Para quienes no pudieron leer la primera parte, aquí dejo el link: http://www.poringa.net/posts/relatos/2854262/Mi-companera-de-universidad.html
Ahora si continuo con la segunda y última parte:
Saqué rápidamente un condón de un cajón, ya estaba casi puesto en mi pinga, cuando salvajemente me lo saca y me dice: "quiero sentirte así, y que acabes dentro de mí", eso hizo que se me quite un poco la borrachera, porque quería tirármela pero no quería que salga en "bola", tampoco iba a exponerme a tanto. En cuestión de segundos decidí, me la tiraba y luego veía que hacíamos, además esas tetas, su conchita y ese culito rico no podía perdérmelos. Estaba encima mio y empezó a cabalgar duro, gemía y gritaba bien fuerte (al otro día me di cuenta de esto, porque el chico que me alquilaba el cuarto me dijo que estaba bien que haga cosas con flacas, pero que trate de no hacer mucha bulla porque se iban a quejar los demás inquilinos).
Luego de estar un buen rato en esa posición, la puse abajo mio, la abrí bien de piernas y empecé a darle con todo, tanto que el colchón terminó en otro lado del cuarto de tanto movimiento. Ella estaba excitada, tanto así que se se dio vuelta, se puso en cuatro y me dijo que se lo meta por el culo, me puse encima y despacito se lo metí, creo que no le habían roto el culo muchas veces porque estaba cerradito y entró de a pocos, primero la cabeza, le pregunte si estaba bien y me dijo "sigue papi, mételo todo". Se lo metí todito, lo metía y lo sacaba repetidas veces, a los minutos me dice: "sácala, métela en mi concha y déjame tu leche", como dije antes estaba algo pensativo respecto a eso, pero estaba tan excitado que me la jugué y le dejé toda mi leche adentro. Terminamos muertos, nos cambiamos, la acompañé a su casa, volví a mi cuarto y allí acabó el día.
Al día siguiente en clase, aprovechamos un descanso entre asignaturas y conversamos de lo que pasó el día anterior. Terminamos esa conversación con que por si acaso era mejor comprar la famosa pastillita del día siguiente. Los días venideros como que la cosa se enfrió un poco entre nosotros, pero la verdad seguía pensando en ella. Hasta que un día me dijo que quería ir a mi cuarto para conversar un rato, la esperé y llegó puntualmente, conversamos de muchas cosas y las aclaramos. Luego de la conversación vino otro encontrón de sexo. Me dijo que le preste una toalla porque no había podido ducharse, se metió al baño y no tardé mucho en darle el encuentro, al principió se resistió un poco, pero no tardó en demostrar que me extrañaba como yo a ella, al rato que vio mi pinga se lanzó sobre ella y empezó a besarla, metérsela en esa boquita que tenía, que dicho sea de paso creo que al ser boconcita le hacía dar unas buenas mamadas. Yo bajé hacía su conchita y le metía mi lengua mientras el agua caía sobre nosotros, luego la puse contra la pared, la alcé en peso y se la metía con todo, escucharla gemir era increíble. Después nos pusimos en el suelo del baño, me senté y ella se puso encima mio, saltaba como loca y gozaba. Ese día como estábamos completamente consientes termine mejor afuera de su culo, en sus cachetes canelas, para evitar pensar en comprar pastillas. Luego volvimos al cuarto y acordamos seguirnos viendo pero en secreto para que nos nos jodan en el salón.
Todo el primer ciclo estuvimos en ese plan, nos encontrábamos en mi cuarto, hoteles, en ocasiones en su casa; y tirábamos rico como siempre. En las vacaciones que teníamos antes de pasar al segundo ciclo, decidimos junto a dos amigos de la uni, Daniel y Mayra (esta chica me atraía también un poco y esa es otra historia que contaré en otra oportunidad) viajar Lima y nos quedamos en el apartamento que tenía mi tío ya que el casi no paraba allí por su trabajo, y accedió a prestármelo. La primera noche todo fue tranquilo, salimos un rato a pasear los cuatro y volvimos a descansar, pero el segundo día decidimos quedarnos en casa y tomar un poco. Ya saben que cuando hay tragos de por medio el sexo no tarda en llegar. Como ya estábamos un poco cansados fuimos todos a descansar, teníamos un camarote, ellos estaban abajo y yo con Talía arriba.
