Seguimos con ésta "saga" como me dijeron en un comentario, ésta es la parte 4, y está en ustedes la decisión de si sigue o no, comenten qué les parece y si quieren que la "saga" siga!!
Todos los personajes son ficticios y cuentan con la mayoría de edad.
Si te perdiste las anteriores, podés ingresar haciendo click acá abajo:
Primera Parte.
Segunda Parte
Tercera Parte
![Me garché a la mamá de mi mejor amigo [Parte 4]](http://blogdemanu.hol.es/wp-content/uploads/2015/07/barra-separadora.png "Me garché a la mamá de mi mejor amigo [Parte 4]")
Dejé de bombearle la concha, lo cual me dió un poco de aliento para no explotar y llenar el forro de leche en ese mismo instante.
La veo a la flaca que aún seguía gozando de tener mi pija metida adentro, cruzamos nuestras miradas y me pide que no pare, que siga, que no importaba quien era.
Vuelvo a recuperar el ritmo, pero no llego a clavarle la pija hasta el fondo por décima vez que suena el timbre de nuevo. Miro el reloj de su mesita de luz, eran las 21:15hs, freno nuevamente pero continuo con la pija completamente erecta y adentro de su tan mojada conchita.
No pasa ni un minuto más que suena el teléfono. Automáticamente la flaca sale despedida hacia atrás sacándose mi pija por completo de adentro y atiende el teléfono.
– Hola, si, es que me estaba bañando, me había olvidado que venías, esperame que ya salgo.
Tras colgar el teléfono se puso nerviosa, había afortunadamente logrado ocultar su voz agitada mientras hablaba con Martín, por como se había dado la situación y que según ella no estaba en sus planes terminar como estábamos hasta hace 5 minutos, había olvidado el hecho de que Martín iba a pasar a buscar un par de cosas y de paso habían acordado cenar juntos.
<<Por suerte, la flaca había cambiado la puerta de entrada, y Martín no había sacado una copia de la llave todavía. Esa misma puerta que tras cerrarse me permitió clavarme a la flaca, ahora me salvaba de que Martín nos enganche justo en el momento en el que la madre tenía la pija enterrada hasta el fondo.>>
Yo seguía acostado en la cama con la pija hecha un fierro, mientras veía a la flaca cambiarse a toda velocidad para ir a recibir a su hijo. Se puso un pantalón desgastado junto con una remera gris, se peinó y maquilló rápido como pocas veces imaginé que una mujer pueda hacerlo y se acercó a la puerta de la habitación, en el momento antes de salir se dio vuelta sorpresivamente y vino hacia mi.
Tomó mi pija con su mano izquierda al tiempo que con la derecha me sacaba el forro, puso su mejor cara de putita hambrienta y mientras me miraba a los ojos (parece que notó que eso me enloquecía) se clavó la pija casi hasta el fondo de su garganta y tras sacarla le dio un tierno beso en la reluciente cabeza humedecida por mi líquido preseminal y su saliva, tras eso me dijo que la espere ahí que iba a tratar de “despacharlo” rápidamente porque quería terminar con lo que había dejado inconcluso y que me despreocupe que Tincho nunca entraba en su habitación.
Me quedé un rato en su pieza pajeándome a ritmo suave para mantener la erección, ilusionado con que vuelva rápido y ya estar preparado para continuar taladrando esa hermosa concha, pero lamentablemente no pasó. Recuerdo haber visto el reloj por última vez a las 22:30hs, una hora después de que salió para abrirle a Martín, quien parecía tener un sexto sentido, ya que había arruinado por segunda vez un polvo con su madre. A pesar de mis esfuerzos el sueño comenzó a vencerme, había comenzado mi día muy temprano para estudiar y la noche anterior terminado muy tarde por el mismo motivo.
Abrí mis ojos cuando sentí algo tocándome la pija, para mi fortuna era la flaca que se divertía estando sentada al lado de mis piernas pegándole con su dedo índice y viendo como “caía” y volvía a pararse bien firme como si fuera un resorte.
Desvié mi mirada a la mesita de luz, eran las 6 en punto de la mañana, por lo que había dormido aproximadamente 7 horas sin darme siquiera cuenta del paso del tiempo. La flaca al ver que me había despertado se acerca gateando en cuatro patas y me come la boca con un beso que me prendió fuego, para luego posar su cabeza sobre mi brazo y pegarse a mi en la cama.
