Me llamo Karen, soy nueva y me anime a escribir relatos, espero a quienes lo lean les guste
Hace años trabajaba como mesera en un bar, tenía un cliente súper atento que estaba muy enamorado de mi, siempre iba a verme a coquetearme a decirme cosas muy lindas, de esos hombres detallistas, románticos, lindos, siempre me llevaba flores, muy lindo y muy especial, a mi me encantaba el, me sentía muy atraída hacia el parecía una adolescente tonta, una madrugada me espero hasta que salí del bar eran cerca de las 5am. Me subí a su carro, el ya me esperaba con un ramo de flores y unas cervezas, dimos una vuelta por la ciudad aunque todo estaba cerrado, al calor del rato y el alcohol, nos dirigíamos a un motel. El duplicaba mi edad pero eso no me importaba en lo absoluto, apenas y habia cumplido la mayoria de edad, cada que podia me pegaba unos besos muy apasionados toqueteandome, el deseo se le desbordaba, llegamos a la habitacion, donde me pase de inmediato al baño a prepararme, al salir el entro. Apenas abrio la puerta y se fue sobre mí, me acostó en la cama y empezó a tocar mi cuerpo, sus besos me encantaban, con fuerza me quito el pantalón y mi calzón, empezo a recorrer con besos mis piernas, mis muslos hasta que llego a mi vagina, la lamia como animal jarioso, yo lo acompañaba con sus gemidos, me mojaba como novata, el se detuvo, me quite la blusa y el sostén, le fascinaron mis gomas, le dije que las tocara, me las acaricio, las beso y las mordio muy despacito, con su mano metia los dedos dentro de mi, yo cerre los ojos y lo disfrute, el se desnudo enfrente de mi, yo lo esperaba con ansia, al terminar me enseño su pene, lo tenia muy bonito, delgadito, cabezón y negrito, todo depilado con unas bolas grandotas, el no paraba de piropear mi cuerpo, me abrazo y de nuevo su mano dentro de mi, yo le jalaba su verga que estaba bien parada y mojada, aun así se la mamé, en mi boca su cosita y el feliz, con la lengua lo hacía gemir mientras me sujetaba de la cabeza, de pronto me pidió que me detuviera, se puso su preservativo, yo lo miraba coquetamente, sabia que venia lo bueno, mientras lo acariciaba, me acosté y le abrí las piernas, pensé que se subiría encima de mí pero no, me ayudo a levantarme de la cama y me llevo a una mesa, me empino en ella con un poco de rudeza, empezó a besar desde mis pies hasta mis nalgas, lamio mi vagina y su lengua la deslizaba cerca de mi culito, una delicia, sus fuertes apretones en mis nalgas, a mí me encantaba como me trataba, me daba unas nalgadas, me acomodo su verga y me la dejo ir hasta adentro, de mi salió un gemido de placer, entraba y salía junto con mis pujidos, cada vez mas fuerte, me tomaba de la cintura para apoyarse, cogía riquísimo y muy maravilloso, sacaba su pene solo para meter sus dedos en mi vagina y darme placer, mientras me tomaba del cabello para después volver a metermela, yo no paraba de disfrutar, gemía todo el tiempo, el tomo una de mis piernas y la levanto, ooohhhh por dios eso se sintió riquisimo, era increíble, yo apoyada en una pierna, mis pechos contra la mesa rozándola, recibiendo placer, el ir y venir de su cuerpo era un deleite, me mojaba como primeriza, soltó mi pie y se detuvo saco su pene y apenas iba a voltear para ver que pasaba y sentí como un chorro caliente cayo en mi trasero y parte de mi espalda, el no dejaba de pujar, me di la vuelta y lo agarre a besos. Después de eso nos dejamos llevar por un frenesí de sexo sin control hasta que quedamos rendidos, húmedos y felices siendo una noche muy difícil de olvidar
Hace años trabajaba como mesera en un bar, tenía un cliente súper atento que estaba muy enamorado de mi, siempre iba a verme a coquetearme a decirme cosas muy lindas, de esos hombres detallistas, románticos, lindos, siempre me llevaba flores, muy lindo y muy especial, a mi me encantaba el, me sentía muy atraída hacia el parecía una adolescente tonta, una madrugada me espero hasta que salí del bar eran cerca de las 5am. Me subí a su carro, el ya me esperaba con un ramo de flores y unas cervezas, dimos una vuelta por la ciudad aunque todo estaba cerrado, al calor del rato y el alcohol, nos dirigíamos a un motel. El duplicaba mi edad pero eso no me importaba en lo absoluto, apenas y habia cumplido la mayoria de edad, cada que podia me pegaba unos besos muy apasionados toqueteandome, el deseo se le desbordaba, llegamos a la habitacion, donde me pase de inmediato al baño a prepararme, al salir el entro. Apenas abrio la puerta y se fue sobre mí, me acostó en la cama y empezó a tocar mi cuerpo, sus besos me encantaban, con fuerza me quito el pantalón y mi calzón, empezo a recorrer con besos mis piernas, mis muslos hasta que llego a mi vagina, la lamia como animal jarioso, yo lo acompañaba con sus gemidos, me mojaba como novata, el se detuvo, me quite la blusa y el sostén, le fascinaron mis gomas, le dije que las tocara, me las acaricio, las beso y las mordio muy despacito, con su mano metia los dedos dentro de mi, yo cerre los ojos y lo disfrute, el se desnudo enfrente de mi, yo lo esperaba con ansia, al terminar me enseño su pene, lo tenia muy bonito, delgadito, cabezón y negrito, todo depilado con unas bolas grandotas, el no paraba de piropear mi cuerpo, me abrazo y de nuevo su mano dentro de mi, yo le jalaba su verga que estaba bien parada y mojada, aun así se la mamé, en mi boca su cosita y el feliz, con la lengua lo hacía gemir mientras me sujetaba de la cabeza, de pronto me pidió que me detuviera, se puso su preservativo, yo lo miraba coquetamente, sabia que venia lo bueno, mientras lo acariciaba, me acosté y le abrí las piernas, pensé que se subiría encima de mí pero no, me ayudo a levantarme de la cama y me llevo a una mesa, me empino en ella con un poco de rudeza, empezó a besar desde mis pies hasta mis nalgas, lamio mi vagina y su lengua la deslizaba cerca de mi culito, una delicia, sus fuertes apretones en mis nalgas, a mí me encantaba como me trataba, me daba unas nalgadas, me acomodo su verga y me la dejo ir hasta adentro, de mi salió un gemido de placer, entraba y salía junto con mis pujidos, cada vez mas fuerte, me tomaba de la cintura para apoyarse, cogía riquísimo y muy maravilloso, sacaba su pene solo para meter sus dedos en mi vagina y darme placer, mientras me tomaba del cabello para después volver a metermela, yo no paraba de disfrutar, gemía todo el tiempo, el tomo una de mis piernas y la levanto, ooohhhh por dios eso se sintió riquisimo, era increíble, yo apoyada en una pierna, mis pechos contra la mesa rozándola, recibiendo placer, el ir y venir de su cuerpo era un deleite, me mojaba como primeriza, soltó mi pie y se detuvo saco su pene y apenas iba a voltear para ver que pasaba y sentí como un chorro caliente cayo en mi trasero y parte de mi espalda, el no dejaba de pujar, me di la vuelta y lo agarre a besos. Después de eso nos dejamos llevar por un frenesí de sexo sin control hasta que quedamos rendidos, húmedos y felices siendo una noche muy difícil de olvidar
16 comentarios - Despues del trabajo
sos tremendamente hermosa me dejas muy caliente
besos
besos y gracias por compartir