A los minutos de acostarnos escuchamos ruidos abajo, miramos y mi amigo se la estaba tirando a Mayra. Eso como que nos calentó y nosotros no tardamos mucho en empezar a cachar, pero como no había mucho espacio para intentar hacer cosas por miedo a chocar con el techo, decidimos salir a la sala, nada mas llegar Talía me lanza sobre el mueble, me siento y se para sobre mi dejando su conchita morena y peladita sobre mi cara, me agarra de la cabeza y me lleva hacia su concha para que se la chupe, eso me calentó bastante por lo que rápido empecé a chupársela y meterle mi lengua, no aguanté tenerla tan cerca y empecé a meterle los dedos, uno, dos y hasta tres, su concha estaba bien mojada y con fluidos que ella misma me decía que les pase mi lengua, lo que yo lo hacía encantado. Al rato voltea y deja su culito en mi cara, me encantaba chuparle el anito que tenía, le abría bien el culo para que toda mi lengua entre en ese huequito rico. Pusimos una frazada en el suelo y comenzamos a tirar, me cabalgaba y gritaba sin miedo a que nos escuchen, daba igual si nos oían o veían nuestros amigos. La puse en cuatro y empecé a romperle la concha, mas gritaba y mas duro se la metía...luego de tanto cache, cuando ya estaba casi por terminar me dice que acabe en su boca, ese día descargué con todo, le dejé la cara y la boca blanca, me encantó ver como se tomaba mi leche, luego volvió a mi pene y lo limpio todo con su lengua.
Al otro día los cuatro nos hacíamos los locos, aveces bromeábamos, pero solo eso. Dos días mas estuvimos por Lima y regresamos. Al iniciar las clases seguíamos teniendo nuestros encuentros, pero a las semanas empezó a salir con un compañero de ambos, lo que motivo que nos alejáramos de esos días de sexo...estoy seguro que quien esté ahora con ella está gozando como loco y me basó en una frase que ella comentaba a menudo "una debe ser una señora en su casa, pero una puta en la cama".
Ahora si continuo con la segunda y última parte:
Saqué rápidamente un condón de un cajón, ya estaba casi puesto en mi pinga, cuando salvajemente me lo saca y me dice: "quiero sentirte así, y que acabes dentro de mí", eso hizo que se me quite un poco la borrachera, porque quería tirármela pero no quería que salga en "bola", tampoco iba a exponerme a tanto. En cuestión de segundos decidí, me la tiraba y luego veía que hacíamos, además esas tetas, su conchita y ese culito rico no podía perdérmelos. Estaba encima mio y empezó a cabalgar duro, gemía y gritaba bien fuerte (al otro día me di cuenta de esto, porque el chico que me alquilaba el cuarto me dijo que estaba bien que haga cosas con flacas, pero que trate de no hacer mucha bulla porque se iban a quejar los demás inquilinos).
Luego de estar un buen rato en esa posición, la puse abajo mio, la abrí bien de piernas y empecé a darle con todo, tanto que el colchón terminó en otro lado del cuarto de tanto movimiento. Ella estaba excitada, tanto así que se se dio vuelta, se puso en cuatro y me dijo que se lo meta por el culo, me puse encima y despacito se lo metí, creo que no le habían roto el culo muchas veces porque estaba cerradito y entró de a pocos, primero la cabeza, le pregunte si estaba bien y me dijo "sigue papi, mételo todo". Se lo metí todito, lo metía y lo sacaba repetidas veces, a los minutos me dice: "sácala, métela en mi concha y déjame tu leche", como dije antes estaba algo pensativo respecto a eso, pero estaba tan excitado que me la jugué y le dejé toda mi leche adentro. Terminamos muertos, nos cambiamos, la acompañé a su casa, volví a mi cuarto y allí acabó el día.
