You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

El papá del amiguito del Ro...

Hola chicos, ¿cómo se estuvieron portando? Espero que mal..., jaja. Ha pasado bastante tiempo desde mi último relato, pero no tanto desde mi último polvo. De hecho acabo de echarme uno con Alfredo. Pero ¿quién es Alfredo?, se estarán preguntando. Bueno, para ello debo remitirme a los primeros días del año que acaba de empezar.
Por las tardes, cuando el día esta lindo, suelo llevar al Ro a la plaza que está cerca de casa. Fue así que conocí a Alfredo, ya que él lleva también a su hijo, que tiene la misma edad que el mío. Al principio solo nos sentábamos cerca y nos mirábamos solo ocasionalmente mientras nuestros hijos jugaban, pero con el tiempo, y ante la amistad que se había forjado entre nuestros primogénitos, nos fuimos acercando cada vez más. Así me fui enterando que su esposa es azafata de una aerolínea internacional y cuando está de viaje él se ocupa de cuidar a Benjamín, que es como se llama su hijo.
El es escritor, más precisamente guionista, por lo que trabaja en su casa y puede disponer con mayor libertad de su tiempo. Incluso me mencionó algunos programas que había escrito, varios de los cuales había visto y, sinceramente, me habían gustado.
-No puedo creer que hayas escrito...- le dije cuando me contó sobre su actividad, mencionando ese programa que tanto me había cautivado.
-Sí, es mío, y me alegra que te haya gustado- repuso visiblemente halagado por mi euforia al respecto.
-Es mi novela favorita de toda la vida- insistí sin poder creer estar ante el creador de tan emotivos momentos.
-Siempre fantaseé con la idea de tener el libreto del último capítulo, ¿sabés?- le comenté -Como una especie de souvenir-
Por supuesto sabía que estaba abriendo una puerta que luego sería muy difícil de cerrar, pero bueno, es que soy una experta en abrir puertas que deberían permanecer cerradas.
-¿Qué te parece si me acompañas a casa? Mientras Benja y Rodrigo juegan puedo mostrarte todos los libretos de ese programa..., y regalarte el del último capítulo- me sugiere.
-¿Autografiado?- me entusiasmo como una groupie ante su RockStar favorito.
-Obvio, autografiado y dedicado- asiente.
-Pero, ¿y tu esposa?- le pregunto preocupada.
-A esta hora debe estar llegando a Nueva Zelanda- me tranquiliza -Además, solo vas a ver unos libretos, ¿o no?- agrega con una suspicaz mirada.
-Por supuesto, solo los libretos- asiento devolviéndole la mirada con igual o mayor intensidad.
Agarramos a nuestros respectivos hijos y vamos a su casa. El Ro se entusiasma enseguida ante la posibilidad de jugar con los juguetes de su nuevo amigo, así que no pone reparos cuando lo saco del arenero.
Benja, como lo llama su padre, tiene un cuarto de juegos con todas las medidas de seguridad inherentes a un niño de 3 años, por lo que no debemos preocuparnos por ellos mientras están allí. Pero aún si todo eso no nos parece suficiente, una cámara nos permitirá ver lo que hacen nuestros hijos en todo momento mientras no estemos con ellos. El monitor de la cámara esta en el estudio de Alfredo, que es adonde me lleva luego de dejar a los niños en su propio mundo de juegos y juguetes.
-¿Te gustaría tomar algo?- me pregunta mientras entramos al que sería por ese rato nuestro mundo.
-Lo que vos tomes está bien- asiento.
Se acerca al bar que se encuentra en un rincón y sirve dos copas de una bebida que por la botella debe ser bastante cara.
-Por habernos conocido- dice entregándome mi copa y chocándola con la suya.
Tras el brindis y de beber lo que resulta ser un coñac bastante añejo, abre un armario y saca una caja rotulada con el nombre del programa que ya habíamos mencionado antes, el que tanto me había gustado hace tan solo unos pocos años. Allí están los libretos de toda la temporada. Abro la caja y los hojeo fascinada. Mientras busco el del último capítulo, la mente maestra tras esa obra, se coloca tras de mí, solo que ahora no es solo una mente, sino también un cuerpo (el suyo) atraído por otro cuerpo (el mío).
Encuentro el libro de ese último capítulo justo cuando me apoya el bulto de su entrepierna por entre las nalgas, por lo que no sé mi exclamación de placer es por haberlo encontrado o por sentirlo. Igualmente, al sentir aquel contundente roce, mi reacción natural es echar la cola hacia atrás, para hacer aún más nítida y efectiva la sensación..., la sensación de que me están apoyando, claro.
Miro por un momento el monitor que muestra el cuarto de juegos en donde está mi hijo, entretenido con los juguetes de su amiguito, sin preguntarse todavía en donde está su mamá. No tengo de que preocuparme, así que dejo el libro dentro de su caja, me doy la vuelta y le rodeo el cuello con mis brazos.
