Claudia es una perra vengativa, 33
Claudia cumplió con su promesa, el único inconveniente fue con su secretario pero lo frenó enseguida diciéndole que no se sentía bien, que se sentía culpable por su novia y que además había pensado lo que él le había dicho que era una mujer casada. Sobre el noveno día Jorge llamó y estaba encantado con la conducta de Claudia que yo tuve que certificar. Le dijo que esperara hasta el sábado que cenábamos en su casa, Marcelo estaba invitado. Claudi no quería por la nena, mejor le parecía en casa pero ese fin de semana estaba Lucia con el novio. Que esperara sin coger con nadie hasta el próximo fue la solución de Jorge. Claudia estaba nerviosa, eléctrica, necesitaba tener sexo bastante seguido. Estaba cargada, excitada todo el tiempo. Y no se pajeaba porque decía que no le alcanzaba que la dejaba más caliente, necesitando una verga de verdad, de carne, que latiera que estuviera bien caliente y dura. Cuando llegó el sábado me hizo producirla, bañarla, quiso que le chupara la concha con detenimiento, estaba caliente y quería estar cada vez más caliente, se puso un conjunto blanco delicioso y le vestido de la última vez. Yo me volví a vestir de mozo. Cuando llegaron Jorge me saludo y me presentó, dijo que era el mozo-esposo, que estaba para servirlos a todos, que si necesitaba algo solo se lo tenía que pedir, el tipo que parecía buena gente me miro sonriente. Claudia apareció y estaba divina, pero enseguida Marcelo y ella se abrazaron y empezaron a hablar como viejos amigos. Se sentaron en el sillón de dos plazas y empezaron a hablar de viejos tiempos, totalmente olvidados del resto del mundo. Estaban en eso totalmente olvidados de todo, le alcance un baso a Jorge y me habló al oído.
-Cuando la ponga de pie a tu señora, le sacas el vestido, despacio, tranquilo, ok…?
Le hice un gesto afirmativo con la cabeza y alcance un par de copas a los amigos. Claudia me dio las gracias al igual que Marcelo, después de un rato de charla que te charla Jorge dejo su copa y acercándose a Claudia la hizo poner de pie.
-No quiero que hables más… hasta que yo te diga…-yo me acerque y le empecé a sacar el vestido muy despacio… lentamente. Jorge la hizo poner de rodillas con el culo apuntando a Marcelo y le dio su pija a chupar.- Move el culito bien para que lo vea nuestro amigo… como vos sabes… no es tu amigo… es una pija caliente… calentala vamos… -ni que decir que con la calentura acumulada Claudia chupaba como desesperada, necesitaba verga y movía el culo cadenciosamente.- pedile al señor que te coja… que no vino a hablar aca… -se saco la pija de la boca y dijo con su mayor voz de puta caliente:
-Señor cojame por favor…
Marcelo se puso de pie y se desnudo. Una pija normal pero bien dura asomo de su boxer, la monto así como estaba como una perra, mientras ella chupaba la verga de Jorge. Este le dijo:
-Decile que te coja… que no vino a hablar sino a beneficiarse de la puta que sos…
-Si cogeme perro cabrón… aaaa…. Quiero verga… soy una puta hambrienta… -después de un rato Jorge lo hizo sentar a Marcelo en el sillón, que Claudia lo montar y el le fue preparando el culito hasta que la penetro. Claudia volaba de calentura. Le tomo la colita del pelo y le giro el cuello, Claudia abría la boca y Jorge le escupia la boca y la cara.
-La puta quiere verga y no charlar… verdad puta…
-Si que lindo dos vergas… juga con mis pezones perro… -y Marcelo los mordisqueaba suavemente.- giro de nuevo su cabeza y se comian la boca con Jorge estaban los dos desesperados parecía que era una deuda pendiente entre ellos, ahora el que parecía no existir era Marcelo. Y obvio que yo nunca existí, de a ratos me iba a la cocina o al cuarto de la nena, no quería llegar sin siquiera tocarme, nunca había sentido algo parecido, un remolino de sentimientos. Después Jorge deshizo la escena y la puso de rodillas al borde del sillón haciendole que le chupara la pija a Marcelo. Mientras el seguía taladrandole el culo violentamente.
-el no es tu amigo… es una pija para complacer puta… porque yo te lo mando… -Claudia se babeaba toda, estaba encantada. Jorge se salió y se sentó en el sillón la agarró del pelo con firmeza y le hizo limpiar su palo.- Chupalo bien… con detenimiento… y vos que esperas… proba ese culo que es delicioso… -y Marcelo así lo hizo disfrutaban los tres como cerdos, pero era obvio que Jorge dominaba. La agarro fuerte del pelo, detuvo la chupada y lo hizo que lo mirara firme a los ojos.- Te gusta como te taladra el culo…?
-Si me encanta…
-Pedile que te lo llene…
-Llenamelo de leche, mucha porfavor… -dijo con voz de puta.- Así mi rey esta bien…? –por toda respuesta Jorge la puso de nuevo a chupar su palo. Marcelo estaba embrutecido y le dio bien duro hasta que descargo profundo en su culo, cuando termino salio se vistió y me pidió que lo acompañara hasta abajo quería irse. Estaba turbado con todo lo vivido, bajo en el ascensor muy nervioso, parecía molesto y enojado. Cuando subí Claudia de rodillas al borde del sillón jugando con la pija de Jorge de a ratos.
-Viste como terminamos con el romanticismo… hoy conoció la puta que sos… y no toda esa charla hueca que tuviste… -ella lo montó y se la clavo de frente a él bien profundo en al concha.
-No se porque te deje ir mi rey… soy tu puta… toda tuya…
-Voy a invitar a otro amigo… uno que no te conoce… le va a encantar conocerte…
-Lo que vos digas mi rey…
-Si te llama Marcelo… le decis que primero hable conmigo…
-Todo lo que vos digas… dijo ella llegando una vez más.
Claudia es una perra vengativa 34
Pasaron un par de semanas, Claudia estaba muy nerviosa, esa noche, después de atarme a la cama y montada sobre mi palo, me confeso que se sentía descontrolada, que quería parar de alguna manera pero se sentía caliente todo el tiempo, le daba vergüenza como miraba el bulto de los tipos, decía esto mientras me cogia despacio y lento y gozaba de lo que me decía.
-No se amor… voy a terminar cogiendo con cualquiera… una puta me siento… le miro el bulto al portero… a todos… vamos a tratar de coger más seguido… vos aguanta mucho a ver si puedo bajar un poco la calentura… me siento enferma…
Cogimos después en silencio, ella tuvo un par de orgasmos y se quedo montada sobre mí que no había acabado besándome y acariciándonos.
-Tu piel me hace sentir algo especial… si recuperamos un contacto más romántico me voy a poder alejar de esta locura… -y me beso profundamente en la boca.
