LA PUERTA DE SALOME
INTRODUCCION
Monasterio de San Marie, congregación cerrada una constante llovizna se cierne sobre él, fuertes campanadas llaman a misa, para darle el ultimo adiós, a la que fuera su gran directora Sor Teresa.
Una de las directoras más admiradas y queridas por la congregación por su gran sabiduría y comprensión.
Sor Clode la sucesora para tomar el puesto, debe viajar al Monasterio de San Marie en Rusia para someterse a un encierro de meditación y soledad para saber si espiritualmente está preparada para llevar gran tarea encomendada.
Sor Clode se apresto a ordenar su pequeño bolso para cumplir la orden de la congregación con el fin de emprender el viaje al día siguiente, sus ojos se llenaron de lágrimas mirando la foto de su antecesora y con el sobre lacrado de la orden para abrir una vez que llegue a su destino.
El viaje fue muy largo y tedioso hasta llegar al monasterio, la tarde era silenciosa y apacible. Parada ante gran puerta, ve que lentamente se abre con su clásico rechinar, con grata sorpresa es recibida por una monja muy anciana y de grata sonrisa, pero sin emitir ni sonido ni palabra, la guía hasta su cuarto, pasando primero por unos bellos jardines de aromáticas y coloridas flores, caminando por largos y fríos pasillos hasta llegar a una sombría puerta, la pequeña anciana le indica que pase, una vez traspasada la puerta siente que se cierra con llave a su espalda.
Un frio temblor recorrió su cuerpo al estar dentro de ella, pero sabía que era parte del ritual y prueba para poder acceder al sillón del monasterio, era una habitación austera con solo una cama mullida, un pequeño oratorio con un crucifijo en la pared que era iluminado por un haz de luz que se introducía por una ventana circular que lucía un bello vitreau, una mesa de luz estilo Victoriano, un viejo escritorio, sobre el papeles en blanco un frasco de tinta y unas plumas, una pequeña cómoda, para guardar sus pertenencias, un baño pequeño pero impecablemente brillante, pero lo que más le llamo la atención era una pequeña puerta sobre la cabecera de la cama con una cerradura y picaporte labrado.
Se sentó en la cama mirando el sobre lacrado y se aprestó abrirlo encontrándose con una carta dirigida a ella y una llave de particular belleza.
Estimada Sor Clode:
Cuando leas esta carta ya estaré junto a nuestro amado Señor, pero es muy importante que prestes atención a las palabras escritas porque es crucial que pases estos 30 días de claustro solitario.
Encontraras una llave que abre esa pequeña puerta que está en la cabecera de la cama, la que deberá ser abierta cuando suene las campanas del monasterio al atardecer y se cerrará al amanecer.
Tendrás que escribir con gran detalle lo vivido cada noche de encierro.
Si por algún motivo renuncias antes de los 30 días, serás separada de la congregación definitivamente, sin tener ningún tipo de contacto, guardando estricto secreto de por vida de lo vivido y las notas deberán ser quemadas.
Mi estimada compañera no se a lo que te enfrentarás cada noche, pero lo que sea, tienes que hacerlo con valor y confianza en nuestro Señor, que cuidará de ti para que no claudiques en esta gran empresa que es ser mi sucesora.
Que el Señor te proteja y guíe.
Sor Teresa
(continua en estos link)
http://imgbox.com/1XGxXs0x
http://imgbox.com/PUy9Vcwu
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CONTINUARA....
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Monasterio de San Marie, congregación cerrada una constante llovizna se cierne sobre él, fuertes campanadas llaman a misa, para darle el ultimo adiós, a la que fuera su gran directora Sor Teresa.
Una de las directoras más admiradas y queridas por la congregación por su gran sabiduría y comprensión.
Sor Clode la sucesora para tomar el puesto, debe viajar al Monasterio de San Marie en Rusia para someterse a un encierro de meditación y soledad para saber si espiritualmente está preparada para llevar gran tarea encomendada.
Sor Clode se apresto a ordenar su pequeño bolso para cumplir la orden de la congregación con el fin de emprender el viaje al día siguiente, sus ojos se llenaron de lágrimas mirando la foto de su antecesora y con el sobre lacrado de la orden para abrir una vez que llegue a su destino.
El viaje fue muy largo y tedioso hasta llegar al monasterio, la tarde era silenciosa y apacible. Parada ante gran puerta, ve que lentamente se abre con su clásico rechinar, con grata sorpresa es recibida por una monja muy anciana y de grata sonrisa, pero sin emitir ni sonido ni palabra, la guía hasta su cuarto, pasando primero por unos bellos jardines de aromáticas y coloridas flores, caminando por largos y fríos pasillos hasta llegar a una sombría puerta, la pequeña anciana le indica que pase, una vez traspasada la puerta siente que se cierra con llave a su espalda.
Un frio temblor recorrió su cuerpo al estar dentro de ella, pero sabía que era parte del ritual y prueba para poder acceder al sillón del monasterio, era una habitación austera con solo una cama mullida, un pequeño oratorio con un crucifijo en la pared que era iluminado por un haz de luz que se introducía por una ventana circular que lucía un bello vitreau, una mesa de luz estilo Victoriano, un viejo escritorio, sobre el papeles en blanco un frasco de tinta y unas plumas, una pequeña cómoda, para guardar sus pertenencias, un baño pequeño pero impecablemente brillante, pero lo que más le llamo la atención era una pequeña puerta sobre la cabecera de la cama con una cerradura y picaporte labrado.
Se sentó en la cama mirando el sobre lacrado y se aprestó abrirlo encontrándose con una carta dirigida a ella y una llave de particular belleza.
Estimada Sor Clode:
Cuando leas esta carta ya estaré junto a nuestro amado Señor, pero es muy importante que prestes atención a las palabras escritas porque es crucial que pases estos 30 días de claustro solitario.
Encontraras una llave que abre esa pequeña puerta que está en la cabecera de la cama, la que deberá ser abierta cuando suene las campanas del monasterio al atardecer y se cerrará al amanecer.
Tendrás que escribir con gran detalle lo vivido cada noche de encierro.
Si por algún motivo renuncias antes de los 30 días, serás separada de la congregación definitivamente, sin tener ningún tipo de contacto, guardando estricto secreto de por vida de lo vivido y las notas deberán ser quemadas.
Mi estimada compañera no se a lo que te enfrentarás cada noche, pero lo que sea, tienes que hacerlo con valor y confianza en nuestro Señor, que cuidará de ti para que no claudiques en esta gran empresa que es ser mi sucesora.
Que el Señor te proteja y guíe.
Sor Teresa
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