-Sabés que no vine solo por los libretos, ¿no?- le digo en un susurro.
-Claro que lo sé- asiente y me besa.
Mejor dicho, nos besamos, ya que soy yo la que abre la boca y recibe su lengua para enredarla con la mía, mezclando saliva y gemidos como la fiel demostración de lo que nos veníamos guardando desde hace rato. Nos gustábamos y allí estábamos refrendándolo.
-No suelo hacer esto- me dice luego de ese efusivo primer beso.
-¿Qué? ¿Besar a una mujer?- bromeo sintiendo aún la tersura de sus labios entre los míos.
-No, me refiero a..., engañar a mi mujer, no creas que aprovecho sus viajes para traer mujeres y ponerle los cuernos en mi propia casa- me aclara.
-Yo tampoco suelo irme con los padres de los amiguitos de Rodrigo, y sin embargo acá estoy- le digo volviéndolo a besar, siendo esta vez yo la que busca su boca para comérsela sin concesiones.
Ya no hay reproches ni justificaciones, vamos a ponerle los cuernos a nuestras parejas, y se los vamos a poner bien puestos.
Ya desenfrenado, Alfredo me levanta la blusa, me hace a un lado el corpiño y me chupa las tetas, me muerde los pezones con frugal apasionamiento, los retiene entre sus dientes y los estira, como queriendo comprobar la elasticidad de los mismos. Sin dejar de chuparme, desliza una mano por debajo de la falda de mi vestido, primero me acaricia por encima de la bombacha, luego se mete adentro y empieza a explorarme la conchita. Tiene dedos largos y suaves, por lo que me llega bien adentro, allí en donde las sensaciones son más intensas y fulminantes.
En pleno éxtasis saca los dedos empapados de mi almíbar y se los chupa.
-¡Que rica estás!- exclama encantado.
Chuparse los dedos no resulta suficiente (ni para él ni para mí), así que me sienta sobre el escritorio, me separa las piernas y haciendo a un lado el elástico de la bombacha, empieza a chuparme con aviesa delectación. Mi concha se abre toda para él, recibiendo gustosa esa lengua larga y afilada que describe unos arabescos deliciosos por todo mi pulposo interior. Echo la cabeza hacia atrás y suelto un plácido suspiro, mordiéndome los labios para no gritar pese a que los niños no pueden oírme. Alfredo se entusiasma con mis demostraciones de placer, y sacándome la bombacha, arremete con todo, comiéndome literalmente la concha. Está de rodillas en el suelo, con la cabeza entre mis piernas, la lengua bien dentro mío y su barba de tres días haciéndome cosquillas en la parte interna de los muslos. Pongo una mano por detrás de su cabeza y la empujo aun más hacia mí, moviendo la cadera en círculos en torno a su boca. Es..., "too much", acabo entre sus labios, mojándome con tal intensidad que las piernas se me sacuden furiosamente.
Me recuesto de espalda en el escritorio, dejándome arrasar por las pletóricas sensaciones del orgasmo. Ni siquiera me doy cuenta del momento en que se pone un preservativo y empieza a cogerme, ahí mismo, en el escritorio, parado entre mis piernas y con los pantalones bajos.
Para cuando vuelvo en mí, ya me está bombeando de lo lindo, mis tobillos en sus hombros, asegurándose con cada empuje de llegar hasta lo más profundo.
-¡Ahhhh..., ahhhh..., ahhhh..., ahhh...!- cada uno de mis gemidos rubrica cada uno de sus ensartes, penetraciones profundas y poderosas que me remecen hasta el alma.
Mis tetas se sacuden frenéticas al ritmo de esos embistes, cada vez más fuertes y certeros. Sin dejar de cogerme, me las agarra y aprieta, como queriendo moldearlas a su antojo. Estamos en llamas, ávidos de sexo, dispuestos a inmolarnos en nuestra propia lujuria.
Con esa mirada que revela ideas más que indecentes, Alfredo me la saca de adentro y me levanta del escritorio.
-Desde que te vi por primera vez en la plaza supe que iba a terminar cogiéndote- me dice mientras me besa locamente.
Luego del beso me da la vuelta, me reclina sobre el escritorio, y me la vuelve a meter, esta vez desde atrás, iniciando un nuevo vaivén, ahora amasándome el culo. Por un momento, sin dejar de sentir pijazo tras pijazo, le eché un vistazo al monitor. Nuestros hijos seguían jugando como si nada, felices y entretenidos, absolutamente ajenos a lo que sus padres hacían en la habitación contigua.
-¡Cogeme..., cogeme...!- le pido con la voz ronca de calentura, desviando ahora si la mirada.
