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Se enojó mi novia y miren... La versión de ella, final

La versión de Mati:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2812792/Se-enojo-mi-novia-y-miren-lo-que-hizo.html


Bueno, ya con mi culito roto y el resto de mi experiencia con Roberto, les conté que el camionero se llama Roberto, creo que no, decidí ir aplicando mis nuevos conocimientos con Mati. Como no podía contarle sobre Roberto usé los videos porno. Nos juntábamos y los veíamos juntos y así lo fui animando y agregamos los orales y anales a nuestra relación pero complicaron la cosa en cuanto a los celos de Mati, se puso muy pesado. Yo temblaba por lo que me veía venir en cuanto nos mudásemos a la capital, para colmo a estudiar carreras diferentes.

Mientra tanto y para cumplir mi trato con Roberto me seguía encontrando con él, cuando se podía me mandaba un mensaje al celular y yo iba para el rancho muy obediente. Y muy caliente.

Quince días antes de pascua me llega un mensaje temprano

"Tengo libre hasta la noche, te espero"

Era demasiado temprano pero aprovechando que no estaba mi viejo le dije a mi vieja que estaba haciendo dieta, agarré unas frutas y me fui. Era el mediodía.

Entré apurada y me encuentro a Roberto con dos tipos.

-Hola

-Hola, mis amigos te quieren conocer. Ella es... ¿Pamela? Sí, ellos son... Pongámosle Juan y José.

-No entiendo ¿Por qué me quieren conocer?

-Fácil, yo tengo que hacerte puta ¿No? bueno, Juan y José están contratando tus servicios.

Me quedé dura. Era lo que yo le había pedido, que me hiciese puta. Podía negar todo, dar media vuelta y no verlo más... Pero el silencio que hicieron los tres me jugó en contra, me dio tiempo para ver la situación, verlos a los tipos, ver la lujuria en los ojos de los tres... Me calenté

-Está bien... Y ¿Cuánto valgo y cuánto me toca?

Lo pregunté mirando a los dos desconocidos. Miraron nerviosos a Roberto.

-Cien cada uno, todo incluido. Te toca la mitad.

-¿La mitad? No, las comisiones son del diez por ciento, como mucho podemos llegar a un veinticinco / setenta y cinco.

Me acerqué a él estirando la mano para que me pague. Me dio los ciento cincuenta. Yo fui y me senté en la cama. Los tipos, no los voy nombrar porque los nombres eran tan truchos como Pamela, se acercaron y enseguida se ocuparon de mis tetas, manoseo va manoseo viene me sacaron toda la ropa y me dieron sus pijas para chupar.

Mientras los chupaba se sacaron la ropa y sin mediar palabra se fueron turnando uno en mi concha otro en mi boca. A pesar de lo impersonal que era la situación estaba caliente y gozando mucho y los flacos se la bancaban, llevaban un rato y seguían.

En uno de los cambios de posición miro a Roberto, se estaba haciendo una paja terrible, eso me re calentó y quise mostrarle lo puta que podía ser así que me entregué a gozar con todo, enseguida tuve un orgasmo y esto animó un poco a mis "clientes" que empezaron a meter un poco más de manos y así me calenté más.

Tal como habían dicho, el pago era por todo así que me lubricaron el culo y no tardaron nada en turnarse ahí también. Ya se los veía muy agitados y a punto así que los apuré a que acaben. Uno no se hizo rogar y me llenó la boca. El otro quiso que lo monte así que me subí lo cabalgué con fuerza. En eso siento que me empujan la espalda para que me arrime al tipo de abajo

-Ahora me voy a cobrar el 25%

Era Roberto que se estaba acomodando para entrar en mi culo, quise levantarme para sacar al que me cogía la concha pero Roberto me apretó

-No, no... Vos seguí con él, no te preocupes de lo que pasa atrás.

Estaba con dos vergas adentro, yo jugaba siempre que me hacían la cola metiendo los dedos y siguiendo el movimiento desde la vagina pero... Esto no era lo mismo, dos tipos adentro mio...

Acostumbrada a la de Mati no me dolía, la sensación era otra, estaba toda llena. Como tomaban bien el ritmo me empecé a mover yo y marcar el tiempo, se que gritaban algo pero no presté atención, los estaba manejando, se volvían locos por mí y eso me hizo entrar casi en un trance erótico, no sé si existe pero yo lo sentí, todo era placer y llegué al orgasmo varias veces, o tal vez fue uno solo muy prolongado.

