Les dejo un regalito antes de que termine el año. Espero que les guste tanto como a mi. Me toqué mucho escribiéndolo y tiene ese toqué de morbo que tanto los calienta. Solo que en esta oportunidad desde una óptica distinta. Los quiero mis poringueritos.
Espero sus comentarios y puntines.
Besitos mis amores.
Verano en cama
Ahí estaba con ese yeso gigante que me cubría toda la pierna, tirado en la cama. Mis amigos por su parte como no eran los que se iban a comer medio verano así estaban más animados.
- A ver Nico, conta bien como fue la cosa. Quisiste esquivar un nene con la moto y te diste con un camión, no? - preguntó Juan Cruz
- No pelotudo, por esquivar a un perro y fue contra una camioneta que me choqué - le contesté ante las risas de Pedro, Nelson, Diego y Ezequiel. La verdad que dentro de lo que fue el choque me podría haber roto más cosas en el resto del cuerpo no tenía más que raspones. La otra parte mala fue que mi moto quedó destruida.
- No sabes las pibitas que te perdiste por no salir el sabado - dijo Pedro
- Las minitas que se subieron a la barra a bailar? Al final se las llevaron? Preguntó Ezequiel
- Bueno, dejen de contar plata delante del pobre - los corté antes de que siguieran. La verdad me moría de envidia. Con todo esto llevaba unas semanas sin acción y no estaba para escuchar como mis amigos disfrutaban de las minitas que me estaba perdiendo yo.
- Te vamos a traer una enfermera hot amigo. Así cortas con la sequía jeje - Agregó Pedro ante las risas de los demás.
Para hacer más humillante la situación justo en ese momento entró mi mamá preguntando si alguien quería tomar algo, no se si escuchó algo de la charla pero me puse rojo ante la sola posibilidad. Al parecer ninguno de los pajeros de mis amigos se percató de mi incomodidad. Se olvidaron del accidentado Nico apenas cruzo la puerta mi vieja.
Vieja le digo yo que soy el hijo pero la verdad es que no es una mina tan grande. Me tuvo a los 18 y se mantiene en forma. De hecho desde chico fue una tortura las cargadas por lo buena que estaba. Para que se entienda mejor es una morocha, alta, de piernas largas y tonificadas por el gym al igual que su imponente culo, una cintura de avispa y sin duda los dueños de todas las miradas, sus pechos.
Lo peor es que de alguna forma el culpable de que mi madre sea la MILF del grupo soy yo. Después de que nací, según cuentan, había quedado bastante acomplejada con su cuerpo por lo que se volvió muy obsesiva en ponerse en forma y verse atractiva. A pesar de tener un rostro muy hermoso, de piel morena y labios carnosos, insistió hasta que mi papá le pagó la operación de los senos. Desde entonces, sumados a su cuerpo ejercitado a la perfección pasó a ser el objeto de deseo de todos.
Bueno hechas esas aclaraciones sigo. Cuando entró mi vieja al cuarto una serie de sonrisas y miradas complices dominaron el ambiente. No me gustaba para nada pero me la tenía que bancar. Mientras me acomodaba los almohadones donde tenía apoyado el yeso todos se deleitaron con el tremendo culo de mamá envuelto en una calza blanca. No se si fue por mi abstinencia sexual obligada o por el morbo de que mis amigos estén calientes con mi vieja pero no pude evitar mirarle los pechos, apretados en una musculosa turquesa. Una extraña sensación entre calentura y culpa me invadió y sentí como se despertaba algo en mi boxer.
Mi madre me preguntó como me sentía y algo sobre la medicación, yo le respondí todo que si para que se vaya pero la verdad no estaba pensando con claridad. Fue un momento muy raro. Nunca me había pasado algo así. Mis amigos por su parte siguieron secreteando y mirando con cierta excitación la figura de mamá. Seguramente por ese extraño sentimiento de culpa ya no me molestó tanto. Apenas se fue mi vieja, Nelson se acercó y ante la mirada atenta del resto me dijo
- Te tengo que preguntar boludo, son naturales?
- Qué? - le respondí yo que seguía perdido en mis propios pensamientos
- Esas gomas chabon - me dijo con total caradurez
- No obvio que no! - le contesté entre risas
- Igual están tremendas - agregó Eze yéndose totalmente a la banquina
- Está toda buena esa mina bro - desbarrancó por su parte Diego. Juan Cruz se dedicó a reir ante la verborragia de nuestros amigos
- Bueno ahí nomas. Tampoco se desubiquen que es mi vieja! - les aclaré
Las cargadas siguieron un poco pero en el fondo sabía que lo decían en serio. No soy ciego.
Los chicos me hicieron el aguante un rato más, redondeando de una forma un poco más amena la tarde, subieron unas fotos conmigo a twitter acompañadas de algunos chistes por mi situación y la necesidad de buscar "una enfermerita sexy p/ q me cuide" citando el último tweet. Después de eso comenzaron a juntar sus cosas entre risas y se fueron todos juntos. Ya se hacia tarde y seguro los muy desgraciados ya tenían planes para la noche por más que no me lo dijeran.
