Agustina
Como conté en uno de mis primeros relatos, mi mejor amiga Agustina tuvo su primera vez con mi hermano. El relato de hoy, es algo que sucedió antes de ese día y es el comienzo de la historia de Agus.
Mis padres estaban separados hacía unos años. Mi papá se juntó con una mina, que tenía una hija (Luciana, le decíamos Luli) como 10 años mayor que yo, pero nos llevábamos re bien. Una noche, que mi viejo y su novia salieron, yo me quedé con ella, como tantas otras veces. Al rato, la casa se volvió una fiesta. Luli invitó a sus amigos aprovechando la casa sola.
Me quedé en la habitación, hasta que Luli me invitó a unirse a ellos. Al principio me daba un poco de vergüenza meterme en medio de un grupo mucho más grande que yo, pero terminé yendo porque estaba aburrid.
A medida que la noche avanzaba, me sentí mucho más cómoda y la terminé pasando muy bien. Luego, se fueron todos a bailar, pero Luli se quedó para limpiar y ordenar todo. Una amiga de ella se quedó a ayudarla y también un pibe, que era el garche de Luli.
Cuando todo quedó ordenado, nos sentamos los 4 en el patio. La amiga de Luli se fue y quedamos los 3.
- Agus, tomá un poco de cerveza - me dijo Luli
- No, gracias no tomo.
- Dale boluda, un poco asi probás... mirá cuando empieces a salir
En ese momento, yo era mucho más introvertida y tímida. Terminé aceptando y lo que siguió fue un interrogatorio hacia mi. Me empezaron a preguntar cosas del colegio, si tenía novios, si había besado algún chico. Hasta que Luli empezó a subir el tono de la conversación.
- Y alguna vez garchaste? - abrí los ojos sin poder creer lo que me preguntaba. Miré al flaco, que apenas lo conocía, con cara de que me daba vergüenza contestar delante de él.
- Mirá lo que le preguntás Luli! es chica no seas boluda! jaja - se reía el pibe, que se había dado cuenta que no me sentía cómoda con esa pregunta.
- No pasa nada... estamos entre amigos, o no Agus? - los miré a ambos, dudé un segundo y casi evitando mirarlos a los ojos respondí:
- No
- Ahhh pero debés tener alguno por ahí que quiere... no? están re zarpados ahora los pendejos! - repetía Luli y yo queriendo que me tragara la tierra
- Si, que se yo... pasa que me da un poco de miedo, no se
- Y si, es lógico. Pero después te terminás enviciando! Alguna vez viste o tocaste una pija al menos?- cada vez me sorprendía más las preguntas de mi hermanastra, ante las risas del pibe.
- No, no
- Pero pará... tranza si...-
- Si, eso si...
- Tenés que empezar a perderle el miedo a la pija. Yo te voy a ayudar. - Le agradecí aunque no sabía que la intención de ella era empezar a ayudarme "en ese mismo momento".
Luli se acercó al pibe y sentándose arriba lo empezó a besar. No sabía donde meterme. Estaba re descolocada mirando como Lu se comía a su chongo. Después se sentó a su lado, llamó al pibe y lo hizo parar. Con sus manos empezó a desabrochar el jean. "Pará, boluda que hacés?" le dijo al flaco.
- Mostrala nomás - con algunas dudas, el pibe desabrochó su jean y dejó al descubierto su pija, semierecta.
Más allá de alguna foto, nunca había visto una en vivo... y menos tan cerca. Y realmente no pude ocultar mi admiración. "Guau" solté con una risita nerviosa ante la pija que le colgaba entre las piernas al pibe. Mientras, Luli la acariciaba y poco a poco iba creciendo. "Viste como crece?" me decía.
De golpe, Luli agarró la verga con sus manos y se la empezó a chupar. Abría la boca y se metía el tronco por completo, luego cerraba sus labios apretando fuerte y la sacaba. Su lengua jugaba en la cabeza. A esta altura, la pija ya estaba como una piedra. Yo no podía creer todo lo que estaba mirando, y no puedo negarlo. Me estaba empezando a calentar.
"Vení...", me dijo Luli agarrandome de la mano. Tímidamente, estiré su brazo y con mis dedos fui tocando todo el tronco.
- Viste que dura que está? - me decía Lu, mientras yo tenía agarrada firmemente la pija con una de mis manos.
- Re dura - respondí con una mirada de admiración que no podía ocultar.
