No estaba pasando por mi mejor momento en Buenos Aires. No tanto en lo laboral, si en lo personal. Estaba sola, por el trabajo hacía mucho tiempo no podía volver a Rosario y para colmo, había decidido dejar de salir con mi compañera de trabajo, Romina. En una de las últimas salidas terminamos en el departamento de dos pibes amigos de ella y empezaron a drogarse mal. A mi ese ambiente siempre me dio un poco de miedo y me sentí muy incómoda por lo que decidí alejarme.
Además de eso, estaba experimentando una alta temperatura corporal producto de varios días sin recibir atención. Y eso influía directamente en mi ánimo general. Ese miércoles, después de embolarme varios findes sin salir a ningún lado, decidí ir a tomar algo después de trabajar. Al menos para despejar la mente.
Me senté en una mesa, sola y aproveché el happy hour. Después de un rato de estar ahi sentada, siento atrás mio 2 chabones hablar en italiano. Empecé a prestarles atención y decididamente eran los dos italianos.
Me di vuelta y los saludé. Les pregunté de donde eran y justo eran de Milán, lugar donde había estado hacía unos meses atrás. Después de un rato de estar hablando y luego de otro happy hour me preguntan donde pueden seguir la joda. Me acordé de otro after que explota los miércoles hasta tarde. Los chabones me invitaron a ir. No era mi idea acostarme tarde, pero accedí.
El lugar ya estaba hasta las manos. Pura joda. Parecía un boliche un sábado a las 4 am, y recién eran las 11 pm de un miércoles. Nos pusimos a bailar, compraron para tomar y seguimos charlando. De vez en cuando uno de los dos se ponía a hablar con alguna piba, pero como no hablaban español les hacía de traductora. Igualmente, no levantaron nada y eso que eran lindos pibes.
En un momento, uno de ellos me agarró de la cintura. Me empezó a chamuyar tirando frases muy hechas, pero a esa altura de la noche no me iba a poner en exigente.
Me hice la tímida vergonzosa un rato, pero no corrí la cara cuando trató de comerme la boca. Estuvimos chapando un rato largo, hasta que se fue a la barra a comprar más bebida. Lo acompañé y me quedé con el otro tano que recién había vuelto.
Nos pusimos a bailar y notaba como el flaco me apretaba y metía mano descaradamente. Me daba vuelta y me apoyaba la (terrible) pija en la cola. Yo la levantaba para sentirla más. Me agarró fuerte del brazo, me hizo girar y me comió la boca. Todo esto sabiendo que ya me había chapado al amigo.
Mientras nos matábamos a besos, apareció el amigo que volvía con más bebida. Se quedó mirando asombrado. El que estaba conmigo me soltó y se pusieron a hablar entre ellos, yo no entendía nada. Tenía miedo que se quieran cagar a trompadas, ya que además estaban algo borrachos.
Sin embargo, se acercaron y me llevaron a un rincón más alejado y me la hicieron corta. Uno de ellos me dijo que se volvían en 2 días y no iban a estar perdiendo el tiempo compitiendo para estar conmigo. Si yo quería, arrancábamos los 3. Sino, elegía a uno de los dos sin compromisos. Yo estaba más caliente que una pava y encima borracha así que ni dudé en decirles que me iba con los dos.
Me agarraron de la nuca y me dieron un beso cada uno mientras me abrazaban. Aproveché el amontonamiento para tocarles la pija. Terribles bultos los dos. Me mojé toda y me desesperé más por salir de ahí.
Le tiraron unos pesos al del hotel y me dejaron subir. Cuando cerraron la puerta me agarraron entre los dos y me llevaron a la cama. Uno se acostó al lado mío, mientras me besaba y tocaba las tetas por arriba de la ropa, cosa que me calienta el doble.
El otro se arrodilló en la punta. Me sacó el jean y corriendo mi tanguita para un costado me empezó a coger con la lengua. Con su dedo rozaba mi conchita y lo llevaba hasta la entrada de mi cola, esparciendo todos mis jugos. En poco tiempo terminé con dos dedos moviéndose adentro mío. Mi cuerpo se contorsionaba del placer al sentir 4 manos y 2 lenguas entretenerse conmigo.