Mi madre los despidió y luego vino a avisarme que se iba a duchar y luego iba a calentar la cena. Cuando sentí la ducha desde mi cama no pude evitar pensar en que se estaba desnudando y recordé las miradas calientes de mis amigos en cada una de sus curvas aparte de la calentura que me generaron esas enormes tetas. Oculto por la impunidad de estar totalmente solo deslicé mi mano bajo el boxer y comencé a tocarme. Necesitaba aliviarme y la falta de atención sexual era notoria. Apenas comencé ya estaba al palo. Escuchaba el agua y con los ojos cerrados imaginaba las gotas recorriendo todo ese cuerpo escultural.
Estaba apunto de acabar cuando el teléfono fijo comenzó a sonar. Mi madre se cubrió con un toallón y salió corriendo a atender.
- Pero gordo... aja... si... bueno... está bien - fue parte de lo poco que escuché. Cortó y me avisó de un grito
- Tu padre no va a venir a cenar - Notablemente molesta. Hace tiempo sospecha una infidelidad pero lo cierto es que conociendo a papá es poco probable, está grande y tiene menos labia que el ayudante del zorro.
Al parecer iba a pasar toda la noche solo con mi madre. Lo que ya era habitual pero esa noche se me iba a hacer largo.
Cuando mi madre vino a traerme la bandeja con la comida para colmo estaba vestida con su pijama de seda que consiste de un pantaloncito que a duras penas tapa sus nalgas y una remera con breteles que le queda sumamente escotada y sensual. Se acercó para ponerme la bandeja en la falda y me dijo
- está todo bien bebé? queres que abra la ventana? estas muy rojo - le dije que era buena idea.
Mientras abría la ventana, sonó repetidas veces el timbre. Se asomó por la ventana y me dice
- Es el chico de rulitos de hoy - haciendo referencia a Juan Cruz
Mientras me preguntaba que quería se apresuró a abrirle.
- Disculpe señora, no vieron un celular con carcasa amarilla? - lo escuché decir agitado
- Pasa, fijate, ahora le pregunto a Niquito - le dice mamá. Mientras venía en camino noté el celu en la mesa de mi cuarto. Lo había usado para las fotos y ahí lo dejó.
- Acá está, colgado! - le grité risueño.
Cuando vino al cuarto, me dio un abrazo y se tranquilizó de no haber perdido el dichoso telefono. Mi vieja tuvo una idea que tiró al aire sin preguntarme siquiera.
- Por qué no te quedas a cenar querido? - le preguntó a un sorprendido Juan Cruz
- No quiero molestar - atinó a decir no se si para quedar bien
- No seas tonto, no es molestia, aparte tenemos un plato de más porque Claudio no viene a cenar. Voy a traerte un plato, ustedes quédense tranquilos acá - cerró la discusión mi madre
Nos quedamos charlando de los chicos y en eso vino mi mamá con el resto de los platos y se acomodaron en una mesita cerca de la cama.
- Que rico está esto señora - la felicitó mi amigo
- No me digas más señora, decime Evangelina o Eva - le pidió con una sonrisa muy cálida
Había un intercambio de miradas que no me estaba gustando nada. Me negaba a creerlo pero parecía que había algo de provocación en los gestos y las miradas de mamá.
Seguramente sería parte de la sugestión que tenía por lo vivido a la tarde. Era innegable que Juan se derretía con cada sonrisa y que no se privaba de ver el cuerpo de mi madre tan expuesto con esa diminuta prenda. Desde lejos se podía ver que no estaba usando corpiño y con las piernas cruzadas sus carnosas nalgas escapaban del pantaloncito.
No se como pero la cena pasó sin mayores inconvenientes, cuando estábamos por terminar sonó la alarma que indicaba el horario de mi calmante. Esa cosa me relaja totalmente, demasiado para mi gusto, pero de no tomarlo el dolor se hace insoportable y no puedo dormir. Le avisé a mi amigo para que no se asuste y me dijo
- No te hagas drama Nico, yo ya me voy - con mucho apuro
Tomé la pastilla y mientras me despedía de mi amigo, mamá juntó los platos y se llevó todo a la cocina. Comencé a sentir el efecto de la medicación y quedé más dormido que despierto. Mientras estaba así algo evitó que me durmiera.
- Pero está acá! creo que sigue despierto! - dijo con un tono muy nervioso Juan Cruz
- Shh vos relajate nene que esto te va a encantar - escuché a mi madre. Eso me sacó de mi estado de extrema relajación y abri minimamente los ojos. Lo que vi fue como una pesadilla. Medio borroso vi a mi amigo Juan apoyado en la mesa con una cara de placer que hablaba por si misma y cuando mi visión fue completa encontré a mi madre agachada de espaldas a mi, con las piernas abiertas y con su cabeza moviéndose de atrás hacia adelante frente a él. Estaba dándole una mamada suave y al parecer sumamente rica.
No podía creer que fuera tan puta de hacer eso con mi amigo a pocos metros de mi cama. La falta de códigos de mi amigo me indignaba también pero no podía parar de mirar. Lo hacía realmente bien, Tomo la verga erecta y mojada entre sus manos y mientras lo pajeaba haciendolo delirar su boca fue directo a los huevo, al hacerlo desde abajo, mi visión de la los labios y la lengua de mamá en plena acción era completa. Me asombré de lo buena que era, no es algo que alguien piense de su propia progenitora.
En ese momento noté que la erección que tenía yo era incluso mayor que la de Juan que estaba gozando a pleno.