Estuvo un par de semanas mucho más tranquila, de a poco fuimos retomando casi la rutina de una familia normal. No atendía a su ex por teléfono, a su secretario le decía que no estaba bien por su novia, así que todo se iba ordenando. Yo en realidad extrañaba a la puta de Claudia, me había acostumbrado demasiado, no acababa en realidad porque no me calentaba tanto como cuando me humillaba. Igualmente sabía que la tranquilidad no iba a durar demasiado.
Una noche después de casi un mes, ni bien me montó ya volaba de calentura. Me contó.
-Viste la despensa que vamos siempre… aaaaahhhh…. Bueno el pelotudo del carnicero se fue… compro otro… -siempre había tenido fantasías con coger en una carnicería, no se llevaba bien con el tipo que había- es un muchacho joven de rulos… esta siempre con la esposa que atiende la despensa y los chicos de la verdulería son los mismos…
-Que paso que estás tan caliente… al grano…
-ayyy… que vicioso sos… nada que lo histeriquie un poco… y en un momento su esposa bajo… me miro fijo a los ojos y me dijo que ella se iba al mediodía y no volvía hasta las 3 que es cuando vuelven a abrir… -se empezó a clavar bien duro sobre mi pija y tuvo un violento orgasmo, tardo un rato en recomponerse- que lo fuera a visitar… tenía muchas clientas que les gustaba que le den carne especial… que lo visitaban al mediodía…
Yo le dije que iba a todos lados con mi marido… él se rió y me dijo que no tenía problemas que fuera con quien quisiera. Me di media vuelta y salí, me sentía ofendida, me parecía un guarango, pero me sentía caliente… -Seguimos cogiendo y ella tuvo un par de orgasmos más yo también tuve el mío, ya estaba caliente con solo pensar en volver al quilombo.
A pesar de lo que pensaba ella ni siquiera iba a comprar, ahora me mandaba a mí, el muchacho siempre me sonreía, un día que estábamos solos me dijo.
-Quédese tranquilo doctor… la doctora ya va a venir… cuestión de tiempo… -yo lo mire como si no entendiera y el me hizo un gesto como que no hacía falta hablar.
Siempre estaba con una musculosa, era muy flaco, muy alto, bien fibroso y usaba un pañuelo de seda en el cuello, tenía manos fuertes y manchadas de sangre obviamente, a Claudia siempre le habían gustado los carniceros y yo sabía que tenía la fantasía que la cogieran sobre el mármol de una carnicería.
Seguía pasando el tiempo y yo no sabía que hacer. Claudia cogía conmigo cada vez más caliente, esa noche, no se cuantos orgasmos tuvo. Al día siguiente seria en el desayuno me dijo que fuera a la tarde a la carnicería, que le preguntara si el martes al mediodía podía ella ir, que ese día no tenía consultorio, estaba ruborizada como una adolescente. Ni que decir que el muchacho me miro sonriente, Juan se llamaba, me dijo que obviamente se hacía un lugar especial.
-Que aires de perra tiene su señora doctor… parece que fuera olfateando verga todo el tiempo…
Se lo comenté esa noche en casa, mientras me montaba y solo gimió y cogimos hasta que reventamos juntos. Así la pasamos esperando hasta el martes.
El martes siguiente ni bien vino Lucía de la escuela le dijimos que cuidara un rato a la nena y fuimos hacia la carnicería, Claudia se había puesto unas calzas que le marcan ese culazo y se le notaba una tirita metida en el culo, estaba para partirla. Yo golpee la puerta de la carnicería y se abrió la puerta de vidrio, estaba baja la persiana de chapa así que pasamos por el agujero de la puerta, Claudia respiraba agitada, se la notaba caliente, ni bien entramos.
-Doctora… que gusto verla… de una vueltita para mí…. –ella giro sensualmente y sacudió un poco el culo cuando quedó de espaldas a él.- que linda esta doctora. Doctor porque no se sienta en algún cajón de la verdulería, póngase cómodo. –se acercó hacia ella y agarrandola del culo la atrajo hacia él.- Viniste putita…-le tomo la mano y la llevó a su bulto- sentí como la tengo hace rato que estoy así… esperándote… dura de solo pensar en vos. –Claudia se arrodillo y saco una pija tamaño cañón, realmente nunca había visto una pija así, solo en películas, larga y gruesa. La cara de Claudia era un poema, la agarro fuerte con su mano y fue tratando de degustarla como podía, trataba de hacerle una buena faena. El la ayudo a levantar y la llevo al otro lado del mostrador, la desnudo de la cintura hacia arriba y la apoyo sobre el mármol con el pecho apoyado en el, su culo ofrecido hacía el, agarro un par de cortes de carne se ensucio bien las manos y se las metía en la boca, Claudia gemía como una puta en celo. El fue a buscar una tarima que tenía para quedar más alto, el mármol estaba un poco incomodo por la altura, le bajo despacio la calza a claudia, le corrió la tira de su tanga a un lado y empezó a jugar con la cabeza de su pija por toda la raja.
-Ya no está ofendida la doctora… ahora quiere esta verga bien adentro no…?
-mmmmm…. Mmmm…
-Parece que perdió el habla la doctora… -y le metió un poco, solo la cabeza me pareció. Claudia se acomodo gimiendo- quiere más doctora…
-mmmmm…. Mmmmm…. –le junto bien las piernas-
-Te pongo así para sentir que me apretas más… te la voy a ir metiendo despacito… si querés que pare me avisas… a veces les duele un poco al principio… -Claudia tenía los ojos entrecerrados y la mejilla apoyada sobre el mármol manchado de sangre. Solo gemía con cada movimiento de cadera que Juan hacía para penetrarla, lo fue haciendo como dijo muy lento- no se hasta donde le metió pero me pareció que Claudia estaba acabando. Se movía contra su pelvis.- que facil acaba la doctora… es mas facil de lo que parece… -la agarro del pelo y le levanto un poco la cara, la empezó a coger con un ritmo parejo y pausado, le iba dando y Claudia gemia y se quejaba pero era obvio que de placer- Nunca te comiste una verga como esta eh…? Te gusta puta… te vas a enviciar como todas mis clientas… -le dejo caer suavemente la cara y Claudia solo seguía como perdida, en un limbo. Le siguió duando suave pero parejo, metiendo y sacando y Claudia volvió a acabar, pero a diferencia de siempre no gritaba ni decía nada, trataba de ocultarse un poco. En un momento el se la metió y se quedo apoyado sobre la espalda de Claudia. Le mordizqueaba el cuello, y le hablaba al oído. Claudia giro la boca y lo beso ahora como sacada, le chupaba la lengua y todo lo que el le daba, le metió los dedos manchados de sangre y ella los chupaba como desesperada. Después se salio de ella la arrodillo delante de él y se la dio a chupar un rato, después la puso de frente a él y ahora la penetro solo un poco mientras se comian las bocas, se la fue metiendo despacio, muy despacio, el gemido de Claudia ahogado por sus bocas que se mordían, el empezó a darle más duro y estuvieron otro montón hasta que se acoplaron sus orgasmos, Claudia parecía que se desmayaba. Después se besaron un poco más y el le mostro donde estaba el baño para limpiarse un poco. Cuando Claudia volvió le dijo gracias.