El que estaba a mi lado se paró y se desnudó. No me había equivocado. Terrible aparato tenía el tano. La agarró con las dos manos (y aún así, sobraba un trozo) y me la puso en la boca. El otro seguía entretenido en mi concha. Con dos dedos cogiéndome y la otra mano en mis tetas. Mis gemidos se ahogaban en la poronga que estaba en mi boca.
Cuando estuve a punto de acabar, el tanito se frenó. Se levantó y se puso en bolas también. Interrumpí el pete para verlo en bolas. Esa chota daba miedo, en serio. Se acercó y apoyó la cabeza en mi concha totalmente lubricada por mis jugos y su saliva. Así y todo, costó meterla. Despacito la fue clavando hasta que hizo tope. Ahí la sacó despacio, pero después me pegó una empernada violenta hasta el fondo que me hizo gritar.
El chabón se frenó pensando que me había hecho mal. Lo agarré y le dije que siguiera, que me cogiera bien fuerte. Se miraron entre ellos y se rieron. "Bien putita la argentina", dijo mientras volvía a taladrarme la concha sin piedad. Las embestidas eran tan violentas que me impedían seguir haciéndole un pete al otro pibe, solo lo podía pajear.
No tardé en acabar pegando unos gritos que eran más bien un desahogo de tantos días de sequía que otra cosa. Casi en simultáneo, el flaco que estaba pajeando largó 2 chorros de leche impresionantes. Los vi volar por arriba de mis ojos y estrellarse en la cama. El resto cayó directamente a mi cara.
El que me cogía seguía penetrándome. Ahora había bajado el ritmo, pero me pegaba unas cogidas cortitas y profundas que sentía me iban a abrir al medio. Después empezó a sacarla casi por completo y meterla de una. Deliraba. Gritaba que no parara, que me cogiera fuerte. Estaba re sacada.
Lo hice parar y acostar en la cama. Me senté arriba. Sentía mi concha totalmente abierta. No costó para nada enterrarla nuevamente. De golpe me senté hasta sentir la pija en lo más profundo de mi. Cuando me acostumbré de nuevo al pijón del tano, empecé a moverme despacio. En poco tiempo estaba cabalgando como loca, acabando a los gritos mientras le clavaba las uñas en el pecho al pobre flaco.
El otro estaba al lado pajeándose con la pija media parada, sin perderse detalle. Cuando me vio rendida acostada en el pecho de su amigo se acercó. Se paró en la cama y me hizo levantar, todo esto sin sacarme la otra pija de adentro. Me agarró de los pelos y me hizo chuparsela. El que me cogía me agarró fuerte de la cola y se empezó a levantar y a taladrarme con una fuerza terrible que me hacía volar por le aire. Como podía aguantaba la garchada y seguía el pete.
El que me cogía gritó algo y el amigo salió. Me hizo tirar en la cama y apuntó su pija a mi boca. Haciéndome la boluda la agarré y lo empecé a pajear. Cuando sentí que estaba por acabar, la apunté a mis tetas. Como si fuese una manguera, me regué el pecho con su leche caliente mientras con la punta la desparramaba por todos lados.
Me di vuelta y quedé con la cola para arriba. El que había acabado primero no perdió oportunidad y me puso en 4. Su pija no estaba del todo dura, pero era tan grande que le sobraba para cogerme.
Me la enterró de una. Me agarró de los pelos y me cogió empujando su pija bien adentro. Yo levanté mi cola y empecé a moverme haciendo que saliera todo el tronco casi hasta la punta y enterrándolo de golpe con un envión de mis caderas.
El más pijudo seguía durísimo. Se acostó adelante mío con las piernas abiertas. No me pude resistir a lanzarme sobre esa terrible pija y empezar a mamarla. Aún tenía sabor a leche. Se la limpié toda, pasándole mi lengua desde la base del tronco hasta la cabeza.
El que me cogía me levantó y se acostó para que yo me sentara arriba de él. Me agarró bien fuerte de la cola y mientras yo me lo cogía, con sus dedos llenos de saliva empezó a jugar en mi ano. Era tan fuerte la garchada que no sentí los dos dedos entrando.
