En virtud de lo convenido entre ambos, (mi padre con mi hermana), y para que no pase el tiempo con el riesgo de quedar todo en el olvido, o que su hija lo reconsidere y se desdiga, ni lerdo ni perezoso, nuestro progenitor, reunió para el fin de semana en la casaquinta de uno de sus contactos, el debut de @felina su hija, mi hermana, en sociedad.
La iba a presentar como una "putita" anónima, desconocida para él, como una "conquista" que el entregaba a los proveedores de la empresa en la que trabajaba, nuestro padre era una especie de encargado de compras, y hacía con ellos algunos "desaguisados", arreglos no conocidos por sus empleadores, que le dejaba algún beneficio económico.
El le dijo a su hija:
¡Mirá, esto se puede hacer gradualmente, de manera paulatina o bruscamente, de manera súbita!
¡Para que no te resulte incómodo y lo vivas como algo desagradable, en una serie o sucesión de adversidades poco confortables y padecimientos, decidí que sea tal vez molesto, pero de una vez!
¡Que en todo caso te sacrifiques por mi, por nuestra causa, ofreciendo tu cuerpo y alma a disgusto!
¡Con abnegación, con renuncia o con las privaciones que se hacen en favor de un motivo!
La hija respondió ¡Yo me ofrezco por vos, estoy consagrada a vos, hago cualquier cosa por vos!
La mueca de la sonrisa de su padre le bastó a ella para saber que él aprobaba la decisión. Sin mediar mas palabras, el padre suministró a su hija, a esa caterva de individuos libertinos.
Estos, sin aguardar ninguna convención social, sin saludar, se abalanzaron sobre la chica, se lanzaron, se arrojaron sobre ella, como comida para los hambrientos, todos precipitados por tocarla.
Ella, a pesar de intentar comportarse de manera natural (si esto se podía entender como normal) se veía atacada por el fárrago de individuos desaforados, algunos desnudos y la mayoría de ellos con erecciones manifiestas.
En un instante sintió los dedos de uno de ellos en su vagina, que hurgaba buscando el fondo, sus pechos quedaron expuestos cuando otro le levantó su remera, sintió la presión en uno de sus lados, a la altura de la cintura, cuando otro la aguijoneaba con el pene.
Ese mismo hombre llevó la mano a su cuello y la forzó a bajar, agachada de cuclillas, todos ellos la rodearon, sacaron sus miembros genitales y comenzaron con estos a golpear su cara, mientras le indicaban que levantara el rostro para poder ver su reacción ante esto o regodearse con lo que hacían con ella.
Le exigían que abriera la boca mientras efectuaban esa acción, a todo esto ella intentaba encontrar con su mirada los ojos de su padre. Necesitaba verlo para resistir aquel embate violento, parecía la acometida de un asalto, una embestida de prepotentes.
Sabía que por el diálogo previo con su padre, esto no sería una cita romántica a ciegas, con desconocidos, pero, tampoco imaginó una agresión así, temió por su integridad, parecía que querían lastimarla mas que cojerla.
De pronto la levantaron en andas como a un trapo y la arrojaron sobre un mueble, una especie de sillón de varios cuerpos, y el mismo que la había agarrado del cuello y la agachó, le introdujo la pija en la boca. Ella alcanzaba a ver solo los cuerpos de estos tipos, no lograba ver a su padre, estaba a punto de entrar en una crisis nerviosa. Estaba desorientada, había perdido el sentido de la posición, enredada entre los cuerpos extraños que la invadían.
En eso alcanzó a ver la presencia de su padre y se tranquilizó, tanto sosiego le produjo que hasta le regaló una especie de sonrisa, "especie de sonrisa" porque estaba interrumpida con una verga en la boca. De todos modos se serenó en medio del tumulto, moderó su incertidumbre respecto a los resultados de aquel desenfreno orgiástico.
Su padre, con gestos disimulados en su rostro, la impulsó a que participara de manera mas activa, le expresaba con su semblante, un sentimiento de ánimo a su hija, aparentando tener el control del evento.
Ella, por supuesto lo hizo inmediatamente, admiraba a su padre, sentía adoración por él, era objeto de culto por parte de su hija, su ídolo mitológico. Así que tomó con ambas manos unos penes al azar y comenzó a masturbarlos, mientras succionaba otro y relajó su vagina abriendo las piernas para que otro le introdujera Dios sabe que cosa dentro de ella, todo porque confiaba que su padre la estaba cuidando.
Este cambio de actitud, esta manifiesta disposición al cambio de ánimo, no pasó inadvertida por la marea humana que caía sobre ella como en oleadas. Producto de esto, modificaron la postura del cuerpo de la joven.
