Era por aquel entonces casado, y practicaba el coitus interruptus con Cristina (mi amante) ya que no me gustaba usar preservativo. Claro, eran otras épocas, hace mucho tiempo, donde no existía el VIH, hoy no dudaría en hacerlo con un forro. Con Cristina lleve una doble vida por un tiempo y esa circunstancia de que no terminara nunca adentro de ella termino ofuscándola. Lo que desbarranco la relación. Pero antes y a mi favor un día, recostada ella sobre el respaldar de la cama y yo de rodillas cogiéndomela por la boca percibí como se masturbaba mientras me la chupaba. La sensación era rara y muy excitante. Ella con sus manos marcaba el ritmo de su deseo y yo entraba y salía por su boca realmente fascinado por la situación. Pude percibir como largaba su orgasmo. Cristina tenía una particular manera de hacerlo que contraía cada musculo de su cuerpo y de golpe lo liberaba con respiración agitada. Entre un suspiro o un gemido ronco. Al punto que siento su forma de acabar en este contexto fue tan impactante que mi leche salto en ese mismo momento en su boca. Gemido y deglución del semen fueron un solo movimiento musical. Mientras en los últimos estertores de mi acabada daba empujones en su boca se quedó relajada y quieta. Yo por mi parte me puse a su lado, me estire y nos quedamos dormidos.
Nunca acabe a la par con Cristina en una penetración vaginal. Pero estaba claro que pese a sus reproches, ambos nos habíamos ido juntos en ese momento.
Pero tal lo dije, la pareja ya estaba desbarrancando.
Nunca acabe a la par con Cristina en una penetración vaginal. Pero estaba claro que pese a sus reproches, ambos nos habíamos ido juntos en ese momento.
Pero tal lo dije, la pareja ya estaba desbarrancando.
2 comentarios - Suspiros
De nada @perchacubo, muy buen relato.
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...