En mi familia pasamos habitualmente las fiestas en el campo de mi abuelos, que queda a unos 150km de capital federal, en una casa grande en medio del campo.
Todos mis primos son mayores que yo aunque uno de ellos, Corcho, es quien es más cercano a mí en edad -ahora tiene 26, tres años más que yo-; vive en Mendoza, por eso nos vemos muy poco, aunque siempre fuimos muy compinches. Cada vez que estamos en esa casa familiar compartimos la misma habitación.
Para estas fiestas yo llegué antes, el 21, porque tenía unos días de franco y preferí descansar ahí, nadar en el tanque australiano y andar a caballo (actividad que me encanta y me pone muy al palo). Estaba super tranqui, pajeándome a toda hora, porque todavía había pocos familiares dando vueltas por la casa y cada quien estaba ocupado en sus actividades. Aparte sabía que mi primo no llegaría hasta el mismo 24 a la tarde -de modo que tenía la habitación que compartimos de dos camas singles para mí sólito. Creo que en esos pocos días hueveando clavé como 20 pajas. jaja
¡Ah! no les conté, a mi primo de 26 -Eric- le decimos "Corcho" por su altura (como se imaginarán): es un chabón super sexy y sensual. Suele usar pantalones que le marcan bien su bulto -el cual parece ser muy prometedor... El día 24 a la mañana me desperté al palo -como de costumbre- y como vi que aún estaba solo en la habitación corrí la sábana y empecé a pajearme (pensando en aquellos compañeros de oficina que hace un año me hicieron la fiestita.). Como ya les conté otras veces, mi verga es de punta fina, larga y de tronco grueso. Es cierto que también pensaba un poco en mi primo, cuya pija aún no había visto, pero me daba morbo saber si, en Corcho, la ley de la L se cumplía. Yo tenía la pija muy dura, mojada. De repente se abrió la puerta: entró Corcho con su novia -ni sabía que vendría acompañado- ¡¡Yo estaba rojo de la verguenza!! No sabía qué hacer y me cubrí con la sábanas como pude. Él me dice: "Estabas ocupado, primito, hubieses cerrado con llave" Y cerró ahora él con llave desde el lado de adentro. "Me hacés quedar mal con mi novia... o muy bien ¿vos qué decís?" Y la miró. Ella sonreía (pelo morocho, alta, de tetas turgentes y culito redondo). "Tiene 23 años, como vos, y tenía muchas ganas de coger en el campo. Creo que ya lograste entonarla, primito". Ella seguía sonriendo y nos miraba pícara. "Paso al baño a refrescarme", dijo y se metió al baño de la habitación para darse una ducha. Corcho vino a sentarse a mi cama. Yo -todo colorado todavía- le dije "Perdoname, che, pensé que llegabas a la noche". Pero él super distendido me dijo "Dejate de joder primito, es el mejor recibimiento que podías darnos,no sabés lo fiestera y calentona que es esta guacha". Hizo una pausa y agregó "Aparte me mató verte al palo. Tenía muchas ganas de verte así alguna vez". Mi verga se puso de nuevo como un tronco. Él se levantó (vi que su bulto había crecido) y se metió al baño.
A los pocos minutos se asomó ella toda mojada "¿Venís a la ducha vos?" Obvio que fui. Abrí la puerta y los dos estaban en pelotas abrazándose. Yo terminé de sacarme el boxer y entré con ellos a la ducha. Las tetas de ella eran preciosas, muy redonditas y blandas. Tenía un perfume a rosas muy suave que me mataba.
Ah! otra cosa que no les conté es que mi primo siempre tuvo conmigo una actitud medio mandona y yo lo dejaba hacer. Me gustaba obedecerle. Ésta no fue la excepción. Me empujó la cabeza hacia las tetas de ella y me dijo "Besale el pecho que le encanta" Obvio que lo hice. Él le daba un beso de lengua increíble. Ella me agarró la pija con la mano y comenzó a agitar mi chota. Me puse durísimo. Luego se agachó e intentó meterse las dos pijas en la boca. Algo imposible porque por primera vez pude vérsela a Corchito: una pija no grande ¡descomunal! el doble que la mía. Yo no lo podía creer. Ella chupaba una y otra pija con un fervor apasionado.