Mientras yo lo pajeaba, Luli empezó a chuparle la pija. "Te animás?" me preguntó. Solté la pija y le dije que no. "Bueno, por ser la primera estuvo bien!", se reía Luli.
Ella siguió con su chongo un rato más y después se fue a su habitación, dejándome sola en el patio. Al rato, se empezaban a escuchar los ruidos de la cama moverse y los gemidos de mi hermanastra. Sin dudas estaba aprovechando la casa sola. No podía dejar de pensar en "qué estaba haciendo" Luli.
Despacio, subí las escaleras y me acerqué a la habitación. La puerta estaba entre abierta (¿a propósito?). Me agaché y espié hacia adentro. Los pies de la cama daban hacia la puerta. Luli estaba en 4, recibiendo una buena cogida de su macho. Yo los veía de espaldas. Podía ver las piernas de Luli moverse ante cada embestida del chabón.
El pibe la tenía agarrada de los pelos y la penetraba con fuerza. Nunca había visto algo así en vivo. El chabón la dio vuelta, acostándola sobre la cama y le empezó a meter los dedos en la concha, mientras ella gritaba que no parara y se movía de placer entre las sábanas.
El flaco la agarró de las piernas y las puso en sus hombros. "Ay siii hasta el fondo dale" gritaba Luli mientras era salvajemente cogida por su chongo. Sentí un calor subir desde la entrepierna. Estaba sentada en el piso y mis manos rozaban mis muslos provocando un cosquilleo en todo mi cuerpo.
Las piernas de Luli flotaban en el aire. Sus cuerpos estaban fundidos moviéndose casi en simultáneo. La chica pedía que la cogieran sin piedad y el chico obedecía moviéndose aún más rápido. Me mordí los labios y corrí la bombachita dejando respirar mi conchita empapada.
El chabón se arrodilló, sin dejar de penetrarla, y le preguntó si la quería tragar. Luli contestó que no, que acabara en sus tetas. El flaco la sacó y se arrodilló sobre su panza. Apuntó la pija hacia los pechos de Luli y le descargó todo.
La espalda del pibe me tapó el espectáculo, pero podía imaginarme que estaba haciendo. "Aaay cuanto que tenías guardadoo!! que calentita!", decía Luli mientras la leche caía sobre sus pechos. Cuando terminó, el flaco se acostó al lado de Luli. Pude ver la pija aún erecta y chorreando. Me escondió un poco, para evitar que me vieran.
"Andá a buscar algo para limpiarme, que me está chorreando todo y voy a ensuciar la cama!" le dijo Luli entre risas a su chongo. El flaco se cambió y salió. Al escuchar esto, me levanté y me encerré en mi habitación. Me tiré en la cama, aun tenía la respiración agitada. No podía sacarme de la cabeza lo que había visto.
No podía pensar en otra cosa. Encima, al rato, volví a escuchar gemidos y ruidos desde la habitación de al lado. La calentura era terrible, pero no sabía bien qué hacer. Despacio, llevé sus manos hacia sus piernas. Con la punta de mis dedos empecé a subir por la parte interna de mis muslos hasta llegar a la concha. Corrí un poco la bombacha y me la toqué. Estaba empapada.
Moví mis dedos, hasta que decidí sacarme todo. Me quedé solo con la remera puesta. La bombachita la dejé al lado de mi cabeza, toda empapada. Abrí bien las piernas y con la mano recorrí toda mi concha, desparramando mis jugos por toda la zona. Cerré los ojos y me imaginé a Luli siendo garchada de nuevo por ese pibe. "Qué pedazo de verga más linda tenía", pensaba. Los gemidos ayudaban a mis pensamientos, y no pude evitar empezar a largar pequeños suspiros de placer mientras aceleraba el ritmo con mi mano.
"Y si la que está siendo cogida soy yo?", pensaba. Me mordí los labios al imaginarme yo misma con las piernas flotando y un pibe garchándome con todas las fuerzas. Abrí mi boca para largar un suspiro pero no salía ningún sonido. Mi mano seguía estimulando mi clítoris cada vez más fuerte.
Metí la otra mano por debajo de la remera, para tocarme las tetas. me apretaba los pezones y las amasaba con fuerza. Estaba enloquecida y no podía parar. Mil imágenes se me pasaron por la cabeza. La imagen de esa primera pija asomar por el pantalón, sentir como crecía mientras la tocaba, Luli chupándola. Me sentí una tonta de haber dicho que no. Ahora me moría de ganas de probarla!
