Solo puedo decir que se cumple una fantasía de años y que me dejó completamente satisfecho, y con creces.
Alberto es un viejo amigo del gimnasio, el vivió muchos años en EE.UU y cuidó mucho su figura al punto de tomar forma y volumen de manera asombrosa lo que le permitió participar en algunos torneos de culturismo. Cuando regresó a mi país lo conocí en un gimnasio, y entablamos una muy buena relación al punto que se convirtió en mi personal trainer. Así estuvimos varios años y obviamente en muchas oportunidades nos vimos desnudos, debo aclarar que él es hetero y nunca le moví un solo pelo de deseo, pero en mi caso con el tiempo comencé a fantasear una buena cogida con él.
Se dio un fin de semana de verano que lo invité a una casa de campo con una gran piscina en un valle muy caluroso lo que invitaba a sacarse la ropa y meterse al agua por mucho tiempo.
Recuerdo que él solo llevaba puesto un traje de baño minúsculo de un color turquesa muy claro que hacía resaltar su gran pene, de esos que se usan para las competencia de culturismo que no dejan nada a la imaginación; yo por mi parte llevaba puesto uno de esos trajes retro de lycra que se pegan al cuerpo de color negro.
Estuvimos en el agua casi 1 hora bromeando, empujándonos y sumergiéndonos con lo que todo ese movimiento y ver su cuerpo mojado me calentó a tal punto que se me asomaba la dureza de mi pene y que apenas pude ocultar cuando salí del agua en dirección de la regadera a un costado de la piscina. Aprovechando que el miraba y me hablaba empecé a enjuagarme con el agua corriendo por mi cuerpo para quitarme todo el cloro y obviamente me quité mi bañador pero siempre dándole la espalda, con esto aprovechaba de masajear lentamente mi trasero para que el agua llegara a todas partes, él solo miraba y me decía que mejor me quedará así para que con el sol no se me marcara el bañador en el cuerpo, en ese momento tomé una toalla sequé mi cuerpo y oculté mi erección tirándome de estómago sobre una reposadera de playa. En ese mismo instante el sale del agua se dirige a la regadera frota su cuerpo con el agua fresca y se saca su pequeño bañador dejando ver su voluminoso pene el que frotaba con delicadeza y a ratos presentaba un atisbo de erección, puesto que todo su cuerpo estaba perfectamente depilado y naturalmente su pene también lo que resaltaba aún más su generoso tamaño.
Cuando cerró el agua de la regadera tomó una toalla que solo usó para secar su cuerpo y luego tirarla a un costado y tomar un frasco de aceite para broncear que untó en todo su cuerpo, era un espectáculo maravilloso de ver no dejó un solo milímetro de aquel musculoso cuerpo brillando y reluciendo en todo su esplendor. Mientras daba los últimos toques me dijo que si quería me untaba aceite para que tomara un color parejo y que obviamente acepté. El se acercó, puso aceite en sus manos y dejó caer un chorro en mi espalda, luego de manera energética esparció todo el líquido en mis hombros y espalda para luego de manera delicada pasar sus manos sobre mi trasero y piernas pero siempre dando énfasis en mi trasero, pasaba sus manos una y otra vez y de a poco mientras yo entre abría mis piernas él con sus manos pasaba sus dedos en el contorno de mi ano, esto obviamente me provocó una sensación de placer que no pude ocultar y que él noto claramente, pasando sus dedos una y otra vez mientras me preguntaba si me gustaba, no podía dejar de sentir tanto placer, solo sus dedos delineando el contorno de mi ano me excitaba demasiado. De pronto el toma mis caderas y me pone de tal manera que mi trasero se levantaba de aquella cama pero sin dejar que mi pecho se despegara. Nada me tenía preparado para lo que venía, algo húmedo y suave repasaba una y otra vez mi ano, no era un dedo ni su pene, era su lengua maravillosa que se adentraba por aquella cavidad de manera frenética, no era solo un repaso, era una exploración a lo más profundo que pudiera dar el largo de su lengua y a medida que rosaba las paredes se producía una notoria dilatación que provocaba en él más necesidad de llegar más adentro con su lengua y más placer en mi.
