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Una nueva experiencia

Mi nombre es Pablo.
Vivo en Montevideo, Uruguay, tengo 28 años, soy nutricionista.
La historia que les voy a contar, mas allá de real, es lo mas erótico que me ha pasado en la vida....... algo salvaje, distinto, que no contaría a nadie de forma directa, por eso, lo hago por aca.
Llevo 4 años de novio con Fiorella.
Nos conocimos estudiando en facultad.
Simpática, alegre.
Físicamente?, bajita, castaña clara y de piel blanca.
Tiene una cola chiquita pero formada, tetas medianas y una concha rosada y delicada que me vuelve loco.
Soy adicto a chupársela, lo confieso.
Yo soy de contextura normal, piel blanca, 1,71, nada me sobra, (tamaño norma), pero, lo que si tengo, es buen culo, eso si.
Somos muy sexuales, nos gusta probar de todo y hemos hecho de todo, y los que les voy a contar, es una de estas experiencias.
Hace algún tiempo con Fio, nos pusimos en contacto con otras 2 parejas, mediante Internet.
Todos jóvenes y aventureros, con ganas de probar cosas nuevas.
Creamos un grupo de wassap, donde compartíamos fotos, ideas, experiencias, deseos y demás.
La idea, era algún día encontrarnos, conocernos mejor e intercambiar parejas.
Fiorella estaba re ansiosa porque esto pasara, lo venia deseando hace tiempo, deseosa de entrar al mundo de los swinger.
Yo sin embargo, lo miraba con mas recelo, no sabiendo como iba a reaccionar.
La cosa, es que al final, arreglamos para encontrarnos los 6 un sábado a la noche, en la casa de una de las parejas.
Antes, le cuento como eran:

Luis y Carolina.
El 29 años, flaco y alto. Con barbita. Simpático y charlador.
Con una pija normal en grosor, pero larga. Según el, le encanta que lo cabalguen.
Carolina, 25 años, mulata bajita, unas lindas tetas, colita parada, muy bonita de cara.
Yo imaginaba, dos por tres, cogiendome a esta petisa en 4, agarrándole de atrás esas lindas tetas que tiene, una embestida tras otra chocando contra esas lindas nalgas.


Bueno, los otros eran Javier e Ivana.
El un tipo normal, que no me cae muy bien, pienso que es un creído.
Pero según Ivana, se la coje muy bien.
Ella, es una morocha linda, con carita de inocente, pero según sus confesiones, le encanta chuparla, y con total humildad, dice que es la mejor.
Abra que ponerla a prueba.
Siempre me imagine a ella arrodillada, yo parado al frente, viendo desde arriba esos ojitos inocentes mientras me comía la verga.
Tetona, lindas piernas, caderona. Re cogible.


Bueno, siguiendo con la historia.
El sábado a la noche, nos encontramos todos en el apto de Luis y Caro.
Era en el centro, un lugar lindo y cómodo, intimo y excitante.
Todos nerviosos, para los 6 era nuestra primera vez, nadie sabia como romper el hielo, liberar tensiones, así que mientras pasaba la noche, seguimos tomando, charlando de todo un poco.
Ya era la 01:00. Sin darnos cuenta, habían pasado 3 horas.
3 horas tomando..... el alcohol va haciendo efecto.
Comentarios picantes, fantasías, chistes e ideas, todos lanzaban algo sobre la mesa.
Fio, mi Fio, propuso algo.
Cada una de ellas, elegía un hombre que no fuera su pareja, y hacían lo que se les antoje, pero ahí, en la sala, viéndose entre todos.
Las chicas eligieron, Fio se fue con Javier, Carolina me eligió a mi e Ivana estaba con luis.

