TERCERA PARTE:
Caemos en la cama, prácticamente fusilados, el uno sobre el otro, riéndonos como dos adolescentes luego de su primera vez juntos.
De a poco vamos recuperando nuestro ritmo cardíaco normal, pero, la verdad sea dicha, seguimos calientes. Apenas pasa del mediodía y tras darle un sonoro beso, me levanto para ir en busca de algo para tomar.
-Traete el Old Smuggler- me dice -Mientras me voy a echar una meada-
Cuando vuelvo con la botella y dos vasos, todavía está en el baño. Escucho el ruido del chorro, fuerte, potente, cargado. Una buena meada post-coito.
Dejo el whisky y los vasos en el suelo y entro sigilosamente, tratando de no atraer su atención. Está parado frente al inodoro, las piernas abiertas, las manos en la cintura, meando sin agarrársela. Me le acerco y lo apoyo por detrás, las tetas presionando contra su espalda.
-¿Necesitás que te dé una mano?- le susurro al oído.
-Y..., una sacudidita no me vendría mal- asiente.
Deslizo una mano por su cuerpo, hacia abajo, y se la agarro. No sé si todavía tiene ganas de mear, o si será por la cercanía de mi cuerpo, pero la tiene como a mí me gusta, dura, maciza y caliente. Se la sacudo y se le pone mas dura.
Volvemos a la cama así, yo agarrándole la pija, y él tocándome el culo.
Sirvo el whisky y brindamos por nosotros, por ese reencuentro y los que vendrán, mirándonos, sonríendonos, disfrutando la intimidad de ese momento. Podría caer un meteorito, una bomba atómica, o invadirnos los extraterrestres que no me importaría. Solo quiero disfrutar de mi pintor, sacarle todo el jugo posible y dejarme coger hasta por el último agujero de mi cuerpo.
Nos bajamos casi media botella antes de volver a los besos y arrumacos.
Estamos recostados el uno al lado del otro, jugando con nuestras lenguas, sus dedos en mi concha, los míos envolviendo su carne, sintiéndola latir y arder de calentura.
Saca entonces sus dedos de mi interior, totalmente empapados con el flujo de mi concha, y los acerca a mis labios. No titubeo y se los chupo, saboreando mi propia intimidad impregnada en su piel. Vuelve a remojarlos en mi caldo íntimo, y me los da para que se los chupe de nuevo.
Resulta estimulante sentir tu propio sabor en la piel de otro, así que cuando no es él quien introduce los dedos, soy yo la que se los agarra y me los meto para humedecerlos y chupárselos.
Esta vez me coge de costado, su verga fluyendo rítmicamente por entre mis piernas. Justo de ese lado de la cama hay un espejo, el cual usamos mi marido y yo para arreglarnos cuando nos vestimos... Ahora lo usamos mi pintor y yo para vernos coger, como si fuéramos los casuales espectadores de una escena porno que se desarrolla en mi propio dormitorio.
Siempre quise ser actriz porno, lo he dicho mas de una vez, y al verme reflejada en una pose eminentemente sexual y explícita, lo reafirmo.
Desde atrás, Damián no deja de amasarme las tetas, de morderme el lóbulo de la oreja e incluso de meterme la lengua en el oído, deslizándose por entre mis muslos hasta los confines de mi sexo. Me siento gloriosamente cogida, felizmente garchada, deliciosamente fifada.
-¡Que ganas tenía de que me cogieras...!- le confieso, con la voz ronca y exaltada, dejándome atravesar hasta lo mas profundo por ese mástil de carne que me rebalsa de placer y satisfacción.
Entre suspiros de placer busco su boca con la mía y nos chuponeamos apasionadamente.
Mientras me coge, nos miramos a los ojos, encandilados, embelesados, dándonos cortos aunque efusivos piquiitos rebosantes de amor y calentura.
De a poco me voy echando boca abajo, arrastrándolo conmigo, de modo que queda encima de mí, sobre mi espalda. Con las manos y piernas apoyadas a ambos lados de mi cuerpo, se impulsa arriba y abajo, como haciendo flexiones, abriéndose paso por entre mis nalgas, fluyendo y deslizándose con un ímpetu acelerado aunque no agresivo.
Cuando me la saca de la concha y enfila por el culo, soy yo la que levanta la cola y busca ese tan agradable contacto, abriéndome toda para que me vuelva a poseer de la forma que solo un buen amante puede hacerlo.
CONTINUA...
6 comentarios - Remember 3 (like a pornostar...)
besos Misko
Tu forma de narrar las escenas me dejan siempre a full, como esta..."¡Que ganas tenía que me cogieras...! le confieso con la voz ronca y exaltada, dejándome atravesar hasta lo más profundo por ese mástil de carne que me rebalsa de placer y satisfacción" Uuuuffff HERMOSO!!
Y ahora voy por el final!! Besos +10