- Te gusta bombón? Alguna pendeja te la chupó así? - le dijo con una vos de perra impresionante mi vieja mientras recorría toda su verga hasta la punta nuevamente
- Me encanta, sos una maestra Eva - le respondió mi amigo sin codigos. En ese momento vio mis ojos abiertos y cuando cruzamos miradas, dio un salto para atras como si se hubiera electrocutado. Mi madre se dio vuelta con un hilo de saliva y preseminal colgando de sus labios.
- Que se supone que es esto?! Como pueden hacer esto? Vos sos casada y sos mi mamá! y vos chabón, con mi vieja?! En serio?! - comencé con mis reproches
- Pe pe pero... - trató de hablar Juan Cruz pero el pánico no lo dejaba
- Dale Nicolas, soy una mujer y tengo mis deseos igual que todos. Limpiándose la boca cuidadosamente con la punta de los dedos
- Le estas chupando la pija a mi mejor amigo en frente mio! Sos una puta mamá! - le dije fuera de control y en ese momento se paró y vino hacia mi. Pensé que me iba a dar un cachetazo por lo que dije o algo así
- Así que soy una puta no? - me dijo con una mirada penetrante fija en mis ojos. Las largas y cuidadas uñas de sus manos golpeaban mi yeso una y otra vez esperando una respuesta
Yo estaba inmóvil, entre caliente, enojado, nervioso y un poco drogui por la medicación.
- Shh vos quedate donde estas! - le dijo a Juan que se había subido el pantalón y apuntaba hacia la puerta. El flaco se quedó duro como una estatua
- Te gusta la puta de mamita? Me dijo, mientras sus uñas recorrían mi pierna enyesada hasta llegar a la piel y se encontraron finalmente con mi bulto que ya estaba completamente duro. Pensé que era mi imaginación pero la sonrisa gatuna de mamá me calentó mucho.
Como si estuviera hipnotizado le respondí - Si - sin pensarlo y me quede boquiabierto. Su mano apretó mi pija arriba del boxer mientras se mordía los labios.
- Mirá como estas mi amor, parece que necesitas más cuidados de mamá - me susurró al oído. Con su otra mano tomo la mía y la puso sobre su teta derecha. Mientras sacaba mi pija del boxer y me comenzaba a pajear con un movimiento de muñeca justo para tenerme al borde del éxtasis
- Yo no ... - traté de ensayar una negativa lógica, con lo último de sentido común pero puso su dedo indice en mi boca y con esa sensual boca me dijo
- Shh dejame que vas a sentir cosas que ninguna pendeja sabe hacer como yo - con eso dicho se deslizó hacia abajo mirándome a los ojos. Cuando llegó a mi pija comenzó a dar vueltas con su lengua al rededor de la punta y eso me hizo enloquecer. No podía creer que fuera tan buena. Metió la cabeza de mi poronga completa adentro de su boca y continuó recorriendo con su lengua cada rincón. Me volvía loco. Apreté las sabanas y la almohada no podía moverme mucho por mi lesión pero no pensaba en nada que no fuera la magnifica boca petera de mi madre.
Como si leyera mi mente, cambió el movimiento y empezó a cabecear deslizando sus exquisitos labios por todo el largo hasta llegar a mis huevos. Hacía un vacío perfecto y su lengua se movía lo justo y necesario pero cada vez que lo hacía era orgasmico. Tenía toda la razón. Ninguna de las minas de mi edad se podía comparar con la habilidad de ella. La belleza de su rostro con los cachetes apretados haciendo succión y sus labios húmedos recorriendo mi verga era la perfección.
- mmm pero que trola - escuché casi susurrando a Juan. Me había olvidado por completo de su presencia. En cierta forma entendí la reacción que tuvo. Se estaba haciendo una paja frenetica con la inmejorable escena incestuosa que le regalaba mi vieja. Por si fuera poco su culo apuntaba directo hacia él.
- Veni para acá bebé - le dijo mi vieja mientras se pasaba mi pija por la mejilla.
Me miró un segundo a ver si me oponía pero no podía pensar en otra cosa que la delicada piel de mi vieja rozando mi verga.
- Todo esto para mi sola? Me siento muy golosa hoy - dijo mientras tomaba la pija de Juan Cruz y nos pajeaba a los dos a la vez. Mientras hablaba iba dando lentas lamidas por cada una de las pijas y ese placer a cuentagotas nos hacía delirar a ambos.
Se sacó la mini remera de seda y finalmente nos regaló ese manjar de tetas. Los dos nos quedamos perplejos. Me empujó un poco y se acostó al lado mío me abalancé sobre uno de ellos y arrodillado en el piso Juan hizo lo mismo con el otro. No podía dejar de chupar ese sabroso pezón. Sentía su mano en mi nuca incitándome a seguir y me calentaba mas.
Levanté la mirada al sentir movimiento y vi que estaba besándose de forma obscena con mi amigo. La verdad ya todo lo que pasaba me excitaba mas. tomé las dos tetas para mi solo y me llené la boca con ellas, pasaba de una a la otra, las lamía las chupaba, las apretaba bien. Estaba poseído lamiendo uno de esos ricos pezones cuando decidió que era mi turno. Me tomó del pelo y me comió la boca.
Con todo lo que había pasado puede parecer tonto, pero sentí una sensación única al probar sus labios y sentir su lengua dentro de mi boca. Aparte que manera de besar! Una locura, Cada vez que me alejaba un poco, me mordía el labio y me llevaba de nuevo a ella. Con cada beso me excitaba más.