No tuve que repetírselo ya que arremetió con todo, haciendo uso y abuso de un vigor sexual por demás impetuoso e implacable. Pero aunque me tenía ahí, sometida a su virilidad, no soy de las que se quedan quietas y se dejan hacer, me gusta moverme, contonearme, subir, bajar, saltar, y todas esas cosas lindas que se pueden hacer cuando se tiene una buena pija como punto de inflexión. Así que lo fui empujando con mi cola hasta que cayó sentado en el sillón que teníamos detrás, yo sobre él, con toda la pija adentro, clamando más acción todavía. Me empiezo a mover en círculos primero, sintiéndola en toda su intensidad, para luego apoyarme en los apoya-brazos del sillón y moverme arriba y abajo, deslizándome a todo lo largo de esa suculenta verga que no para de rugir y estremecerse. Y yo tampoco, no paro de rugir y estremecerme, saltando sobre ella, metiéndomela bien hasta las entrañas, deseando que el papá del amiguito del Ro aguante hasta que me haya echado el polvo por el que estoy allí en ese momento. Quiero acabar, mojarme, explotar y volar en pedazos, lo necesito, me urge más que cualquier otra cosa. Mi hijo está en la otra habitación, jugando inocentemente, y yo ahí, a unos pocos metros, cogiendo como una descosida con alguien que había conocido en la plaza a la que lo llevaba a jugar. Pero eso es lo de menos, lo que más me importa es quedar satisfecha, que el engaño valga la pena. Porque si le ponés los cuernos a tu marido, por lo menos que te echen un buen polvo, ¿o no?
Después de años de infidelidad aprendí a lidiar con la culpa y el desasosiego que siento después de acostarme con otro hombre. No crean que después de coger con otro vuelvo a casa silbando y con la sonrisa de oreja a oreja..., bueno, la sonrisa de oreja a oreja si puede ser, ¿quién no la tiene después de haberse echado un buen polvo?, aun así la dicha no siempre es completa. Por más bueno que haya sido el polvo, siempre queda esa sensación de traición y arrepentimiento, aunque en mi caso es algo ínfimo, ya que aprendí a ignorar tales sentimientos hace años, cuando me di cuenta de que me sería imposible mantener algún mínimo de fidelidad.
Desde atrás Alfredo me amasa las tetas, me las aprieta, conteniendo esa voluminosa masa de carne que se precipita arriba y abajo a causa de mis enérgicos y desaforados movimientos. Aunque lo cojo con la fuerza suficiente como para dislocarle la poronga, Alfredo no se queja, solo gime y jadea al ritmo que yo le impongo con mis saltos ornamentales. Estoy empapada, mojada a más no poder, por el interior de mis muslos me chorrea el flujo que me sale de adentro, pura savia vaginal, el vivificante condensado de placer y lujuria en el cual deseo ahogarme.
Los dos estamos a punto, ya casi, solo un poco más..., un poquito y..., ¡AHHHHHH...! ¡SIIIIIIIIII...! ¡Acabamos juntos! Así vale la pena la infidelidad. ¿Quién puede sentirse culpable después de echarse un polvo como ese? Yo no, por supuesto. Y Alfredo menos aun, sus exclamaciones de placer y hasta gritos de júbilo son pruebas más que irrefutables.
Me quedo un buen rato unida a él, sintiendo como esa explosión inicial va remitiendo lenta y pausadamente, y lo que antes fue pasión y desenfreno, ahora se convierte en un delicioso relajo.
Cuando me levanto, la pija sale de mi interior con un sonoro ¡PLOP! Pese al polvo sigue dura y erguida, lo cual constituye una tentación casi imposible de ignorar. Los chicos siguen jugando de lo más tranquilos, por lo que me dispongo a darle una agradable "yapita". Me acobijo entre sus piernas, de rodillas en el suelo, y se la voy tocando de a poco, en la punta primero, en los costados después, deslizando mis dedos como si fueran plumas, rozándolo apenas. Pero aunque se trata solo de un roce, la pija se le sacude como si hubiese recibido una descarga eléctrica.
A causa del reciente orgasmo, el forro está repleto de semen, el cual se derrama como un vívido afluente cuando se lo saco. Le agarro la pija por las bolas y le ofrendo una soberana mamada, chupando carne y leche por igual, una combinación sumamente exquisita debo decir. Si hasta ese momento no había perdido ni un poco de tan encomiable rigidez, con la tirada de goma se le pone mucho más dura todavía. Para variar y darle un descanso a mis labios, le hago una turca que hasta lo pone bizco de placer. Luego me diría que su esposa es de tetas pequeñas, por lo que hacerse una paja con ellas es imposible, pero con mis tetotas XL, tamaño más que adecuado para tales menesteres, pudo disfrutar de lo que, hasta ese momento, constituía solo una fantasía. Sería la segunda que cumplía esa tarde, la primera, tal como él mismo dijo, fue voltearse a la linda mami de la plaza.
Se la chupé hasta que volvió a estar listo para una nueva descarga, entonces me tragué todo lo que soltó, disfrutando con el mayor de los gustos tan preciado postre.
Para entonces los chicos ya estaban inquietos, habían estado demasiado tiempo solos, por lo que me vestí, corrí a enjuagarme la boca en el baño y fui por mi hijo.
Le agradecí a Alfredo su hospitalidad, (y el polvo, claro está), y me fui a casa con el Ro. Obviamente que aquel no sería el único encuentro con el papá de su amiguito, sino el primero de una larga serie que continúa hasta hoy.