— Buen día dormilón… ¿Cómo amaneciste?
— Ahora que te veo mucho mejor… perdoname por haberme dormido, es que no volvías y no aguanté más el sueño.
— No tenés nada por lo que disculparte, yo me había olvidado de la visita de Tincho, nos pusimos a comer y se terminó yendo a las 00:30hs, en tal caso me tendrías que disculpar vos.
— Yo no tengo nada que disculpar, y menos si me recibís así.
La verdad estaba hermosa, vestida únicamente con una diminuta tanga, tenerla pegada a mi, abrazada, con sus tetas paraditas y sus pezones puntiagudos, poder sentir su respiración cerca mio, su aroma a mujer caliente, sentir su piel suave rozando con la mía y poder verla a ella así junto a mi como una adolescente viviendo una historia de amor, dejando completamente de lado su pasado, era un lujo más que suficiente para empezar bien el día.
— Tincho me dijo que tienen una semana jodida con los estudios, así que ni bien se fue y vine a verte, te noté tan cansado no quise molestarte para que puedas descansar bien.
— Gracias, igual, no me hubiera molestado en lo más mínimo, habíamos dejado unas cosas pendientes.
— Sí, y se nota que todavía siguen, porque el primero en despertarse no fuiste vos — dijo mientras me acariciaba la pija que, como era habitual en las mañanas, estaba más parada que nunca.
— Parece que ya te conoce, ya no necesita de mi para reaccionar ante tu presencia.
— Entonces se va a poner contenta de saber que nos queda una horita para seguir conociéndonos mejor.
La flaca tenía todo pensado, como cursábamos misma carrera y materias con Martín, ella sabía muy bien que tardábamos 1 hora viajando (si los transportes no nos fallaban), que entrábamos a cursar a las 8:30hs, así que siendo 6:05hs teníamos tiempo para terminar con nuestra “tarea” pendiente de la noche anterior.
Acerqué mi cara a la suya e inmediatamente nos dimos un beso largo, nuestras lenguas invadían el espacio del otro, al mismo tiempo que ella se encargaba de pajearme suavemente.
Se separó de mi y comenzó a besar y pasar su lengua por todo mi cuerpo, bajó lentamente y sin pausa desde mi cuello hasta mis pies, volviendo por la misma ruta hasta detenerse en mi pija.
Yo estaba que volaba en calentura y más sabiendo lo que me esperaba, otro hermoso pete venía en camino y no tardé mucho en sentir que mi pija se perdía dentro de su boca.
Cada vez sentía que usaba su boca mejor, al parecer su comentario de “estar oxidada” era cierto, pero como dije antes, si eso era estar oxidada, lo que venga de ahora en más iba a ser mejor que ganar la lotería.
Se metía cada vez más profundo mi pija en su boca, cada vez le faltaba menos para llegar a tope, cada vez la devoraba mejor, la disfrutaba centímetro a centímetro, y parecía que no iba a rendirse hasta hacer tope en el final. Cuando no soportaba más la sacaba por completo atragantada llenándola así una y otra vez de baba, estaba bien arreglada esa mañana, por lo que tras varias veces atragantándose pude notar que su delineador negro comenzaba a correr por sus mejillas y eso más me calentaba.
Se llevaba la pija hacia el interior de sus cachetes haciendo notar el bulto de la cabeza hinchada por fuera, al tiempo que me veía a los ojos.
No sé cuánto tiempo llevábamos así, pero ya estaba al borde de explotar, su habilidad cada vez era más y me se me dificultaba muchísimo aguantar tanto placer, por lo cual tuve que hacer que se detenga bajo el pretexto de que quería sentir su concha.
Al parecer estaba decidida a complacerme y a terminar con la hermosa cogida que nos interrumpieron la noche anterior.
Yo seguía acostado, no movía prácticamente un músculo, era ella quien dominaba toda la situación, se puso en posición para sentarse arriba de mi pija, dejándome una hermosa visión de todo su cuerpo de frente, tomó delicadamente su tanga con una mano corriéndola de su conchita, al mismo tiempo que sostenía su peso con la otra, lentamente comenzó a bajar y empezó a enterrarse mi pija poco a poco.