- Creo que queres más no mi bebé? - me dijo con voz de putita
- Si, quiero todo! - le dije ansioso por ese cuerpo imponente. Le apreté el culo con las dos manos mientras nuestros ardientes besos continuaban.
- A ver nene, ayudame - le dijo a Juan Cruz que seguía sumergido entre sus tetas.
- Si si, lo que quieras - le dijo secándose la boca. Se bajó el pantaloncito junto con la tanga y desnudando esa hermosa concha y el tremendo culo. No dejábamos de asombrarnos del hembron de mi vieja. Se sentó en el borde del colchón y estiró los pies para arriba. Juan en su colgadez tardó pero entendió lo que tenía que hacer. Tomó las prendas que estaban a la altura de las rodillas mas o menos y se las terminó de sacar.
- Gracias bombón, ahora vení por tu premio - Le dijo separando sus piernas y tomándolo de la nuca. La cara de mi amigo desapareció entre esas sensuales piernas y no dudo un segundo en comenzar a chupar.
Los gemidos de mi vieja eran como música pero la calentura me pudo y tuve que apagarlos. No pude contenerme, la tomé de sorpresa de la cabeza y le llené la boca de pija. Lo mejor fue que no se resistió para nada.
- Si que puta sos, así no pares - le decía apunto de acabar. La perra se fue acomodando hasta quedar arrodillada frente a mi mientras recibía la lengua del flaco era una imagen muy erótica. Esas tetas se veían más deseables que nunca en esa pose.
Como una fiera en celo empujó con un pie en el pecho a Juan Cruz y me escaló tomó mi pija entre sus manos y mordiéndose los labios comenzó hundirla en esa concha totalmente mojada por el trabajito del otro desgraciado pero también por su propia excitación. Fue bajando lentamente como si quisiera hacer que esa primera penetración fuera perfecta y realmente lo estaba logrando. Nunca en mi vida sentí tanto placer, nunca una mujer tuvo ese control sobre mi, sus gemidos me perdían.
Me miró y sonrió con toda mi pija en su interior. Apoyó sus manos en mi pecho y con sus pies afirmados en el colchón comenzó a subir y bajar. Primero lentamente, deleitándose con mis gemidos y de a poco fue aumentando la velocidad y fuerza. Sentía el sonido de su cuerpo chocando contra mis piernas.
- Decime puta de nuevo - me dijo con el pelo en la cara por los fuertes sacudones que daba al saltar
- Siii puta, sos la más mejor puta que cogí en mi vida - le dije sacado.
Ella se acomodó más encima mío, arrodillada en el colchon sin sacar mi verga de esa concha caliente y me sumergí nuevamente en esas espectaculares tetas que me quedaron a nada de la boca. Estaba chupando cuando sentí un movimiento raro en la cama y un grito fuerte de ella que se debe haber sentido desde afuera. Cuando levanté la cabeza de la almohada pude ver a Juan Cruz que estaba agarrado de la cintura de mamá entrando lentamente en su culo. La sonrisa de placer que se le dibujó a ella mientras todavía gritaba me terminó de convencer de que realmente era la más trola que había
- Te gusta Eva? Tenes un culito hermoso - le decía entre espasmos de placer mi amigo
- Si cojanme fuerte, los dos! Haceme lo que quieras - exclamó ella con la cara roja
- Desde la primera vez que te vi que quiero comerme este culo perra - le gritó Juan que ya la cogía con todo. Saberla tan trola me calentó mal y me apreté de ese cuerpo empapado de sudor sin dejar de comerme esas tetas monumentales
- Siii ma que perra que sos voy a acabar!´- le grité entregado al placer
- Todavía no! - me dijo deteniéndose y dando un salto. Ni Juan ni yo entendimos pero casi en la misma posición bajó frotando sus tetas por mi pecho y apretó mi verga ente ellas.
- Esto es lo que quieren todos mi amor - me dijo comenzando una turca con sus ricos pechos. La veía gozar con cada movimiento, viendo mis gestos de placer. Lo hacía como una profesional.
No podía creer que sea tan perra! Esa sonrisa perversa y esos ojos lujuriosos que no se movían de los míos. No pude contenerme más. Era demasiado. Los incontenibles disparos blancos empezaron a saltar sobre su hermoso rostro. La cara de satisfacción con la leche caliente chorreando en su boca, nariz y frente era pornográfica.
Un golpe inesperado de la acabada de Juan Cruz la sorprendió en la mejilla y con todo ese semen acariciando la piel de su cara metió las dos pijas en su boca y luego las lamió como jugando con los restos de semen que quedaban.
Yo me quedé impactado, medio en shock por todo lo que pasó. Ella con toda la tranquilidad se limpió un poco con los dedos y le hizo jurar silencio a mi amigo antes de despedirlo con otro beso ardiente.
Volvió a la cama conmigo y pasándome la lengua por la mejilla me dijo al oído
- Una enfermera así pedías hoy en Twitter? - con una cara cómplice y provocadora
- No pensé que la tenía tan cerca - le respondí con idéntica mirada
Me besó y yo me quedé boquiabierto viendo como se alejaba moviendo sensual ese cuerpo desnudo con la ropa en la mano
- Descansá mi amor, mamita te cuida - me dijo saboreándose los labios
Parece que mi verano en cama no iba a ser tan malo después de todo
Espero sus comentarios y puntines.