Así estuvimos varios minutos hasta que me volteó dejándome de espalda, el se acerca por un costado y me acerca un pene espléndidamente erecto de dimensiones impresionantes para mí, como ya les dije había visto en varias oportunidades su pene pero jamás lo había visto erecto. Yo solo atiné a abrir mi boca lo más que se pudiera y el lo introducía poco a poco, mi lengua daba vueltas en aquel glande una y otra vez lo que provocaba constantes jadeos en él, también intentaba juntar y apretar mis labios con fuerza para que rodearan ese trozo perfecto de carne, se me hacía imposible llegar con mis labios hasta la base, con suerte solo llegaba a la mitad pero lo compensaba con grandes succiones que con el paso de los minutos dieron como resultado una explosión caliente en mi boca, una delicia que no pretendía dejar escapar saboreando cada chorro y cada gota, succioné todo lo que pude mientras el daba gemidos de placer.
Mi amigo con una gran sonrisa me decía que jamás alguien había usado la boca de esa manera con su pene. Yo no podía dejar de perder esta oportunidad para terminar de cumplir mi gran fantasía con él, sentir esa masa de carne entrar en mi, ni el tampoco porque con todo y reciente eyaculación su pene no dejaba de perder rigidez, me toma de las piernas y me hace girar nuevamente a la posición anterior con mi trasero elevándose al cielo. El repite el juego de los dedos pero ya no rodeando mi ano, si no que introduciendo uno de sus dedos y luego un segundo dedo con los que masajeaba mi próstata y las paredes del ano para que se dilatara aún más, con el paso de los minutos los dedo subieron a un tercero y cuarto que ampliaban aún más mi cavidad, lo suficiente para que él se acomodará detrás mío e introducir este glorioso trofeo carnoso poco a poco. No puedo describir el placer que sentía mientras cada centímetro llegaba cada vez más adentro, en un punto sentí un dolor diferente, algo que te provocaba gritar pero que al mismo tiempo pedías más a dentro hasta sentir sus testículos generosos en leche tocar mi trasero. Estuvimos quietos algunos segundos para que las paredes de mi ano se amoldaran a tan voluminoso pene antes de comenzar a bombear una y otra vez, yo no paraba de gemir, a veces de gritar a medida que aumentaba la velocidad de penetración y la fuerza de empuje que aplicaba. Mi pene presentaba una erección prominente a la vez que de la punta lustrosa asomaba unos hilos de un líquido translúcido y viscoso. Oh que maravilla que gozo sentir sus piernas chocar con mi trasero una y otra vez, de manera rítmica.
Luego me voltea y pone mis piernas en sus hombros para nuevamente introducirme su glorioso trozo de carne, si, si! repetía él una y otra vez y al verme con mi rostro evidenciando mi disfrute deja caer su pecho inmenso sobre mí, tomar mi cabeza por la nuca y acercar mi cara a la suya y juntar nuestros labios para luego sentir una lengua desenfrenada en el interior de mi boca rodeando la mía, esto me provocó un éxtasis tal que mi pene explotó en mi pecho y el suyo donde cada convulsión hacia que mi ano se cerrara en torno a su pene con fuerza cosa que a él le provocaba más placer aumentando con más ganas y fuerza sus estocadas en mi trasero. Mientras hacía este movimiento energético con la palma de su mano esparcía mi semen sobre mi pecho y otro resto lo tomaba con sus dedos y los llevaba a mi boca.
El continuaba penetrándome con más fuerza tomado luego mi pene con una de sus manos masturbándome con energía, me decía con voz sensual que quería verme acabar junto con él, contemplar el placer que me daba su pene dentro mío mientras vaciaba sus testículos en lo profundo de mi ser. Pasaron varios minutos en esta lucha hasta que su gemidos y cada vez mas energéticas penetraciones daban cuenta de lo que vendría, una maravillosa fuente caliente de semen salía de su pene adentrándose en mi interior, 1, 2, 3.... 7 gloriosos espasmos que llenaba cada vez más el espacio dejado por esas constantes y vigorosas embestidas. Naturalmente al yo sentir esta explosión corriendo en mi y su fuerte mano sosteniendo mi pene en rítmicos movimientos provocaron que nuevamente reventaran mis testículos en un chorro blanco en mi pecho.
El se hecho sobre mí buscando mis labios y hurgando con su lengua mi boca y luego mientras me acariciaba me decía a mi oído que hace tiempo me tenía ganas, que en más de una oportunidad despertó con su pene erecto evidenciando una eyaculación con abundante secreción en las sábanas de su cama por los vívidos sueños
o bien a consciencia en la ducha jugueteaba con su pene pensando en mi trasero y de cómo sería meterlo hasta dentro y llenarlo de su leche,
Por lo que vi no solo yo tuve un anhelo cumplido él cumplió el suyo, pero era el primer día de un fin de semana caluroso.