Recordé cómo el flaco se cogía en 4 a mi hermanastra. Las piernas de Luli en el aire y el flaco taladrándola salvajemente. "Y si esa fuera yo?", seguía fantaseando. No podía más. Bajé la mano y sentí la entrada de mi concha chorreando.
Despacio, introduje un dedo en mi vagina virgen. Tomé aire profundamente mientras sentía como se iba hundiendo cada vez más. Empecé a moverlo despacio hacia adentro y afuera. Después, metí otro dedo. La lujuria había invadido mi cuerpo.
Me estaba cogiendo con los dedos, mientras con la otra mano me tocaba el clítoris a gran velocidad. Me imaginaba que los dedos eran esa pija que había tocado y que no me había animado a chupar.
No tardé en acabar. Nunca había experimentado algo similar. Me asusté un poco cuando sentí cómo temblaba mi cuerpo, pero no pudo dejar de sonreír cuando me relajé. Me sentía en las nubes.
Luego de esa primera paja, empecé a repetir esa rutina de tocarme casi todas las noches antes de dormir. Y me juré que la próxima vez que presente una oportunidad, no iba a dejarla pasar nuevamente.
Esa oportunidad se dio unos meses más tarde, con el hermano de Juli. Como tantas otras noches, arreglamos que después de salir a bailar me quedaba a dormir de mi amiga. Juli estaba re en pedo esa noche y se durmió rápido.
Cuando me levanté a tomar agua, justo llegó el hermano de Julieta. Poco duró la charla, hasta que terminamos a los besos... Después? Lo que siguió después,
leelo acá....
**************************************************
Indice
Como conté en uno de mis primeros relatos, mi mejor amiga Agustina tuvo su primera vez con mi hermano. El relato de hoy, es algo que sucedió antes de ese día y es el comienzo de la historia de Agus.
Mis padres estaban separados hacía unos años. Mi papá se juntó con una mina, que tenía una hija (Luciana, le decíamos Luli) como 10 años mayor que yo, pero nos llevábamos re bien. Una noche, que mi viejo y su novia salieron, yo me quedé con ella, como tantas otras veces. Al rato, la casa se volvió una fiesta. Luli invitó a sus amigos aprovechando la casa sola.
Me quedé en la habitación, hasta que Luli me invitó a unirse a ellos. Al principio me daba un poco de vergüenza meterme en medio de un grupo mucho más grande que yo, pero terminé yendo porque estaba aburrid.
A medida que la noche avanzaba, me sentí mucho más cómoda y la terminé pasando muy bien. Luego, se fueron todos a bailar, pero Luli se quedó para limpiar y ordenar todo. Una amiga de ella se quedó a ayudarla y también un pibe, que era el garche de Luli.
Cuando todo quedó ordenado, nos sentamos los 4 en el patio. La amiga de Luli se fue y quedamos los 3.
- Agus, tomá un poco de cerveza - me dijo Luli
- No, gracias no tomo.
- Dale boluda, un poco asi probás... mirá cuando empieces a salir
En ese momento, yo era mucho más introvertida y tímida. Terminé aceptando y lo que siguió fue un interrogatorio hacia mi. Me empezaron a preguntar cosas del colegio, si tenía novios, si había besado algún chico. Hasta que Luli empezó a subir el tono de la conversación.
- Y alguna vez garchaste? - abrí los ojos sin poder creer lo que me preguntaba. Miré al flaco, que apenas lo conocía, con cara de que me daba vergüenza contestar delante de él.
- Mirá lo que le preguntás Luli! es chica no seas boluda! jaja - se reía el pibe, que se había dado cuenta que no me sentía cómoda con esa pregunta.
- No pasa nada... estamos entre amigos, o no Agus? - los miré a ambos, dudé un segundo y casi evitando mirarlos a los ojos respondí:
- No
- Ahhh pero debés tener alguno por ahí que quiere... no? están re zarpados ahora los pendejos! - repetía Luli y yo queriendo que me tragara la tierra
- Si, que se yo... pasa que me da un poco de miedo, no se
- Y si, es lógico. Pero después te terminás enviciando! Alguna vez viste o tocaste una pija al menos?- cada vez me sorprendía más las preguntas de mi hermanastra, ante las risas del pibe.
- No, no
- Pero pará... tranza si...-
- Si, eso si...