El tipo de abajo terminó pero se había calentado el otro de vuelta con nuestra escena de sanguchito así que lo mandó a Roberto abajo y se metió en mi culo.

Ese fue mi último encuentro con Roberto, el camionero hacedor de putas. Y yo me prometí repetir pero a decisión y elección mía.



Bueno nos vinimos a estudiar a la capital y así llegamos al bar y la noche en cuestión.

Tal como yo había sospechado, los celos de Mati se agravaron y en especial esa semana estuvo insoportable, que por qué estudiaba siempre con varones, si la ropa esto o aquello, que todos te miran... Para colmo con las discusiones ni siquiera cogíamos.

Ya esperando en el bar y viendo que se hacía tarde y quedaban sólo hombres me imaginé la escena que se venía y de darme manija me propuse escarmentarlo, si se ponía muy pesado me iba con un tipo cualquiera que me diera bola. Si se tenía que podrir todo ya está, me había cansado.

Pasó la hora y estaba yo sola y dos jugando al billar. Estos hacía rato que no me sacaban los ojos de encima, sobre todo uno, grandote, bastante fuerte aunque no era mi tipo. La mirada persistente que tenía me atraía y me estaba gustando eso de ser deseada. Mejor que Mati no venga con celos estúpidos porque lo cago con el grandulón este, pensé.

Llegó Mati y casi sin saludar empieza con los celos y yo que venía hacía rato dándome manija le contesté mal y ya me puse a pensar como hacer para acercarme al tipo y cagarlo.

Ni sé que le venía contestando cuando larga

-Y... La ocasión hace al ladrón ¿No?

Ah no, esto no va más, piensa que puedo meterle los cuernos, yo le voy sacar las dudas... Sí puedo.

-A sí... Ahora vas a ver.

Me levanté y caminando bien puta voy hasta la mesa de pool

-Me pueden enseñar a jugar... Él no quiere...

Me miraron todo menos los ojos, la cara de lujuria de los dos tipos, en realidad tres porque estaba el mozo que me miraba siempre con cara de te quiero coger.

-Sí pero ¿él se queda?

Me dijo el grande hablando bajo como para que Mati no escuche. Yo me encogí de hombros.

-No hay problema, si u novio no se enoja.

-Está enojado, se le pasará. Además ya estoy grande para pedir permiso.

Esto último lo dije bajo y lo escucharon ellos solos. Le insistieron a Mati que se emperró en la silla así que llamaron al mozo y el grande hizo pareja conmigo. De entrada se me pegaba al culo con la escusa de mostrarme como tirar.

Trajeron bebidas y noté que la mía era siempre más fuerte, me querían emborrachar pero esa no era mi intensión, que estar bien sobria para no perderme nada de lo que veía que se venía. Ellos estaban estudiando como hacer para levantarme y yo ya sabía que me iba a enfiestar con ellos... Y Mati que se joda.

Seguían trayendo para tomar y yo me las ingeniaba para tirarla en algún rincón. El grande ya estaba zafado y por lo bajo me decía lo buena que estaba y si no quería jugar a otra cosa y un par de veces me lamió la oreja y me tocaba las nalgas.

Mati insistió varias veces con que ya estaba bien, que nos vayamos pero no le di bola y como era tarde paramos para que el mozo cierre, jugamos otro rato y el grande me apoyaba cada vez más y yo lo incitaba con sonrisas y hasta llegué a pasar la mano por su bulto en dos oportunidades.

Pegado a mi oreja me dice

-Esto es una venganza ¿Hasta dónde pensás que podés seguir? Mirá que conmigo no se juega.

-Me estoy vengando, no jugando.

Eso fue un tiro de largada. Me levanta y me sienta en la mesa.

-Cambiamos de juego.

-¿Y a qué jugamos ahora?

-A lo que querías jugar con él pero se enojó, te voy a coger.

Creo que eso último Mati no lo oyó. Igual se levantó a protestar y el grande lo paró y cuando pensé que lo iban golpear el grande se aprovecha de lo que dije yo

-La chica está grande, no te tiene que pedir permiso.