Ver esos labios salidos comerse centímetro a centímetro mi pija es algo que aún no encuentro forma de describir, un espectáculo único, se adaptaban completamente a la forma de mi pija, con la calentura que tenía me olvidé de ponerme un preservativo, así que podía sentir aún más su hermosa concha comiéndose mi poronga. Sus suspiros comenzaron a notarse, a medida que se enterraba mi pija en su concha los liberaba seguidos de unos suaves "ah... aah..." que me enloquecían.
Bajaba muy lentamente, aún se sentía muy apretada, sentía esa hermosa sensación de presión que generaba su concha, y como se abría paso dentro de ella. Ella también estaba caliente, sus jugos comenzaron a bajar también por el tronco de mi pija y la ayudaban a que entre con mayor suavidad.
Tras unos minutos ya se había adaptado y comenzó a subir y bajar cada vez más rápido.
Llegaba hasta el fondo y subía hasta el límite, y en el momento antes de salir, volvía a tirar su peso hacia abajo.
Sus tetas se movían en un vaivén perfecto, al mismo tiempo que su cabellera rubia se revolvía tapándole de a ratos su cara. Comenzó a liberarse y su voz no tardó en hacerse escuchar. Gritaba como loca, no paraba de disfrutar mi pija y yo no podía parar de disfrutar su concha. Con una mano tomé su cintura para acompañar sus movimientos, mientras que con la otra tomaba sus pequeñas tetas turnando una con otra mientras suavemente apretaba sus pezones, lo cual generaba que se retuerza de placer
Aumentó lo más que pudo su velocidad, era un frenesí que me estaba matando, ya estaba al borde de acabar y justo antes de que se lo haga saber sacó mi pija de adentro, rápidamente casi desesperada puso su concha en mi boca mientras ella hacía lo propio chupándome la pija nuevamente. Tenía un control absoluto sobre mí, no era siquiera necesario una advertencia para que note que estaba por llenarle esa hermosa concha de leche.
Ese 69 duró escasos minutos, no pude soportar mucho más, y acabé de forma demencial, el polvo inconcluso de la noche anterior sumado a la calentura matutina me hizo explotar como pocas veces recuerdo haberlo hecho, a tal punto de que tomó un poco de mi leche con el primer chorro y el resto se estrelló de lleno contra su cara.
Noté que no le faltaba mucho a ella tampoco para acabar, así que aprovechando la ventaja que tenía de saber que su asterisco era un punto débil me di el lujo de saborearlo nuevamente y atacando a su concha mojada y culo con la lengua le dí su orgasmo matutino, el cual fue recibido con un grito que resonó en toda la habitación, seguido de su ya conocido temblor y llenándome toda la boca con sus exquisitos flujos.
Miré la hora nuevamente, eran las 7:10hs, así que decidí ir a ducharme no sin antes llevarme la hermosa imagen de ella con su cola entangada apuntando al techo, agitada, transpirada, con su pelo rubio desprolijo, su cara de costado manchada con mi semen y sus ojos cerrados junto con su delineador chorreado.
Al salir de la ducha y tras cambiarme fui al comedor, la flaca estaba esperándome con un café, charlamos de cosas sin importancia y el reloj marcaba las 8:00hs, momento en el que tenía que salir a tomar el colectivo para empezar mi día, aunque ya llegaba tarde a la cursada, en esos momentos me importaba muy poco.
Ella estaba lavando las tazas, así que la tomé por la cintura y le apoyé mi pija en su hermosa cola, que por cierto, seguía solamente entangada, ella al sentir esto la sacó un poco más hacia atrás haciendo que calce perfectamente en el medio de esa manzanita como si fuera a medida y se giró para darme un beso, lo cual automáticamente puso mi pija al palo nuevamente.
Tras el beso y alguna que otra caricia a su concha y ella a mi pija, no tenía más tiempo así que me despedí.
— Ya me tengo que ir, ya estoy saliendo re tarde.
— Bueno, tené cuidado… gracias por todo y perdón por lo de los meses anteriores.
— Esas son cosas del pasado, nada por lo que pedir perdón.
— ¿Cuándo volvés a visitarme?
— Cuando cierres la puerta y te quede la llave adentro — tras ésta frase, y otro beso de despedida, me fui a buscar mis cosas a mi casa y tomar el colectivo.
¿Continuará…?
Fin de la parte 4, me alegra mucho que hasta éste punto les haya gustado, la verdad, no esperaba de ninguna manera que mis relatos sean tan bien recibidos.