Alberto es un viejo amigo del gimnasio, el vivió muchos años en EE.UU y cuidó mucho su figura al punto de tomar forma y volumen de manera asombrosa lo que le permitió participar en algunos torneos de culturismo. Cuando regresó a mi país lo conocí en un gimnasio, y entablamos una muy buena relación al punto que se convirtió en mi personal trainer. Así estuvimos varios años y obviamente en muchas oportunidades nos vimos desnudos, debo aclarar que él es hetero y nunca le moví un solo pelo de deseo, pero en mi caso con el tiempo comencé a fantasear una buena cogida con él.
Se dio un fin de semana de verano que lo invité a una casa de campo con una gran piscina en un valle muy caluroso lo que invitaba a sacarse la ropa y meterse al agua por mucho tiempo.
Recuerdo que él solo llevaba puesto un traje de baño minúsculo de un color turquesa muy claro que hacía resaltar su gran pene, de esos que se usan para las competencia de culturismo que no dejan nada a la imaginación; yo por mi parte llevaba puesto uno de esos trajes retro de lycra que se pegan al cuerpo de color negro.
Estuvimos en el agua casi 1 hora bromeando, empujándonos y sumergiéndonos con lo que todo ese movimiento y ver su cuerpo mojado me calentó a tal punto que se me asomaba la dureza de mi pene y que apenas pude ocultar cuando salí del agua en dirección de la regadera a un costado de la piscina. Aprovechando que el miraba y me hablaba empecé a enjuagarme con el agua corriendo por mi cuerpo para quitarme todo el cloro y obviamente me quité mi bañador pero siempre dándole la espalda, con esto aprovechaba de masajear lentamente mi trasero para que el agua llegara a todas partes, él solo miraba y me decía que mejor me quedará así para que con el sol no se me marcara el bañador en el cuerpo, en ese momento tomé una toalla sequé mi cuerpo y oculté mi erección tirándome de estómago sobre una reposadera de playa. En ese mismo instante el sale del agua se dirige a la regadera frota su cuerpo con el agua fresca y se saca su pequeño bañador dejando ver su voluminoso pene el que frotaba con delicadeza y a ratos presentaba un atisbo de erección, puesto que todo su cuerpo estaba perfectamente depilado y naturalmente su pene también lo que resaltaba aún más su generoso tamaño.
Cuando cerró el agua de la regadera tomó una toalla que solo usó para secar su cuerpo y luego tirarla a un costado y tomar un frasco de aceite para broncear que untó en todo su cuerpo, era un espectáculo maravilloso de ver no dejó un solo milímetro de aquel musculoso cuerpo brillando y reluciendo en todo su esplendor. Mientras daba los últimos toques me dijo que si quería me untaba aceite para que tomara un color parejo y que obviamente acepté. El se acercó, puso aceite en sus manos y dejó caer un chorro en mi espalda, luego de manera energética esparció todo el líquido en mis hombros y espalda para luego de manera delicada pasar sus manos sobre mi trasero y piernas pero siempre dando énfasis en mi trasero, pasaba sus manos una y otra vez y de a poco mientras yo entre abría mis piernas él con sus manos pasaba sus dedos en el contorno de mi ano, esto obviamente me provocó una sensación de placer que no pude ocultar y que él noto claramente, pasando sus dedos una y otra vez mientras me preguntaba si me gustaba, no podía dejar de sentir tanto placer, solo sus dedos delineando el contorno de mi ano me excitaba demasiado. De pronto el toma mis caderas y me pone de tal manera que mi trasero se levantaba de aquella cama pero sin dejar que mi pecho se despegara. Nada me tenía preparado para lo que venía, algo húmedo y suave repasaba una y otra vez mi ano, no era un dedo ni su pene, era su lengua maravillosa que se adentraba por aquella cavidad de manera frenética, no era solo un repaso, era una exploración a lo más profundo que pudiera dar el largo de su lengua y a medida que rosaba las paredes se producía una notoria dilatación que provocaba en él más necesidad de llegar más adentro con su lengua y más placer en mi.
Así estuvimos varios minutos hasta que me volteó dejándome de espalda, el se acerca por un costado y me acerca un pene espléndidamente erecto de dimensiones impresionantes para mí, como ya les dije había visto en varias oportunidades su pene pero jamás lo había visto erecto. Yo solo atiné a abrir mi boca lo más que se pudiera y el lo introducía poco a poco, mi lengua daba vueltas en aquel glande una y otra vez lo que provocaba constantes jadeos en él, también intentaba juntar y apretar mis labios con fuerza para que rodearan ese trozo perfecto de carne, se me hacía imposible llegar con mis labios hasta la base, con suerte solo llegaba a la mitad pero lo compensaba con grandes succiones que con el paso de los minutos dieron como resultado una explosión caliente en mi boca, una delicia que no pretendía dejar escapar saboreando cada chorro y cada gota, succioné todo lo que pude mientras el daba gemidos de placer.