- Tenés que empezar a perderle el miedo a la pija. Yo te voy a ayudar. - Le agradecí aunque no sabía que la intención de ella era empezar a ayudarme "en ese mismo momento".
Luli se acercó al pibe y sentándose arriba lo empezó a besar. No sabía donde meterme. Estaba re descolocada mirando como Lu se comía a su chongo. Después se sentó a su lado, llamó al pibe y lo hizo parar. Con sus manos empezó a desabrochar el jean. "Pará, boluda que hacés?" le dijo al flaco.
- Mostrala nomás - con algunas dudas, el pibe desabrochó su jean y dejó al descubierto su pija, semierecta.
Más allá de alguna foto, nunca había visto una en vivo... y menos tan cerca. Y realmente no pude ocultar mi admiración. "Guau" solté con una risita nerviosa ante la pija que le colgaba entre las piernas al pibe. Mientras, Luli la acariciaba y poco a poco iba creciendo. "Viste como crece?" me decía.
De golpe, Luli agarró la verga con sus manos y se la empezó a chupar. Abría la boca y se metía el tronco por completo, luego cerraba sus labios apretando fuerte y la sacaba. Su lengua jugaba en la cabeza. A esta altura, la pija ya estaba como una piedra. Yo no podía creer todo lo que estaba mirando, y no puedo negarlo. Me estaba empezando a calentar.
"Vení...", me dijo Luli agarrandome de la mano. Tímidamente, estiré su brazo y con mis dedos fui tocando todo el tronco.
- Viste que dura que está? - me decía Lu, mientras yo tenía agarrada firmemente la pija con una de mis manos.
- Re dura - respondí con una mirada de admiración que no podía ocultar.
Mientras yo lo pajeaba, Luli empezó a chuparle la pija. "Te animás?" me preguntó. Solté la pija y le dije que no. "Bueno, por ser la primera estuvo bien!", se reía Luli.
Ella siguió con su chongo un rato más y después se fue a su habitación, dejándome sola en el patio. Al rato, se empezaban a escuchar los ruidos de la cama moverse y los gemidos de mi hermanastra. Sin dudas estaba aprovechando la casa sola. No podía dejar de pensar en "qué estaba haciendo" Luli.
Despacio, subí las escaleras y me acerqué a la habitación. La puerta estaba entre abierta (¿a propósito?). Me agaché y espié hacia adentro. Los pies de la cama daban hacia la puerta. Luli estaba en 4, recibiendo una buena cogida de su macho. Yo los veía de espaldas. Podía ver las piernas de Luli moverse ante cada embestida del chabón.
El pibe la tenía agarrada de los pelos y la penetraba con fuerza. Nunca había visto algo así en vivo. El chabón la dio vuelta, acostándola sobre la cama y le empezó a meter los dedos en la concha, mientras ella gritaba que no parara y se movía de placer entre las sábanas.
El flaco la agarró de las piernas y las puso en sus hombros. "Ay siii hasta el fondo dale" gritaba Luli mientras era salvajemente cogida por su chongo. Sentí un calor subir desde la entrepierna. Estaba sentada en el piso y mis manos rozaban mis muslos provocando un cosquilleo en todo mi cuerpo.
Las piernas de Luli flotaban en el aire. Sus cuerpos estaban fundidos moviéndose casi en simultáneo. La chica pedía que la cogieran sin piedad y el chico obedecía moviéndose aún más rápido. Me mordí los labios y corrí la bombachita dejando respirar mi conchita empapada.
El chabón se arrodilló, sin dejar de penetrarla, y le preguntó si la quería tragar. Luli contestó que no, que acabara en sus tetas. El flaco la sacó y se arrodilló sobre su panza. Apuntó la pija hacia los pechos de Luli y le descargó todo.
La espalda del pibe me tapó el espectáculo, pero podía imaginarme que estaba haciendo. "Aaay cuanto que tenías guardadoo!! que calentita!", decía Luli mientras la leche caía sobre sus pechos. Cuando terminó, el flaco se acostó al lado de Luli. Pude ver la pija aún erecta y chorreando. Me escondió un poco, para evitar que me vieran.
"Andá a buscar algo para limpiarme, que me está chorreando todo y voy a ensuciar la cama!" le dijo Luli entre risas a su chongo. El flaco se cambió y salió. Al escuchar esto, me levanté y me encerré en mi habitación. Me tiré en la cama, aun tenía la respiración agitada. No podía sacarme de la cabeza lo que había visto.