Cuando los empezó a mover, acabé tan fuerte que tuve que frenar por que me temblaba todo el cuerpo. Cuando me recuperé seguí cabalgando el pijón del tanito, hasta que no pudo más y acabó adentro mío.
Me levanté y acosté en la cama, exhausta. Pero no por mucho. El más pijudo ya había descansado y vino por más. Se tiró al lado mío y me besó mientras llevaba su mano a mi concha. Me puso boca arriba y fue bajando hasta mi entrepierna. volvió a regalarme una terrible chupada, que me hizo mojar toda nuevamente. Cuando sintió que estaba lista, se paró y me enterró la pija de una.
Me siguió cogiendo un rato, hasta que llegó el amigo. Ahora era el otro el que me cogía. Yo estaba en la cama sin poder moverme viendo como se iban turnando para garcharme. Al rato, me bañaron en leche los dos.
Me bañé y salí renovada. Charlamos un rato y empezaron a manosearme de nuevo. Les pedí por favor que pararan, no me daba más la concha (aunque me había empezado a calentar de nuevo). "Bueno, si no podés por la concha, que sea por el culo", dijo uno. Se quedaron los dos mirándome esperando a ver que decía. Me arrodillé delante de ellos y les saqué los boxers. Ya fue, si la hago, la hago completa, pensaba.
Como pude, les chupé la pija a los dos. Las escupía bien, las pajeaba, mientras miraba la carita de felicidad que tenían ambos. Ellos parados, yo arrodillada entregada a saborear sus vergas dejándolas lustradas de mi saliva. Les pregunté si tenían algo para ayudar, porque esos pijones en mi cola así solos no iban a entrar. Lamentablemente no tenían nada (mal, sabiendo los pijones que cargan).
Igual, ahora ya no podía tirarme atrás. Me puse en 4 levantando mi cola. Uno me agarró los cachetes y me abrió bien permitiendo que el otro pasara un dedo lleno de saliva por mi ano. Lamentablemente, ninguno de los dos se animó a chuparme la colita. Sin embargo, de a poco fue cediendo. Con saliva y los dedos bien lubricados llegó a meter 4 dedos en la cola.
Por suerte, en la caja del forro venía uno de esos gelcitos. Le agarré la pija y se la embarduné toda. Ahora si, lista. Volví a ponerme en 4 y levantar la cola. El más pijudo apuntó la poronga y de a poco la fue enterrando. Me agarré de las sábanas para soportar el dolor inicial. De golpe siento que me la clava mal... pegué un grito y me tumbé en la cama mordiendo la almohada.
Al loco ni le importó. Me agarró de los pelos y me penetró de nuevo. De a poco, fue acostumbrándose y la pija se movía con más fluidez adentro mío. Los gritos de dolor ya eran de placer. El otro flaco me metió la verga en la boca.
El que estaba peteando de golpe se frenó. Estaba por acabar, y me quería hacer la cola. Pero el amigo estaba muy entretenido disfrutando cogerme cada vez más fuerte. Ante la insistencia del otro, tuvo que parar para dejarle lugar. Hicieron el cambio.
Esta entró más fácil que la anterior. Ya estaba totalmente abierta. El que salió de mi cola me dio su pija para chuparla. Solo con la boca, ya que las manos las tenía apoyadas en la cama, me dediqué a chuparle la pija mientras el otro me hacía el culo. Como estaba más dilatada, se dio el lujo de culearme con fuerza.
Sin darme cuenta, el que tenía en la boca acabó por completo adentro mío. Cuando sentí la leche empecé a escupirla despacio dejándola salir por las comisuras de mis labios. Dejé todas las sábanas sucias, pero poco me importaba a mi en ese momento.
Ya había dejado de disfrutar la pija en el culo, así que lo hice parar. "Ya estoy por acabar", me dijo. Me quería acabar adentro pero le dije que no, que parara y si quería me desparramara la leche en la cola. No muy conforme, sacó su pija se pajeó y me bañó de leche la espalda.
Me dejé caer rendida sintiendo como el semen caliente chorreaba por mi cuerpo. Cuando abro los ojos, al lado mío tenía al pijudo con la pija todavía dura. No lo podía creer. Me levanté como pude y me senté arriba suyo. Quería mi último orgasmo antes de irme.