Todos empezamos igual. Besos, caricias, roses. Todo muy tímidamente.
Hasta que todo se desato.
Yo, sentado en el sofá con Caro, la petisa mulata.
Ambos desnudos, se sentó sobre mi, de espalda, acomodando mi pija entre sus nalgas sin penetrarla. Con la mano izquierda jugaba con esas lindas tetas con los pezones duros y parados.
Mi mano derecha, estaba en un lugar mucho mas húmedo.
Empece a rozarle el clitoris y el agujero de la concha.
Pajeandola de a poco, fui colando dedito tras dedito.
La mina gemía y se mordía los labios.
Sentía como se mojaba cada vez mas, como los gemidos iban ganando velocidad. Me excitaba cada vez mas, cada vez mas duro.
Empece a morderle el cuello.
Me dijo “mira”, señalamdome al medio de la sala, donde Fiorella, estaba arrodillada delante de Javier, totalmente sumisa, mientras este le cogia la boca.
Se le veía la cara de contenta.
Para mi sorpresa, esto no me afecto, me excito un poquito mas, al punto que, violentamente, saque a Caro de arriba mio, la puse en en el sillon, y empece a darle con todo a esa conchita chiquita, jugosa y hermosa.
La trola mas gemía, gritaba!!
Como me lo había imaginado, cada embestida mia hacia rebotar mi cuerpo contra esas lindas nalgas. Parecía salvaje, desacatado. Nunca, creo yo, me había enloquecido tanto mientras cogia.
Mire al otro lado de la sala, en dirección de Luis y Ivana.
Esta mina, con unas tetas enormes y hermosas, lo cabalgaba como desacatada, gritando y gimiendo.
Sentada arriba de el, me excitaba verla enderezarse, gozando, embistiendo al flaco.
Este le agarraba las tetas, las nalgas, todo el armamento de esta morocha que estaba que se partía.
Agarre a Caro a upa, y la lleve hasta ellos.
La senté con la concha sobre la cara del flaco, cara a cara con Ivana, e hice que ambas, me chuparan la pija.
Que lindo momento.
Ivana cabalgándose al flaco, mientras este le comía la concha a Carolina, que estaba sentada sobre el, y ambas, chupándome la pija.
Como viciosa y egoísta, Ivana me agarra la pija y se la mete toda en la boca, sin compartir.
Lo que me había imaginado con ella, también paso.
Esos ojitos inocentes, mirándome desde abajo, mientras me comía la verga.
Como la chupaba!!, es verdad que era la mejor.
Me hizo acabar al toque!!
Le llene la boquita de leche, y aunque se le escurria un poquito, la trola sacaba la lengua para tratar de desperdiciar lo menos posible.
Yo seguía al palo, y quería cogermela.
La saque de arriba del flaco, la puse en y me la cogi ahi nomas, sobre un acolchado, en el piso del living.
Que concha por dios!!, bien calentita y pulposa.
Agarrándola de las caderas, una y otra vez arremetía contra esa concha linda.
Las tetas se le movían, la puta gemía, gritaba...... le encanta que le den pija.
Estuvimos unos minutos así, hasta que con un gemido explosivo, seguido por un silencio ahogado, sin poder respirar, acabo euforicamente.
Las piernas le temblaban, movia las caderas para todos lados, pero yo quería seguir cogiendomela así de fuerte, así que la agarre fuerte de los pelos, la acosté boca abajo, le puse las manos detras de la espalda, y por un buen rato mas, seguí cogiendomela salvajemente.
Sentí como esa concha se inundo con su acabada, mojando todo lo que había debajo.

Me imagine, que esa concha caliente y pulposa, había tenido su acción por esa noche, así que, sin egoísmo alguno, me la iba a coger por atrás.
Tenia un culito hermoso, chiquito y altamente cogible.
Con la acabada que le salio por la concha, empece a lubricarle el ano, despacito y con calma.
“No hace falta”, me dijo, “metemela ya”.
Y así, acostada boca abajo, abrio sus nalgas, y sin preámbulo alguno, le enterré la pija en el culo.
Que culo por dios!!, al principio un poco estrecho, pero de a poco, fue cediendo al placer.
Arremetida tras arremetida, salvajemente, mire su cara y ella reia, disfrutaba, gozaba.
En esto vino de nuevo Luis, que se arrodillo delante de su cara, y empezó a cogerle la boca.
La mina es una guerrera!!, se aguanta todo y coge como ninguna.
Mientra le cojia el culo, pude ver como disfrutaba de chupar la pija, como antes había hecho conmigo, ahora con Luis..
Era su momento. Dos hombres cogiendosela a la vez.
Ella había dicho anteriormente por wassap, que era una de sus fantasías.
Yo estaba por acabar, así que, con Luis, decidimos pararnos, arrodillarla delante nuestro, y acabarle toda esa carita de puta inocente.
Obviamente, ella, sin objeción alguna.
Nos paramos, y con la leche a punto de salir, nos pajeabamos delante de su cara, con el morbo de llenársela de leche.
La trolita, con una sonrisa, de boca abierta, esperando el premio esperado.
Mientras chorreábamos de leche en su cara, ella, sin parar, se colaba un dedo en esa concha hermosa y caliente, mientras que con la otra mano se masajeaba las mejores tetas que vi en mi vida.
Terminamos, reímos y suspiramos de placer. Ella se fue a limpiar al baño y volvió.
Fio y Javier, estaban dormidos, desnudos, sobre la alfombra.
Caro y Luis, en el balcón, fumando un cigarro.
Ivana y yo, sentados en el sofa, mirándonos y charlando.
Quedamos en encontrarnos, solo ella y yo, en la semana, para repetir lo que hoy hicimos.
No le importaba cagar a Javier, y a mi menos a Fiorella.
Esta mina sabe coger, y como ella, no me cogi a nadie.....

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