No podía pensar en otra cosa. Encima, al rato, volví a escuchar gemidos y ruidos desde la habitación de al lado. La calentura era terrible, pero no sabía bien qué hacer. Despacio, llevé sus manos hacia sus piernas. Con la punta de mis dedos empecé a subir por la parte interna de mis muslos hasta llegar a la concha. Corrí un poco la bombacha y me la toqué. Estaba empapada.
Moví mis dedos, hasta que decidí sacarme todo. Me quedé solo con la remera puesta. La bombachita la dejé al lado de mi cabeza, toda empapada. Abrí bien las piernas y con la mano recorrí toda mi concha, desparramando mis jugos por toda la zona. Cerré los ojos y me imaginé a Luli siendo garchada de nuevo por ese pibe. "Qué pedazo de verga más linda tenía", pensaba. Los gemidos ayudaban a mis pensamientos, y no pude evitar empezar a largar pequeños suspiros de placer mientras aceleraba el ritmo con mi mano.
"Y si la que está siendo cogida soy yo?", pensaba. Me mordí los labios al imaginarme yo misma con las piernas flotando y un pibe garchándome con todas las fuerzas. Abrí mi boca para largar un suspiro pero no salía ningún sonido. Mi mano seguía estimulando mi clítoris cada vez más fuerte.
Metí la otra mano por debajo de la remera, para tocarme las tetas. me apretaba los pezones y las amasaba con fuerza. Estaba enloquecida y no podía parar. Mil imágenes se me pasaron por la cabeza. La imagen de esa primera pija asomar por el pantalón, sentir como crecía mientras la tocaba, Luli chupándola. Me sentí una tonta de haber dicho que no. Ahora me moría de ganas de probarla!
Recordé cómo el flaco se cogía en 4 a mi hermanastra. Las piernas de Luli en el aire y el flaco taladrándola salvajemente. "Y si esa fuera yo?", seguía fantaseando. No podía más. Bajé la mano y sentí la entrada de mi concha chorreando.
Despacio, introduje un dedo en mi vagina virgen. Tomé aire profundamente mientras sentía como se iba hundiendo cada vez más. Empecé a moverlo despacio hacia adentro y afuera. Después, metí otro dedo. La lujuria había invadido mi cuerpo.
Me estaba cogiendo con los dedos, mientras con la otra mano me tocaba el clítoris a gran velocidad. Me imaginaba que los dedos eran esa pija que había tocado y que no me había animado a chupar.
No tardé en acabar. Nunca había experimentado algo similar. Me asusté un poco cuando sentí cómo temblaba mi cuerpo, pero no pudo dejar de sonreír cuando me relajé. Me sentía en las nubes.
Luego de esa primera paja, empecé a repetir esa rutina de tocarme casi todas las noches antes de dormir. Y me juré que la próxima vez que presente una oportunidad, no iba a dejarla pasar nuevamente.
Esa oportunidad se dio unos meses más tarde, con el hermano de Juli. Como tantas otras noches, arreglamos que después de salir a bailar me quedaba a dormir de mi amiga. Juli estaba re en pedo esa noche y se durmió rápido.
Cuando me levanté a tomar agua, justo llegó el hermano de Julieta. Poco duró la charla, hasta que terminamos a los besos... Después? Lo que siguió después,
leelo acá....
**************************************************
Indice
30 comentarios - La primera pija de Agustina
Me encantan las pendejas, pensar en la situación me pone reloquito. Van puntines
Por lo demás muy buen relato, aunque yo preferiría relatos más actuales. Porque aunque las hormonas ya se te hayan calmado no te imagino casada y con hijos y echando el sabatino con tu maridito. .......
Van 9 puntos
la situacion existio, paso asi y no es inventada. obviamente, los detalles (o los dialogos, en otros mensajes mios) son inventados, porque es imposible que me acuerde de todo. si contara solo lo que me acuerdo sin detalles seria aburrido. igual, me parece que la idea es calentarse con el relato, no con la estricta veracidad de cada palabra que se pone.
van puntos por supuesto
+10
Me encantó el relato Juli!! Tiene el plus de saber que las chicas se cuentan TODO 😉
Besos y puntos!!
El nivel hormonal, excitacion o tambien llamado libido en una persona para mi si siempre fue alto, va a ser alto para largo rato! Pueden haber periodos, pero siempre sera intenso
Besos..
Tu di rana y yo salto 😉
El público se renueva jeje.
Un abrazo Grande Hermosa