Besitos mis amores.
Verano en cama
Ahí estaba con ese yeso gigante que me cubría toda la pierna, tirado en la cama. Mis amigos por su parte como no eran los que se iban a comer medio verano así estaban más animados.
- A ver Nico, conta bien como fue la cosa. Quisiste esquivar un nene con la moto y te diste con un camión, no? - preguntó Juan Cruz
- No pelotudo, por esquivar a un perro y fue contra una camioneta que me choqué - le contesté ante las risas de Pedro, Nelson, Diego y Ezequiel. La verdad que dentro de lo que fue el choque me podría haber roto más cosas en el resto del cuerpo no tenía más que raspones. La otra parte mala fue que mi moto quedó destruida.
- No sabes las pibitas que te perdiste por no salir el sabado - dijo Pedro
- Las minitas que se subieron a la barra a bailar? Al final se las llevaron? Preguntó Ezequiel
- Bueno, dejen de contar plata delante del pobre - los corté antes de que siguieran. La verdad me moría de envidia. Con todo esto llevaba unas semanas sin acción y no estaba para escuchar como mis amigos disfrutaban de las minitas que me estaba perdiendo yo.
- Te vamos a traer una enfermera hot amigo. Así cortas con la sequía jeje - Agregó Pedro ante las risas de los demás.
Para hacer más humillante la situación justo en ese momento entró mi mamá preguntando si alguien quería tomar algo, no se si escuchó algo de la charla pero me puse rojo ante la sola posibilidad. Al parecer ninguno de los pajeros de mis amigos se percató de mi incomodidad. Se olvidaron del accidentado Nico apenas cruzo la puerta mi vieja.
Vieja le digo yo que soy el hijo pero la verdad es que no es una mina tan grande. Me tuvo a los 18 y se mantiene en forma. De hecho desde chico fue una tortura las cargadas por lo buena que estaba. Para que se entienda mejor es una morocha, alta, de piernas largas y tonificadas por el gym al igual que su imponente culo, una cintura de avispa y sin duda los dueños de todas las miradas, sus pechos.
Lo peor es que de alguna forma el culpable de que mi madre sea la MILF del grupo soy yo. Después de que nací, según cuentan, había quedado bastante acomplejada con su cuerpo por lo que se volvió muy obsesiva en ponerse en forma y verse atractiva. A pesar de tener un rostro muy hermoso, de piel morena y labios carnosos, insistió hasta que mi papá le pagó la operación de los senos. Desde entonces, sumados a su cuerpo ejercitado a la perfección pasó a ser el objeto de deseo de todos.
Bueno hechas esas aclaraciones sigo. Cuando entró mi vieja al cuarto una serie de sonrisas y miradas complices dominaron el ambiente. No me gustaba para nada pero me la tenía que bancar. Mientras me acomodaba los almohadones donde tenía apoyado el yeso todos se deleitaron con el tremendo culo de mamá envuelto en una calza blanca. No se si fue por mi abstinencia sexual obligada o por el morbo de que mis amigos estén calientes con mi vieja pero no pude evitar mirarle los pechos, apretados en una musculosa turquesa. Una extraña sensación entre calentura y culpa me invadió y sentí como se despertaba algo en mi boxer.
Mi madre me preguntó como me sentía y algo sobre la medicación, yo le respondí todo que si para que se vaya pero la verdad no estaba pensando con claridad. Fue un momento muy raro. Nunca me había pasado algo así. Mis amigos por su parte siguieron secreteando y mirando con cierta excitación la figura de mamá. Seguramente por ese extraño sentimiento de culpa ya no me molestó tanto. Apenas se fue mi vieja, Nelson se acercó y ante la mirada atenta del resto me dijo
- Te tengo que preguntar boludo, son naturales?
- Qué? - le respondí yo que seguía perdido en mis propios pensamientos
- Esas gomas chabon - me dijo con total caradurez
- No obvio que no! - le contesté entre risas
- Igual están tremendas - agregó Eze yéndose totalmente a la banquina
- Está toda buena esa mina bro - desbarrancó por su parte Diego. Juan Cruz se dedicó a reir ante la verborragia de nuestros amigos
- Bueno ahí nomas. Tampoco se desubiquen que es mi vieja! - les aclaré
Las cargadas siguieron un poco pero en el fondo sabía que lo decían en serio. No soy ciego.
Los chicos me hicieron el aguante un rato más, redondeando de una forma un poco más amena la tarde, subieron unas fotos conmigo a twitter acompañadas de algunos chistes por mi situación y la necesidad de buscar "una enfermerita sexy p/ q me cuide" citando el último tweet. Después de eso comenzaron a juntar sus cosas entre risas y se fueron todos juntos. Ya se hacia tarde y seguro los muy desgraciados ya tenían planes para la noche por más que no me lo dijeran.
Mi madre los despidió y luego vino a avisarme que se iba a duchar y luego iba a calentar la cena. Cuando sentí la ducha desde mi cama no pude evitar pensar en que se estaba desnudando y recordé las miradas calientes de mis amigos en cada una de sus curvas aparte de la calentura que me generaron esas enormes tetas. Oculto por la impunidad de estar totalmente solo deslicé mi mano bajo el boxer y comencé a tocarme. Necesitaba aliviarme y la falta de atención sexual era notoria. Apenas comencé ya estaba al palo. Escuchaba el agua y con los ojos cerrados imaginaba las gotas recorriendo todo ese cuerpo escultural.