Al día siguiente en clase, aprovechamos un descanso entre asignaturas y conversamos de lo que pasó el día anterior. Terminamos esa conversación con que por si acaso era mejor comprar la famosa pastillita del día siguiente. Los días venideros como que la cosa se enfrió un poco entre nosotros, pero la verdad seguía pensando en ella. Hasta que un día me dijo que quería ir a mi cuarto para conversar un rato, la esperé y llegó puntualmente, conversamos de muchas cosas y las aclaramos. Luego de la conversación vino otro encontrón de sexo. Me dijo que le preste una toalla porque no había podido ducharse, se metió al baño y no tardé mucho en darle el encuentro, al principió se resistió un poco, pero no tardó en demostrar que me extrañaba como yo a ella, al rato que vio mi pinga se lanzó sobre ella y empezó a besarla, metérsela en esa boquita que tenía, que dicho sea de paso creo que al ser boconcita le hacía dar unas buenas mamadas. Yo bajé hacía su conchita y le metía mi lengua mientras el agua caía sobre nosotros, luego la puse contra la pared, la alcé en peso y se la metía con todo, escucharla gemir era increíble. Después nos pusimos en el suelo del baño, me senté y ella se puso encima mio, saltaba como loca y gozaba. Ese día como estábamos completamente consientes termine mejor afuera de su culo, en sus cachetes canelas, para evitar pensar en comprar pastillas. Luego volvimos al cuarto y acordamos seguirnos viendo pero en secreto para que nos nos jodan en el salón.
Todo el primer ciclo estuvimos en ese plan, nos encontrábamos en mi cuarto, hoteles, en ocasiones en su casa; y tirábamos rico como siempre. En las vacaciones que teníamos antes de pasar al segundo ciclo, decidimos junto a dos amigos de la uni, Daniel y Mayra (esta chica me atraía también un poco y esa es otra historia que contaré en otra oportunidad) viajar Lima y nos quedamos en el apartamento que tenía mi tío ya que el casi no paraba allí por su trabajo, y accedió a prestármelo. La primera noche todo fue tranquilo, salimos un rato a pasear los cuatro y volvimos a descansar, pero el segundo día decidimos quedarnos en casa y tomar un poco. Ya saben que cuando hay tragos de por medio el sexo no tarda en llegar. Como ya estábamos un poco cansados fuimos todos a descansar, teníamos un camarote, ellos estaban abajo y yo con Talía arriba.
A los minutos de acostarnos escuchamos ruidos abajo, miramos y mi amigo se la estaba tirando a Mayra. Eso como que nos calentó y nosotros no tardamos mucho en empezar a cachar, pero como no había mucho espacio para intentar hacer cosas por miedo a chocar con el techo, decidimos salir a la sala, nada mas llegar Talía me lanza sobre el mueble, me siento y se para sobre mi dejando su conchita morena y peladita sobre mi cara, me agarra de la cabeza y me lleva hacia su concha para que se la chupe, eso me calentó bastante por lo que rápido empecé a chupársela y meterle mi lengua, no aguanté tenerla tan cerca y empecé a meterle los dedos, uno, dos y hasta tres, su concha estaba bien mojada y con fluidos que ella misma me decía que les pase mi lengua, lo que yo lo hacía encantado. Al rato voltea y deja su culito en mi cara, me encantaba chuparle el anito que tenía, le abría bien el culo para que toda mi lengua entre en ese huequito rico. Pusimos una frazada en el suelo y comenzamos a tirar, me cabalgaba y gritaba sin miedo a que nos escuchen, daba igual si nos oían o veían nuestros amigos. La puse en cuatro y empecé a romperle la concha, mas gritaba y mas duro se la metía...luego de tanto cache, cuando ya estaba casi por terminar me dice que acabe en su boca, ese día descargué con todo, le dejé la cara y la boca blanca, me encantó ver como se tomaba mi leche, luego volvió a mi pene y lo limpio todo con su lengua.
Al otro día los cuatro nos hacíamos los locos, aveces bromeábamos, pero solo eso. Dos días mas estuvimos por Lima y regresamos. Al iniciar las clases seguíamos teniendo nuestros encuentros, pero a las semanas empezó a salir con un compañero de ambos, lo que motivo que nos alejáramos de esos días de sexo...estoy seguro que quien esté ahora con ella está gozando como loco y me basó en una frase que ella comentaba a menudo "una debe ser una señora en su casa, pero una puta en la cama".
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