Tenía aproximadamente 19 años cuando por cuestiones de trabo de mis padres quedé al cuidado de una familia vecina, todas las noches dormía en el mismo cuarto con dos muchachos de 19 y 20 años. una noche de esas el menor de ellos de nombre José a quien le asustaba la oscuridad, se pasó a mi cuarto al poco rato y sin querer rose su entrepierna a lo cual él respondió bajándose el pijama. Acto seguido comienzo a acariciar la piel de sus nalgas que era muy suave y el empieza a gemir yo le digo en vos baja que calle porque su hermano no va a oír y a contarle a los papás. El muchacho guarda silencio y solamente se retuerce cada vez que lo toco, mi miembro ya está listo a explotar y sin más le cojo la mano y se la llevo allí. José sabía que hacer por me inmediatamente se hecho saliva en la mano y empezó a hacerme una paja lenta y pausada que me iba volviendo loco, luego se metió bajo las cobijas y comenzó a chuparme el miembro pero lo hacía como si estuviera comiéndose el mejor dulce del mundo, lo saboreaba, lo sobaba, le echaba saliva y luego se la volvía a quitar con la lengua, cogía con delicadeza cada una de mis bolas y la lamía y así poco a poco fue dirigiendo su camino hacia mi ano; cuando llegó allí seguía lamiendo, y poco a poco fue introduciendo uno de sus dedos, siempre lubricando con mucha saliva que no se dé donde le salía, Es caminito ya me estaba volviendo loco por lo que trate de voltearlo de espaldas a mí para penetrarlo pero el muchacho era más fuerte que yo y no se dejó, siguió en su oficio es decir dejándome sin aliento y lógicamente sin resistencia.
Como a la media hora de estar es estas comienzo a sentir una gran calentura en el ano y un deseo intenso de que me metiera algo más grueso que el dedo que desde hace rato ya tenía allí y como si fuese adivino José me metió un segundo dedo esta vez con más saliva y en movimientos circulares lo cual agradecí cogiendo su miembro, que entre otras cosas no estaba nada mal ya que era y grueso y aunque un poco más corto que el mío, y conforme el muchacho me enseñó comencé a hacerle un pajazo pero mucho mas rápido y violento que el está haciendo con migo pues ya estaba que me estallaba, En seguida ese muchacho me quitó el pijama, y se colocó a mi espalda, yo estaba que me moría por lo que le jalaba el pene para que me lo metiera lo cual él hizo con todo cuidado y sin ningún tipo de dolor pues ya le había metido tres dedos y mi orto estaba que necesitaba ese remedio. Una vez lo metió todo me mordió en la nuca y me dijo que pensó machito que usted era el que me lo iba a meter pues eso será otro día por que hoy desvirgo yo. No estaba en condiciones de discutir simplemente empuje hacia atrás las nalgas para que me lo pudiese meter todo y me deje llevar por esa sensación indescriptible de placer ya que el miembro del muchacho era más grueso que sus tres dedos junto. Luego en el mete y saca desaforado se vino dentro de mí y sentí como un enema de semen que cosa mas rica. apenas terminó se salió y paso a chuparme la verga que estaba que se estallaba no fue si no que la toco con la punta de la lengua y ya no aguanté mas fueron como cinco descargas de semen que el muchacho gustoso recibió en su boca y se las tomó sin perder gota.
Cual sería mi sorpresa cuando volteo y al lado de la cama estaba parado el otro muchacho quien tenía toda su vergota, por que esa sí era grande, en la mano y se la sobaba haciéndome ademanes que me callara por que los papas estaban cerca. Como quisiera contarles todo de una pero es mejor el suspenso
Como a la media hora de estar es estas comienzo a sentir una gran calentura en el ano y un deseo intenso de que me metiera algo más grueso que el dedo que desde hace rato ya tenía allí y como si fuese adivino José me metió un segundo dedo esta vez con más saliva y en movimientos circulares lo cual agradecí cogiendo su miembro, que entre otras cosas no estaba nada mal ya que era y grueso y aunque un poco más corto que el mío, y conforme el muchacho me enseñó comencé a hacerle un pajazo pero mucho mas rápido y violento que el está haciendo con migo pues ya estaba que me estallaba, En seguida ese muchacho me quitó el pijama, y se colocó a mi espalda, yo estaba que me moría por lo que le jalaba el pene para que me lo metiera lo cual él hizo con todo cuidado y sin ningún tipo de dolor pues ya le había metido tres dedos y mi orto estaba que necesitaba ese remedio. Una vez lo metió todo me mordió en la nuca y me dijo que pensó machito que usted era el que me lo iba a meter pues eso será otro día por que hoy desvirgo yo. No estaba en condiciones de discutir simplemente empuje hacia atrás las nalgas para que me lo pudiese meter todo y me deje llevar por esa sensación indescriptible de placer ya que el miembro del muchacho era más grueso que sus tres dedos junto. Luego en el mete y saca desaforado se vino dentro de mí y sentí como un enema de semen que cosa mas rica. apenas terminó se salió y paso a chuparme la verga que estaba que se estallaba no fue si no que la toco con la punta de la lengua y ya no aguanté mas fueron como cinco descargas de semen que el muchacho gustoso recibió en su boca y se las tomó sin perder gota.
Cual sería mi sorpresa cuando volteo y al lado de la cama estaba parado el otro muchacho quien tenía toda su vergota, por que esa sí era grande, en la mano y se la sobaba haciéndome ademanes que me callara por que los papas estaban cerca. Como quisiera contarles todo de una pero es mejor el suspenso
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