Estaba apunto de acabar cuando el teléfono fijo comenzó a sonar. Mi madre se cubrió con un toallón y salió corriendo a atender.
- Pero gordo... aja... si... bueno... está bien - fue parte de lo poco que escuché. Cortó y me avisó de un grito
- Tu padre no va a venir a cenar - Notablemente molesta. Hace tiempo sospecha una infidelidad pero lo cierto es que conociendo a papá es poco probable, está grande y tiene menos labia que el ayudante del zorro.
Al parecer iba a pasar toda la noche solo con mi madre. Lo que ya era habitual pero esa noche se me iba a hacer largo.
Cuando mi madre vino a traerme la bandeja con la comida para colmo estaba vestida con su pijama de seda que consiste de un pantaloncito que a duras penas tapa sus nalgas y una remera con breteles que le queda sumamente escotada y sensual. Se acercó para ponerme la bandeja en la falda y me dijo
- está todo bien bebé? queres que abra la ventana? estas muy rojo - le dije que era buena idea.
Mientras abría la ventana, sonó repetidas veces el timbre. Se asomó por la ventana y me dice
- Es el chico de rulitos de hoy - haciendo referencia a Juan Cruz
Mientras me preguntaba que quería se apresuró a abrirle.
- Disculpe señora, no vieron un celular con carcasa amarilla? - lo escuché decir agitado
- Pasa, fijate, ahora le pregunto a Niquito - le dice mamá. Mientras venía en camino noté el celu en la mesa de mi cuarto. Lo había usado para las fotos y ahí lo dejó.
- Acá está, colgado! - le grité risueño.
Cuando vino al cuarto, me dio un abrazo y se tranquilizó de no haber perdido el dichoso telefono. Mi vieja tuvo una idea que tiró al aire sin preguntarme siquiera.
- Por qué no te quedas a cenar querido? - le preguntó a un sorprendido Juan Cruz
- No quiero molestar - atinó a decir no se si para quedar bien
- No seas tonto, no es molestia, aparte tenemos un plato de más porque Claudio no viene a cenar. Voy a traerte un plato, ustedes quédense tranquilos acá - cerró la discusión mi madre
Nos quedamos charlando de los chicos y en eso vino mi mamá con el resto de los platos y se acomodaron en una mesita cerca de la cama.
- Que rico está esto señora - la felicitó mi amigo
- No me digas más señora, decime Evangelina o Eva - le pidió con una sonrisa muy cálida
Había un intercambio de miradas que no me estaba gustando nada. Me negaba a creerlo pero parecía que había algo de provocación en los gestos y las miradas de mamá.
Seguramente sería parte de la sugestión que tenía por lo vivido a la tarde. Era innegable que Juan se derretía con cada sonrisa y que no se privaba de ver el cuerpo de mi madre tan expuesto con esa diminuta prenda. Desde lejos se podía ver que no estaba usando corpiño y con las piernas cruzadas sus carnosas nalgas escapaban del pantaloncito.
No se como pero la cena pasó sin mayores inconvenientes, cuando estábamos por terminar sonó la alarma que indicaba el horario de mi calmante. Esa cosa me relaja totalmente, demasiado para mi gusto, pero de no tomarlo el dolor se hace insoportable y no puedo dormir. Le avisé a mi amigo para que no se asuste y me dijo
- No te hagas drama Nico, yo ya me voy - con mucho apuro
Tomé la pastilla y mientras me despedía de mi amigo, mamá juntó los platos y se llevó todo a la cocina. Comencé a sentir el efecto de la medicación y quedé más dormido que despierto. Mientras estaba así algo evitó que me durmiera.
- Pero está acá! creo que sigue despierto! - dijo con un tono muy nervioso Juan Cruz
- Shh vos relajate nene que esto te va a encantar - escuché a mi madre. Eso me sacó de mi estado de extrema relajación y abri minimamente los ojos. Lo que vi fue como una pesadilla. Medio borroso vi a mi amigo Juan apoyado en la mesa con una cara de placer que hablaba por si misma y cuando mi visión fue completa encontré a mi madre agachada de espaldas a mi, con las piernas abiertas y con su cabeza moviéndose de atrás hacia adelante frente a él. Estaba dándole una mamada suave y al parecer sumamente rica.
No podía creer que fuera tan puta de hacer eso con mi amigo a pocos metros de mi cama. La falta de códigos de mi amigo me indignaba también pero no podía parar de mirar. Lo hacía realmente bien, Tomo la verga erecta y mojada entre sus manos y mientras lo pajeaba haciendolo delirar su boca fue directo a los huevo, al hacerlo desde abajo, mi visión de la los labios y la lengua de mamá en plena acción era completa. Me asombré de lo buena que era, no es algo que alguien piense de su propia progenitora.
En ese momento noté que la erección que tenía yo era incluso mayor que la de Juan que estaba gozando a pleno.
