesto hombre apenas tapado estaba acostado junto a su cama, el hombre estaba con la verga destapada y fuertemente tiesa y ella, que ya se había despertado algo mojadita, se acarició suavecito la concha sin pensarlo, y se sonrojó. Ceci pensó mientras se chupaba los deditos saborizados con su conchita virgen y mojada y sin pensarlo se bajó de la cama y se abalanzó a mamar esa vergota.
Esa niña que nunca había tenido hombres cerca que no sean su padre o algún vejete del pueblo a 57 kilómetros, al fin había encontrado la verga que ansiaba, y sin saber que eraa su tío, la mamo como si fuera el fin del mundo.
El tío luego de disfrutar a su sobrina entre sueños y luego ya despierto mientras ella le chupaba la pija, miró ese espectáculo y no pudo creer lo bien que mamaba verga la Ceci, y lo hermosa que estaba:
— Ceci, dios mío, no te detengas, bebé… mmm, qué bien que chupás, putita mía.
Y así se reencontraban luego de añares el tío con la que había visto por última vez como una niña, y la sobrina que ni se acordaba de su tío, pero que ansiaba tanto la verga, y no la de caballos que había sabido pajear.
Ceci mamó y mamó mientras Nicolás la alentaba y la tomaba del pelo para cojerle la boquita mejor.
— Muy bien, mi amor, mamá, mamá todo y lameme las bolas, puta de mierda — agrego cariñosamente el tío Nico a una Ceci compenetrada y anamorada Ceci que saboreaba hambrienta esa vergota dedliciosa.
Y Ceci miraba los ojos de su hombre y el modo en que ella lo “enamoraba” y enloquecía, y le encantaba y saboraba todo ese mundo nuevo.
De repente el tío dijo y le ordenó antea de ponerse de pie:
— Ponete en cuatro sobre la cama, puta de mierda — y ella obedeció diciendo “sí, papi, haceme el amor, porfiii”.
— Seee, te voy a hacer el amor, jajaja — dijo Nico antes de escupir ese ojete apretadito y algo sucio con la mierda adolescente de Ceci. Y se dedéo suavemente para confusión y deleite de Ceci.
Mientras le dedeaba despacito y constantemente el ano a Ceci, Nico se pajeaba la verga y le escupía el orto a Ceci y ella dijo..
— Ay, señor, qué rico, pero por ahí hago caca… es por el otro agujerito que…
— Callate, Ceci, hoy no vas a hacer caca, te voy a hacer el amor por el ojete, jaja — y así le metió inmediatamente su vergota en el orto y Ceci tembló de placer y desvirgo.
Y Nico agregó mientras le metía su vergota en ese virginal ojete:
— Callate, nena, que no puedo escuchar tu papu, jajjaja.
Y el tío se culéo largo a la nena y ella de quejarse despacito empezó a pedir más y más verga en su orto, y la tuvo, hasta que Nico le rellenó el recto de leche y ella dijo:
— Mmm, qué rico papu, gracias!!!
— Callate y vení a limpiarme la verga, princesa puta, dale que tenemos que ir a desayunar con tus padres, jajaja.
Y así Ceci le dejó limpita la verga a Nico:
— Gracias a vos, puta de mierda, jaja— dijo Nico, se vistió y se fue a la cocina donde su hermano y señora lo esperaban.
Ceci llegó luego y juntos desayunaron como si nada hubiera pasado….
Luego de las recepciones cariñosas del hermano y de la cuñada, Nicolás fue invitado a dormir en la cama que estaba dispuesta junto a la de Ceci…
Nico estaba tan cansado que apenas miro a su sobrina que desde niña no veía, y ese culo delicioso que apenas estaba tapado, y se durmió pensando en cómo había crecido esa nena.
Unas horas después, los primeros rayos del sol y los ronquidos de su tio en ese domingo despertarían a Ceci, y lo que vería la maravillaría y hasta pensaría que seguía soñando. Un apuesto hombre apenas tapado estaba acostado junto a su cama, el hombre estaba con la verga destapada y fuertemente tiesa y ella, que ya se había despertado algo mojadita, se acarició suavecito la concha sin pensarlo, y se sonrojó. Ceci pensó mientras se chupaba los deditos saborizados con su conchita virgen y mojada y sin pensarlo se bajó de la cama y se abalanzó a mamar esa vergota.
Esa niña que nunca había tenido hombres cerca que no sean su padre o algún vejete del pueblo a 57 kilómetros, al fin había encontrado la verga que ansiaba, y sin saber que eraa su tío, la mamo como si fuera el fin del mundo.
El tío luego de disfrutar a su sobrina entre sueños y luego ya despierto mientras ella le chupaba la pija, miró ese espectáculo y no pudo creer lo bien que mamaba verga la Ceci, y lo hermosa que estaba:
— Ceci, dios mío, no te detengas, bebé… mmm, qué bien que chupás, putita mía.
Y así se reencontraban luego de añares el tío con la que había visto por última vez como una niña, y la sobrina que ni se acordaba de su tío, pero que ansiaba tanto la verga, y no la de caballos que había sabido pajear.
Ceci mamó y mamó mientras Nicolás la alentaba y la tomaba del pelo para cojerle la boquita mejor.
— Muy bien, mi amor, mamá, mamá todo y lameme las bolas, puta de mierda — agrego cariñosamente el tío Nico a una Ceci compenetrada y anamorada Ceci que saboreaba hambrienta esa vergota dedliciosa.
Y Ceci miraba los ojos de su hombre y el modo en que ella lo “enamoraba” y enloquecía, y le encantaba y saboraba todo ese mundo nuevo.
De repente el tío dijo y le ordenó antea de ponerse de pie:
— Ponete en cuatro sobre la cama, puta de mierda — y ella obedeció diciendo “sí, papi, haceme el amor, porfiii”.
— Seee, te voy a hacer el amor, jajaja — dijo Nico antes de escupir ese ojete apretadito y algo sucio con la mierda adolescente de Ceci. Y se dedéo suavemente para confusión y deleite de Ceci.
Mientras le dedeaba despacito y constantemente el ano a Ceci, Nico se pajeaba la verga y le escupía el orto a Ceci y ella dijo..
— Ay, señor, qué rico, pero por ahí hago caca… es por el otro agujerito que…
— Callate, Ceci, hoy no vas a hacer caca, te voy a hacer el amor por el ojete, jaja — y así le metió inmediatamente su vergota en el orto y Ceci tembló de placer y desvirgo.
Y Nico agregó mientras le metía su vergota en ese virginal ojete:
— Callate, nena, que no puedo escuchar tu papu, jajjaja.
Y el tío se culéo largo a la nena y ella de quejarse despacito empezó a pedir más y más verga en su orto, y la tuvo, hasta que Nico le rellenó el recto de leche y ella dijo:
— Mmm, qué rico papu, gracias!!!
— Callate y vení a limpiarme la verga, princesa puta, dale que tenemos que ir a desayunar con tus padres, jajaja.
Y así Ceci le dejó limpita la verga a Nico:
— Gracias a vos, puta de mierda, jaja— dijo Nico, se vistió y se fue a la cocina donde su hermano y señora lo esperaban.
Ceci llegó luego y juntos desayunaron como si nada hubiera pasado….
8 comentarios - Ceci y su tío, desvirgue anal