-Cuando te vuelvo a ver… puedo venir todos los martes si vos querés…
-Y no se… no quiero que te envicies…
-Ya me enviciaste… nunca me sentí así… fue todo nuevo para mí…
-Yo no tengo problemas… pero te vas a tener que coger a algún amigo mio tambien… un favor por otro…
-Como si fuera una puta…?
-Como mi puta…
Salimos de la carnicería y caminamos en silencio.
Claudia es una perra vengativa, 35
Salimos de la carnicería, Claudia sacudía el culazo por la calle, estaba caliente, enojada, en realidad, creo que quería tenerlo muerto a sus pies, como a todos, pero era él el que le ponía los puntos.
-Pero que se piensa el pendejo ese… que soy una puta… yo me cojo a quien quiero… no me va a ver más… que se cree… hijo de puta…
Yo caminaba en silencio y ella iba repitiendo un rosario de puteadas y rumoreando todo el camino a casa sobre el tema, cuando llegamos se fue a bañar y se paso la tarde con la nena. Yo aproveche para ver a algunos amigos que hacía mucho no veía, me hacía gracia que el tipo me dijera doctor, no quería pensar mucho en el tema, si no realmente me angustiaría, no dudaba que el martes próximo Claudia iba a ir, como cada martes de ahora en más y por un tiempo.
Esa noche cogimos, ella montándome pero sin atarme. A medida que se iba calentando empezó a soltar la lengua.
-Como me calentó… nunca me había comido una pija así… sentía que entraba apretada… me sentía caliente… volaba de calentura… lo sentía en todas las paredes de mi concha… aaaaa…. Aaaa… aaaaa… y tuvo su primer orgasmo. Me beso un largo rato y volvió a moverse de a poco. Y que dura estaba… la sentía latir… y ese pulsar me juraba que me iba a llenar de leche… que calentura…
Seguimos en esa vena un largo rato y tuvo varios orgasmos más, se durmió tranquila y yo me ocupe de la nena, Lucía estaba con el novio en el comedor. Se acomodaron cuando salí, ni quise saber que hacían.
Claudia por unos días no volvió a hablar del tema. El lunes a la mañana, cuando estaba por salir hacia el hospital le pregunté.
-Encargo algo de la carnicería…?
-Avisale que voy mañana al mediodia… que vamos… me tenes que cuidar… -me dio un beso en la boca y salió.
Le avisé al carnicero, tratando que nadie me oyera.
-No doctor, digale a la doctora que no puedo mañana, que tengo otra clienta… como se fue molesta…
Esa noche cuando llegó y le dije estaba furiosa.
-Pero hijo de puta, pendejo de mierda que se cree… anda a saber que se coge ese pelotudo…
Se quedo enojada y en silencio. No dijo mas nada en toda la noche, ni siquiera quiso coger, a la mañana siguiente, me dijo que le preguntara cuando podía atenderla.
Y así fue al día siguiente le pregunte y me miró sonriente.
-Doctor… digale a al Doctora que venga ella a pedirmelo… que lo acompañe… quiero ver como me lo pide…
Cuando llegó y le dije se pusó furiosa otra vez, lo maldijo y lo mando a la mierda, pasaron un par de semanas en que no volvimos ni siquiera a hablar del tema. Ella no había visto a ningún otro así que supe que todavía seguía pensando en el tema.
El día siguiente se vistió con una calza nueva, no tenía ropa interior por delante le marcaba los labios y atrás se notaba ese culazo que es para el infarto. Me dijo que cuando estuvieramos en el lugar se lo tocara un poco con disimulo. Fue a comprar en el despacho de fiambre, que está al costado de la carniceria, dentro del mismo local, lo atiende la esposa de Juan y ahí me hizo que le tocara el culo, Juan miraba disimuladamente, pero desde la entrada de Claudia se lo notaba distinto, Claudia charlaba animadamente con su esposa y ni lo registraba, Juan tratando de disimular le comía el culo con los ojos. Pagamos y salimos, caminamos media cuadra y nos alcanzo uno de los pibes de la verdulería, señora dice Juan que pueden venir el martes que viene.
-Decile que estoy muy ocupada… que algún día será.
Y así empezó a ser, cada día que ibamos yo compraba carne y ella en la fiambreria moviendo sensualmente y como al descuido su culo hacia la carnicería. Juan con disimulo me pregunto si podía ir al día siguiente para hablar con él. Le dije que lo iba a consultar. Cuando le dije a Claudia me dijo que no había problema, simplemente que escuchara a ver que quería y que se lo transmitiera a ella.
Cuando fui al día siguiente, golpee la puerta, me abrío y entré-
Hola doctor, pase pase… no se que le paso a su señora… realmente no es para que se ponga así…
-Mirá decime lo que querés y yo se lo transmito…
-Digale que me disculpe… que fui un poco grosero quizás… ella no es cualquier clienta…
-si le digo que dijiste quizás… no la ves más…
-Digale que venga el martes que viene… dele…
-Bueno le digo pero no se…
Cuando le conté a Claudia estaba feliz otra vez,
-No amor mío no… así no funcionan las cosas… decile que si quiere volver a verme… o va a ser en casa… o en un telo… a la noche… que se fije que le cuenta a la esposa…
Al día siguiente le dije a Juan y estaba encantado, me dijo que ni bien pudiera escaparse me avisaba con tiempo. Al otro día me dijo que el viernes podía. Que fuera donde quisiera Claudia.
-Viste que facil… el viernes en casa… quiero que me coja aca… decile despues de medianoche… que la nena se va… si no que se vaya al carajo…
Le lleve el recado, todos felices, el viernes fiesta en casa.
Claudia es una perra vengativa 36
Y finalmente llegó el viernes, Claudia estaba ansiosa desde la mañana, se fue nerviosa al hospital, yo me encargué de la nena, la acompañe a Lucía que a último momento había arreglado que salía de la escuela y se iba directo a la casa del novio. Solo la pequeña para cuidar pensé, que bueno.
Claudia volvió temprano, cerca de las ocho de la noche. Estaba excitadísima, le conté que Lucía ya no estaba, le encantó y dijo que podíamos aprovechar y bañarnos juntos, nos metimos juntos bajo la ducha y me hacia acariciarla suavemente con el jabón.