Lo empecé a cabalgar con fuerza, apurada antes que se le durmiera la pija. Mis caderas subían y bajaban con velocidad. El flaco me agarraba de la cola fuerte para que no me saliera. El otro se acomodó arriba mío. Con la pija semi caída, empezó a intentar meterla en la cola. Eran insaciables los dos, me garchaban hasta con la verga flácida.
Con dificultad, alcanzó a meter la punta, pero fue suficiente para hacerme delirar. Se movía coordinadamente los dos, yo volaba totalmente abierta por esos dos vergones. Tanto roce hizo que acabara una vez más, y el que me garchaba la concha tampoco aguantó y acabó de nuevo. Me pedía que frenara, pero yo seguía moviéndome.
Lo agarré de la cabeza y le puse mis tetas en la boca. El que estaba en mi culo tuvo que salir porque la pija se le durmió por completo. A pesar de haber acabado, la pija en mi concha seguía bastante firme. Mi cuerpo se estremeció de placer, y me quedé paralizada. Cuando me recuperé, me levanté y saqué la pija de adentro mío. Estaba chorreando leche y dormida, pero aún así la cogida fue terrible.
Me dijeron si quería bañarme de nuevo, pero les dije que no. No me iba a ir más y en pocas horas tenía que ir a trabajar. Así sucia me fui. Me pagaron el taxi y volví a mi casa. Como pude me levanté al otro día. Me dolía todo el cuerpo. En el trabajo mi cambio de humor fue evidente. Cuando me preguntaron, les dije que había sido "bien atendida", pero sin dar demasiado detalles.
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Además de eso, estaba experimentando una alta temperatura corporal producto de varios días sin recibir atención. Y eso influía directamente en mi ánimo general. Ese miércoles, después de embolarme varios findes sin salir a ningún lado, decidí ir a tomar algo después de trabajar. Al menos para despejar la mente.
Me senté en una mesa, sola y aproveché el happy hour. Después de un rato de estar ahi sentada, siento atrás mio 2 chabones hablar en italiano. Empecé a prestarles atención y decididamente eran los dos italianos.
Me di vuelta y los saludé. Les pregunté de donde eran y justo eran de Milán, lugar donde había estado hacía unos meses atrás. Después de un rato de estar hablando y luego de otro happy hour me preguntan donde pueden seguir la joda. Me acordé de otro after que explota los miércoles hasta tarde. Los chabones me invitaron a ir. No era mi idea acostarme tarde, pero accedí.
El lugar ya estaba hasta las manos. Pura joda. Parecía un boliche un sábado a las 4 am, y recién eran las 11 pm de un miércoles. Nos pusimos a bailar, compraron para tomar y seguimos charlando. De vez en cuando uno de los dos se ponía a hablar con alguna piba, pero como no hablaban español les hacía de traductora. Igualmente, no levantaron nada y eso que eran lindos pibes.
En un momento, uno de ellos me agarró de la cintura. Me empezó a chamuyar tirando frases muy hechas, pero a esa altura de la noche no me iba a poner en exigente.
Me hice la tímida vergonzosa un rato, pero no corrí la cara cuando trató de comerme la boca. Estuvimos chapando un rato largo, hasta que se fue a la barra a comprar más bebida. Lo acompañé y me quedé con el otro tano que recién había vuelto.
Nos pusimos a bailar y notaba como el flaco me apretaba y metía mano descaradamente. Me daba vuelta y me apoyaba la (terrible) pija en la cola. Yo la levantaba para sentirla más. Me agarró fuerte del brazo, me hizo girar y me comió la boca. Todo esto sabiendo que ya me había chapado al amigo.
Mientras nos matábamos a besos, apareció el amigo que volvía con más bebida. Se quedó mirando asombrado. El que estaba conmigo me soltó y se pusieron a hablar entre ellos, yo no entendía nada. Tenía miedo que se quieran cagar a trompadas, ya que además estaban algo borrachos.