Mi amigo con una gran sonrisa me decía que jamás alguien había usado la boca de esa manera con su pene. Yo no podía dejar de perder esta oportunidad para terminar de cumplir mi gran fantasía con él, sentir esa masa de carne entrar en mi, ni el tampoco porque con todo y reciente eyaculación su pene no dejaba de perder rigidez, me toma de las piernas y me hace girar nuevamente a la posición anterior con mi trasero elevándose al cielo. El repite el juego de los dedos pero ya no rodeando mi ano, si no que introduciendo uno de sus dedos y luego un segundo dedo con los que masajeaba mi próstata y las paredes del ano para que se dilatara aún más, con el paso de los minutos los dedo subieron a un tercero y cuarto que ampliaban aún más mi cavidad, lo suficiente para que él se acomodará detrás mío e introducir este glorioso trofeo carnoso poco a poco. No puedo describir el placer que sentía mientras cada centímetro llegaba cada vez más adentro, en un punto sentí un dolor diferente, algo que te provocaba gritar pero que al mismo tiempo pedías más a dentro hasta sentir sus testículos generosos en leche tocar mi trasero. Estuvimos quietos algunos segundos para que las paredes de mi ano se amoldaran a tan voluminoso pene antes de comenzar a bombear una y otra vez, yo no paraba de gemir, a veces de gritar a medida que aumentaba la velocidad de penetración y la fuerza de empuje que aplicaba. Mi pene presentaba una erección prominente a la vez que de la punta lustrosa asomaba unos hilos de un líquido translúcido y viscoso. Oh que maravilla que gozo sentir sus piernas chocar con mi trasero una y otra vez, de manera rítmica.
Luego me voltea y pone mis piernas en sus hombros para nuevamente introducirme su glorioso trozo de carne, si, si! repetía él una y otra vez y al verme con mi rostro evidenciando mi disfrute deja caer su pecho inmenso sobre mí, tomar mi cabeza por la nuca y acercar mi cara a la suya y juntar nuestros labios para luego sentir una lengua desenfrenada en el interior de mi boca rodeando la mía, esto me provocó un éxtasis tal que mi pene explotó en mi pecho y el suyo donde cada convulsión hacia que mi ano se cerrara en torno a su pene con fuerza cosa que a él le provocaba más placer aumentando con más ganas y fuerza sus estocadas en mi trasero. Mientras hacía este movimiento energético con la palma de su mano esparcía mi semen sobre mi pecho y otro resto lo tomaba con sus dedos y los llevaba a mi boca.
El continuaba penetrándome con más fuerza tomado luego mi pene con una de sus manos masturbándome con energía, me decía con voz sensual que quería verme acabar junto con él, contemplar el placer que me daba su pene dentro mío mientras vaciaba sus testículos en lo profundo de mi ser. Pasaron varios minutos en esta lucha hasta que su gemidos y cada vez mas energéticas penetraciones daban cuenta de lo que vendría, una maravillosa fuente caliente de semen salía de su pene adentrándose en mi interior, 1, 2, 3.... 7 gloriosos espasmos que llenaba cada vez más el espacio dejado por esas constantes y vigorosas embestidas. Naturalmente al yo sentir esta explosión corriendo en mi y su fuerte mano sosteniendo mi pene en rítmicos movimientos provocaron que nuevamente reventaran mis testículos en un chorro blanco en mi pecho.
El se hecho sobre mí buscando mis labios y hurgando con su lengua mi boca y luego mientras me acariciaba me decía a mi oído que hace tiempo me tenía ganas, que en más de una oportunidad despertó con su pene erecto evidenciando una eyaculación con abundante secreción en las sábanas de su cama por los vívidos sueños
o bien a consciencia en la ducha jugueteaba con su pene pensando en mi trasero y de cómo sería meterlo hasta dentro y llenarlo de su leche,
Por lo que vi no solo yo tuve un anhelo cumplido él cumplió el suyo, pero era el primer día de un fin de semana caluroso.
3 comentarios - Mi amigo culturista cumple mi sueño... y el suyo
Si, excelente historia y muy bien relatada.
¡De lujo!
Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...