-No puedo sacarme esa pija de la cabeza… es como la de mi ex… de larga pero mucho más gruesa… yo creía que no me importaba el tamaño… pero me muero de ganas de sentirla de nuevo… de sentir como me llena… -y se empezó a acariciar suavemente su almejita.- Vos habías visto alguna pija así amor…?
-Una vez en un gimnasio… había un par de tipos bastante pijudos pero no estaban erectos… así que no se…
-Ayyy… erecto… mírenlo que elegante… me voy a comer una pija bien dura y gruesa, bien parada… troncuda… erecta… mírenlo a la maricona…
Después de bañarnos la seque bien y nos besamos y acariciamos un largo rato los dos desnudos, me hizo ponerle la ropa interior con detenimiento y se puso un vestidito corto entallado que le marca ese culazo. Yo volaba de calentura.
Después se despertó la nena estuvimos un rato jugando con ella y después le di otra mamadera y la acosté. Pedimos una pizza y cenamos en silencio. Miramos un rato de tele abrazados en el sillón, ella me besaba y me acariciaba la pija. Cerca de las doce sonó el timbre, mi corazón parecía que me iba a estallar, fui a atender y le dije a Juan que ya le abría. Me dio la mano en la puerta y subimos en silencio en el ascensor. Cuando abrimos la puerta claudia lo esperaba de pie en el medio de la sala. Le sonrió y el se acerco y empezaron a besarse, se acariciaban mutuamente y la mano de Claudia ya buscaba el tronco de él.
-Tenés ganas de volver a sentirlo… eh… no aguantabas ya… -Claudia no hablaba lo besaba y acariciaba, el la empujo de los hombros poniéndola de rodillas delante de él, Claudia se la libero y empezó a chuparsela mientras él hablaba.- Como dejaste pasar tanto tiempo no doctora culona… que culo delicioso tenes… como lo movés cuando hablas con mi mujer… sabes que te lo miro eh puta… -Claudia solo chupaba como desesperada. En ese momento la nena empezó a llorar de vuelta, fui al cuarto, tenía que cambiarle los pañales, les dije que fueran a la sala donde estaba la tele que iba a pasar con la nena al baño. Hice todo lo más rápido que pude, cuando la nena se durmió volví en silencio a la sala. Juan estaba sentado en el sillón y Claudia totalmente desnuda montada sobre su pija, moviendo la cadera muy despacio… suave… la boca de Juan pasaba de un pezón al otro… con detenimiento chupandolos a placer…
-Como me llena tu verga… que delicia… nunca comí un tronco como este… y que duro lo tenés… podés venir los martes o yo puedo ir… que te parece…
-Si me encanta tu culo… es una delicia… y pocas clientas tienen tanta cara de puta como vos… me calienta tu cara…
-Tengo cara de puta…
-Si de puta y de viciosa…
-aaaaaa…. Aaaaaa…..aaaaa…. –entró en una especie de orgasmo prolongado y dejó caer su cabeza sobre el hombro de Juan, se quedo un rato larguísimo clavada y sin moverse. Cuando Claudia se recompuso se salió de el y se puso a su costado con las rodillas en el sillón y el cuerpo apoyado en el respaldo.- cogeme como a una perrita… me gusta ser tu perra… querés… -él no contesto solo se puso de pie y primero jugo un largo rato con su chota en la puerta y después se la fue metiendo lento. Se entretuvo un rato largo metiendo y sacando su cabeza ante los gemidos de placer de Claudia. En un momento se la dejo ir a fondo. Claudia quizo escapar pero estaba atrapada, la tenía bien agarrada de la cintura y así la dejo, bien clavada.
-Así querías estar eh puta… disfrutalo ahora… toda esta verga para vos… mi culona favorita… cara de perra facil…
-aaayyy… hijo de puta… ayyy… que perro maldito… ayyy cogeme… -y el empezó a bombearla suavemente, su pija salí mojadisima cada vez y los gemidos de Claudia aumentaban cada vez más hasta que volvió a tener un orgasmo. Juan no había acabado, se salió y fue al baño, cuando volvio le comento a Claudia que no quería acabar enseguida porque no podía acabar más de una vez por noche. Le costaba mucho. Claudia estaba sonriente y satisfecha. El se sento de nuevo en el sillón. Claudia se pusó sobre él.
-Vos no te muevas voy a ver si puedo meterla un poco en el culo… pero es tan gruesa tu cabeza… si fuera un poco más chica…
-Ninguna quiere en el culo… las lastimo…
Claudia me hizo un gesto y le lubrique el culo despacio y bastante. Con su mano tomo la pija de Juan mientras se mordía el labio inferior. La apoyo en la puerta de su culo y solo jugo un ratito con ella. Después empezo a respirar profundo y se metió solo la cabeza adentro, Juan había cerrado los ojos y era él ahora el que gemía.- Nunca pude ni meterla en el culo.-Claudia se quedó un largo rato solo con la cabeza metida y moviendose suavemente sin meter ni un centimetro más.
-Te gusta mi culazo… no es de adorno… viste… es para usarlo…
-aaaaa…. Que delicia… me matás…
-y decime perro maldito… como te gustaría acabar… lo que vos quieras… soy tu puta… otro día me la vas a meter más todavía en el culo… y quizás te deje cogerme de perrita por el culo querés…
-aaaaa… si delicia si…
-No tenés otra clienta asi… ehhh…. –decía ella tambien gozando-
-Sos la mejor… culona preciosa… zorra puta…
-Y como te gustaría acabar…
-Me encantaría escupirte toda mi leche en la cara… salpicarte por puta viciosa… esa cara de perra viciosa que tenes…
-Ya queres… eh mi machito… perro mio…
-si ponete de rodillas en el suelo…
Claudia se arrodillo y el empezo a pajearse, ella jugueteaba con su lengua por los huevos, el se pajeaba despacio cuando estaba por acabar la tomo del pelo y la puso a distancia para descargarle, Claudia abría la boca, la viciosa. Su pija empezó a escupir salpicandole toda la cara. El estuvo un rato largando guascazos. Claudia se acariciaba la concha y estaba llegando otra vez. Cuando el se recompuso Claudia se quedo arrodillada delante de él con la cara escurriendo leche.
-Me encanta que me escupas tu leche… soy tu puta… pero solo tuya… no para que me compartas… está claro…
-Si perra si… te amo…
-Como te amo… sos mi perro no mi amor…
El se quedó un rato más solo acariciandose con Claudia se tenía que ir, no quería tener quilombos, bajamos en el ascensor le dije que no era doctor. Me miro sin decir nada, me dio la mano en la puerta y ahí termino la noche. Cuando subí Claudia se había acostado, iba a ir acompañarla y la nena empezó a llorar, mala suerte.