Ella nuevamente se asustó, le falló el valor, perdió el ánimo para soportar la desgraciada empresa que la había llevado hasta allí, sintió como le arrancaban sus pantalones cortos y había vuelto a perder contacto con los ojos de su padre.
Con una poronga en la boca que le hacía dar arcadas y otra "puerteándole" el orto, pensó en que era incapaz de seguir soportando aquel asedio, más aún, no había experimentado placer alguno, ni deseo sexual, parecía una frígida que no se conmovía con el roce de aquellos cuerpos, la mala gana se le notaba. Sin embargo, escuchó la voz de su padre, que arengaba a aquella masa que acaben con ella, eso la sostuvo, no la dejó caer, reprimió el llanto, soportó el dolor y se conformó con lo que pasaba, dedicándole una mirada con connotaciones afectivas a pesar de su desazón.
Su papito se paró frente a ella, hizo contacto directo con sus ojos, la auscultó con la mirada, para darle el último estímulo a su espíritu, le pedía un agónico esfuerzo a su voluntad para terminar con la tarea, por lo menos ella lo entendió así. La incitó a moverse ¡Vamos Putita! Caldeó los ánimos de la turba, avivó la pasión de los presentes, inflamó con la proclama ¡Llénenla de Guasca!
Ella mirándolo absorta se llevó dos pedazos de chota a la boca, quedó pasmada, incapaz de reaccionar de otra forma. El se mantuvo impertérrito, impasible, no parecía molestarlo nada, Pero transmitió a los párvulos, ímpetu, comenzaron acelerar sus movimientos, de manera violenta, con energía y eficacia, embistiendo con vehemencia la carne de la joven, machacaron con furia mientras vociferaban una superioridad biológica.
Llegó entonces la explosión, la liberación brusca de una gran cantidad de energía encerrada en un volumen relativamente pequeño, produciendo un incremento violento y rápido de la presión con desprendimiento de calor, por un aumento rápido de la presión interior y hasta de gases. Fue como la manifestación repentina y violenta de ciertos sentimientos o estados de ánimo.
Su hija, la destinataria de toda esa energía, entendió entonces la estrategia de su padre, el valerse de algún pretexto para disfrazar o disimular los beneficios que concede una disposición, con un sentimiento determinado de un hecho o de una persona, admitió que la protegía bajo su amparo, y él, de ese momento en adelante invocaría para sí, los beneficios que concede una disposición legal, una norma o una costumbre.
@felina emergió debajo del líquido seminal, encharcada de leche impidiéndole respirar, todos se alejaron de ella, quedó sola en ese ambiente, su padre acompañó a sus conocidos y al dueño del lugar, este colectó de todos los participantes un óbolo (pequeña suma de dinero con la que se contribuye al fin previamente determinado) como así también las llaves del lugar hasta el primer día hábil, es decir el lunes siguiente.
La hija se limpió los restos de semen como pudo, con sus prendas, se incorporó y a tientas se introdujo en el cuarto de baño.
Se encontraba feliz, de alguna manera pensaba no haber decepcionado a su padre, a pesar que sabía que el hecho de no haberlo disfrutado, implicaba por ende que, seguramente no había sido un gran desempeño el suyo. Rezaba que su papá no estuviera enojado con su pobre desenvolvimiento, justo él, que la creía tan talentosa, según sus propias palabras un fenómeno inigualable para las lides amatorias.
Cuando recabó en ello, se angustió. Sin embargo, al verlo ingresar al cuarto de baño, le dedicó la mejor de sus sonrisas, no por falsedad, sino por el hecho concreto que lo amaba, y que si después era reprendida, lo tenía merecido.
Su padre la miró serio, ella, su hija, mantenía su sonrisa como plastificada, él, sin decir ni una sola palabra, se comenzó a quitar la ropa, @felina pensó que también necesitaba un baño reparador, la jornada había sido muy dura para su progenitor, tal vez la responsabilidad lo abrumó y se estresó, eran muchas las cosas que se debió ocupar, él era el anfitrión, en una casa prestada, tenía que cuidarla a ella y que por otro lado sus invitados estuvieran cómodos. Además ella se sabía culpable de haber "flaqueado" casi abandona y el la pudo sostener psicológicamente, dándole ánimo, la protegió del ridículo, era un padre contenedor.
¡Con tenedor se la quería lastrar! Pensó su padre al verla a ella desnuda, @felina también notó que su papi tenía una gran erección. Y para nada se le ocurrió tomar un baño, ni siquiera se duchó.