PD: a los pocos días, y aprovechando un nuevo viaje de su mujer, volví por el libreto que había olvidado. Autografiado y dedicado, tal como me lo prometió.

Comentarios Destacados

juangarcha +6
Me parece que tampoco corresponde exigir que la historia sea verdadera, basta y sobra con que esté bien escrita. Apunta a un verosímil creado en más de 100 relatos. O sea, es evidente que no le metió los cuernos con 200 personas a su marido, que no garcha mientras mira por la camarita a su hijo, que el marido ALGO tendría que haber sospechado a esta altura que la gente no funciona en eso que llamamos "realidad" como en el universo que nos propone Marita. Simplemente es verosímil porque el universo de sus relatos tiene un mundo consistente. Pedirle que sea una radiografía de algo real es no entender el límite entre realidad y ficción. A mí me gusta como escribe, me divierte y me calienta, no entiendo por qué habría que exigirle otra cosa.

35 comentarios - El papá del amiguito del Ro...

fabiand333
Decime a que plaza vas, asi llevo a mi nene!!!!
Te dejo puntos!!
seezsa
Cómo me calentar. Quiero cruzarme en tu camino y que cojamos hasta el fin del mundo
JuanManuelBravo
me encanto, q ganas de ser uno de tus amantes mari, me enloquese lo sputita q te pones y como lo describis
menchito123
yo te re garcho decime que plaza estas
Elpndjomacho
que buen relato!!! excelente!! ¿será una vivida experiencia? o imaginacion pura? bueno está muy bueno....muy morboso todo, buen manejo de tiempos y de descripciones, dejo +8
sleepmaster
Que grande, te extrañabamos diosa... Faltó anal... Para la próxima. Te dejo diez puntos.
darioinx
Muy bueno... Realmente calienta como gozas con semejante cogida..
jpthejocker
Tremendo relato. Me híper calentas y me encantaría ser el protoganista de uno de tus relatos...van puntos
manuelkkk
Muy buen relato, un poco mentiroso, te das cuenta leyendo entre lineas. Igual tan mal no te salio.
catrro
Que lindo encontrarte....me dejas re caliente
dantraloco
Se me puso bien dura jajajaja
Va punto
pablooo_2
Que buena historia... y excelente cogida!!!
Que bueno que hayas vuelto a P!
MIsko-Jones
excelente relato , creo estar seguro que el autor no se trata de Abel Santa Cruz 😃 😃 😃