Claudia cumplió con su promesa, el único inconveniente fue con su secretario pero lo frenó enseguida diciéndole que no se sentía bien, que se sentía culpable por su novia y que además había pensado lo que él le había dicho que era una mujer casada. Sobre el noveno día Jorge llamó y estaba encantado con la conducta de Claudia que yo tuve que certificar. Le dijo que esperara hasta el sábado que cenábamos en su casa, Marcelo estaba invitado. Claudi no quería por la nena, mejor le parecía en casa pero ese fin de semana estaba Lucia con el novio. Que esperara sin coger con nadie hasta el próximo fue la solución de Jorge. Claudia estaba nerviosa, eléctrica, necesitaba tener sexo bastante seguido. Estaba cargada, excitada todo el tiempo. Y no se pajeaba porque decía que no le alcanzaba que la dejaba más caliente, necesitando una verga de verdad, de carne, que latiera que estuviera bien caliente y dura. Cuando llegó el sábado me hizo producirla, bañarla, quiso que le chupara la concha con detenimiento, estaba caliente y quería estar cada vez más caliente, se puso un conjunto blanco delicioso y le vestido de la última vez. Yo me volví a vestir de mozo. Cuando llegaron Jorge me saludo y me presentó, dijo que era el mozo-esposo, que estaba para servirlos a todos, que si necesitaba algo solo se lo tenía que pedir, el tipo que parecía buena gente me miro sonriente. Claudia apareció y estaba divina, pero enseguida Marcelo y ella se abrazaron y empezaron a hablar como viejos amigos. Se sentaron en el sillón de dos plazas y empezaron a hablar de viejos tiempos, totalmente olvidados del resto del mundo. Estaban en eso totalmente olvidados de todo, le alcance un baso a Jorge y me habló al oído.
-Cuando la ponga de pie a tu señora, le sacas el vestido, despacio, tranquilo, ok…?
Le hice un gesto afirmativo con la cabeza y alcance un par de copas a los amigos. Claudia me dio las gracias al igual que Marcelo, después de un rato de charla que te charla Jorge dejo su copa y acercándose a Claudia la hizo poner de pie.
-No quiero que hables más… hasta que yo te diga…-yo me acerque y le empecé a sacar el vestido muy despacio… lentamente. Jorge la hizo poner de rodillas con el culo apuntando a Marcelo y le dio su pija a chupar.- Move el culito bien para que lo vea nuestro amigo… como vos sabes… no es tu amigo… es una pija caliente… calentala vamos… -ni que decir que con la calentura acumulada Claudia chupaba como desesperada, necesitaba verga y movía el culo cadenciosamente.- pedile al señor que te coja… que no vino a hablar aca… -se saco la pija de la boca y dijo con su mayor voz de puta caliente:
-Señor cojame por favor…
Marcelo se puso de pie y se desnudo. Una pija normal pero bien dura asomo de su boxer, la monto así como estaba como una perra, mientras ella chupaba la verga de Jorge. Este le dijo:
-Decile que te coja… que no vino a hablar sino a beneficiarse de la puta que sos…
-Si cogeme perro cabrón… aaaa…. Quiero verga… soy una puta hambrienta… -después de un rato Jorge lo hizo sentar a Marcelo en el sillón, que Claudia lo montar y el le fue preparando el culito hasta que la penetro. Claudia volaba de calentura. Le tomo la colita del pelo y le giro el cuello, Claudia abría la boca y Jorge le escupia la boca y la cara.
-La puta quiere verga y no charlar… verdad puta…
-Si que lindo dos vergas… juga con mis pezones perro… -y Marcelo los mordisqueaba suavemente.- giro de nuevo su cabeza y se comian la boca con Jorge estaban los dos desesperados parecía que era una deuda pendiente entre ellos, ahora el que parecía no existir era Marcelo. Y obvio que yo nunca existí, de a ratos me iba a la cocina o al cuarto de la nena, no quería llegar sin siquiera tocarme, nunca había sentido algo parecido, un remolino de sentimientos. Después Jorge deshizo la escena y la puso de rodillas al borde del sillón haciendole que le chupara la pija a Marcelo. Mientras el seguía taladrandole el culo violentamente.
-el no es tu amigo… es una pija para complacer puta… porque yo te lo mando… -Claudia se babeaba toda, estaba encantada. Jorge se salió y se sentó en el sillón la agarró del pelo con firmeza y le hizo limpiar su palo.- Chupalo bien… con detenimiento… y vos que esperas… proba ese culo que es delicioso… -y Marcelo así lo hizo disfrutaban los tres como cerdos, pero era obvio que Jorge dominaba. La agarro fuerte del pelo, detuvo la chupada y lo hizo que lo mirara firme a los ojos.- Te gusta como te taladra el culo…?
-Si me encanta…
-Pedile que te lo llene…
-Llenamelo de leche, mucha porfavor… -dijo con voz de puta.- Así mi rey esta bien…? –por toda respuesta Jorge la puso de nuevo a chupar su palo. Marcelo estaba embrutecido y le dio bien duro hasta que descargo profundo en su culo, cuando termino salio se vistió y me pidió que lo acompañara hasta abajo quería irse. Estaba turbado con todo lo vivido, bajo en el ascensor muy nervioso, parecía molesto y enojado. Cuando subí Claudia de rodillas al borde del sillón jugando con la pija de Jorge de a ratos.
-Viste como terminamos con el romanticismo… hoy conoció la puta que sos… y no toda esa charla hueca que tuviste… -ella lo montó y se la clavo de frente a él bien profundo en al concha.
-No se porque te deje ir mi rey… soy tu puta… toda tuya…
-Voy a invitar a otro amigo… uno que no te conoce… le va a encantar conocerte…
-Lo que vos digas mi rey…
-Si te llama Marcelo… le decis que primero hable conmigo…
-Todo lo que vos digas… dijo ella llegando una vez más.
Claudia es una perra vengativa 34
Pasaron un par de semanas, Claudia estaba muy nerviosa, esa noche, después de atarme a la cama y montada sobre mi palo, me confeso que se sentía descontrolada, que quería parar de alguna manera pero se sentía caliente todo el tiempo, le daba vergüenza como miraba el bulto de los tipos, decía esto mientras me cogia despacio y lento y gozaba de lo que me decía.
-No se amor… voy a terminar cogiendo con cualquiera… una puta me siento… le miro el bulto al portero… a todos… vamos a tratar de coger más seguido… vos aguanta mucho a ver si puedo bajar un poco la calentura… me siento enferma…
Cogimos después en silencio, ella tuvo un par de orgasmos y se quedo montada sobre mí que no había acabado besándome y acariciándonos.
-Tu piel me hace sentir algo especial… si recuperamos un contacto más romántico me voy a poder alejar de esta locura… -y me beso profundamente en la boca.