Sin embargo, se acercaron y me llevaron a un rincón más alejado y me la hicieron corta. Uno de ellos me dijo que se volvían en 2 días y no iban a estar perdiendo el tiempo compitiendo para estar conmigo. Si yo quería, arrancábamos los 3. Sino, elegía a uno de los dos sin compromisos. Yo estaba más caliente que una pava y encima borracha así que ni dudé en decirles que me iba con los dos.
Me agarraron de la nuca y me dieron un beso cada uno mientras me abrazaban. Aproveché el amontonamiento para tocarles la pija. Terribles bultos los dos. Me mojé toda y me desesperé más por salir de ahí.
Le tiraron unos pesos al del hotel y me dejaron subir. Cuando cerraron la puerta me agarraron entre los dos y me llevaron a la cama. Uno se acostó al lado mío, mientras me besaba y tocaba las tetas por arriba de la ropa, cosa que me calienta el doble.
El otro se arrodilló en la punta. Me sacó el jean y corriendo mi tanguita para un costado me empezó a coger con la lengua. Con su dedo rozaba mi conchita y lo llevaba hasta la entrada de mi cola, esparciendo todos mis jugos. En poco tiempo terminé con dos dedos moviéndose adentro mío. Mi cuerpo se contorsionaba del placer al sentir 4 manos y 2 lenguas entretenerse conmigo.
El que estaba a mi lado se paró y se desnudó. No me había equivocado. Terrible aparato tenía el tano. La agarró con las dos manos (y aún así, sobraba un trozo) y me la puso en la boca. El otro seguía entretenido en mi concha. Con dos dedos cogiéndome y la otra mano en mis tetas. Mis gemidos se ahogaban en la poronga que estaba en mi boca.
Cuando estuve a punto de acabar, el tanito se frenó. Se levantó y se puso en bolas también. Interrumpí el pete para verlo en bolas. Esa chota daba miedo, en serio. Se acercó y apoyó la cabeza en mi concha totalmente lubricada por mis jugos y su saliva. Así y todo, costó meterla. Despacito la fue clavando hasta que hizo tope. Ahí la sacó despacio, pero después me pegó una empernada violenta hasta el fondo que me hizo gritar.
El chabón se frenó pensando que me había hecho mal. Lo agarré y le dije que siguiera, que me cogiera bien fuerte. Se miraron entre ellos y se rieron. "Bien putita la argentina", dijo mientras volvía a taladrarme la concha sin piedad. Las embestidas eran tan violentas que me impedían seguir haciéndole un pete al otro pibe, solo lo podía pajear.
No tardé en acabar pegando unos gritos que eran más bien un desahogo de tantos días de sequía que otra cosa. Casi en simultáneo, el flaco que estaba pajeando largó 2 chorros de leche impresionantes. Los vi volar por arriba de mis ojos y estrellarse en la cama. El resto cayó directamente a mi cara.
El que me cogía seguía penetrándome. Ahora había bajado el ritmo, pero me pegaba unas cogidas cortitas y profundas que sentía me iban a abrir al medio. Después empezó a sacarla casi por completo y meterla de una. Deliraba. Gritaba que no parara, que me cogiera fuerte. Estaba re sacada.
Lo hice parar y acostar en la cama. Me senté arriba. Sentía mi concha totalmente abierta. No costó para nada enterrarla nuevamente. De golpe me senté hasta sentir la pija en lo más profundo de mi. Cuando me acostumbré de nuevo al pijón del tano, empecé a moverme despacio. En poco tiempo estaba cabalgando como loca, acabando a los gritos mientras le clavaba las uñas en el pecho al pobre flaco.
El otro estaba al lado pajeándose con la pija media parada, sin perderse detalle. Cuando me vio rendida acostada en el pecho de su amigo se acercó. Se paró en la cama y me hizo levantar, todo esto sin sacarme la otra pija de adentro. Me agarró de los pelos y me hizo chuparsela. El que me cogía me agarró fuerte de la cola y se empezó a levantar y a taladrarme con una fuerza terrible que me hacía volar por le aire. Como podía aguantaba la garchada y seguía el pete.
El que me cogía gritó algo y el amigo salió. Me hizo tirar en la cama y apuntó su pija a mi boca. Haciéndome la boluda la agarré y lo empecé a pajear. Cuando sentí que estaba por acabar, la apunté a mis tetas. Como si fuese una manguera, me regué el pecho con su leche caliente mientras con la punta la desparramaba por todos lados.