Algo me dijo que si se iba a enojar mucho pero no le presté mucha atención, estaba muy excitada, la concha mojada y latiendo y lo único que quería era que dejen de discutir y me cojan, uno, dos tres...

-Mati, jodete, estuviste para la mierda.

Le pregunté por los otros dos y me dijo que jugaban todos. Ahí empezó el descontrol, al menos el mío. Manos y bocas por todo mi cuerpo, la ropa que desaparecía. Cuando me quedaba sólo la tanga me piden que desfile, me paro y camino unos pasos, doy vueltas haciendo poses, lo miro a Mati y veo el bulto que tiene, se le paró la verga y no hay pantalón que se la oculte.

Me piden más así que mostrándoles el culo me saco la tanga y se las tiro, me levantan y me acuestan en la mesa, estoy a mil, me chupan toda, en cuanto el grande saca la cabeza de entre mis pierna le digo

-Cogeme

No lo tuve que repetir, la apoyó la metió de una, los otros estaban con las pijas duras y no se animaban a acercarse mas que con las manos y la boca, casi que los traje a tirones para chuparles las vergas y refregarlas en mis tetas.

Cambian los lugares, uno quiere que lo monte y entonces me empiezan a sobar el culo, quieren meter los dedos pero les digo que así en seco no. Traen algo, creo que aceite y me meten los dedos.

-Quiero romperte el culo

-Sí, rompelo, rómpanmelo todos.

Estoy más que caliente, acabé un montón de veces, el morbo de ver a Mati con la verga dura porque estoy enfiestada con tres tipos me hace pasar todos los límites de calentura.

Me ponen contra la mesa y me la meten en el culo, le pido a uno que me pajee la concha y pasa la mano abajo y me mete los dedos, sigo acabando.

Uno me pone con las patas al hombro y me la da en el culo, los otros dos me soban la concha. Cuando el me está cogiendo me ve acabar no se aguanta y me llena el culo. Los otros terminan encima mío.

Me limpian con unas servilletas pero resulta que yo sigo moviendo la pelvis.

-Todavía querés más, que puta más calentona. Flaco vení que sigue con ganas.

(Acá hago un alto en el relato. Lo que cuenta Mati con lo que pasó tiene diferencias, él lo quiso hacer más morboso de lo que fue. Sigo)

-Sí Mati, vení, después vemos que pasó.

-Ma sí, que pedazo de puta me resultaste.

Mati llegó en dos salto y ya sin ropa, la verga dura como madera, brillante y de tan parada le golpeaba la panza. Me la puso en la boca y por el gusto sé que ya había acabado, lo que me esperaba, siempre tiene aguante en el primero pero ya el segundo hay que seguirlo, es una máquina, tengo que enseñarle. Esto pensaba mientras le comía la verga.

-Te voy a coger hasta que llores pidiendo que pare.

-Sí, reventame.

Me la metió de una, quedé con la boca abierta, me estaba dando con una fuerza que no le conocía. Encima tan grande que me tocaba todos mis puntos sensibles. Como sería la cogida que me estaba dando que los otros tres se calentaron y me la dieron a mamar de nuevo. Matí me dio vuelta y se ocupó de mi culo, ahí fue más suave pero los otros al ver semejante pija en mi culo se me fueron encima, con los empellones de Mati no podía usar las manos y la boca no me daba para los tres. Uno se coló por dejo y me buscó la concha. Mati se dio cuenta y la sacó para que me acomode sobre el otro, ni bien me la puso en la concha Mati me empujó para adelante y me ensartó el culo de nuevo.

Así se turnaron y pasaron por todas las combinaciones. A pedido de Mati acabaron todos en mi boca

-Que esta puta se trague todo y tenga regusto a pija por un año.

Salimos del bar casi de día, lo de los tipos feos que habían llamado para que me cojan no es verdad...

No soy tan puta, vieron.

5 comentarios - Se enojó mi novia y miren... La versión de ella, final

Fck-Acero +1
como que quede medio colgado al no leer la parte anterior... asiq x ahora dejo comentario nada mas!
de igual manera esta bueno! bastante morbo xD
mdqpablo +1
terrible venganza la flaca muy buen relato
anatrete +1
Como clienta tu mirada!!! se nos volaron los patitos!!!