Nos secamos y fuimos los tres a la cama. Él empezó a acariciarme y a mí eso me puso muy caliente. Me frotaba todo el cuerpo y ella también. "Quiero verlos coger" les dije. "Acá las órdenes las doy yo, primito,pero por ahora te voy a conceder esto". Ella se acostó boca arriba en la cama y él, parado al borde , le levantó las piernas en sus hombros y le metió ese tronco imposible en la concha depiladísima y enorme que lo esperaba llena de jugos. Gemía muy suavecito. Un amor. Él la cogía con suavidad y precisión pero por momentos arremetía con una fuerza poderosa. Manejaba el ritmo de modo magistral. Las tetas de ella bailaban. Ella acabó dos veces así.
Yo miraba atónito y caliente. Después mi primo le pidió a ella que se pusiera en cuatro y me dijo a mí que le chupara el orto. Así lo hice con mucho placer. Su culo estaba riquísimo. Mientras lo hacía empecé a sentir que él se había puesto detrás de mí y que su lengua me estaba puerteando. No lo podía creer. Me metía la lengua muy adentro del culo. Luego tomó mi pija y la llevó hacia atrás para succionarla con placer. "Tu culo todavía está muy cerrado para que te lo rompa hoy, pero ya va a llegar el día, primito. Arranquemos más tranquis" me dijo "metele tu pija en el orto que le va a encantar". Me puse detrás de ella y se la metí en el orto. Una cola divina. Él se ubicó de nuevo atrás de mí abrazándome, besándome la nuca y apoyando toda su verga sobre la raya de mi cola. Ella gemía y acaba una y otra vez. Yo no daba más de calentura y le desparramé mi leche en el orto. Apenas se la saqué, él me ordenó "Escupime la pija que tengo que acabarle adentro también" Se la escupí, pero, muerto de curiosidad también le chupe la cabezota. Así, llena de saliva se la metió en el orto enlechado y le dio masa de nuevo.Ella no paraba de gemir. Hasta que le llenó por segunda vez en esa manaña el culo de semen.
Quedamos exhaustos. Dormimos hasta la cena familiar en la cual, obviamente, nos hicimos los boludos. Fue genial.
La segunda parte de esta historia está acá
Todos mis primos son mayores que yo aunque uno de ellos, Corcho, es quien es más cercano a mí en edad -ahora tiene 26, tres años más que yo-; vive en Mendoza, por eso nos vemos muy poco, aunque siempre fuimos muy compinches. Cada vez que estamos en esa casa familiar compartimos la misma habitación.
Para estas fiestas yo llegué antes, el 21, porque tenía unos días de franco y preferí descansar ahí, nadar en el tanque australiano y andar a caballo (actividad que me encanta y me pone muy al palo). Estaba super tranqui, pajeándome a toda hora, porque todavía había pocos familiares dando vueltas por la casa y cada quien estaba ocupado en sus actividades. Aparte sabía que mi primo no llegaría hasta el mismo 24 a la tarde -de modo que tenía la habitación que compartimos de dos camas singles para mí sólito. Creo que en esos pocos días hueveando clavé como 20 pajas. jaja
¡Ah! no les conté, a mi primo de 26 -Eric- le decimos "Corcho" por su altura (como se imaginarán): es un chabón super sexy y sensual. Suele usar pantalones que le marcan bien su bulto -el cual parece ser muy prometedor... El día 24 a la mañana me desperté al palo -como de costumbre- y como vi que aún estaba solo en la habitación corrí la sábana y empecé a pajearme (pensando en aquellos compañeros de oficina que hace un año me hicieron la fiestita.). Como ya les conté otras veces, mi verga es de punta fina, larga y de tronco grueso. Es cierto que también pensaba un poco en mi primo, cuya pija aún no había visto, pero me daba morbo saber si, en Corcho, la ley de la L se cumplía. Yo tenía la pija muy dura, mojada. De repente se abrió la puerta: entró Corcho con su novia -ni sabía que vendría acompañado- ¡¡Yo estaba rojo de la verguenza!! No sabía qué hacer y me cubrí con la sábanas como pude. Él me dice: "Estabas ocupado, primito, hubieses cerrado con llave" Y cerró ahora él con llave desde el lado de adentro. "Me hacés quedar mal con mi novia... o muy bien ¿vos qué decís?" Y la miró. Ella sonreía (pelo morocho, alta, de tetas turgentes y culito redondo). "Tiene 23 años, como vos, y tenía muchas ganas de coger en el campo. Creo que ya lograste entonarla, primito". Ella seguía sonriendo y nos miraba pícara. "Paso al baño a refrescarme", dijo y se metió al baño de la habitación para darse una ducha. Corcho vino a sentarse a mi cama. Yo -todo colorado todavía- le dije "Perdoname, che, pensé que llegabas a la noche". Pero él super distendido me dijo "Dejate de joder primito, es el mejor recibimiento que podías darnos,no sabés lo fiestera y calentona que es esta guacha". Hizo una pausa y agregó "Aparte me mató verte al palo. Tenía muchas ganas de verte así alguna vez". Mi verga se puso de nuevo como un tronco. Él se levantó (vi que su bulto había crecido) y se metió al baño.