Me di vuelta y quedé con la cola para arriba. El que había acabado primero no perdió oportunidad y me puso en 4. Su pija no estaba del todo dura, pero era tan grande que le sobraba para cogerme.
Me la enterró de una. Me agarró de los pelos y me cogió empujando su pija bien adentro. Yo levanté mi cola y empecé a moverme haciendo que saliera todo el tronco casi hasta la punta y enterrándolo de golpe con un envión de mis caderas.
El más pijudo seguía durísimo. Se acostó adelante mío con las piernas abiertas. No me pude resistir a lanzarme sobre esa terrible pija y empezar a mamarla. Aún tenía sabor a leche. Se la limpié toda, pasándole mi lengua desde la base del tronco hasta la cabeza.
El que me cogía me levantó y se acostó para que yo me sentara arriba de él. Me agarró bien fuerte de la cola y mientras yo me lo cogía, con sus dedos llenos de saliva empezó a jugar en mi ano. Era tan fuerte la garchada que no sentí los dos dedos entrando.
Cuando los empezó a mover, acabé tan fuerte que tuve que frenar por que me temblaba todo el cuerpo. Cuando me recuperé seguí cabalgando el pijón del tanito, hasta que no pudo más y acabó adentro mío.
Me levanté y acosté en la cama, exhausta. Pero no por mucho. El más pijudo ya había descansado y vino por más. Se tiró al lado mío y me besó mientras llevaba su mano a mi concha. Me puso boca arriba y fue bajando hasta mi entrepierna. volvió a regalarme una terrible chupada, que me hizo mojar toda nuevamente. Cuando sintió que estaba lista, se paró y me enterró la pija de una.
Me siguió cogiendo un rato, hasta que llegó el amigo. Ahora era el otro el que me cogía. Yo estaba en la cama sin poder moverme viendo como se iban turnando para garcharme. Al rato, me bañaron en leche los dos.
Me bañé y salí renovada. Charlamos un rato y empezaron a manosearme de nuevo. Les pedí por favor que pararan, no me daba más la concha (aunque me había empezado a calentar de nuevo). "Bueno, si no podés por la concha, que sea por el culo", dijo uno. Se quedaron los dos mirándome esperando a ver que decía. Me arrodillé delante de ellos y les saqué los boxers. Ya fue, si la hago, la hago completa, pensaba.
Como pude, les chupé la pija a los dos. Las escupía bien, las pajeaba, mientras miraba la carita de felicidad que tenían ambos. Ellos parados, yo arrodillada entregada a saborear sus vergas dejándolas lustradas de mi saliva. Les pregunté si tenían algo para ayudar, porque esos pijones en mi cola así solos no iban a entrar. Lamentablemente no tenían nada (mal, sabiendo los pijones que cargan).
Igual, ahora ya no podía tirarme atrás. Me puse en 4 levantando mi cola. Uno me agarró los cachetes y me abrió bien permitiendo que el otro pasara un dedo lleno de saliva por mi ano. Lamentablemente, ninguno de los dos se animó a chuparme la colita. Sin embargo, de a poco fue cediendo. Con saliva y los dedos bien lubricados llegó a meter 4 dedos en la cola.
Por suerte, en la caja del forro venía uno de esos gelcitos. Le agarré la pija y se la embarduné toda. Ahora si, lista. Volví a ponerme en 4 y levantar la cola. El más pijudo apuntó la poronga y de a poco la fue enterrando. Me agarré de las sábanas para soportar el dolor inicial. De golpe siento que me la clava mal... pegué un grito y me tumbé en la cama mordiendo la almohada.
Al loco ni le importó. Me agarró de los pelos y me penetró de nuevo. De a poco, fue acostumbrándose y la pija se movía con más fluidez adentro mío. Los gritos de dolor ya eran de placer. El otro flaco me metió la verga en la boca.
El que estaba peteando de golpe se frenó. Estaba por acabar, y me quería hacer la cola. Pero el amigo estaba muy entretenido disfrutando cogerme cada vez más fuerte. Ante la insistencia del otro, tuvo que parar para dejarle lugar. Hicieron el cambio.