Espero que siga de la misma manera, como dije más arriba, la saga puede continuar, eso se verá después.
Que disfruten del relato, hasta la próxima!
Todos los personajes son ficticios y cuentan con la mayoría de edad.
Si te perdiste las anteriores, podés ingresar haciendo click acá abajo:
Primera Parte.
Segunda Parte
Tercera Parte
Dejé de bombearle la concha, lo cual me dió un poco de aliento para no explotar y llenar el forro de leche en ese mismo instante.
La veo a la flaca que aún seguía gozando de tener mi pija metida adentro, cruzamos nuestras miradas y me pide que no pare, que siga, que no importaba quien era.
Vuelvo a recuperar el ritmo, pero no llego a clavarle la pija hasta el fondo por décima vez que suena el timbre de nuevo. Miro el reloj de su mesita de luz, eran las 21:15hs, freno nuevamente pero continuo con la pija completamente erecta y adentro de su tan mojada conchita.
No pasa ni un minuto más que suena el teléfono. Automáticamente la flaca sale despedida hacia atrás sacándose mi pija por completo de adentro y atiende el teléfono.
– Hola, si, es que me estaba bañando, me había olvidado que venías, esperame que ya salgo.
Tras colgar el teléfono se puso nerviosa, había afortunadamente logrado ocultar su voz agitada mientras hablaba con Martín, por como se había dado la situación y que según ella no estaba en sus planes terminar como estábamos hasta hace 5 minutos, había olvidado el hecho de que Martín iba a pasar a buscar un par de cosas y de paso habían acordado cenar juntos.
<<Por suerte, la flaca había cambiado la puerta de entrada, y Martín no había sacado una copia de la llave todavía. Esa misma puerta que tras cerrarse me permitió clavarme a la flaca, ahora me salvaba de que Martín nos enganche justo en el momento en el que la madre tenía la pija enterrada hasta el fondo.>>
Yo seguía acostado en la cama con la pija hecha un fierro, mientras veía a la flaca cambiarse a toda velocidad para ir a recibir a su hijo. Se puso un pantalón desgastado junto con una remera gris, se peinó y maquilló rápido como pocas veces imaginé que una mujer pueda hacerlo y se acercó a la puerta de la habitación, en el momento antes de salir se dio vuelta sorpresivamente y vino hacia mi.
Tomó mi pija con su mano izquierda al tiempo que con la derecha me sacaba el forro, puso su mejor cara de putita hambrienta y mientras me miraba a los ojos (parece que notó que eso me enloquecía) se clavó la pija casi hasta el fondo de su garganta y tras sacarla le dio un tierno beso en la reluciente cabeza humedecida por mi líquido preseminal y su saliva, tras eso me dijo que la espere ahí que iba a tratar de “despacharlo” rápidamente porque quería terminar con lo que había dejado inconcluso y que me despreocupe que Tincho nunca entraba en su habitación.
Me quedé un rato en su pieza pajeándome a ritmo suave para mantener la erección, ilusionado con que vuelva rápido y ya estar preparado para continuar taladrando esa hermosa concha, pero lamentablemente no pasó. Recuerdo haber visto el reloj por última vez a las 22:30hs, una hora después de que salió para abrirle a Martín, quien parecía tener un sexto sentido, ya que había arruinado por segunda vez un polvo con su madre. A pesar de mis esfuerzos el sueño comenzó a vencerme, había comenzado mi día muy temprano para estudiar y la noche anterior terminado muy tarde por el mismo motivo.
Abrí mis ojos cuando sentí algo tocándome la pija, para mi fortuna era la flaca que se divertía estando sentada al lado de mis piernas pegándole con su dedo índice y viendo como “caía” y volvía a pararse bien firme como si fuera un resorte.
Desvié mi mirada a la mesita de luz, eran las 6 en punto de la mañana, por lo que había dormido aproximadamente 7 horas sin darme siquiera cuenta del paso del tiempo. La flaca al ver que me había despertado se acerca gateando en cuatro patas y me come la boca con un beso que me prendió fuego, para luego posar su cabeza sobre mi brazo y pegarse a mi en la cama.
— Buen día dormilón… ¿Cómo amaneciste?
— Ahora que te veo mucho mejor… perdoname por haberme dormido, es que no volvías y no aguanté más el sueño.