A los pocos minutos se asomó ella toda mojada "¿Venís a la ducha vos?" Obvio que fui. Abrí la puerta y los dos estaban en pelotas abrazándose. Yo terminé de sacarme el boxer y entré con ellos a la ducha. Las tetas de ella eran preciosas, muy redonditas y blandas. Tenía un perfume a rosas muy suave que me mataba.
Ah! otra cosa que no les conté es que mi primo siempre tuvo conmigo una actitud medio mandona y yo lo dejaba hacer. Me gustaba obedecerle. Ésta no fue la excepción. Me empujó la cabeza hacia las tetas de ella y me dijo "Besale el pecho que le encanta" Obvio que lo hice. Él le daba un beso de lengua increíble. Ella me agarró la pija con la mano y comenzó a agitar mi chota. Me puse durísimo. Luego se agachó e intentó meterse las dos pijas en la boca. Algo imposible porque por primera vez pude vérsela a Corchito: una pija no grande ¡descomunal! el doble que la mía. Yo no lo podía creer. Ella chupaba una y otra pija con un fervor apasionado.
Nos secamos y fuimos los tres a la cama. Él empezó a acariciarme y a mí eso me puso muy caliente. Me frotaba todo el cuerpo y ella también. "Quiero verlos coger" les dije. "Acá las órdenes las doy yo, primito,pero por ahora te voy a conceder esto". Ella se acostó boca arriba en la cama y él, parado al borde , le levantó las piernas en sus hombros y le metió ese tronco imposible en la concha depiladísima y enorme que lo esperaba llena de jugos. Gemía muy suavecito. Un amor. Él la cogía con suavidad y precisión pero por momentos arremetía con una fuerza poderosa. Manejaba el ritmo de modo magistral. Las tetas de ella bailaban. Ella acabó dos veces así.
Yo miraba atónito y caliente. Después mi primo le pidió a ella que se pusiera en cuatro y me dijo a mí que le chupara el orto. Así lo hice con mucho placer. Su culo estaba riquísimo. Mientras lo hacía empecé a sentir que él se había puesto detrás de mí y que su lengua me estaba puerteando. No lo podía creer. Me metía la lengua muy adentro del culo. Luego tomó mi pija y la llevó hacia atrás para succionarla con placer. "Tu culo todavía está muy cerrado para que te lo rompa hoy, pero ya va a llegar el día, primito. Arranquemos más tranquis" me dijo "metele tu pija en el orto que le va a encantar". Me puse detrás de ella y se la metí en el orto. Una cola divina. Él se ubicó de nuevo atrás de mí abrazándome, besándome la nuca y apoyando toda su verga sobre la raya de mi cola. Ella gemía y acaba una y otra vez. Yo no daba más de calentura y le desparramé mi leche en el orto. Apenas se la saqué, él me ordenó "Escupime la pija que tengo que acabarle adentro también" Se la escupí, pero, muerto de curiosidad también le chupe la cabezota. Así, llena de saliva se la metió en el orto enlechado y le dio masa de nuevo.Ella no paraba de gemir. Hasta que le llenó por segunda vez en esa manaña el culo de semen.
Quedamos exhaustos. Dormimos hasta la cena familiar en la cual, obviamente, nos hicimos los boludos. Fue genial.
La segunda parte de esta historia está acá
17 comentarios - Mi primo, su novia y yo: encuentro durante las fiestas