Todo lo sucedido hasta ese momento, también era nuevo para él, sin dudas, había salido mucho mejor de lo imaginado, y la experiencia de verla cojer en una orgía a su hija, lo había tenido excitado durante todo el evento, le costó mucho concentrarse en la organización y que todo estuviera bien, y no sumarse a la gavilla de viciosos dejando paso al placer sexo genital. Había juntado mucho deseo, mucha lujuria, ante la impudicia obscena de su hija.
La tomó de sus cabellos, todavía húmedos por el aseo higiénico de @felina la hizo agachar de rodillas como uno de los invitados y le introdujo el choto en la boca de su carnal, bombeó un par de veces y le llenó la boca de esperma.
Ella lo miró con devoción, con la sensualidad voluptuosa que no había mostrado hasta ese preciso momento, mientras la simiente de su padre corría por su cuerpo.
¡No debería decirte lo que voy a confesar, porque va en contra de nuestros intereses! Se desahogó su padre ¡Me gustó, por ser la primera vez, que no lo hayas disfrutado! Su hija murió de amor por la declaración, era todo un testimonio revelador, él la amaba como mujer mas que como hija, ella decididamente era su hembra, su puta, su amante.
Ella, su hija lo abrazó y lo besó, eso a él mucho no le gustó porque estaba con sus secreciones, le dijo ¡Me voy a dar un duchazo y nos vamos! Ella hizo silencio y se limpió los restos de las excreciones de su padre en el lavabo.
Cuando terminó de ducharse, se vistió para marcharse, la llamó a su hija y ella no respondía, salió al patio y la vio como hacía unos minutos se encontraba, pero para los otros y por supuesto con otra actitud, incitándolo sexualmente. Rememorar lo acontecido lo impulsó de manera instintiva a la tentación erótica, tuvo otra erección, la llamó con un ademán y ella fue hacia él.
Bruno, ese es el nombre de nuestro padre, le dijo ¡Desnudate y andá a la cama grande!
Ella lo esperó mientras avisaba a nuestra casa que llegaríamos ambos dos, mas tarde, que los asuntos de negocios se habían dilatado, su hija, lo escuchaba, sonreía con una mueca pícara y pensaba ¡Lo único dilatado es mi conchita!
Mientras la acariciaba esperando el glande de su progenitor.
El ingresó a la habitación, la vio y reconoció ¡Sólo vos me ponés así! Indicando con gestos su verga alzada como un mástil. Mientras subía a la cama y penetraba a su hija.
Cojieron como desenfrenados, ambos compartiendo las imágenes de lo acontecido un rato atrás, ese morbo los excitaba a los dos, el deseo ansioso los consumía en un apetito desordenado de placeres sensuales o sexuales, ambos eran sibaritas de la carne, de lo genital.
Su hija, acabó tantas veces como no lo había hecho mientras la orgía, y él estuvo a la altura de la circunstancias. Palpitante, sin resto, le dijo, aprontate con rapidez para marcharnos de una vez. ¡Tengo sed y hambre papá! Le reclamó ella ¡Bueno, si te apurás paramos en algún lugar y compramos algo! Respondió él, que también sentía lo mismo, mientras esperaba que su hija se aprestara, fisgoneó en el refrigerador y encontró una vituallas, así que al salir la joven por enésima vez de limpiarse y lavar su partes íntimas, se dispusieron a picar algo.
La joven se distrajo en el espejo mientras su padre merendaba, ¡Felina, dale! La llamó en voz alta y ella permanecía inmóvil, extasiada pensaba frente al espejo, todo lo acaecido y realizado en el transcurso del día.
Se levantó Bruno de la silla en la cocina y fue en busca de su hija.
La halló es esa postura y la admiró, su esbelta figura desnuda, de espaldas a él, sin ninguna ropa, un desnudo total y en puntas de pie, notó nuevamente su próxima erección, se ocultó de ella, no fuera caso que lo viera y todo vuelva a comenzar.
¡Voy a encender el auto, y acomodar las cosas de la casa, vos comé y nos vamos! Informó su padre, ella se dirigió como estaba y se dispuso a engullir los alimentos y la bebida.
Al cabo de una hora y ante la ausencia de su hija en el automóvil en marcha donde la esperaba, luego de reiterados bocinazos para que se hiciera presente, Bruno descendió del vehículo y mascullando improperios fue en búsqueda de @felina
Grande fu su sorpresa al encontrarla en esa pose, ella musitó ¡Vení! Y todo se desmadró otra vez
45 comentarios - Mi inocente hermanita y mi pervertido padre 3ª c/imágenes
Bue, por las dudas te dejo la segunda parte también http://www.poringa.net/posts/relatos/2854910/Mi-inocente-hermanita-y-mi-pervertido-padre-2-C-imagenes.html