— No tenés nada por lo que disculparte, yo me había olvidado de la visita de Tincho, nos pusimos a comer y se terminó yendo a las 00:30hs, en tal caso me tendrías que disculpar vos.
— Yo no tengo nada que disculpar, y menos si me recibís así.
La verdad estaba hermosa, vestida únicamente con una diminuta tanga, tenerla pegada a mi, abrazada, con sus tetas paraditas y sus pezones puntiagudos, poder sentir su respiración cerca mio, su aroma a mujer caliente, sentir su piel suave rozando con la mía y poder verla a ella así junto a mi como una adolescente viviendo una historia de amor, dejando completamente de lado su pasado, era un lujo más que suficiente para empezar bien el día.
— Tincho me dijo que tienen una semana jodida con los estudios, así que ni bien se fue y vine a verte, te noté tan cansado no quise molestarte para que puedas descansar bien.
— Gracias, igual, no me hubiera molestado en lo más mínimo, habíamos dejado unas cosas pendientes.
— Sí, y se nota que todavía siguen, porque el primero en despertarse no fuiste vos — dijo mientras me acariciaba la pija que, como era habitual en las mañanas, estaba más parada que nunca.
— Parece que ya te conoce, ya no necesita de mi para reaccionar ante tu presencia.
— Entonces se va a poner contenta de saber que nos queda una horita para seguir conociéndonos mejor.
La flaca tenía todo pensado, como cursábamos misma carrera y materias con Martín, ella sabía muy bien que tardábamos 1 hora viajando (si los transportes no nos fallaban), que entrábamos a cursar a las 8:30hs, así que siendo 6:05hs teníamos tiempo para terminar con nuestra “tarea” pendiente de la noche anterior.
Acerqué mi cara a la suya e inmediatamente nos dimos un beso largo, nuestras lenguas invadían el espacio del otro, al mismo tiempo que ella se encargaba de pajearme suavemente.
Se separó de mi y comenzó a besar y pasar su lengua por todo mi cuerpo, bajó lentamente y sin pausa desde mi cuello hasta mis pies, volviendo por la misma ruta hasta detenerse en mi pija.
Yo estaba que volaba en calentura y más sabiendo lo que me esperaba, otro hermoso pete venía en camino y no tardé mucho en sentir que mi pija se perdía dentro de su boca.
Cada vez sentía que usaba su boca mejor, al parecer su comentario de “estar oxidada” era cierto, pero como dije antes, si eso era estar oxidada, lo que venga de ahora en más iba a ser mejor que ganar la lotería.
Se metía cada vez más profundo mi pija en su boca, cada vez le faltaba menos para llegar a tope, cada vez la devoraba mejor, la disfrutaba centímetro a centímetro, y parecía que no iba a rendirse hasta hacer tope en el final. Cuando no soportaba más la sacaba por completo atragantada llenándola así una y otra vez de baba, estaba bien arreglada esa mañana, por lo que tras varias veces atragantándose pude notar que su delineador negro comenzaba a correr por sus mejillas y eso más me calentaba.
Se llevaba la pija hacia el interior de sus cachetes haciendo notar el bulto de la cabeza hinchada por fuera, al tiempo que me veía a los ojos.
No sé cuánto tiempo llevábamos así, pero ya estaba al borde de explotar, su habilidad cada vez era más y me se me dificultaba muchísimo aguantar tanto placer, por lo cual tuve que hacer que se detenga bajo el pretexto de que quería sentir su concha.
Al parecer estaba decidida a complacerme y a terminar con la hermosa cogida que nos interrumpieron la noche anterior.
Yo seguía acostado, no movía prácticamente un músculo, era ella quien dominaba toda la situación, se puso en posición para sentarse arriba de mi pija, dejándome una hermosa visión de todo su cuerpo de frente, tomó delicadamente su tanga con una mano corriéndola de su conchita, al mismo tiempo que sostenía su peso con la otra, lentamente comenzó a bajar y empezó a enterrarse mi pija poco a poco.
Ver esos labios salidos comerse centímetro a centímetro mi pija es algo que aún no encuentro forma de describir, un espectáculo único, se adaptaban completamente a la forma de mi pija, con la calentura que tenía me olvidé de ponerme un preservativo, así que podía sentir aún más su hermosa concha comiéndose mi poronga. Sus suspiros comenzaron a notarse, a medida que se enterraba mi pija en su concha los liberaba seguidos de unos suaves "ah... aah..." que me enloquecían.