Estuvo un par de semanas mucho más tranquila, de a poco fuimos retomando casi la rutina de una familia normal. No atendía a su ex por teléfono, a su secretario le decía que no estaba bien por su novia, así que todo se iba ordenando. Yo en realidad extrañaba a la puta de Claudia, me había acostumbrado demasiado, no acababa en realidad porque no me calentaba tanto como cuando me humillaba. Igualmente sabía que la tranquilidad no iba a durar demasiado.
Una noche después de casi un mes, ni bien me montó ya volaba de calentura. Me contó.
-Viste la despensa que vamos siempre… aaaaahhhh…. Bueno el pelotudo del carnicero se fue… compro otro… -siempre había tenido fantasías con coger en una carnicería, no se llevaba bien con el tipo que había- es un muchacho joven de rulos… esta siempre con la esposa que atiende la despensa y los chicos de la verdulería son los mismos…
-Que paso que estás tan caliente… al grano…
-ayyy… que vicioso sos… nada que lo histeriquie un poco… y en un momento su esposa bajo… me miro fijo a los ojos y me dijo que ella se iba al mediodía y no volvía hasta las 3 que es cuando vuelven a abrir… -se empezó a clavar bien duro sobre mi pija y tuvo un violento orgasmo, tardo un rato en recomponerse- que lo fuera a visitar… tenía muchas clientas que les gustaba que le den carne especial… que lo visitaban al mediodía…
Yo le dije que iba a todos lados con mi marido… él se rió y me dijo que no tenía problemas que fuera con quien quisiera. Me di media vuelta y salí, me sentía ofendida, me parecía un guarango, pero me sentía caliente… -Seguimos cogiendo y ella tuvo un par de orgasmos más yo también tuve el mío, ya estaba caliente con solo pensar en volver al quilombo.
A pesar de lo que pensaba ella ni siquiera iba a comprar, ahora me mandaba a mí, el muchacho siempre me sonreía, un día que estábamos solos me dijo.
-Quédese tranquilo doctor… la doctora ya va a venir… cuestión de tiempo… -yo lo mire como si no entendiera y el me hizo un gesto como que no hacía falta hablar.
Siempre estaba con una musculosa, era muy flaco, muy alto, bien fibroso y usaba un pañuelo de seda en el cuello, tenía manos fuertes y manchadas de sangre obviamente, a Claudia siempre le habían gustado los carniceros y yo sabía que tenía la fantasía que la cogieran sobre el mármol de una carnicería.
Seguía pasando el tiempo y yo no sabía que hacer. Claudia cogía conmigo cada vez más caliente, esa noche, no se cuantos orgasmos tuvo. Al día siguiente seria en el desayuno me dijo que fuera a la tarde a la carnicería, que le preguntara si el martes al mediodía podía ella ir, que ese día no tenía consultorio, estaba ruborizada como una adolescente. Ni que decir que el muchacho me miro sonriente, Juan se llamaba, me dijo que obviamente se hacía un lugar especial.
-Que aires de perra tiene su señora doctor… parece que fuera olfateando verga todo el tiempo…
Se lo comenté esa noche en casa, mientras me montaba y solo gimió y cogimos hasta que reventamos juntos. Así la pasamos esperando hasta el martes.
El martes siguiente ni bien vino Lucía de la escuela le dijimos que cuidara un rato a la nena y fuimos hacia la carnicería, Claudia se había puesto unas calzas que le marcan ese culazo y se le notaba una tirita metida en el culo, estaba para partirla. Yo golpee la puerta de la carnicería y se abrió la puerta de vidrio, estaba baja la persiana de chapa así que pasamos por el agujero de la puerta, Claudia respiraba agitada, se la notaba caliente, ni bien entramos.
-Doctora… que gusto verla… de una vueltita para mí…. –ella giro sensualmente y sacudió un poco el culo cuando quedó de espaldas a él.- que linda esta doctora. Doctor porque no se sienta en algún cajón de la verdulería, póngase cómodo. –se acercó hacia ella y agarrandola del culo la atrajo hacia él.- Viniste putita…-le tomo la mano y la llevó a su bulto- sentí como la tengo hace rato que estoy así… esperándote… dura de solo pensar en vos. –Claudia se arrodillo y saco una pija tamaño cañón, realmente nunca había visto una pija así, solo en películas, larga y gruesa. La cara de Claudia era un poema, la agarro fuerte con su mano y fue tratando de degustarla como podía, trataba de hacerle una buena faena. El la ayudo a levantar y la llevo al otro lado del mostrador, la desnudo de la cintura hacia arriba y la apoyo sobre el mármol con el pecho apoyado en el, su culo ofrecido hacía el, agarro un par de cortes de carne se ensucio bien las manos y se las metía en la boca, Claudia gemía como una puta en celo. El fue a buscar una tarima que tenía para quedar más alto, el mármol estaba un poco incomodo por la altura, le bajo despacio la calza a claudia, le corrió la tira de su tanga a un lado y empezó a jugar con la cabeza de su pija por toda la raja.
-Ya no está ofendida la doctora… ahora quiere esta verga bien adentro no…?
-mmmmm…. Mmmm…
-Parece que perdió el habla la doctora… -y le metió un poco, solo la cabeza me pareció. Claudia se acomodo gimiendo- quiere más doctora…
-mmmmm…. Mmmmm…. –le junto bien las piernas-
-Te pongo así para sentir que me apretas más… te la voy a ir metiendo despacito… si querés que pare me avisas… a veces les duele un poco al principio… -Claudia tenía los ojos entrecerrados y la mejilla apoyada sobre el mármol manchado de sangre. Solo gemía con cada movimiento de cadera que Juan hacía para penetrarla, lo fue haciendo como dijo muy lento- no se hasta donde le metió pero me pareció que Claudia estaba acabando. Se movía contra su pelvis.- que facil acaba la doctora… es mas facil de lo que parece… -la agarro del pelo y le levanto un poco la cara, la empezó a coger con un ritmo parejo y pausado, le iba dando y Claudia gemia y se quejaba pero era obvio que de placer- Nunca te comiste una verga como esta eh…? Te gusta puta… te vas a enviciar como todas mis clientas… -le dejo caer suavemente la cara y Claudia solo seguía como perdida, en un limbo. Le siguió duando suave pero parejo, metiendo y sacando y Claudia volvió a acabar, pero a diferencia de siempre no gritaba ni decía nada, trataba de ocultarse un poco. En un momento el se la metió y se quedo apoyado sobre la espalda de Claudia. Le mordizqueaba el cuello, y le hablaba al oído. Claudia giro la boca y lo beso ahora como sacada, le chupaba la lengua y todo lo que el le daba, le metió los dedos manchados de sangre y ella los chupaba como desesperada. Después se salio de ella la arrodillo delante de él y se la dio a chupar un rato, después la puso de frente a él y ahora la penetro solo un poco mientras se comian las bocas, se la fue metiendo despacio, muy despacio, el gemido de Claudia ahogado por sus bocas que se mordían, el empezó a darle más duro y estuvieron otro montón hasta que se acoplaron sus orgasmos, Claudia parecía que se desmayaba. Después se besaron un poco más y el le mostro donde estaba el baño para limpiarse un poco. Cuando Claudia volvió le dijo gracias.