Esta entró más fácil que la anterior. Ya estaba totalmente abierta. El que salió de mi cola me dio su pija para chuparla. Solo con la boca, ya que las manos las tenía apoyadas en la cama, me dediqué a chuparle la pija mientras el otro me hacía el culo. Como estaba más dilatada, se dio el lujo de culearme con fuerza.
Sin darme cuenta, el que tenía en la boca acabó por completo adentro mío. Cuando sentí la leche empecé a escupirla despacio dejándola salir por las comisuras de mis labios. Dejé todas las sábanas sucias, pero poco me importaba a mi en ese momento.
Ya había dejado de disfrutar la pija en el culo, así que lo hice parar. "Ya estoy por acabar", me dijo. Me quería acabar adentro pero le dije que no, que parara y si quería me desparramara la leche en la cola. No muy conforme, sacó su pija se pajeó y me bañó de leche la espalda.
Me dejé caer rendida sintiendo como el semen caliente chorreaba por mi cuerpo. Cuando abro los ojos, al lado mío tenía al pijudo con la pija todavía dura. No lo podía creer. Me levanté como pude y me senté arriba suyo. Quería mi último orgasmo antes de irme.
Lo empecé a cabalgar con fuerza, apurada antes que se le durmiera la pija. Mis caderas subían y bajaban con velocidad. El flaco me agarraba de la cola fuerte para que no me saliera. El otro se acomodó arriba mío. Con la pija semi caída, empezó a intentar meterla en la cola. Eran insaciables los dos, me garchaban hasta con la verga flácida.
Con dificultad, alcanzó a meter la punta, pero fue suficiente para hacerme delirar. Se movía coordinadamente los dos, yo volaba totalmente abierta por esos dos vergones. Tanto roce hizo que acabara una vez más, y el que me garchaba la concha tampoco aguantó y acabó de nuevo. Me pedía que frenara, pero yo seguía moviéndome.
Lo agarré de la cabeza y le puse mis tetas en la boca. El que estaba en mi culo tuvo que salir porque la pija se le durmió por completo. A pesar de haber acabado, la pija en mi concha seguía bastante firme. Mi cuerpo se estremeció de placer, y me quedé paralizada. Cuando me recuperé, me levanté y saqué la pija de adentro mío. Estaba chorreando leche y dormida, pero aún así la cogida fue terrible.
Me dijeron si quería bañarme de nuevo, pero les dije que no. No me iba a ir más y en pocas horas tenía que ir a trabajar. Así sucia me fui. Me pagaron el taxi y volví a mi casa. Como pude me levanté al otro día. Me dolía todo el cuerpo. En el trabajo mi cambio de humor fue evidente. Cuando me preguntaron, les dije que había sido "bien atendida", pero sin dar demasiado detalles.
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47 comentarios - Solita en un after. Que puede pasar?
gracias por pasar!
gracias por pasar
Por otra parte no me queda claro si usaste o no preservativos, yo soy de los que me da más morbo a pelo, peroooooooooooo
Suerte tuvieron los italianos, no se fueron de vacío, en España tenían fama de muyyyyyyyy pesados y algunas chicas los evitaban enseguida jajajajaja
sera que siempre hice deportes y trate de alejarme de los vicios (bueno, excepto el alcohol) jeje... y nunca habia tenido relacion con ese ambiente y me asuste un poco.
preservativo uso siempre, no lo escribo por lo que decis, el morbo que da, y como que te la baja "se puso el preservativo bla bla"... creo que ya somos grandes y responsables y sabemos como cuidarnos.
sera porq tengo familia alla, pero me cayeron muy bien los italianos
gracias por pasar
gracias por pasar!
Creo que "bien" atendida es poco...:)
gracias por pasar!
gracias por pasar!
besos
gracias por pasar!
gracias por pasar
gracias por pasar
gracias por pasar
gracias por pasar
Vos si que sabes
Buen post
gracias por pasar
muchas gracias por tu comentario 😉
gracias por pasar!
Mañana paso con pts
encima estas por la etapa que estaba liberada aprovechando que vivia sola 😉