- Te gusta bombón? Alguna pendeja te la chupó así? - le dijo con una vos de perra impresionante mi vieja mientras recorría toda su verga hasta la punta nuevamente
- Me encanta, sos una maestra Eva - le respondió mi amigo sin codigos. En ese momento vio mis ojos abiertos y cuando cruzamos miradas, dio un salto para atras como si se hubiera electrocutado. Mi madre se dio vuelta con un hilo de saliva y preseminal colgando de sus labios.
- Que se supone que es esto?! Como pueden hacer esto? Vos sos casada y sos mi mamá! y vos chabón, con mi vieja?! En serio?! - comencé con mis reproches
- Pe pe pero... - trató de hablar Juan Cruz pero el pánico no lo dejaba
- Dale Nicolas, soy una mujer y tengo mis deseos igual que todos. Limpiándose la boca cuidadosamente con la punta de los dedos
- Le estas chupando la pija a mi mejor amigo en frente mio! Sos una puta mamá! - le dije fuera de control y en ese momento se paró y vino hacia mi. Pensé que me iba a dar un cachetazo por lo que dije o algo así
- Así que soy una puta no? - me dijo con una mirada penetrante fija en mis ojos. Las largas y cuidadas uñas de sus manos golpeaban mi yeso una y otra vez esperando una respuesta
Yo estaba inmóvil, entre caliente, enojado, nervioso y un poco drogui por la medicación.
- Shh vos quedate donde estas! - le dijo a Juan que se había subido el pantalón y apuntaba hacia la puerta. El flaco se quedó duro como una estatua
- Te gusta la puta de mamita? Me dijo, mientras sus uñas recorrían mi pierna enyesada hasta llegar a la piel y se encontraron finalmente con mi bulto que ya estaba completamente duro. Pensé que era mi imaginación pero la sonrisa gatuna de mamá me calentó mucho.
Como si estuviera hipnotizado le respondí - Si - sin pensarlo y me quede boquiabierto. Su mano apretó mi pija arriba del boxer mientras se mordía los labios.
- Mirá como estas mi amor, parece que necesitas más cuidados de mamá - me susurró al oído. Con su otra mano tomo la mía y la puso sobre su teta derecha. Mientras sacaba mi pija del boxer y me comenzaba a pajear con un movimiento de muñeca justo para tenerme al borde del éxtasis
- Yo no ... - traté de ensayar una negativa lógica, con lo último de sentido común pero puso su dedo indice en mi boca y con esa sensual boca me dijo
- Shh dejame que vas a sentir cosas que ninguna pendeja sabe hacer como yo - con eso dicho se deslizó hacia abajo mirándome a los ojos. Cuando llegó a mi pija comenzó a dar vueltas con su lengua al rededor de la punta y eso me hizo enloquecer. No podía creer que fuera tan buena. Metió la cabeza de mi poronga completa adentro de su boca y continuó recorriendo con su lengua cada rincón. Me volvía loco. Apreté las sabanas y la almohada no podía moverme mucho por mi lesión pero no pensaba en nada que no fuera la magnifica boca petera de mi madre.
Como si leyera mi mente, cambió el movimiento y empezó a cabecear deslizando sus exquisitos labios por todo el largo hasta llegar a mis huevos. Hacía un vacío perfecto y su lengua se movía lo justo y necesario pero cada vez que lo hacía era orgasmico. Tenía toda la razón. Ninguna de las minas de mi edad se podía comparar con la habilidad de ella. La belleza de su rostro con los cachetes apretados haciendo succión y sus labios húmedos recorriendo mi verga era la perfección.
- mmm pero que trola - escuché casi susurrando a Juan. Me había olvidado por completo de su presencia. En cierta forma entendí la reacción que tuvo. Se estaba haciendo una paja frenetica con la inmejorable escena incestuosa que le regalaba mi vieja. Por si fuera poco su culo apuntaba directo hacia él.
- Veni para acá bebé - le dijo mi vieja mientras se pasaba mi pija por la mejilla.
Me miró un segundo a ver si me oponía pero no podía pensar en otra cosa que la delicada piel de mi vieja rozando mi verga.
- Todo esto para mi sola? Me siento muy golosa hoy - dijo mientras tomaba la pija de Juan Cruz y nos pajeaba a los dos a la vez. Mientras hablaba iba dando lentas lamidas por cada una de las pijas y ese placer a cuentagotas nos hacía delirar a ambos.
Se sacó la mini remera de seda y finalmente nos regaló ese manjar de tetas. Los dos nos quedamos perplejos. Me empujó un poco y se acostó al lado mío me abalancé sobre uno de ellos y arrodillado en el piso Juan hizo lo mismo con el otro. No podía dejar de chupar ese sabroso pezón. Sentía su mano en mi nuca incitándome a seguir y me calentaba mas.
Levanté la mirada al sentir movimiento y vi que estaba besándose de forma obscena con mi amigo. La verdad ya todo lo que pasaba me excitaba mas. tomé las dos tetas para mi solo y me llené la boca con ellas, pasaba de una a la otra, las lamía las chupaba, las apretaba bien. Estaba poseído lamiendo uno de esos ricos pezones cuando decidió que era mi turno. Me tomó del pelo y me comió la boca.
Con todo lo que había pasado puede parecer tonto, pero sentí una sensación única al probar sus labios y sentir su lengua dentro de mi boca. Aparte que manera de besar! Una locura, Cada vez que me alejaba un poco, me mordía el labio y me llevaba de nuevo a ella. Con cada beso me excitaba más.