-Cuando te vuelvo a ver… puedo venir todos los martes si vos querés…
-Y no se… no quiero que te envicies…
-Ya me enviciaste… nunca me sentí así… fue todo nuevo para mí…
-Yo no tengo problemas… pero te vas a tener que coger a algún amigo mio tambien… un favor por otro…
-Como si fuera una puta…?
-Como mi puta…
Salimos de la carnicería y caminamos en silencio.
Claudia es una perra vengativa, 35
Salimos de la carnicería, Claudia sacudía el culazo por la calle, estaba caliente, enojada, en realidad, creo que quería tenerlo muerto a sus pies, como a todos, pero era él el que le ponía los puntos.
-Pero que se piensa el pendejo ese… que soy una puta… yo me cojo a quien quiero… no me va a ver más… que se cree… hijo de puta…
Yo caminaba en silencio y ella iba repitiendo un rosario de puteadas y rumoreando todo el camino a casa sobre el tema, cuando llegamos se fue a bañar y se paso la tarde con la nena. Yo aproveche para ver a algunos amigos que hacía mucho no veía, me hacía gracia que el tipo me dijera doctor, no quería pensar mucho en el tema, si no realmente me angustiaría, no dudaba que el martes próximo Claudia iba a ir, como cada martes de ahora en más y por un tiempo.
Esa noche cogimos, ella montándome pero sin atarme. A medida que se iba calentando empezó a soltar la lengua.
-Como me calentó… nunca me había comido una pija así… sentía que entraba apretada… me sentía caliente… volaba de calentura… lo sentía en todas las paredes de mi concha… aaaaa…. Aaaa… aaaaa… y tuvo su primer orgasmo. Me beso un largo rato y volvió a moverse de a poco. Y que dura estaba… la sentía latir… y ese pulsar me juraba que me iba a llenar de leche… que calentura…
Seguimos en esa vena un largo rato y tuvo varios orgasmos más, se durmió tranquila y yo me ocupe de la nena, Lucía estaba con el novio en el comedor. Se acomodaron cuando salí, ni quise saber que hacían.
Claudia por unos días no volvió a hablar del tema. El lunes a la mañana, cuando estaba por salir hacia el hospital le pregunté.
-Encargo algo de la carnicería…?
-Avisale que voy mañana al mediodia… que vamos… me tenes que cuidar… -me dio un beso en la boca y salió.
Le avisé al carnicero, tratando que nadie me oyera.
-No doctor, digale a la doctora que no puedo mañana, que tengo otra clienta… como se fue molesta…
Esa noche cuando llegó y le dije estaba furiosa.
-Pero hijo de puta, pendejo de mierda que se cree… anda a saber que se coge ese pelotudo…
Se quedo enojada y en silencio. No dijo mas nada en toda la noche, ni siquiera quiso coger, a la mañana siguiente, me dijo que le preguntara cuando podía atenderla.
Y así fue al día siguiente le pregunte y me miró sonriente.
-Doctor… digale a al Doctora que venga ella a pedirmelo… que lo acompañe… quiero ver como me lo pide…
Cuando llegó y le dije se pusó furiosa otra vez, lo maldijo y lo mando a la mierda, pasaron un par de semanas en que no volvimos ni siquiera a hablar del tema. Ella no había visto a ningún otro así que supe que todavía seguía pensando en el tema.
El día siguiente se vistió con una calza nueva, no tenía ropa interior por delante le marcaba los labios y atrás se notaba ese culazo que es para el infarto. Me dijo que cuando estuvieramos en el lugar se lo tocara un poco con disimulo. Fue a comprar en el despacho de fiambre, que está al costado de la carniceria, dentro del mismo local, lo atiende la esposa de Juan y ahí me hizo que le tocara el culo, Juan miraba disimuladamente, pero desde la entrada de Claudia se lo notaba distinto, Claudia charlaba animadamente con su esposa y ni lo registraba, Juan tratando de disimular le comía el culo con los ojos. Pagamos y salimos, caminamos media cuadra y nos alcanzo uno de los pibes de la verdulería, señora dice Juan que pueden venir el martes que viene.
-Decile que estoy muy ocupada… que algún día será.
Y así empezó a ser, cada día que ibamos yo compraba carne y ella en la fiambreria moviendo sensualmente y como al descuido su culo hacia la carnicería. Juan con disimulo me pregunto si podía ir al día siguiente para hablar con él. Le dije que lo iba a consultar. Cuando le dije a Claudia me dijo que no había problema, simplemente que escuchara a ver que quería y que se lo transmitiera a ella.
Cuando fui al día siguiente, golpee la puerta, me abrío y entré-
Hola doctor, pase pase… no se que le paso a su señora… realmente no es para que se ponga así…
-Mirá decime lo que querés y yo se lo transmito…
-Digale que me disculpe… que fui un poco grosero quizás… ella no es cualquier clienta…
-si le digo que dijiste quizás… no la ves más…
-Digale que venga el martes que viene… dele…
-Bueno le digo pero no se…
Cuando le conté a Claudia estaba feliz otra vez,
-No amor mío no… así no funcionan las cosas… decile que si quiere volver a verme… o va a ser en casa… o en un telo… a la noche… que se fije que le cuenta a la esposa…
Al día siguiente le dije a Juan y estaba encantado, me dijo que ni bien pudiera escaparse me avisaba con tiempo. Al otro día me dijo que el viernes podía. Que fuera donde quisiera Claudia.
-Viste que facil… el viernes en casa… quiero que me coja aca… decile despues de medianoche… que la nena se va… si no que se vaya al carajo…
Le lleve el recado, todos felices, el viernes fiesta en casa.
Claudia es una perra vengativa 36
Y finalmente llegó el viernes, Claudia estaba ansiosa desde la mañana, se fue nerviosa al hospital, yo me encargué de la nena, la acompañe a Lucía que a último momento había arreglado que salía de la escuela y se iba directo a la casa del novio. Solo la pequeña para cuidar pensé, que bueno.
Claudia volvió temprano, cerca de las ocho de la noche. Estaba excitadísima, le conté que Lucía ya no estaba, le encantó y dijo que podíamos aprovechar y bañarnos juntos, nos metimos juntos bajo la ducha y me hacia acariciarla suavemente con el jabón.