Bajaba muy lentamente, aún se sentía muy apretada, sentía esa hermosa sensación de presión que generaba su concha, y como se abría paso dentro de ella. Ella también estaba caliente, sus jugos comenzaron a bajar también por el tronco de mi pija y la ayudaban a que entre con mayor suavidad.
Tras unos minutos ya se había adaptado y comenzó a subir y bajar cada vez más rápido.
Llegaba hasta el fondo y subía hasta el límite, y en el momento antes de salir, volvía a tirar su peso hacia abajo.
Sus tetas se movían en un vaivén perfecto, al mismo tiempo que su cabellera rubia se revolvía tapándole de a ratos su cara. Comenzó a liberarse y su voz no tardó en hacerse escuchar. Gritaba como loca, no paraba de disfrutar mi pija y yo no podía parar de disfrutar su concha. Con una mano tomé su cintura para acompañar sus movimientos, mientras que con la otra tomaba sus pequeñas tetas turnando una con otra mientras suavemente apretaba sus pezones, lo cual generaba que se retuerza de placer
Aumentó lo más que pudo su velocidad, era un frenesí que me estaba matando, ya estaba al borde de acabar y justo antes de que se lo haga saber sacó mi pija de adentro, rápidamente casi desesperada puso su concha en mi boca mientras ella hacía lo propio chupándome la pija nuevamente. Tenía un control absoluto sobre mí, no era siquiera necesario una advertencia para que note que estaba por llenarle esa hermosa concha de leche.
Ese 69 duró escasos minutos, no pude soportar mucho más, y acabé de forma demencial, el polvo inconcluso de la noche anterior sumado a la calentura matutina me hizo explotar como pocas veces recuerdo haberlo hecho, a tal punto de que tomó un poco de mi leche con el primer chorro y el resto se estrelló de lleno contra su cara.
Noté que no le faltaba mucho a ella tampoco para acabar, así que aprovechando la ventaja que tenía de saber que su asterisco era un punto débil me di el lujo de saborearlo nuevamente y atacando a su concha mojada y culo con la lengua le dí su orgasmo matutino, el cual fue recibido con un grito que resonó en toda la habitación, seguido de su ya conocido temblor y llenándome toda la boca con sus exquisitos flujos.
Miré la hora nuevamente, eran las 7:10hs, así que decidí ir a ducharme no sin antes llevarme la hermosa imagen de ella con su cola entangada apuntando al techo, agitada, transpirada, con su pelo rubio desprolijo, su cara de costado manchada con mi semen y sus ojos cerrados junto con su delineador chorreado.
Al salir de la ducha y tras cambiarme fui al comedor, la flaca estaba esperándome con un café, charlamos de cosas sin importancia y el reloj marcaba las 8:00hs, momento en el que tenía que salir a tomar el colectivo para empezar mi día, aunque ya llegaba tarde a la cursada, en esos momentos me importaba muy poco.
Ella estaba lavando las tazas, así que la tomé por la cintura y le apoyé mi pija en su hermosa cola, que por cierto, seguía solamente entangada, ella al sentir esto la sacó un poco más hacia atrás haciendo que calce perfectamente en el medio de esa manzanita como si fuera a medida y se giró para darme un beso, lo cual automáticamente puso mi pija al palo nuevamente.
Tras el beso y alguna que otra caricia a su concha y ella a mi pija, no tenía más tiempo así que me despedí.
— Ya me tengo que ir, ya estoy saliendo re tarde.
— Bueno, tené cuidado… gracias por todo y perdón por lo de los meses anteriores.
— Esas son cosas del pasado, nada por lo que pedir perdón.
— ¿Cuándo volvés a visitarme?
— Cuando cierres la puerta y te quede la llave adentro — tras ésta frase, y otro beso de despedida, me fui a buscar mis cosas a mi casa y tomar el colectivo.
¿Continuará…?
Fin de la parte 4, me alegra mucho que hasta éste punto les haya gustado, la verdad, no esperaba de ninguna manera que mis relatos sean tan bien recibidos.
Espero que siga de la misma manera, como dije más arriba, la saga puede continuar, eso se verá después.
Que disfruten del relato, hasta la próxima!
13 comentarios - Me garché a la mamá de mi mejor amigo [Parte 4]