- Creo que queres más no mi bebé? - me dijo con voz de putita
- Si, quiero todo! - le dije ansioso por ese cuerpo imponente. Le apreté el culo con las dos manos mientras nuestros ardientes besos continuaban.
- A ver nene, ayudame - le dijo a Juan Cruz que seguía sumergido entre sus tetas.
- Si si, lo que quieras - le dijo secándose la boca. Se bajó el pantaloncito junto con la tanga y desnudando esa hermosa concha y el tremendo culo. No dejábamos de asombrarnos del hembron de mi vieja. Se sentó en el borde del colchón y estiró los pies para arriba. Juan en su colgadez tardó pero entendió lo que tenía que hacer. Tomó las prendas que estaban a la altura de las rodillas mas o menos y se las terminó de sacar.
- Gracias bombón, ahora vení por tu premio - Le dijo separando sus piernas y tomándolo de la nuca. La cara de mi amigo desapareció entre esas sensuales piernas y no dudo un segundo en comenzar a chupar.
Los gemidos de mi vieja eran como música pero la calentura me pudo y tuve que apagarlos. No pude contenerme, la tomé de sorpresa de la cabeza y le llené la boca de pija. Lo mejor fue que no se resistió para nada.
- Si que puta sos, así no pares - le decía apunto de acabar. La perra se fue acomodando hasta quedar arrodillada frente a mi mientras recibía la lengua del flaco era una imagen muy erótica. Esas tetas se veían más deseables que nunca en esa pose.
Como una fiera en celo empujó con un pie en el pecho a Juan Cruz y me escaló tomó mi pija entre sus manos y mordiéndose los labios comenzó hundirla en esa concha totalmente mojada por el trabajito del otro desgraciado pero también por su propia excitación. Fue bajando lentamente como si quisiera hacer que esa primera penetración fuera perfecta y realmente lo estaba logrando. Nunca en mi vida sentí tanto placer, nunca una mujer tuvo ese control sobre mi, sus gemidos me perdían.
Me miró y sonrió con toda mi pija en su interior. Apoyó sus manos en mi pecho y con sus pies afirmados en el colchón comenzó a subir y bajar. Primero lentamente, deleitándose con mis gemidos y de a poco fue aumentando la velocidad y fuerza. Sentía el sonido de su cuerpo chocando contra mis piernas.
- Decime puta de nuevo - me dijo con el pelo en la cara por los fuertes sacudones que daba al saltar
- Siii puta, sos la más mejor puta que cogí en mi vida - le dije sacado.
Ella se acomodó más encima mío, arrodillada en el colchon sin sacar mi verga de esa concha caliente y me sumergí nuevamente en esas espectaculares tetas que me quedaron a nada de la boca. Estaba chupando cuando sentí un movimiento raro en la cama y un grito fuerte de ella que se debe haber sentido desde afuera. Cuando levanté la cabeza de la almohada pude ver a Juan Cruz que estaba agarrado de la cintura de mamá entrando lentamente en su culo. La sonrisa de placer que se le dibujó a ella mientras todavía gritaba me terminó de convencer de que realmente era la más trola que había
- Te gusta Eva? Tenes un culito hermoso - le decía entre espasmos de placer mi amigo
- Si cojanme fuerte, los dos! Haceme lo que quieras - exclamó ella con la cara roja
- Desde la primera vez que te vi que quiero comerme este culo perra - le gritó Juan que ya la cogía con todo. Saberla tan trola me calentó mal y me apreté de ese cuerpo empapado de sudor sin dejar de comerme esas tetas monumentales
- Siii ma que perra que sos voy a acabar!´- le grité entregado al placer
- Todavía no! - me dijo deteniéndose y dando un salto. Ni Juan ni yo entendimos pero casi en la misma posición bajó frotando sus tetas por mi pecho y apretó mi verga ente ellas.
- Esto es lo que quieren todos mi amor - me dijo comenzando una turca con sus ricos pechos. La veía gozar con cada movimiento, viendo mis gestos de placer. Lo hacía como una profesional.
No podía creer que sea tan perra! Esa sonrisa perversa y esos ojos lujuriosos que no se movían de los míos. No pude contenerme más. Era demasiado. Los incontenibles disparos blancos empezaron a saltar sobre su hermoso rostro. La cara de satisfacción con la leche caliente chorreando en su boca, nariz y frente era pornográfica.
Un golpe inesperado de la acabada de Juan Cruz la sorprendió en la mejilla y con todo ese semen acariciando la piel de su cara metió las dos pijas en su boca y luego las lamió como jugando con los restos de semen que quedaban.
Yo me quedé impactado, medio en shock por todo lo que pasó. Ella con toda la tranquilidad se limpió un poco con los dedos y le hizo jurar silencio a mi amigo antes de despedirlo con otro beso ardiente.
Volvió a la cama conmigo y pasándome la lengua por la mejilla me dijo al oído
- Una enfermera así pedías hoy en Twitter? - con una cara cómplice y provocadora
- No pensé que la tenía tan cerca - le respondí con idéntica mirada
Me besó y yo me quedé boquiabierto viendo como se alejaba moviendo sensual ese cuerpo desnudo con la ropa en la mano
- Descansá mi amor, mamita te cuida - me dijo saboreándose los labios
Parece que mi verano en cama no iba a ser tan malo después de todo
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