-No puedo sacarme esa pija de la cabeza… es como la de mi ex… de larga pero mucho más gruesa… yo creía que no me importaba el tamaño… pero me muero de ganas de sentirla de nuevo… de sentir como me llena… -y se empezó a acariciar suavemente su almejita.- Vos habías visto alguna pija así amor…?
-Una vez en un gimnasio… había un par de tipos bastante pijudos pero no estaban erectos… así que no se…
-Ayyy… erecto… mírenlo que elegante… me voy a comer una pija bien dura y gruesa, bien parada… troncuda… erecta… mírenlo a la maricona…
Después de bañarnos la seque bien y nos besamos y acariciamos un largo rato los dos desnudos, me hizo ponerle la ropa interior con detenimiento y se puso un vestidito corto entallado que le marca ese culazo. Yo volaba de calentura.
Después se despertó la nena estuvimos un rato jugando con ella y después le di otra mamadera y la acosté. Pedimos una pizza y cenamos en silencio. Miramos un rato de tele abrazados en el sillón, ella me besaba y me acariciaba la pija. Cerca de las doce sonó el timbre, mi corazón parecía que me iba a estallar, fui a atender y le dije a Juan que ya le abría. Me dio la mano en la puerta y subimos en silencio en el ascensor. Cuando abrimos la puerta claudia lo esperaba de pie en el medio de la sala. Le sonrió y el se acerco y empezaron a besarse, se acariciaban mutuamente y la mano de Claudia ya buscaba el tronco de él.
-Tenés ganas de volver a sentirlo… eh… no aguantabas ya… -Claudia no hablaba lo besaba y acariciaba, el la empujo de los hombros poniéndola de rodillas delante de él, Claudia se la libero y empezó a chuparsela mientras él hablaba.- Como dejaste pasar tanto tiempo no doctora culona… que culo delicioso tenes… como lo movés cuando hablas con mi mujer… sabes que te lo miro eh puta… -Claudia solo chupaba como desesperada. En ese momento la nena empezó a llorar de vuelta, fui al cuarto, tenía que cambiarle los pañales, les dije que fueran a la sala donde estaba la tele que iba a pasar con la nena al baño. Hice todo lo más rápido que pude, cuando la nena se durmió volví en silencio a la sala. Juan estaba sentado en el sillón y Claudia totalmente desnuda montada sobre su pija, moviendo la cadera muy despacio… suave… la boca de Juan pasaba de un pezón al otro… con detenimiento chupandolos a placer…
-Como me llena tu verga… que delicia… nunca comí un tronco como este… y que duro lo tenés… podés venir los martes o yo puedo ir… que te parece…
-Si me encanta tu culo… es una delicia… y pocas clientas tienen tanta cara de puta como vos… me calienta tu cara…
-Tengo cara de puta…
-Si de puta y de viciosa…
-aaaaaa…. Aaaaaa…..aaaaa…. –entró en una especie de orgasmo prolongado y dejó caer su cabeza sobre el hombro de Juan, se quedo un rato larguísimo clavada y sin moverse. Cuando Claudia se recompuso se salió de el y se puso a su costado con las rodillas en el sillón y el cuerpo apoyado en el respaldo.- cogeme como a una perrita… me gusta ser tu perra… querés… -él no contesto solo se puso de pie y primero jugo un largo rato con su chota en la puerta y después se la fue metiendo lento. Se entretuvo un rato largo metiendo y sacando su cabeza ante los gemidos de placer de Claudia. En un momento se la dejo ir a fondo. Claudia quizo escapar pero estaba atrapada, la tenía bien agarrada de la cintura y así la dejo, bien clavada.
-Así querías estar eh puta… disfrutalo ahora… toda esta verga para vos… mi culona favorita… cara de perra facil…
-aaayyy… hijo de puta… ayyy… que perro maldito… ayyy cogeme… -y el empezó a bombearla suavemente, su pija salí mojadisima cada vez y los gemidos de Claudia aumentaban cada vez más hasta que volvió a tener un orgasmo. Juan no había acabado, se salió y fue al baño, cuando volvio le comento a Claudia que no quería acabar enseguida porque no podía acabar más de una vez por noche. Le costaba mucho. Claudia estaba sonriente y satisfecha. El se sento de nuevo en el sillón. Claudia se pusó sobre él.
-Vos no te muevas voy a ver si puedo meterla un poco en el culo… pero es tan gruesa tu cabeza… si fuera un poco más chica…
-Ninguna quiere en el culo… las lastimo…
Claudia me hizo un gesto y le lubrique el culo despacio y bastante. Con su mano tomo la pija de Juan mientras se mordía el labio inferior. La apoyo en la puerta de su culo y solo jugo un ratito con ella. Después empezo a respirar profundo y se metió solo la cabeza adentro, Juan había cerrado los ojos y era él ahora el que gemía.- Nunca pude ni meterla en el culo.-Claudia se quedó un largo rato solo con la cabeza metida y moviendose suavemente sin meter ni un centimetro más.
-Te gusta mi culazo… no es de adorno… viste… es para usarlo…
-aaaaa…. Que delicia… me matás…
-y decime perro maldito… como te gustaría acabar… lo que vos quieras… soy tu puta… otro día me la vas a meter más todavía en el culo… y quizás te deje cogerme de perrita por el culo querés…
-aaaaa… si delicia si…
-No tenés otra clienta asi… ehhh…. –decía ella tambien gozando-
-Sos la mejor… culona preciosa… zorra puta…
-Y como te gustaría acabar…
-Me encantaría escupirte toda mi leche en la cara… salpicarte por puta viciosa… esa cara de perra viciosa que tenes…
-Ya queres… eh mi machito… perro mio…
-si ponete de rodillas en el suelo…
Claudia se arrodillo y el empezo a pajearse, ella jugueteaba con su lengua por los huevos, el se pajeaba despacio cuando estaba por acabar la tomo del pelo y la puso a distancia para descargarle, Claudia abría la boca, la viciosa. Su pija empezó a escupir salpicandole toda la cara. El estuvo un rato largando guascazos. Claudia se acariciaba la concha y estaba llegando otra vez. Cuando el se recompuso Claudia se quedo arrodillada delante de él con la cara escurriendo leche.
-Me encanta que me escupas tu leche… soy tu puta… pero solo tuya… no para que me compartas… está claro…
-Si perra si… te amo…
-Como te amo… sos mi perro no mi amor…
El se quedó un rato más solo acariciandose con Claudia se tenía que ir, no quería tener quilombos, bajamos en el ascensor le dije que no era doctor. Me miro sin decir nada, me dio la mano en la puerta y ahí termino la noche. Cuando subí Claudia se había acostado, iba a ir acompañarla y la nena empezó a llorar, mala suerte.
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