Besos Misko
eltirijillo
Abel Santa Cruz murió en 1996.
MIsko-Jones
@eltirijillo ahora estoy mas que seguro que no se trata de el 😉
kramalo
" el flujo que me sale de adentro, pura savia vaginal, el vivificante condensado de placer y lujuria en el cual deseo ahogarme....." hay Marita...yo tambien...ahogame..jeje..!! muy bueno Putita...qué dificil es encontrar un hembron asi en éste mundo....van puntos, obvio..
nano652
Como extrañaba pajearme con tus relatos me sacas una cantidad impresionante de leche
chikabisex
Que bien que escribís!!!!! Un placer leerte!! Te dejo 10 puntines
Guiyote07
Tremendo como siempre !
Ah...me encanta como definis los tags : "casada puta", "putita"
Mortal lo tuyo
wolfsraine
mi fantasia tambien es la turca. gracias por escribir asi besos
edu-desafio
Es está muy bien escrito, eso no se puede discutir. Pero con los ingredientes de la historia no me convencen. Es decir, él guionista, su mujer azafata y vos una sexi madre que lleva el nene a la plaza. Ni la mejo película americana podía montarlo mejor, que se yo. Estuvo bueno.
el_bolita
sos una genia Mari, ¿Como van las aventuras del Cholito? Esas son las mejores que te mandas te deje un diego por ahi
guilloherrera
Y UN DÍA Volvió
la Reina, gracias por tu relato.
chelocabito
Lejos la mejor narradora y escritora de poringa,ahora q te cruzaste con un guinista pueden hacer una hermosa dupla y escribir muchas historias,es mas conociendo todos tus relatos estoy seguro q vos le podes enseñar sos la numero 1!!!
avispa257
Se te extrañaba preciosa, seguí aportando y espero verte algún día.
cantlookaturskin
Muy bueno! Un placer leerte siempre e imaginar tanto el relato como a vos!
perroandante
por favor que placer que da leer tus aventuras a tal punto que te veo hacerlo y no te imaginas como me pones y como termino, si sigo asi creo que voy a necesitar un seguro?
belumita
extrañaba tus relatos. Sos the best!
bier324
Quiero más de tus relatos!! Muy bueno!!
nanoknight
que linda trola que sos..
que alegria que hayas vuelto.. y cuanta fantasia me despertas a mi leyendote..
excelente relato cmo todos los anteriores.
y la calentura que me agarro esta para que te tomes una buena lechita desde el envase
buenisima como siempre!
borracho_tuerto
Había esperado con ansias tu nuevo relato Marita, y para mi fue demasiada larga la espera jajajaja, pues tus relatos me encantan, y tu manera de relatar cada situación es única y muy cachonda, con esos detalles tan especiales que tu le das, y que me ponen tan caliente, lo que para mi gusto los convierten en la mejor película porno que haya visto!!

Como siempre GRACIAS Y FELICITACIONES QUERIDA, por tan excelente trabajo "literario", y ojalá que el próximo encuentro con Alfredo, o algún otro de tus "afortunados amigos" no demore tanto tiempo en aparecer por acá linda!!

Besos querida!! +10


El papá del amiguito del Ro...
gustavo3659
que buen relato ¡¡¡¡que putita hermosa que sos¡¡¡¡ me dejaste al palo imaginando la situacion jajajaj besos dsde hoy soy tu fan jajaja
Afrodita_Morbosa
Exquisito relato me encanto y calentó van puntitos..
NachoRove
ohfhfhfhfhhf el palo mal quede, porque soy el que va siempre a la plaza solo con los chicos!! jejejeje siempre pienso que tengo chance, jejeje ya me va a tocar. Besote y te felicito por el relato.